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Del oro al gabinete

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Valentina Aguilera Páez

Fecha:

El nombramiento de María Isabel Urrutia, exmedallista olímpica, como ministra del Deporte es una dosis de esperanza para los deportistas, los niños y las mujeres en Colombia.

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Foto:
Caracol Radio

Es la primera vez que una mujer, y además negra, dirige el Ministerio del Deporte, lo cual demuestra el cambio que quiere lograr el gobierno del presidente Gustavo Petro. María Isabel Urrutia, quien fue la primera mujer en ganar un oro olímpico para el país, no llegó al ministerio solo por su historial como deportista. Desde 2002 se ha vinculado a la política: fue representante a la Cámara, trabajó con Petro en la Alcaldía y le han sido aprobados varios proyectos de ley que buscan fortalecer la participación de los niños en el deporte.


Haber ganado un oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 no es argumento suficiente para que un exdeportista ocupe un cargo de este calibre. Sobre todo en un país en el que, en medio de tanto caos, el deporte es el único lenguaje que intenta unirnos. El último ministro dejó la vara muy alta, pues en la rendición de cuentas el presupuesto para inversión quedó de 2,3 billones de pesos (la cifra más alta que se ha destinado para el deporte y la cual Urrutia tendrá que superar).


Además de la transición de Coldeportes al Ministerio del Deporte, está la creación del programa Colombia, tierra de atletas, el cual busca establecer al país como un referente debido a la calidad de deportistas que se forman aquí. Sin embargo, uno de los tantos retos a los que la ministra debe enfrentarse es mejorar el rendimiento de la delegación olímpica para París 2024, ya que la delegación en la que menos se invirtió con respecto a otros países en Tokio 2021 fue la nuestra.


Ella, más que nadie, entiende las necesidades de un deportista olímpico, así que su posesión como ministra del Deporte es un parte de tranquilidad para ellos, pero debe contar con el apoyo del Comité Olímpico Colombiano para que sus ideas y proyectos también funcionen. La agenda de Urrutia no es tarea fácil: La no realización de la liga femenina, los elefantes blancos, la integración de zonas alejadas y marginadas por la violencia, los abusos de entrenadores a deportistas, los injustos salarios para las mujeres… una lista que parece no acabar. Vale la pena recordar que Urrutia consiguió que a los deportistas se les pagaran incentivos por representar al país mediante la reforma a la Ley 181 de 1995, la cual se refiere al fomento del deporte, la recreación y el aprovechamiento del tiempo libre.


Su ideología política de izquierda da pie a que sea más cercana con la gente. Si bien los últimos ministros se acercaron a las zonas de reclutamiento forzado con programas de escuelas deportivas, Urrutia aboga por los niños de estas regiones para que puedan gozar de buenas oportunidades. No es lo mismo acceder al cargo solo por experiencia en la política. Hay herramientas, habilidades y cualidades que únicamente se adquieren en la práctica de un deporte. Cuando se junta la capacidad de entender las necesidades de un deportista -desde la misma práctica- con la capacidad de buscar medidas y crear políticas públicas que regulen y apoyen dichas necesidades, la lista de tareas se vuelve más sencilla.


Esa suma de capacidades las tiene María Isabel Urrutia. Por esta razón, su gestión en el Ministerio facilitará no solo la producción de nuevas políticas, sino también la aplicación de las mismas. Como dice la expesista en una entrevista a Semana, “la lucha del deportista no viene del estrato 77, sino de municipios, periferias o barrios de invasión”, lo cual pone en evidencia que el trabajo se hace con la gente, en las zonas más vulnerables del país, mas no sentado en un escritorio.


Una de las principales motivaciones de Urrutia para este nuevo proceso es revivir los sueños y aumentar las posibilidades de los niños en el deporte. En su niñez, su familia pasó por una difícil situación económica y tuvieron que migrar de un barrio a otro en las comunas de Cali; otra de las razones por las cuales entiende que las transformaciones van desde las estructuras más pequeñas y necesitadas hasta las más favorecidas y mejor posicionadas.


No es lo mismo hablar desde el privilegio que hablar desde la necesidad. Tampoco es lo mismo escuchar desde el “estrato 77” que escuchar desde la comuna 16 de Cali. María Isabel significa continuidad y cambio al mismo tiempo. En esta nueva etapa, no solo para el ministerio, sino también para el país, Urrutia responde a aquello que el pueblo tanto aclama: igualdad de género, justicia, oportunidades y reconocimiento para las comunidades afro.

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