Alejandro Marín, una enciclopedia musical
Sebastián Martínez Díaz, Comunicación Social y Periodismo
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Para muchos oyentes de La X Más Música 103.9 FM, emisora de la cual es director, Alejandro es la versión humana de la aplicación Shazam.
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Foto: Foto autorizada por Marín de su cuenta de Instagram
En la casa de Alejandro Marín no hay rincón que no rezuma música. Con una biblioteca de vinilos que abarca todo el estudio, y con un tocadiscos siempre sonando, es presentación suficiente. Ese tocadiscos, que transforma las vibraciones de una aguja entre surcos angostos en melodías de lo más variopintas, es el protagonista en su hogar. Ha reproducido desde el más estruendoso metal hasta el más armonioso jazz, haciendo estremecer las paredes.
Con solo un empujoncito, parece poder resolver todas tus dudas sin mucha dificultad. Una plétora de ideas sobre cualquier banda, álbum o género musical habido y por haber brota de su boca con una facilidad inusitada. Conoce la música tanto como si dichos conocimientos melómanos fueran inherentes a él mismo. Y así es: su vida es la música; la transpira.
Desde niño lo transfiguró ver el estudio de Veracruz Estéreo Manizales, ciudad de la que es natal. Desde entonces, sus sueños han ido creciendo, y no han cesado. Un niño, adulto en cuerpo pero joven en espíritu, con una ambición.
Así como para muchos la cereza en el pastel de cualquier canción de rock es el momento en que se rasguea el último riff de guitarra, la cumbre que determina en esencia la trascendentalidad de la música es lo que significa para cada uno de nosotros. Lo que penetra hasta el hueso y nos da escalofríos al escuchar melodías es lo que la hace realmente importante. Y esto Marín lo sabe. Por esta razón es que su pasión lo motiva cada día a seguir con la radio. Un programa más. Un podcast más. Una canción más.
Radio: profesión y pasión
La vida profesional de Alejandro siempre me ha llamado la atención. Decidí preguntarle ciertas cosas relacionadas a esto, ya que gracias a dichos datos es posible entender la importancia que él tiene como profesional de la comunicación.
S. M.: Alejandro, antes de empezar, es importante aclarar algo. ¿Desde cuándo es director de la X?
A.M.: Me convertí en director de la X en agosto de 2010.
S. M.: ¿Qué trajo consigo esta transición?
A.M.: Fue un proceso difícil pero fue bastante interesante. La transición como usted la llama trajo consigo mucho aprendizaje, que aún continúa.
Algo me llamó especialmente la atención. En su perfil de LinkedIn cuenta que su carrera en el mundo de la radio empezó a los 11 años, construyéndola desde la más pura determinación. Por consiguiente, me pareció oportuno preguntarle sobre esto.
S. M.: ¿Cuáles fueron los escalones que más lo marcaron durante ese proceso?
A.M.: El interés periodístico fue probablemente el escalón que más me marcó. El uso del inglés también. Llegué a la radio en Colombia cuando el anglo estaba muy debilitado, pero la marca 'Planeta Rock' me sirvió mucho para aprender a ser discjockey y para aprender de reportería. Esa reportería me llevaría luego a hacerla telefónicamente para Néstor Morales en Viva FM, para Darío Arizmendi en 6 AM - Hoy Por Hoy y luego para Julio Sánchez Cristo en La W.
S. M.: ¿Quién o qué lo inspiró a entrar a este medio?
A.M.: La radio me inspiró. Y mucha gente en ella. Gabriel Posada, Casey Kasem, Shadoe Stevens, John Peel, muchos. Pero sobre todo la fe absoluta de que eso era lo que quería hacer en la vida.
Hay algo muy interesante en el apartado “AM” de su página web. En él expresa: “Quizá por eso sigo creyendo en la radio. Porque sigue estando llena de símbolos de vida, desde que me metí en estudios a los 10 años”. Quise entonces preguntar por esas figuras que menciona, las cuales determina, de cierta manera, como sus motivaciones.
S. M.: ¿Quiénes o cuáles son esos símbolos de vida?
A.M.: El audio. Para mí el audio es la última gran frontera del contenido en la actualidad. El que sabe escuchar, sabe hablar. Sabe relacionarse con su entorno de otras formas que en estos momentos están reducidas al vídeo.
S. M.: ¿Cuáles son las 3 virtudes que debe tener todo periodista radial? ¿Qué le recomienda a los periodistas empeñados en participar en este mundo?
A.M.: Paciencia, ritmo y discreción. Mi recomendación es que aprendan a leer y a escribir, para poder hablar.
Esta última recomendación me sorprendió. Me llamó la atención la confianza con que lo dijo. La respuesta fue más simple de lo que esperaba. Sin embargo, no dejaba de ser contundente.
S. M.: Hay algo que me causa especial curiosidad. Su podcast “La Historia Secreta de la Música” cuenta con 13 partes. ¿Por qué no continuó realizándolos?
A.M.: No he podido volver a hacer esos episodios como se hizo en esa primera temporada.
S. M.: Hay algo más. ¿Qué nos puede contar del libro que va a lanzar próximamente?
A.M.: Es un libro inspirado en el podcast. Intenta desmitificar todo lo que ha pasado en la música pop, desde una óptica muy personal. Me gusta mucho poder llegar a la raíz de los fenómenos musicales y encontrar que, en la mayoría de los casos, han sido manipulados para atraer masas. De eso trata el libro: de contar cómo nos han manipulado a través de la música durante muchos años.
Música y variedad
S. M.: Hacepoco se estrenó por HBO el documental Leaving Neverland, el cual trata la temática de los presuntos abusos sexuales a menores por parte de Michael Jackson ¿Tuvo la oportunidad de verlo? ¿Qué opina de él?
A.M.: Lo vi. Las dos partes. Me pareció un gran ejercicio periodístico. Diáfano, contundente, difícil de asimilar. Dan Reed - el director - es un gran entrevistador, y el trabajo realizado en estos dos testimonios es prueba de ello. Luego de verlo, me senté a leer la biografía de Michael Jackson. Lo he dicho por ahí, en reuniones informales e insisto que Michael es un gran fracaso de la humanidad, del negocio de la música.
S. M.: Hablando de documentales, he leído una corta columna que escribió para El Espectador titulada Montage of Heck, acerca de Kurt Kobain. ¿Le parece acertada la óptica que usa el documental homónimo para entender la vida de este legendario músico?
A.M.: Me gusta la narrativa de 'Montage Of Heck'. La forma como van conectando retazos de su vida, videografías, conciertos, momentos íntimos. Es un poco denso a ratos, pero muestra una parte de la historia. No toda, por supuesto, pero logra tocar fibras y acercarnos un poco a su vida.
Finalmente, rematé con la pregunta cuya respuesta más me emocionaba oír.
S. M.: Alejandro, para finalizar, tengo una pregunta determinante. Desde su criterio, ¿qué diferencia esencialmente a la música de otras producciones audiovisuales en cuanto a cercanía entre oyente y mensaje se refiere?
A.M.: La sicoacústica estudia cómo la música es regida por un montón de factores que van desde el lugar donde se escucha o se toca hasta las personas que nos acompañan. La música es algo bastante emocional pero también cognitivo, por lo que su interpretación es múltiple y tan distinta y única como el oído humano. No creo en la "universalidad" de la música por esa misma razón: porque el mensaje tiene casi siempre una interpretación diferente.
Tras concluir la entrevista, había algo que ciertamente había confirmado en mi mente. Alejandro es de los pocos que aún representa el amor apasionado por la música en un mundo de medios desbocados y superficiales, que no siempre se detienen a disfrutar de las melodías e interpretar las florecientes manifestaciones de un arte que se encuentra en constante evolución.