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La huella de un clásico del rock

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Luisa Fernanda Moreno Rodríguez, Comunicación Social y Periodismo

Fecha:

Solo las grandes canciones son como buenos poemas, escritos por contadores de historias.

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Foto:
Soda Stereo

Hace 32 años se estrenó una de las canciones de rock en español que marcó la historia para toda una generación, convirtiéndose en el himno para denominar el malestar urbano en toda América Latina. Se trata de la Ciudad de la Furia, de la banda argentina Soda Stéreo. Este sencillo se destaca por su melodía sombría que no cae en lo soso; pero, sobre todo por la poética y profunda letra que nos transporta a un periodo de profunda oscuridad. Y aunque estamos rodeados de propuestas musicales, esta canción ha logrado mantenerse vigente hasta el día de hoy, posicionándose como un clásico del rock.


Una de las razones por las cuales aquel sencillo es un fenómeno se debe a su letra. Cerati, cuando apenas tenía 14 años y una inspiración de amores y superhéroes, logró componer versos que requieren un compromiso intelectual para su entendimiento, pero que, además, producen un disfrute por el manejo exquisito del lenguaje. Así mismo, los versos resaltan por la manera en que retratan la situación de la Argentina de los 80’s, mostrando la lucha por la libertad en medio de un ambiente caótico y gris, donde muchos se camuflaron en la monotonía, y donde otros fortalecieron sus pasiones para evitar ser sepultados por las máquinas dictadoras. Muestra de lo ya mencionado son sus versos que dicen: “Me verás caer; entre vuelos fugaces. Buenos Aires se ve, tan susceptible. Es el destino de furia, lo que en sus caras persiste”.


La melodía de este tema es suave, sutil y ayuda a reforzar la atmósfera de tristeza gracias a los arreglos del teclado y guitarra de fondo, como lo asegura Carlos Alomar, productor de la canción. La predominancia de ritmos del funk y soul sobre el sonido británico de sus primeros álbumes hicieron de la melodía de este sencillo algo novedoso. Es de resaltar que el ritmo calmo y sin muchos arreglos le dejan el protagonismo a la letra y el compás marcado por la batería.


La historia musical ha demostrado que solo las grandes composiciones logran recordación y perdurabilidad. La Ciudad de la Furia se convirtió en un clásico porque a pesar de que no fue escrito inicialmente con un trasfondo político, ni pretensiones de ese tipo, confirma lo que Beethoven alguna vez dijo: “La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía”. Igualmente, el sencillo alcanzó un espacio al lado de canciones icónicas como Imagine de John Lennon, por haber sido y seguir siendo el himno de movilizaciones sociales que buscan el cambio de eso que está mal en la realidad común; además por demostrar que la música real se hace con buenas letras, mensajes y sonidos sin extravagancia, pero complejos.


Definitivamente Soda Stereo y La Ciudad de la Furia siguen demostrando su vigencia y, por ende, su título de clásico del rock en español, hecho que respaldan más de 30 mil personas en Colombia en su gira “Gracias Totales” y el sold out record de la boletería en otros países. La fanaticada aún vibra con la lírica magistral de los versos y con las melodías laboriosas de los “rockcitos” de Cerati, Bosio y Alberti.

“Me verás volver, me verás volver”, dijo Cerati hace 32 años en la última estrofa de La Ciudad de la Furia y no estaba tan equivocado porque, aunque él ya murió, su legado y su buena música nos acompañarán un rato más. Es así por lo que Charly García alguna vez diría: “La buena música es la que dice cosas, suena bien y no transforma a los que la escuchan en completos pelotudos”.

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