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“Se dispararon las compras de las flores”: Andrés Gutiérrez

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Susana Díez Santamaría, estudiante de Comunicación Social y Periodismo

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El sector floricultor ha logrado aumentar las ventas, alcanzando su cifra más alta en exportaciones en el año 2021. Aun así, se enfrenta a diversos obstáculos.

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El sector floricultor en Colombia es el segundo más grande a nivel mundial después de Holanda. Asimismo, es considerado el país líder en exportación por vía marítima, aunque la mayoría de las flores salen de la región en carga aérea.


Se requiere de una gran cantidad de mano de obra, producción, certificaciones internacionales y tecnologías como los invernaderos, con el fin de que la cantidad y la calidad de las flores sean excelentes para su exportación. El mercado de las flores genera cerca de 140 mil empleos formales.


En el año 2021, según el DANE y ProColombia, las ventas se dispararon en este grupo, obteniendo, entonces, las mejores ganancias en toda su trayectoria, ya que “registraron US$1.544 millones, con un aumento cercano al 20%” con respecto al año 2020.


Andrés Gutiérrez Maya, ingeniero administrador de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, con experiencia en flores desde el año 2009, es socio de Gutimilko, empresa colombiana experta en todo el proceso de floristería. En esta ocasión, habla con Unisabana Medios acerca de la exportación, el cambio climático, la pandemia por covid-19, la mano de obra y el mejoramiento de las especies.


La economía en Colombia se vio afectada tras la pandemia del covid- 19, decayendo un 6,8%. Teniendo esto en cuenta, ¿cómo el sector de exportación de flores manejó la economía?


Nuestro mercado natural más grande son los Estados Unidos. Yo creo que fuimos uno de los pocos sectores a los que la pandemia, a diferencia de todos los otros, nos trajo beneficios. Nosotros no decrecimos, por el contrario todo se mantuvo durante el año 2020. Hasta finales de septiembre de ese año estuvimos muy planos, yo tuve que retirar de la empresa casi el 37% de los trabajadores que tenía, pero a principios de octubre, ya me tocó volver a contratar la misma cantidad de gente y muchos más, pues no dábamos abasto.


Al final del año 2021 nos vimos afectados por la crisis de contenedores. Al no haber suficientes, nos vimos con dificultades para poder sacar la flor, porque estas se empacan en cajas de cartón, que vienen de países como Canadá, Estados Unidos o Chile.


¿Qué estrategias se implementaron para hacer frente a la pandemia en el aspecto económico?


Para nosotros fue un año y medio atípicamente bonito por la alta demanda. De hecho, las pérdidas o la situación más dura la estamos sobrellevando ahora ante lo que está pasando con Rusia y Ucrania. Estos dos países son los más grandes productores a nivel mundial de fertilizantes, los cuales están costosísimos, y ha hecho que nosotros no podamos conseguir lo que necesitamos, generando un gran impacto para poder mantener la capacidad productiva.


A nivel de la pandemia, el único aspecto duro y fuerte fue lo de los contenedores por la escasez de material, poder tener cajas para exportar. De resto, sería injusto quejarse dentro del sector de las flores y decir que nos fue muy mal, que nos afectó, porque sé que muchas empresas tuvieron dificultades muy grandes económicas para poder sobrellevar esto. Nos financiamos con recursos que teníamos nosotros.


En el día de la madre o las fechas especiales como San Valentín, se evidencia un aumento en las ventas de flores. ¿Cómo se desarrolló esto en la pandemia y qué perspectivas tienen para esta próxima fecha?


La flor es un producto suntuario, estacional. San Valentín es una temporada en la que es muy alta la demanda de flores, pero en especial las rojas y solamente dura dos días la venta al consumidor final. Nosotros nos tenemos que preparar cuatro meses antes para poder llegar a tiempo a la fiesta, para que todos los distribuidores a nivel de Estados Unidos tengan flor para poder entregar a sus vendedores.


Este año por la pandemia hubo, como siempre, una demanda también muy alta. Para madres fue igual. Ya llevamos 20 años en el mercado, y fue el segundo mejor mes de ventas en toda la historia. Todo eso yo digo que lo generó la pandemia.


El sector floricultor genera alrededor de 140 mil empleos formales. ¿Qué estrategias se utilizan para conservar la mayor cantidad de trabajadores posibles?


El sector se ha visto afectado porque cada vez tenemos menos gente que quiere trabajar en el campo. Ha sido un reto poder generar una retención de los trabajadores y de hecho, esos 130 mil empleos formales son los que se mantienen durante todo el año.


Les hemos dado mucha capacitación, que se sientan valorados por su trabajo, reconocerles su ocupación a nivel monetario o de salario, y bonificaciones. Otra estrategia que implementamos ahí fue que el salario mínimo de la empresa es mucho más alto del que se exige.


¿Que se debería hacer desde el sector de flores para capacitar a los trabajadores?


Desde el punto de vista de las flores y acudiendo a entidades como por ejemplo el SENA, que lo que hace es tratar de formar en cosas que son más técnicas, debería darse una formación en asocio con ellos y donde los trabajadores sientan que lo que están aprendiendo lo pueden aplicar directamente a su trabajo, es decir, en actividades agropecuarias, de agroindustria y de cultivo.


Eso costaría demasiado porque tenemos claro que la gente no lo hace porque es más fácil darle un estándar de educación a todo el mundo, que darle una educación personalizada de acuerdo con la necesidad de cada industria. Entonces eso nos ha tocado hacerlo directamente, cuando llega la gente a la capacitación que les damos en la empresa.



¿Qué perspectivas se tiene sobre la exportación de flores debido al cambio climático y cómo esto afecta el negocio?



La parte de producción y exportación de flores ha venido teniendo, desde el principio de la industria, un desarrollo muy grande a nivel de tecnologías aplicadas, como por ejemplo, los invernaderos, sistemas de riego y manejo de temperaturas controladas, no solo en Colombia sino también a nivel mundial.


El cambio climático afecta directa e indirectamente a nivel de la consecución de agua, de poder tener este recurso en el manejo de los invernaderos. Hay unas certificaciones a nivel mundial que permiten llegar alrededor del mundo para la venta de flores, como Global Gap y  Rainforest, o en Colombia, Asocolflores. A través de estas, se deben tener presentes aspectos como: el cuidado del medio ambiente, la no contaminación de aguas que utilizamos, y cómo minimizamos el impacto que puede generar eso en el suelo.


¿Hay protocolos que deben seguir para la exportación de flores, qué es correcto o incorrecto hacer cuando se mandan las flores a otro país?


La manera correcta es hacerlo de la forma que cada gobierno establece para que una empresa pueda exportar o importar flores. En el caso nuestro, existe el ICA a nivel nacional, quien controla que para ciertos países, como por ejemplo, Japón, Asia o Medio Oriente, no podamos exportar las flores sin haber hecho una revisión previa con los funcionarios en los aeropuertos, donde miran aleatoriamente que el producto no lleve plagas, bichos, enfermedades, que puedan contaminar directamente a la gente o al ambiente que tienen.


Si yo exporto mintiendo sobre lo que hay en esa caja y se dan cuenta que tiene una de las cosas mencionadas anteriormente, pueden cerrar las fronteras para la exportación de Colombia a ese país.



Las flores más vendidas son las rosas, hortensias, astromelias y claveles, ¿qué nuevas especies se desarrollarán?



Lo que están haciendo a nivel del manejo biológico, es mejorar las especies para que se vuelvan más resistentes a plagas y enfermedades, y respecto al cambio climático, eso ayuda mucho a soportar mayores temperaturas o escasez de agua, donde hacen que la flor o la planta duren más para trabajarla y exportarla. Lo que se está haciendo es un mejoramiento genético de las flores de material vegetal, inventando más métodos para que dure mucho más y en el consumidor final, más formas de poderlas consumir.

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