El olor rancio de las rosquillas añejas combinado con el aroma a tocino carbonizado fue lo que los atrajo al mostrador principal. Con un cruce de miradas, sus cuerpos, almas y hambre voraz crearon un lazo único entre aquellos jóvenes con un deseo carnal incontrolable.

En lo profundo de la mente de Iván yacía una obsesión siniestra por las diversas maneras en que la muerte podía manifestarse.

Cuando la nieve acariciaba mi rostro y un manto helado me envolvía, frené para contemplar la eternidad...

Estaba confundida luego de cometer tal acto de valentía e impulsividad. La habitación estaba rodeada por una penumbra que parecía infinita...

Aún recuerdo cómo el 25 de mayo mi vida tomó un giro de ciento ochenta grados, aunque en ese momento no lo supiera...

Ella estaba allí, pálida y con la mirada perdida. Procedí a acercarme...

Finalmente, después de mucho dudarlo, me decidí a modelar la escultura...

El canto de la hierba silenciaba los gritos de aquel humano que, con un corazón hecho de tierra, dormitaba entre sus raíces...

Era un viernes a las once, la primera noche de vacaciones. Con mis compañeros de promoción, decidimos hacer una fiesta a las afueras de Bogotá, en la casa de una chica que apenas conocía...

Siempre he vivido solo. No tengo hijos, ni esposa, ni perro que me ladre. Con un montón de medicinas derramadas en la mesa, me hundo en la soledad que supone el paso de los años...

Cuenta la leyenda, que hace muchos siglos, en un reino conocido como Londus, existió un caballero igual que ningún otro. Era la mano derecha del rey Lautos, el asesino de dragones más grande en la historia del reino...

No podía dormir. Cada que cerraba los ojos revivía lo sucedido: disparos, sollozos, sangre en el piso...