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Espero el día en que te pueda ver

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Maria Valentina Chica Guaca, Comunicación Social y Periodismo

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Anualmente Migración Colombia registra un 6,4% de viajeros que se quedan residiendo ilegalmente en Norteamérica, pero esto puede llevar a la separación de las familias. Santiago Marín es uno de los muchos niños que viven este dolor.

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Foto:
Santiago y sus amigas recuerdan su partida en el aeropuerto de Pereira, 23 de marzo del 2019, Pereira, Risaralda. 
Foto: Maria Valentina Chica Guaca

26 de mayo del 2018 / 10:00 pm

Santiago Marín: Justo cuando creía que todo estaba bien, una mujer extraña nos detuvo y pronunció el nombre de mi madre. Ahí entendí en qué podría terminar todo esto.


Los días antes del viaje eran muy tranquilos para la familia Ospina Londoño. Santiago esperaba desde hacía más de un año este viaje para, por fin, ver a Juliana Ospina, su madre. Ella, como muchos colombianos, decidió abandonar su país para buscar un mejor futuro.


26 de mayo del 2018 / 3:00 – 5:00 am / Pereira, Colombia

Santiago: Ese día no podía dormir; estaba a horas de viajar; estaba emocionado. Me puse un jean azul claro y una camiseta del mismo color, llevaba una chaqueta por si me daba frío. No era una madrugada tan fría, o al menos para mí no lo era.


Inés Ospina: Santiago se veía tranquilo. Yo estaba más asustada. Esa mañana me despedí de él en la casa, uno de mis sobrinos lo llevaría al aeropuerto. Los acompañé al carro a subir la maleta grande, creo que era azul.

  • Abuela, chao.

  • Mijo, Dios lo bendiga.

Luz Roy: Santiago llegó y nos dirigimos a Migración, el Aeropuerto Internacional Matecaña de Pereira no es muy grande, pero igual era mejor pasar rápido. De por sí, yo iba muy nerviosa y todo empeoró. Resulta que faltaban unos documentos para que pudiera sacar del país a Santiago. El señor de Migración era como malgeniado, había mucha gente haciendo fila detrás de nosotros. Entonces él le pasó nuestros papeles a un compañero. Nos dijo: “Por no dañarle el paseo, se los encargo a otra persona”. Desde ahí empezamos mal.


Santiago: No nos demoraron, faltaba un documento que a mi mamá se le olvidó mandar, pero el señor de Migración nos ayudó y nos dejó pasar. Para mí era la primera vez que iba a salir del país. Llevaba en mi espalda una tula blanca en la que guardé mi computador.


26 de mayo del 2018 / 08:00 am – 2:00pm / Ciudad de Panamá, Panamá


Santiago: El aeropuerto era muy frío, parecía un congelador. Eran por ahí las 8:00 u 8:30 de la mañana cuando llegamos a Panamá. Tenía mucha hambre y comí una hamburguesa que nunca había visto en Colombia. Ahí, mi prima Luz llamó a mi mamá. La verdad yo estaba feliz. Tuvimos que esperar hasta tarde, como hasta las 2.


Colombia se caracteriza por sus altos niveles migratorios. Según Migración Colombia, en el 2018 se registraron 4.363.252 millones de colombianos viajaron al exterior, de los cuales un 32,6% tuvo como destino Estados Unidos.


Les contaré sobre Santiago Marín. Tenía 15 años cuando su mamá le mencionó que se iría a vivir a Estados Unidos, decisión que toman muchas familias latinas. Desde entonces vive con su abuela y sus tías. Hace dos años no ve a su mamá, hablan a diario y cada mes le envía regalos. Su madre mandó por su hija menor de tres años, seis meses después de su partida, y dejó a Santiago a la espera de poder viajar. El inglés no es lo suyo, pero soñaba con estudiar en Estados Unidos.


26 de mayo del 2018 / 10:00 pm – 11:50 pm / Boston, Estados Unidos de América.


Luz: Cuando llegamos a Boston todo fue igual que siempre, pasamos por Migración nos atendió un típico norteamericano, con los cachetes rojos. Le tomaron una foto a Santiago y le pasaron el pasaporte por una máquina y todo estaba bien… hasta ahí. Fuimos a reclamar las maletas y ya nos dirigíamos a la salida. A unos cuantos metros se encontraba una curva que nos separaba de la ciudad y al pasar por ahí se me hizo raro ver que había, nuevamente, unas personas de Migración.


Santiago: Mi maleta iba con una rueda dañada. Cuando estábamos saliendo vi unos policías en la esquina: eran tres, una mujer y dos hombres. Volteé, miré a los oficiales y seguí, pero ellos me llamaron y me dijeron “passport”. Justo cuando creía que todo estaba bien, una mujer extraña nos detuvo y pronunció el nombre de mi madre. Entonces nos preguntaron que nosotros qué vínculo teníamos. No comprendían el que fuéramos primos tan lejanos, por lo que se confundieron y empezaron a preguntar:

  • ¿Ustedes qué son?

  • Somos primos - respondió Luz.

  • ¿Por qué no comparten apellido? ¿Dónde van a estar?

  • Él va para mi casa y luego se va para donde la mamá

  • ¿Y dónde está la mamá?

Al unísono respondieron:

Santiago: Aquí

Luz: En Colombia


26 de mayo del 2018 / 10:00 pm – 11:50 pm / Pereira, Colombia.


Inés: Recibí una llamada y lo primero que escuché fue que Santiago estaba detenido. Esa noticia fue horrible, todos en la casa lloramos, todos estábamos desesperados, me llamaba todo el mundo y yo no sabía qué hacer.


26 de mayo del 2018 / 10:00 pm – 11:50 pm / Nueva Jersey, Estados Unidos de América.


Juliana Ospina:  Me empecé a preocupar al ver que pasaban las horas y no tenía noticias de Santi. Como a las 9 de la noche me dijeron que estaban en problemas. Lo primero que pensé fue: “¡Jueputa, lo cogió migración!”. Fue muy duro, me puse a llorar, era horrible no saber qué pasaría con mi hijo. Se me partió el alma al saber que mi niño se iba a quedar solo y yo no podía hacer nada.


26 de mayo del 2018 / 10:00 pm – 11:50 pm / Boston, Estados Unidos de América.


En ese momento se retiraron con el pasaporte de Santiago y los dejaron esperando en unas sillas al lado de la pared, a unos cuantos metros de la salida donde se encontraba la familia Roy esperándolos. A cada lado los vigilaban dos guardias de Migración y aunque era un espacio muy abierto, Santiago escuchó perfectamente los pasos cuando la mujer que lo había interrogado volvía, nunca había sentido una espera tan larga.


Luz: La vieja nos llevó a otra pieza y no nos quería entregar el pasaporte de Santiago y ahí le preguntó.

  • ¿Cómo se llama su mamá?

  • Juliana Ospina.

  • No, ella tiene dos nombres.

Luz: Y ahí nos llevó a otra pieza, donde están todas las personas que devuelve Migración, yo nunca había entrado a ese lugar. Tenía mucho miedo, en ese cuarto meten a todos los deportados y los que encuentran con drogas o visas falsas. Cuando entramos al cuarto se sentía esa tensión de tener a todos los de Migración mirándolo a uno. Estando dentro, ya no me dejaron hablar, inmediatamente le trajeron a Santiago a alguien que hablara español.


Luz Dary Roy es ciudadana americana hace más de 10 años, colombiana de nacimiento, madre de cuatro hijos, dos colombianos y dos norteamericanos. Llegó como migrante ilegal hace 20 años, con sus dos hijos y su esposo en ese momento. Empezó trabajando como todos los que llegan a Estados Unidos: sin papeles, lavando casas y baños, atendiendo en restaurantes y bares. Sólo al casarse con un ciudadano logró recibir los papeles para su familia.

Fue una de los muchos colombianos que migraron en la época de los noventa. Según la Cancillería de Colombia, en el país se han dado dos grandes olas migratorias hacia Estados Unidos, la primera se produjo en los años sesenta y setenta, y, nuevamente, en los noventa.


Santiago: Entramos a una sala donde todo era para revisar, había árabes y más personas de otros países, en ese momento estaba muy nervioso, veía cómo Luz Dary peleaba con los guardias y no entendía nada, todo era en inglés.

  • Luz Dary, ¿qué pasó?

  • Lo van a devolver a Colombia.

  • ¿Por qué?

Luz: Empezaron el interrogatorio, escuchaba todo lo que le decían a Santiago sin poder intervenir, lo intimidaron advirtiéndole que el decir mentiras era un delito federal.


Santiago: Al principio negué todo, hasta que Luz Dary me dijo que ya sabían que mi mamá estaba de ilegal y que dijera la verdad. Me empezaron a preguntar sobre nombres de familiares cercanos, el del novio de mi mamá, el de mi mamá y el de mi hermana. Ya lo sabían todo y solo buscaban poder sacarme su ubicación.


Las familias colombianas viajan buscando un mejor futuro para ellas, buscando el llamado sueño americano. Según Migración Colombia, anualmente el 6% de las personas que viajan, no regresan. Según una fuente anónima cercana a la dirección de Migración Colombia, y consultada para esta nota, se puede afirmar que estos se quedan residiendo ilegalmente en el país norteamericano.


El caso de la familia de Santiago es uno de muchos, no muy lejos de su hogar, Andrea, su esposo e hija tomaron la misma decisión yéndose todos al tiempo. Actualmente son más de cinco millones los niños que viven en Estados Unidos con al menos un padre indocumentado. En el marco político de cero tolerancia impuesto por el actual presidente Donald Trump, se han implementado procesos penales para cada inmigrante que ingrese sin papeles al país. Como consecuencia se presenta la separación de padres e hijos, en ocasiones, durante meses.


Santiago: Luz Dary se fue. Mi mayor miedo era tener que devolverme solo, empezaron a revisar mi maleta, sacaron todo, hasta las cosas que llevaba para mi hermana, no encontraron nada extraño. Ese fue el único momento en que lloré, ahí supe que nunca volvería a ver a mi mamá y a mi hermana. Empecé a responder bien, ya me había resignado.


Camilo Lemus (Guardia de seguridad del aeropuerto internacional el Dorado): Como guardia de seguridad, uno se encuentra muchas cosas en las maletas, el proceso es el mismo de siempre, no podemos abrir la maleta hasta que pasen por los rayos X, si se encuentra algo fuera de lo normal, se pasa a migración o a la policía. Hay muchos que reaccionan con sentimiento aun sin tener nada ilegal. A fin de cuentas, a nadie le gusta que le revisen sus cosas.


27 de mayo del 2018 / 1:00 am – 8:00 am / Boston, Estados Unidos de América.


Santiago: Tenía derecho a una llamada, como dicen en las películas, el tiempo fue tan corto para decir: “Abuela, llego mañana en la noche a Colombia”. Esa noche dormí en ese cuarto, me ofrecieron una de esas camas que se parecen a la de los perros, pero grande, y una cobija. Dormí solo 3 horas. Estaba haciendo mucho frío. Me ofrecieron comer, pero yo no quería.


A las 7 me recogieron para el vuelo a Panamá, y me mandaron en la última silla del avión, fui el primero en abordarlo, el policía que me llevó nunca mencionó palabra. En el vuelo conocí a un señor de Medellín y no sé cómo ni por qué le terminé contando todo lo que pasó.


27 de mayo del 2018 / 1:00 pm / Ciudad de Panamá, Panamá


Santiago: Llegué a Panamá a la una y pregunté a qué sala debía ir, en Boston me habían dicho que mi vuelo salía a las 2.

  • No, su vuelo sale a las 7

  • ¿Cómo? ¿Entonces me toca quedarme todo este tiempo?

Ahí me entregaron tres tiquetes para comer y me dejaron solo, andando por el aeropuerto. Yo le había dicho al señor del avión que me iba a las dos, pero sabía que él estaba esperando hasta las 5, así que me pasé todo el rato buscándolo por el aeropuerto, no me gusta estar solo, después de un rato me rendí y me resigné a sentarme en la sala a esperar, hasta que por fin lo vi. Pasé toda la tarde hablando con él. Cuando fui a comprar la comida me dijeron que no recibían los bonos que me dieron. Tuve que pagar. En el aeropuerto dan una hora de wifi gratis, entonces llamé a mi abuela, le expliqué qué había pasado y que llegaba tarde a Colombia.


Según Migración Colombia en el primer semestre del 2018 se vio un incremento del 22% en el número de deportados. La mayoría de las personas que son devueltas al país son casos de inadmisión, que es cuando el Estado no le permite la entrada al país o deportación, cuando la persona ya llevaba residiendo tiempo en el país de manera irregular. Santiago fue un inadmitido más, su pasaporte fue sellado y su visa cancelada. Cuando sea mayor tendrá el derecho a solicitarla nuevamente.


27 de mayo del 2018 / 10:00 pm / Pereira, Colombia.


Inés: Llegó a Pereira como a eso de las 11 p. m., fue un momento muy triste, estábamos muy angustiados. Él venía con una cara de angustia por todo lo que había pasado, nunca había visto a Santiago así de mal, llegó aburrido, callado, casi ni me saluda “¿Qué hubo, abuela?”. Una azafata lo acompañaba por lo que es menor de edad, la gente de Migración lo estaba esperando fuera del avión.


Santiago: Cuando llegué me pidieron que fuera el último en pasar Migración.


Una fuente cerca a la dirección de Migración Colombia cuenta que esto se hizo con el fin de registrar los hechos con tranquilidad, es un proceso que se hace normalmente con todos los deportados o inadmitidos.


Inés: La gente del aeropuerto y los de Migración venían con él. Cuando vi eso casi me muero, un niño de 15 años, escoltado como si hubiera hecho algo muy grave, él no hizo nada. Yo creí que me lo iban a entregar ahí mismo, pero no. Me empezaron a entrevistar, que tenían que confirmar si éramos familia. No me lo querían entregar, me tocó ir por el registro civil de la mamá.


Santiago: Me dijeron que me tenían que entregar a la policía, pero ellos fueron los más buena gente. Mi abuela les pidió que me dejaran ir y al final me soltaron, el camino fue eterno, todos me preguntaban sobre el tema, no quería hablar más de eso. Al llegar a la casa me dormí sin decir nada.


Inés: Llegamos a la casa, él venía muy angustiado, no hablaba, como ya era tan tarde se acostó a dormir. En ese momento yo no pude contenerme y lloré. Mi hija me llamaba desesperada, todo el mundo me llamaba llorando. Ya no se sabe cuando podrá volver.

Boston, Estados Unidos de América.

Juliana: Tenemos que ser fuertes, o hago papeles yo o le dan la visa a él, porque en Colombia ya no hay nada que pueda hacer. Lo más duro, es seguir esperando para volver a ver a mi hijo y solo Dios sabrá hasta cuando.

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