Fotografía por Francy Velasco.
Es licenciada en Literatura y poeta trans afrocaribeña, autora del poemario “Bramidos de agua dulce”. Ganadora del concurso juvenil Jorge García Usta del Festival Internacional PoeMaRío en 2018. Incluida en la antología “Como la Flor” Voces de la poesía cuir colombiana contemporánea.
Sus poemas circulan en revistas nacionales e internacionales. Es activista VIH positiva y becaria de la especialización en Escritura Creativa con enfoque afrodiásporico de la universidad ICESI.
Nos contó:
Sobre la narrativa no hegemónica…
· Es muy importante que las personas que habitamos la alteridad, los lugares que hemos habitado históricamente, podamos tomar el control de las narrativas y de las interpretaciones que se han hecho de nuestras corporalidades y nuestras experiencias.
· Justamente la literatura, el cine, el arte en general, posibilita que nosotras podamos contarnos a partir de nuestras propias experiencias de vida, porque lo que queremos es justamente que dejen de interpretar, de imaginar nuestras realidades y nosotras podamos hacerlo de nuestra propia carne, de nuestra propia experiencia de vida.
· Para mí la poesía ha sido una alternativa para posicionar mi historia de vida, para posicionar la geografía que habito, para posicionar mi drama humano. Sin la poesía no hubiera podido expandir un horizonte para llegar a otras personas.
Fotografía por Francy Velasco.
Sobre la ética y el privilegio al narrar historias...
· Yo creo que escribir sobre cualquier persona que se ubica en la alteridad es un proceso que tiene que pasar siempre por un filtro ético. No es que las personas blancas, por ejemplo, no escriban de las personas negras, ni que los hombres no escriban de las mujeres, sino que también deben tener en cuenta los lugares desde los que escriben. Una persona blanca va a escribir desde el privilegio de ser una persona blanca, una persona cisgénero va a escribir desde el privilegio de ser una persona cisgénero; eso también tiene que pasar por el filtro ético en el momento en que están posicionando sus historias.
· Es muy difícil porque nosotras también reconocemos que hay una tradición que nos antecede: el canon literario, que ha sido históricamente escrito por hombres blancos y heterosexuales. Pero hay un poder que yo creo que es indescifrable, ni siquiera yo podría responderlo, y es lo que significa ser una travesti, una persona trans.
Sobre la identidad en las narrativas...
· En ese sentido creo que es vital ir a nuestras historias, porque esas historias vienen desde nuestras entrañas y nunca han sido escuchadas. Yo creo que es toda una hazaña también que las personas trans escribamos y estemos en espacios literarios, porque también nos han ubicado y situado históricamente en lugares de opresión.
· Eso también se hace posicionando otras experiencias de vida, como que también puedo ser trans y puedo ser escritora, que puedo ser trans y puedo ser profesora, que puedo hacer todas las cosas como una persona normal.