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Detalles que delatan

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Catalina Rubiano Salazar, Comunicación Social y Periodismo

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Claudia López tiene facetas diferentes: una cuando estaba en campaña y, otra, ahora que ocupa el cargo de alcaldesa. La última decepciona.

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Foto:
Claudia López, Alcalde de Bogotá

Si bien se sabe que es común que los candidatos a cualquier cargo gubernamental, sobre todo estando en campaña, critican o resaltan los malos procedimientos de quienes están en el poder, a Claudia López no solo le bastó con “hacer control” siendo candidata, sino que desde que ella es quien está en el poder, como diría Obi-Wan, se está convirtiendo en lo que algún día juró destruir.


Solo para empezar, cuando estaba en campaña en 2019, la entonces senadora aseguraba – y cito-: “Nuestra campaña es en la calle con la gente. Allá escuchamos y aprendemos. Porque gobernaremos con los mejores aliados: los ciudadanos que viven y entienden los problemas del día a día. ¡La mejor encuesta para nosotros es y será la calle! #ClaudiaAlcaldesa”. Así publicó en su cuenta de Twitter acompañado de un video en el cual se le ve en la calle interactuando con algunos ciudadanos. Pero ahora que ya lleva más de un año como #Alcaldesa, cuando caminaba por las calles del centro de Bogotá haciendo otra de sus campañas, quedó en video cómo una vendedora informal le preguntaba por las ayudas y subsidios económicos para este tipo de comerciantes por los estragos que ha dejado la pandemia, y lo que sorprendió (guiño, guiño) es que la alcaldesa ni siquiera paró a responderle, sino que siguió caminando mientras le decía “trabaje juiciosa, sumercé, trabaje juiciosa”.


Ahora bien, ¿la Claudia López de campaña en el 2019 habría reaccionado así? ¡Claro que no, mi hermano! Ella se hubiera quedado con la vendedora y la escucharía… es más, hasta le ayudaba a vender su mercancía.


Siguiendo con las promesas inconclusas de nuestra Mayor, la López del 2019 se jactaba diciendo que si ella quedaba como alcaldesa, ella sería la jefa de la Policía que iba hacer temblar a los ladrones, pues “la jefatura de Policía no se puede delegar”, pero ahora, la Claudia del 2020, desde el Palacio Liévano, le dice al Presidente Iván Duque, en medio de las protestas desatadas en Bogotá por el abuso del poder de la anteriormente nombrada Institución: “Presidente, usted es el jefe de la Policía. Ordénele a la Policía”. ¿Qué pasó ahí? ¿Le faltó trabajar juiciosa, alcaldesa, o el descontrol la hizo temblar a usted?


Cuando algo malo pasa, López se lava las manos y le echa el bulto a otro, pero cuando ocurre algo bueno, ahí sí le auto-adjudica la victoria a su administración y saca pecho. Por ejemplo, ya va a ser un año desde que empezó el aislamiento y cuarentena estricta y obligatoria en Bogotá, y, por decir lo obvio, todos estábamos encerrados en nuestras casas (a excepción de los trabajadores de primera línea y demás exentos de estas primeras medidas) y no podíamos salir a las calles a menos que fuera por alguna necesidad esencial. Sin embargo, López no se demoró en anunciar que había logrado bajar la tasa de robos en la capital… ¡pues obvio! ¿Cómo no va a disminuir el porcentaje de delincuencia si más de la mitad de la ciudadanía está en sus casas y no a la merced de los ladrones en la calle? Así como diría ella, eso es “mezquindad y oportunismo”.


Y hablando de las tan citadas palabras de la alcaldesa, a inicios de febrero las volvía a pronunciar (o trinar) ya que el Concejo de Bogotá, tras cinco días de debate, ordenó hacer control político al Secretario de Salud de Bogotá, Alejandro Gómez, tras inconsistencias en la publicación de las cifras de ocupación en las camas UCI en la página web Saludata y el acoso laboral y amenazas de despido a los trabajadores de los hospitales, y a la mandataria no le gustó esto y refutó el hecho con las ya mencionadas palabra s. Para este ejemplo, citaré al expresidente del Concejo de Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien respondió a la López del 2021, con muy acertadas palabras desde su cuenta de Twitter: “Alcaldesa, usted se caracterizó por hacer control político, no le queda bien decir que cuando usted lo hacía era responsable, pero cuando se lo hacen a su gobierno es mezquindad y oportunismo”.


Galán lo dijo todo.


También tenemos otra promesa incumplida de la Claudia López de campaña. Se trata del Transmilenio por la Avenida 68, pues la López del 2020 dice que “está de manos atadas” y que no puede hacer nada para suspender este proyecto de movilidad que tanto criticó y rechazó antes de llegar al cargo, prometiendo que no lo llevaría a cabo. Con las palabras de la Claudia 2020 en su Twitter hablando de la no suspensión de dicho proyecto, “a mi pesar y lamentándolo”, Claudia sigue decepcionando.

Para sumar a esta lista, López, antes de ser alcaldesa, denunciaba contra esos políticos que abusaban del poder que tenían y se saltaban las normas o leyes como les convenía. Adivina adivinador, Claudia López 2020 fue a cometer el mismo error. Una de las medidas cuando decretó la cuarentena estricta en Bogotá era que solo un miembro de la familia podía ir a abastecerse de bienes esenciales; en palabras más simples: hacer mercado. Pues bien, el 18 de abril circuló en las redes sociales un video de la alcaldesa junto con su pareja, Angélica Lozano, haciendo fila en un supermercado. ¡No, no, no, no, no! ¿López incumpliendo las normas que ella misma decretó? ¿#ClaudiaAlcaldesa haciendo lo que #ClaudiaSenadora criticaba? ¿Qué es esto? ¿Un multiverso?

Dejándonos de vainas, esto no es ningún Universo Cinematográfico de Marvel o Star Wars, y la Claudia que critica, la que hace, y la otra que deshace es la misma. Claudia López ha venido decepcionando a los ciudadanos que votaron por ella, y a quienes la apoyábamos, porque no está cumpliendo con lo que tanto prometió antes de asumir el cargo en la Alcaldía Mayor de Bogotá, y está convirtiéndose en lo que algún día juró destruir.

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