El pasado 27 de mayo el candidato a la presidencia por el partido Centro Democrático, Iván Duque, obtuvo 7.569.693 votos que lo posicionaron como el gran ganador de la primera vuelta electoral. Por otro lado, Gustavo Petro, con una cifra nunca antes alcanzada por un candidato de izquierda, logró pasar a segunda vuelta con 4’850.549 votos. Estos fueron los departamentos que conquistaron:
Según Javier Ramírez, politólogo y relacionista internacional de la Universidad de Greenwich y experto en proceso de paz y víctimas, menciona que Iván Duque ganó en esas regiones porque recibió el apoyo del Centro Democrático, de movimientos religiosos, de la coalición de la derecha (Partido Conservador, Liberal, Cambio Radical, y el de Partido de la U), además de partidos que se han venido consolidando como el MIRA. El analista considera que no es el partido quien influencia el voto de los ciudadanos, son los candidatos, el comportamiento de los partidos en campañas políticas, y el voto de opinión los que lo hacen.
Ramírez considera que el carisma que posee el candidato lo ayuda a atraer a muchos sectores de la sociedad civil, como los jóvenes y empresarios. Adicionalmente, menciona que Duque ha logrado que las coaliciones de derecha se fortalezcan de tal forma que unifiquen un solo discurso contra la izquierda. Dichas alianzas han logrado que en regiones en donde no se ha vivido tan fuerte la violencia, se vuelque el voto hacia Duque.
Javier Ramírez menciona que Iván Duque “en su discurso ha estado enfocado en un tema principal: el económico, en el cómo se manejará la economía del país para no ser un país ‘castrochavista’, para no ser un país impositivo como Venezuela” y aclara que, con este tipo de discurso, la derecha se ha consolidado en el centro del país, y en los departamentos donde se hace frontera con Venezuela. “Ha sido un discurso enfocado al miedo y el juego de emociones hacia los estratos 3, 4, 5, 6, más que todo a los últimos dos”.
Por otro lado, Gustavo Petro gana en regiones donde el conflicto armado siempre ha estado presente junto a las Farc y las disidencias, como es el caso de Chocó y el Cauca, pues son regiones que, según Ramírez, también están a favor de candidatos y partidos que apoyan el proceso de paz: “Por ejemplo en Bojayá, donde casi el 98.8% votó sí al plebiscito, siempre ha estado en favor de los candidatos que han estado a favor de la paz. En ese sentido, ahí sí tienen una gran influencia en el discurso político cuando las personas esperan garantías de que los actores armados no van a volver a hacer presencia en estos departamentos donde han sufrido la violencia”, dice Ramírez.
Petro llegó con un discurso incluyente y populista, “mueve fibras de la sociedad civil que está en mayor necesidad: estrato 1, 2, y de pronto el 3. Su discurso está enfocado al tema ambiental, a la igualdad de condiciones, a brindar beneficios a los más necesitados y en apoyar a lo que se hizo en la Habana y a la paz”.
Para la segunda vuelta, Javier Ramírez considera que las regiones más importantes a las que los candidatos deben ‘conquistar’ son los departamentos del norte del país, la costa Atlántica, Bogotá y una parte del sur de Colombia, pues esos son los fortines políticos más importantes. “Son las regiones que prácticamente que ponen el presidente de la República”, explica. Petro deberá conquistar al Amazonas, Cundinamarca, Casanare, Risaralda, Caldas y Antioquia, mientras que Duque tiene que conquistar ese fortín político que perdió: la costa Atlántica, el norte del país y las periferias de Colombia: el Chocó, Córdoba, Nariño, Cauca, Putumayo, Sucre, Vaupés y la Guajira.
En el caso de Bogotá, donde el voto de opinión quedó por encima de Iván Duque y Gustavo Petro, es el resultado del romper una tradicionalidad que en años pasados se han impuesto sobre la capital. “Lo que ha pasado es que se han roto esos esquemas a tal punto de que el Partido Verde, un partido que lleva un trabajo de muchos años, un trabajo en donde están concientizando al ciudadano a que hay que aprender a votar, ha ganado unos puestos importantes en Bogotá, desplazando a los partidos tradicionales (Partido Liberal y Polo Democrático) e incluso desplazando a Cambio Radical”, señaló el analista. La capital, en palabras de Ramírez, es un reto para ambos candidatos.
Laura Corredor
Estudiante de Comunicación Social y Periodismo
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