¿Cuál puede ser el impacto de las elecciones regionales en el futuro del Gobierno Petro?
Ana María Gómez Ruano
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Las decisiones territoriales mostrarán la influencia y acogida que ha tenido su propuesta para el país. Al mismo tiempo, definirá el ritmo que deberá seguir su agenda legislativa en el tiempo restante de mandato.
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Gustavo Petro en Pitalito, Huila. Imagen por la Presidencia de la República.
Según datos de la Registraduría, más de 38 millones de colombianos están habilitados para ejercer su derecho al voto en las elecciones regionales del 29 de octubre. De esta forma, serán elegidas las nuevas autoridades departamentales y municipales del país, (32 gobernadores, 418 diputados, 1.102 alcaldes, 12.072 concejales y 6.513 ediles que conformarán las Juntas Administradoras Locales).
Esta jornada electoral es importante para el Gobierno del presidente Gustavo Petro, dado que enmarcará la influencia y acogida que ha tenido su propuesta país en los territorios. Al mismo tiempo, definirá el ritmo que deberá seguir su agenda legislativa en el tiempo restante de mandato.
Ante este panorama, Luisa Fernanda Marín, politóloga de la Universidad de La Sabana y Máster en Gobierno y Cultura de las Organizaciones de la Universidad de Navarra (España), cuenta de que forma las elecciones regionales juegan un papel fundamental en las dinámicas no solo políticas, sino estructurales del “Gobierno del cambio”.
¿Cuál es la relevancia que tienen las elecciones territoriales para el gobierno de Gustavo Petro?
Se habla mucho de que Gustavo Petro es el primer presidente de izquierda, o al menos alternativo, al que nos enfrentamos como país. Eso también le pone una novedad a la importancia de estas elecciones. ¿Va a ser una medición de la favorabilidad o desfavorabilidad que tenga el presidente en el país? No se reduce solo a eso, no hay que verlo exclusivamente en el tema más presidencialista. Hay que verlo a nivel de las dinámicas políticas de la cultura del país. Entonces, las elecciones son importantes porque le da al presidente una mirada para conocer en cuáles regiones está calando su proyecto y también una mirada para las dinámicas que ya existen, llámese maquinarias, llámese partidos tradicionales, llámese partidos alternativos.
¿Cuáles son los ejes fundamentales sobre los que girará el debate?
Lo primero es entender que lo que va a afectar al presidente, en términos políticos y de resultados, es lo que vaya a pasar en las grandes ciudades del país. Por ejemplo, en Bogotá respecto a su elección como presidente y el apoyo que él tuvo es supremamente amplio. La capital aumentó 500.000 votos de la primera a la segunda vuelta a favor de Gustavo Petro. Así que la pregunta podría ser: ¿Bogotá, la ciudad que le dio la victoria electoral el presidente de la República, va a estar del lado de su candidato o no?
En el resto de las ciudades, la mirada sí es netamente electoral más que de miradas de política pública y de proyectos específicos. Es una cuestión de hay unas regiones a las que el gobierno conquistó, al menos en las elecciones presidenciales, el debate se centrará en: “¿Será que seguimos ahí parados?”.
La protesta social es un derecho fundamental, consagrado en el artículo 37 de la Constitución Política de Colombia. Es un instrumento constitucionalmente legítimo de reivindicación de los derechos humanos, como el derecho a la participación y a la libertad de expresión. Durante el año y dos meses de mandato del presidente Gustavo Petro, las movilizaciones en contra y a favor de su gobierno han sido constantes. ¿De qué manera este fenómeno repercutirá en la cantidad de personas que ejerzan su derecho al voto?
Sin duda vamos a ver más gente votando cada vez, pero no solamente por una cuestión política, cultura, sino por una cuestión de números. Cada vez vamos a tener más jóvenes con su cédula que van a salir a votar primero.
Ahora bien, es necesario analizar cuáles son las dinámicas de las elecciones regionales. Y para eso es debemos entender que en el ámbito nacional confluyen más personas en torno a un combo más pequeño de candidatos, entonces lo normal es que se hagan muchas más alianzas. Por eso es que nos vemos enfrentados a dos grandes extremos o a tres o cuatro personas. A nivel regional se fracciona todo, no solamente por la cantidad de departamentos que vamos a elegir, no solo porque vayamos a elegir más de mil alcaldías, sino porque ahí las fuerzas electorales se dividen y no hay tantas coaliciones.
Entonces cuando uno entiende que ya no estamos viendo dos grandes miradas, sino que empezamos a fraccionar, lo que va a importar será ver cuáles son los partidos que han sido preponderantes en las regiones. Van a empezar a primar más temas de maquinarias electorales, que no siempre tienen de fondo transacciones de bienes o por servicios. Existirán maquinarias que suelen ser muy vinculadas a la lealtad, a la cercanía personal. Entonces, empiezan a generarse otros vínculos que no son solamente ideológicos, que no son solamente programáticos a nivel regional.
Así que, habrá gente que diga: “Vea, yo soy afín al petrismo y puedo salir a marchar a favor de la reforma la salud, pero es que mi candidato está en el Partido Liberal”. Así que no creo que vaya a haber una correspondencia directa entre la cantidad de gente que salió a marchar ni apoyando al gobierno ni en contra.
Debido a la perspectiva geográfica, social y económica, Bogotá es el epicentro político de Colombia ya que las tres ramas del poder público se encuentran en esta ciudad. Así las cosas, la Alcaldía de la capital es considerada popularmente como el segundo cargo más importante del país. ¿De qué forma la elección del alcalde condiciona la relación que se tendrá con la presidencia durante el mandato?
Sí considero que la alcaldía de Bogotá es el segundo cargo uninominal más importante a nivel país. Es la capital de Colombia, o sea, en la ciudad se toman grandes decisiones, no solo físicamente, sino que a nivel país. No porque tenga jurisdicción del Cauca, no porque tenga jurisdicción de San Andrés, sino porque Bogotá, al ser una ciudad que recoge gente de todas las regiones, tiene que estar articulada con los grandes problemas del país, llámese migración, seguridad, pobreza. Es el cargo más importante en temas de presupuesto, pues es que Bogotá es el distrito que más tiene dinero. Bogotá es la única ciudad en la que se va a elegir en la que se va a elegir el alcalde por segunda vuelta.
Lo que ha pasado en Bogotá es que los ciudadanos terminan por elegir al partido o candidatos en contra de quien haya ganado la presidencia. En parte, por eso se dice siempre que Bogotá ha sido tan de izquierda, o al menos sus mandatarios han tenido una tendencia más hacia ese lado, porque se ha considerado que los presidentes que hemos tenido, en las últimas décadas, han sido presidentes más ligados a la derecha.
Sabemos que Gustavo Bolívar es el candidato del petrismo porque ellos se lo han inculcado esa manera, pero de ahí en adelante yo creo que los candidatos saben que su relación es tan importante con el presidente. Ahora se manifiestan en torno a proyectos específicos de que sí van a continuar y que no. No les conviene irse en contra del presidente. ¿Yo para qué rompo esa relación? No es conveniente en política.
Desde hace varios años, una de las campañas más implementadas por los candidatos es destacar el papel decisivo de los jóvenes en las elecciones. Pero, ¿realmente esta población dictamina cuál candidato puede llegar al poder?
Sí creo que se ha usado como bandera electoral no solamente de Gustavo Petro, sino de todos los candidatos. ¿Acaso la juventud per sete da ciertas capacidades o alguna condición especial? Esto simplemente es un rango etario. Es decir, si tengo 29 (porque la ley de juventudes va de los 18 a los 28 años) eso quiere decir que ya dejé de ser joven, entonces ya no soy el cambio, entonces ya no cumplo con todos estos requisitos que me dicen los políticos.
Me parece que ha sido un error que han cometido durante mucho tiempo los políticos en general y creo que eso le ha atribuido a la juventud de nuevo a este rango etario, características que por sí solas no tiene. La posición juvenil ha estado cambiando. Durante un tiempo se ha dicho que los jóvenes son más de izquierda en términos ideológicos, pero otra vez está yendo el balance un poco más hacia la derecha, porque eso también está pasando a nivel país. Somos una sociedad muy pendular, vamos de un lado, vamos para el otro, vamos, volvemos.
Creo que tanto Gustavo Petro, como otros candidatos y mandatarios, han usado la juventud como unos “carga ladrillos”, entonces ellos son los que nos sirvan para la foto, ellos son los que nos sirvan para llenar los auditorios, pero, al fin y al cabo, al ser una población tan difícil, no sé si sí la puedo ayudar en las políticas necesarias para ellos. Y es que la juventud les dura muy poco, pues ya luego empiezan a tener otras necesidades.
Eso no significa que no tengan un poder importante o que no estén llamados a generar nuevas ideas, sino que un joven del Cauca vive una realidad muy distinta a la de un joven de Bogotá. Así que la posición tiene más que ver con las experiencias, la localidad, la visión puntual del lugar donde creció, la cultura, que una cuestión simplemente por tener entre 18 o 28 años.