Cristina Rebull, Miguel Mendoza Luna y Luisa Noruega Arrieta hablaron de cómo es escribir para niños: humor, identidad, sueños.

Por: Ana Sofía Rubiano Vásquez, estudiante de Comunicación social y periodismo.
La literatura infantil se caracteriza por ser didáctica, entretenida, sencilla y lineal, pero sobre todo por ser necesaria en la estimulación del crecimiento del niño, debido a que aporta mucho a la construcción de la imaginación, concentración, memoria y enriquecimiento cultural. Por esa razón, espacios como la Feria Internacional del Libro de Bogotá son tan valiosos. En estos, se les permite a los niños (y a todos los visitantes) conocer sobre los géneros que componen a la literatura infantil, las narraciones, las enseñanzas, entre muchas cosas más y así adentrarse en este fantástico mundo.
Asimismo, mediante esta experiencia, se estimula la lectura de los más pequeños para que adquieran ese pasatiempo enriquecedor y no vean la lectura como una obligación más. Se busca que el niño se identifique con un personaje y éste le ayude a costruir su cáracter e identidad.
Estos y más conceptos fueron tratados en el conversatorio "Escribir para niños: humor, identidad, sueños" en el que participaron los escritores Cristina Rebull con su obra Mamá y la vecina de arriba; Miguel Mendoza Luna con El pequeño Quijote; y Luisa Noruega Arrieta con Lalagartija.
Cristina Rebull, artista integral nacida en Cuba y residente de Estados Unidos, dramaturga, música y cantante, es la autora de Mamá y la vecina de arriba, una historia con giros sorpresivos e ingeniosos de una familia, en la que todos trabajan en casa y tiene que soportar una vecina molesta que al final los seducirá y atraerá a su mundo.
Miguel Mendoza Luna, por su parte, es escritor colombiano y profesor universitario de literatura, escritura creativa, semiótica y cultura. Propone una historia, El pequeño Quijote, en la que el protagonista, Alonso Quijano, lee un libro antiguo que le hace cambiar su forma de comportarse e incluso su manera de hablar. Ahora está convencido de ser un valeroso caballero andante en busca de aventuras y a medida que va enfrentándose a estas, va demostrando que la igualdad entre seres humanos y el respeto por la diferencia de toda persona son los objetivos valiosos por los cuales deben luchar todos.
Luisa Noruega Arrieta, de otro lado, es publicista, escritora, editora y creadora de contenido. Trae a Lalagartija, una niña que desde cuestionamientos y desacuerdos en su entorno se acerca y se descubre a sí misma. Ella siente que no encaja ni en su familia, ni en su colegio por las burlas y los secretos que existen en estos entornos.
El humor, la identidad y los sueños son las tres visiones necesarias que emplearon los escritores invitados para la construcción de sus personajes a partir de aquellas singularidades que además permiten que los niños se identifiquen rápidamente con estos personajes.
Una de las enseñanzas que dejó este conversatorio fue que los personajes y los niños son muy particulares, curiosos, observadores soñadores, pero sobre todo reflexivos y con una marcada identidad (o con el proceso de construcción de esta) que los hace tan únicos. Por esa razón, los escritores buscan impulsar que, por un lado, los niños desde pequeños lean, aprendan, exploren nuevos mundos y se identifiquen con personajes singulares; y, por otro lado, construyan su pensamiento y personalidad a partir de las tras visiones fundamentales del humor, la identidad y los sueños.
Miguel Mendoza nos invita a hacer una reflexión acerca de cómo impulsar este aprendizaje en los pequeños, dejando atrás ciertos estigmas y barreras, para darle paso a estas tres visiones fundamentales.
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