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Historias cruzadas: la importancia del mundo digital en la vida del adulto mayor

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Clara Sofía Támara

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El uso de aparatos electrónicos y redes sociales son todo un retos para algunas generaciones, aunque hay ejemplos de quienes las ha usado a su favor.

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Foto de MART PRODUCTION - Pexels

Mercedes Rodríguez ha cumplido los cincuenta, los sesenta, los setenta… le gusta decir que tiene 75 años, aunque sus familiares afirman que su edad pasa de los ochenta. Ella sigue recordando la ruta que tomaba para dejar a su hija en la Universidad Externado de Colombia. Manejaba aquel querido Volkswagen blanco. Se recorría la ciudad de Bogotá, al derecho y al revés. Tiempo después, ya no manejaba por La Candelaria, solo le gustaba manejar cerca de su casa para ayudarle a su hija a pagar facturas, hacer el mercado o recoger a sus nietos del colegio. Para ella, conducir era un escape, una tranquilidad frente a una imposible escapatoria: la vejez.


Cinco años han pasado y Rodríguez no ha vuelto a manejar. Ahora descansa en su casa en compañía de su familia. Bueno, aunque para ella no es un descanso: “Pues realmente no tengo tiempo libre entre semana porque a mis familiares les colaboro, aquí en la casa, con todo. Estoy pendiente del aseo, del orden, de la empleada, de todo eso”.


Aunque la hija persiste en que su madre descanse y no haga actividades pesadas, Rodríguez se niega a quedarse quieta, le gusta estar en movimiento. Le gusta sentirse útil, proactiva. Aquello es fundamental para las personas de su edad, como menciona María Lucía Samudio, médica geriatra. “El deterioro cognitivo que ocurre con la vejez no se puede detener, pero en la medida que se sigue estando activo, se sigue aprendiendo, se puede disminuir”, explicó.


En los tiempos que corren, adultos y niños son activos en el mundo digital. Utilizan las redes sociales para comunicarse con los demás, juegan videojuegos, trabajan, e incluso practican deporte por medio de los dispositivos. Sin embargo, para ellos es fácil. Para la gran mayoría de los adultos mayores, en cambio, es un complique. En un informe del DANE sobre el XV Congreso Internacional de Envejecimiento y Vejez publicado en 2021 se explica que más de la mitad de la población de 60 años en adelante no utiliza Internet porque no sabe cómo.


Los dispositivos, sean el celular o el computador, no parecieran estar diseñados para ellos. En un estudio de la Universidad de Cartagena publicado en 2019 se afirma que muchas veces se ven excluidos, ya sea por la complejidad misma de los equipos, por la reducción de la motricidad y las limitaciones visuales propias de la edad, así como por un autoconcepto referido a “estar muy viejo para aprender”.


Rodríguez, mientras desviaba la mirada del celular que estaba grabando y movía sus pies que colgaban de la silla, cuenta sobre su relación con la tecnología:


- Pues ando muy mal (ríe). Manejo el celular, pero del resto realmente me descuidé en ese aspecto. - ¿Qué haces en tu celular? - No, lo muy básico. Llamo a mis hermanos o a veces necesito una noticia que se me escapó, que necesito buscarla. - ¿Se te dificulta esa búsqueda? - No, no. Sale el noticiero en el celular y ahí lo consigo y miro a ver qué. Y si no puedo, en la televisión simplemente, pongo las noticias. Me gusta saber qué ha pasado sobre... mmm ...


No puede continuar con lo que decía. La vejez no viene sola y suele estar acompañada de la pérdida de memoria y dificultades para comunicarse. A pesar de ello, ella sigue respondiendo. Lleva un suéter azul que la protege del frío, “tan berraco que hace en esta casa” y unos jeans del mismo color. De su bolsillo saca su celular: un iPhone viejo con un fondo de pantalla en el que aparece ella junto a su familia. La foto la puso su nieto. Tiene unos cuantos contactos, sus familiares y amigos. Abre la aplicación de mensajes en la que nunca escribe, pero en la que lee todo lo que le mandan.


Apaga el celular y concluye la entrevista diciendo: “Tal vez si pudiera ser la pantalla un poquito más grande porque en realidad son todos pequeños, pero del resto ahí tiene uno. Las noticias, la comunicación con los amigos, con la familia”. El mundo digital, la tecnología la ha ayudado a seguir en contacto con el mundo y sus seres queridos. Aquello la mantiene activa y actualizada, disminuyendo los problemas cognitivos. Sin embargo, para ella el proceso de adaptación es lento y frustrante.


En el informe del DANE publicado en 2021 se afirma que el 63,7 % de los adultos mayores no hace uso de internet. Sin embargo, el porcentaje sobrante representa a todos esos adultos mayores que se adaptan a las nuevas tecnologías.


Más cercano a lo moderno


Mercedes Ramírez tiene 77 años. Vive hace más de tres décadas cerca del centro comercial Unicentro. Su apartamento tiene decoraciones de ciertas culturas; esculturas turcas, almohadas con diseños chinos, vasijas rusas y, al lado de su chimenea, más de diez elefantes indios. Ella ha recorrido el mundo, se adapta fácilmente a escenarios desconocidos, y uno de ellos es la llegada del mundo digital.


En su tiempo libre a Ramírez le gusta jugar solitario en su computador, aunque normalmente sale con sus amigas. Le gusta mantenerse informada y por eso lee noticias todos los días, en sitios web como The Daily Mail, Miami Herald y medios colombianos. También, a su WhatsApp le llegan noticias, no del todo confiables, pero siempre algo está leyendo en Internet. Para ella es fácil buscar. “No tengo problema de nada. Veo las páginas perfectamente, leo en la primera página a ver los artículos que más me interesan, hago doble clic y ya me sale a la página, después me salgo y listo”, comentó.


Ramírez vive sola y aquello es muy riesgoso para su salud, ya que el mayor problema del adulto mayor es la soledad que causa la depresión. En una investigación publicada en 2021 en la revista Gerekomos, enfocada en la Enfermería Geriátrica y Gerontológica, se afirma que “la depresión, junto con otros trastornos psiquiátricos son, claramente, los factores de riesgo más importantes para que se produzca el suicidio entre las personas mayores. En este sentido, la mayoría de los adultos mayores que se suicidan viven solos”.


Rosana Glück, médica psiquiatra especialista en Adulto Mayor, comenta que “muchas veces los adultos mayores no tienen actividades específicas, entonces eso los afecta porque no hay un proyecto. Están sin una motivación, entonces al no tener actividades, al no tener motivaciones aparece muchas veces este tema de la soledad”. Sin embargo, este no es el caso de la señora Ramírez.


El uso del internet hace que el sentimiento de soledad disminuya. Es evidente que el mundo digital no resuelve todos los problemas físicos y mentales de los adultos mayores, sin embargo, ayuda a que estén más activos y tengan una motivación más en sus vidas.


Ramírez utiliza los buscadores para informarse sobre su cuerpo, su estado físico y recomendaciones para mejorar su salud. Busca en “señor Google” ciertos medicamentos que debe tomar, recetas para mejorar su dieta al tener que bajar de peso, ejercicios de estiramiento para cuando sale a caminar y busca contactos médicos. Aquello no es necesariamente ideal, pero para Ramírez estas búsquedas la motivan y la mantienen activa, sobretodo lo que fue su tiempo en la pandemia.


Pero eso sí, no quiere aprender nada más de lo que ya sabe sobre la tecnología, aunque aquello es común en su generación. La médica geriatra Samudio afirma que “con el paso del tiempo, las personas nos volvemos inseguras a los cambios y por lo tanto hay resistencia para aprender cosas nuevas. Además, a las personas mayores les cuesta trabajo utilizar las tecnologías lo cual aumenta la resistencia”. Ramírez comenta:


“Hoy en día no quiero aprender nada (ríe). Ya pasó mi tiempo de aprender, yo ya no quiero aprender nada. Así cómo estoy, estoy bien. Hoy en día, si me dicen que me pagan una cantidad de miles de dólares por dos horas de trabajo al día usando el computador digo: ‘No, gracias, paso’. Ya todo lo que tenía que hacer de eso, lo hice en la vida”, dijo Ramírez.


Al finalizar la entrevista, va a su cocina y en las vasijas rusas se sirve tinto. Prende el computador y muestra las páginas que frecuenta, su solitario y fotos de sus viajes. Cuando fue a Turquía, Inglaterra y su último viaje que fue a Sincelejo, de dónde ella es. Describe alegremente cada anécdota, pero mira el computador con nostalgia. El tiempo pasa, el cuerpo y la mente cambian. Cambian los teléfonos de antena, que se ven en una de las fotos, por los celulares hablantes. Es inevitable que el tiempo siempre carga en su espalda una bolsa llena de cambios.


***


Margarita Peñuela tiene 64 años. Trabaja en casa de familia cuidando a niños y cocinando. Vive con uno de sus cuatro hijos y se mantiene comunicada con todos ellos a pesar de la distancia. Ella vive en Chía y sus otros tres hijos, con sus siete nietos, están en Bogotá. Peñuela creció en el campo, por lo que nunca le gustó la ciudad. Siempre hace tareas domésticas, como la jardinería y cocinar. Al principio es un poco tímida y no cuenta muchos detalles. Sin embargo, es una mujer cariñosa y trabajadora.


Aunque no tiene un computador, su celular siempre lo carga en su bolsillo. Lo utiliza más que todo para entretenerse. Le gusta pasar su tiempo libre jugando al Parchís, juego que se lo enseñó el hijo que vive con ella. Llama a sus amigas y se conectan para jugar una partida. También tiene instalado el famoso Candy Crush en el que ya se encuentra en un nivel sumamente avanzado.

Y no solo eso, ve telenovelas por YouTube como fragmentos de episodios de la Rosa de Guadalupe o videos de cocina. Le gusta mirar recetas fáciles para que coman los niños de su trabajo o cuando uno de sus nietos la visita. Otra red social que utiliza es Facebook, en la cual ve fotos de sus familiares y se informa, aunque las fuentes no sean del todo confiables. WhatsApp también la tiene instalada, pero es más para llamadas que mensajes.


Todo aquello fue gracias a sus hijos que la ayudan a adaptarse al mundo digital. Como indica la médica geriatra Samudio, “para que los adultos mayores se adapten a las tecnologías convendría que los familiares entiendan que no es que no quieren aprender, sino que hay una brecha generacional y una dificultad para utilizarlas. Solo la paciencia, la dedicación, la comprensión y el amor podrá llevarlos a cambiar ese patrón”.


La familia y aquellas personas que ayudan a los adultos mayores cada día tienen un papel esencial para que ellos no se sientan excluidos de la sociedad. De hecho, en Colombia es un derecho que estos adultos reciban un apoyo incondicional. El artículo 46 de la Constitución Política establece que: “El Estado, la sociedad y la familia concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y comunitaria”.


Los adultos mayores deben tener una vida digna, justa e integrada a la sociedad moderna, a pesar de que no hayan nacido rodeados de tecnología y se les dificulte la adaptación, tanto por sus capacidades mentales como físicas. Para Peñuela, la tecnología es una herramienta para conectarse y entretenerse. Sin embargo, no todo es de color rosa.


-¿Se te dificulta utilizar la tecnología?

-Sí, por los ojos. Por la luz del celular.

- ¿Te cansa?

-Me cansa.


La disminución de la agudeza visual o auditiva es común en la vejez. A esta generación se le dificulta el uso de los celulares por tener pantallas pequeñas y luz artificial. Además, Peñuela tiene problemas de movimiento. Tiene un constante temblor en las manos lo que limita escribir en computador, tabletas o celulares y utilizar ciertas aplicaciones. Como se afirma en el estudio de la Universidad de Cartagena, es notoria “se observa la exclusión del adulto mayor en la oferta de productos de tecnología, toda vez que sus diseños, programas y paquetes apuntan a las necesidades empresariales y al mercado de jóvenes y adultos”.


Aquello demuestra que el derecho a la integración a la vida activa y comunitaria de los adultos mayores no está siendo del todo respetado.


***


Marco Fidel tiene 77 años. Vive con Miriam, su esposa, que tanto adora. Están casados desde que se graduó de la universidad y tienen dos hijas que viven fuera del país. Al estar los dos solos, les gusta hacer todo juntos. Cocinan juntos, camian juntos, viajan juntos. Aunque eso sí, a Miriam le gusta la jardinería y la practica sola. A Fidel le encantan las matemáticas, fue profesor de la Universidad Nacional, y estudia solo.


Desde que empezó la entrevista, no suelta el celular, lo tiene siempre en sus manos. Al lado de él hay una pequeña libreta en la cual anota todo lo que investiga. Muestra que había leído un artículo sobre la inteligencia artificial para estar preparado para la entrevista. Fidel es un hombre sabio y curioso que está en constante aprendizaje. Por eso tiene una buena memoria y no presenta ninguna dificultad al comunicarse.


“Todos los aparatos, desde el teléfono hasta el computador, los utilizo, y tal vez lo que más utilizo es realmente el teléfono porque ese reemplazó a todos los otros elementos”, comenta. Aquello se evidenció desde el momento en que abrió las puertas de su casa y empezó a escucharse música brasileña que provenía de los parlantes colgados en la sala. Son controlados a través de su celular.

Tiene un control en su vida, en la cual la tecnología lo mantiene despierto. Según la médica psiquiatra Glück “eso genera estimulación cognitiva. Lo estimula aprender algo, a poder estar más conectado con su familia, con sus cosas, a resolver problemas, a hacer búsquedas, a cantidad de cosas que puede mantenerlo más activo”.


Además, utiliza computador y tableta para hacer inversiones, estar al día en todas sus finanzas y entretenerse con partidos de basquetbol o noticias deportivas. Normalmente, a su edad el ser dependiente predomina, pero él ha demostrado que tiene una libertad y una independencia enorme impulsadas por el conocimiento que consume. Según el estudio de la Universidad de Cartagena, con herramientas adecuadas, “el adulto mayor puede relacionarse, informar, comprar, vender, realizar trámites y llevar a cabo otras actividades a pesar de tener algún tipo de incapacidad que le impida el movimiento”.


Las redes sociales que utiliza Fidel son WhatsApp, Facebook, YouTube e Instagram. En la última se creó una cuenta para tener más contacto con sus nietos, ver sus fotos y reducir los 4220 km que lo separan de su familia. Estas redes las maneja para mejorar su vida, ya que fortalece sus vínculos familiares, se entretiene y benefician su salud.


-¿Cuáles son las actividades para cuidar su salud?


-Había algo que nos gustaba mucho que era caminar y seguimos caminando. Cuatro o cinco kilómetros de caminata, y nos parece que es buenísimo.

- ¿Practican algún otro deporte?

- Hacemos una gimnasia que tenemos programada y, precisamente, es en YouTube que sirve para estirar los músculos del cuerpo y nos ha ido superbién con eso.


Al día siguiente del encuentro, Fidel mandó por WhatsApp recomendaciones de videos para ver en YouTube sobre la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías. Contó que antes de dormir habló con su esposa sobre aquellos temas que despiertan su curiosidad. Pese a su edad, su salud mental y física son completamente sanas, y parte de ello se debe a su constante participación en el mundo digital.


El comienzo del fin, para ellos y para ti

“No te rindas que la vida es eso,

Continuar el viaje,

Perseguir tus sueños,

Destrabar el tiempo,

Correr los escombros,

Y destapar el cielo”.

(Mario Benedetti, No te rindas)


La vida se acaba cuando la muerte la reemplaza. Los sesenta, los setenta y los ochenta años siguen siendo parte del camino. Es cierto que las enfermedades dan un paso más al otro lado de la puerta e impiden disfrutar los últimos momentos en su totalidad, no obstante, la actitud frente a las dificultades es la clave para una vida plena. El seguir viviendo no es solo respirar, comer y dormir. Vivir es reír, aprender, llorar y amar.


Aquí aparece el rol del mundo digital, ya que sus herramientas ayudan a que los adultos mayores tengan una mejor calidad de vida, a que puedan seguir viviendo a pesar de las adversidades. Fidel y Ramírez, quienes aprovechan su tiempo conectándose con el mundo, se entretienen y se informan a través del internet, lo cual mantiene activa su rutina y reduce el riesgo de padecer ciertas enfermedades.


La vejez es inevitable, y no es sorpresa que, a medida que pasa el tiempo el porcentaje de la población de adultos mayores aumente. Los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud muestran que entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%. Las generaciones jóvenes también tendrán que pasar por la vejez y al igual que Rodríguez, Ramírez, Peñuela y Fidel deberán adaptarse a las transformaciones de la sociedad.


Se espera que, para un futuro mejor, los adultos mayores, que serían la población actual juvenil, puedan adaptarse sin mayores dificultades y tampoco pasen por un aislamiento social por no entender el uso de estas futuras tecnologías. Aquello es una realidad que debe ser cambiada. Que la sociedad, incluyendo a los adultos mayores, no se rindan, que la vida es eso, continuar el viaje.

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