Leila Guerriero
Por Ana María Gómez, Juan Esteban Medina Caicedo, Nayhara Esthefania Contreras Rojas, Francy Dayana Velasco Católico, Maria Mercedes Rojas, Isabella Jiménez Morón, Alejandra Leal Malagón, Laura Ochoa Polo y Gabriela Bautista.
Junín, Argentina | Periodista, escritora y editora
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Fotografía por Laura Ochoa.
Se ha especializado en crónicas y reportajes, explorando temas como la identidad, la cultura y la sociedad. Ha publicado varios libros eligoados por la crítica, entre ellos se encuentran "Los suicidas del fin del mundo" (2005), "Frutos extraños" (2009), "Zona de obras" (2012) y "Plano americano" (2013).
Su trabajo ha sido publicado en diversos medios de América Latina y España, como La Nación, Rolling Stone, El País, Gatopardo y El Mercurio. Entre los reconocimientos que ha recibido se encuentra el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo en 2013.
Nos contó:
Sobre el olfato periodístico…
• La mirada es algo muy personal, muy particular. Lo único que importa es tener una mirada. Ahora, cómo la vas a desarrollar es algo se forma con los años. No hay una formula específica para eso.
• Se hace a lo largo del tiempo; se hace equipando la cabeza con un montón de lecturas de consumo culturales y no culturales de todo tipo. Teniendo calle, teniendo experiencia, saliendo a ver el mundo.
• No hay una manera de entrenarlo, no es como el gimnasio. Pero sí te puedes imponer de alguna manera tratar de mirar las cosas más allá de lo que las cosas aparentemente dicen.
Fotografía por Laura Ochoa.
Sobre la influencia de la literatura y la escritura en ella...
• La poesía es un contacto con un lenguaje de alto voltaje, de altísimo voltaje, y para utilizar ese lenguaje, los poetas tienen que tener una mirada muy particular sobre el mundo. Tienen una capacidad de transformar lo abstracto en palabras, en símiles, en metáforas, en verso sumamente eficaces.
• Yo busco la poesía y otros géneros para inspirarme. Todo lo que tiene que ver con el dominio tan exquisito del lenguaje que tienen los poetas a mí, como autora de no ficción, me alimenta muchísimo. Si se tiene la vocación de la escritura es porque previamente se tuvo la vocación de la lectura y la poesía, en ese sentido es una lectura de alto voltaje.
• Uno está buscando una suerte de deslumbramiento, en parte estético y en parte también de conocimiento, algo que te haga pensar. No lo hace uno con el afán de que eso te sirva, de que sea útil.
• No hay un momento en el que pares de alimentar tu maquinaria de alguna manera. Es un maravilloso trabajo de toda la vida.