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  • La caña de azúcar derrocó al icopor

    Iza es el primer municipio de Colombia que prohibió el uso del icopor. 5 meses después, un proyecto de ley busca el mismo objetivo pero a nivel nacional. La caña de azúcar derrocó al icopor Erika Silvana Castellanos Villamizar Iza es el primer municipio de Colombia que prohibió el uso del icopor. 5 meses después, un proyecto de ley busca el mismo objetivo pero a nivel nacional. Disponible en Pulzo Getty Iza, a 12 kilómetros de Sogamoso y 224 de Bogotá, es un pueblito que conserva el aire colonial con sus andenes de piedra y sus casas que aún muestran balcones de madera; se ha hecho famoso por sus postres. Clara Torres fue una de las primeras en esta industria que surgió dado que el pueblo está ubicado en una región lechera. “Se empezó a trabajar con todos los derivados: el queso, la cuajada, la mantequilla y a raíz de eso nacieron los postres. Al comienzo éramos poquitas, luego más personas empezaron a sacar postres”, dice la comerciante. Todas las mañanas de los fines de semana, desde hace 25 años, Clara junto con las otras 22 mujeres que conforman la Asociación de Postres de Iza, se levantan antes de las 7:00 de la mañana para alistar todo y comenzar a preparar los postres. A las 10 de la mañana la plaza de postres de Iza ya está abierta, repleta de postres de múltiples colores y sabores que incluyen: mora, fresa, guanábana, oreo, tres leches, café, arándanos, agraz, cereza, chocolate y merengón, entre muchos otros. Los más aclamados por los visitantes son los postres de guanábana, tres leches y maracuyá. Esponjosos, dulces, cremosos, suaves, así son los postres de Iza; quizá por eso conquistaron no solo a su población, sino también a turistas y personas de los alrededores. Las ventas aumentaron. Los platos, primero de plástico, pasaron a ser de icopor. Cada fin de semana se vendían alrededor de 3.000 y 4.000 postres: “Nosotras cada año le hemos aumentado 500 pesos al costo de los postres. Ahorita cuesta 4.500 y si es combinado 5.000. La economía de Iza estaba mejorando, pero el medio ambiente estaba empeorando”, mencionó Clara. El poliestireno expandido, conocido en Colombia como icopor debido al nombre de la primera empresa que empezó a producirlo, es un material derivado del petróleo al que se le inyecta aire. Es muy liviano, económico y contaminante; no es biodegradable, renovable ni reciclable. Tarda entre 500 y 800 años en descomponerse. Por su gran volumen y corta vida útil suele usarse una sola vez y es uno de los materiales que más se acumula en los rellenos sanitarios. De acuerdo con una Investigación de la Universidad de Caldas, este material termina contaminando los océanos e intoxicando animales acuáticos. Su uso descontrolado es lo que causa contaminación, y fue precisamente eso lo que sucedió en Iza. Debido al volumen del icopor, cada sábado y domingo se necesitaba de una volqueta para recoger los desechos que quedaban de las ventas. Se estaban produciendo demasiados residuos. Esto, sumado a las basuras de otros pueblos aledaños desembocó en el colapso del Relleno Sanitario de Sogamoso, a donde iban a parar todas las basuras. El colapso llamó la atención de todos estos pueblos y les dejó claro que debían hacer un cambio y debían hacerlo pronto. Una solución sostenible La idea de hacer un cambio respecto al uso del icopor se venía manifestando en la Asociación de Postres de Iza (Asoiza) desde hace casi seis años: “Siempre pensábamos en la problemática y decíamos que había que cambiar el empaque, pero realmente no hacíamos nada”, expresó Clara. Sin embargo, iniciando el mes de octubre del 2018, se empezaron a sentir las consecuencias económicas de que el Relleno Sanitario Terraza del Porvenir de Sogamoso dejara de recibir los residuos de Iza y 42 municipios más. Fue en ese momento en el que Asoiza tuvo la primera socialización de esta problemática con el alcalde de Iza Diego López. El mandatario y las 22 mujeres de Asoiza decidieron que debían tomar medidas tanto por el pueblo como por el planeta. Empezaron unas jornadas de reciclaje y se propusieron dejar de lado a su mayor contaminante: el icopor. Aquí se presentó el primer obstáculo, pues si no se usaba ni plástico ni icopor, ¿en qué servirían los postres? Ni Clara Torres ni Carmen Rosa Santana, las dos postreras pioneras, sabían a quién contactar o cómo encontrar una solución que fuera biodegradable y no afectara la principal industria de Iza. Sin embargo, el alcalde encontró la respuesta. Comenzaron las llamadas a distintas empresas en Bogotá, Tunja y Sogamoso. López hizo énfasis en que debían ser empaques amigables con el medio ambiente, pues si iban a hacer un cambio, iban a hacerlo bien. Entre todas las empresas, Itedris (Investigación Tecnología Educación y Desarrollo Integral y Sostenible) fue quien tuvo la propuesta más completa. Investigaron y encontraron que el papel de caña de azúcar ya era producido desde hacía tiempo por varias empresas vallecaucanas. Lo mejor de todo es que parecía papel normal y se dejaba trabajar por las máquinas de imprenta de igual manera. El papel a base de caña de azúcar tarda solo 180 días en degradarse, y una vez se descompone, pasa a ser parte de la tierra. Es decir, es biodegradable. Antes era un poco más difícil encontrarlo y usarlo porque su precio era algo elevado, costaba unos 60 pesos más que el papel normal y solo una empresa lo producía. Sin embargo, según Tibelio Galán, director de Itedris, eso ya no es un impedimento: “Al comienzo ese papel sí era muchísimo más caro que el otro, pero ahora ya vale lo mismo”. Iza dejó de usar poliestireno expandido de manera paulatina. Poco a poco se corrió la voz que este material no era bueno, la población estuvo de acuerdo con la iniciativa. Para Asoiza lo más difícil fue el cambio en el costo, pero no tardaron en adaptarse y ver que eran mucho más grandes las ventajas del cambio que los aspectos negativos. “El alcalde fue el que dio el ‘boom’ de que habíamos dejado de usar el icopor en una reunión con los alcaldes de la provincia”, manifestó Clara, presidenta de Asoiza. Sin embargo, la decisión se oficializó el 15 de febrero del 2019 a través del Decreto número 007. Ese fue el día en el que Iza dejó de usar por completo el icopor. Los primeros 20.000 platos y cajas biodegradables hechos exclusivamente para Asoiza llegaron casi un mes después. Clara fue testigo del cambio: “Antes en Iza había mucha contaminación visual, el icopor era regadito por ahí por el pueblo. Con este nuevo empaque la gente ya no lo deja por ahí, como que han tomado más conciencia”. Además, el transporte de los residuos ya no es un problema y ha aumentado el turismo, pues las personas sienten interés de conocer los recipientes que derrocaron al icopor. A Iza le siguió Nobsa (Boyacá), y casi un mes después Guatapé, en Antioquia, también se unió al cambio que ya los países de la Unión Europea, Canadá, Costa Rica y más de 100 ciudades estadounidenses realizaron hace unos años. Cinco meses después en el Senado de la República se presentó el proyecto de ley número 60, que busca prohibir el uso del icopor de un solo uso en todo el país. El senador del partido Verde y ponente del proyecto Antonio Sanguino Páez manifestó la importancia que varios municipios ya hayan implementado el cambio: “Creo que nos están dando una lección porque están asumiendo decisiones que no hemos sido capaces de tomar en el orden nacional”. Iza, conocido como el Nido verde de Boyacá, dio el primer paso: hizo un cambio y demostró que hay alternativas para reducir la contaminación usando materiales biodegradables que ayuden a preservar el planeta. Colombia también debe y puede dar ese paso. De hecho, no se tiene registro de que algún país sudamericano haya prohibido el poliestireno expandido de un solo uso. Por ello, el senador Sanguino expresó: “Nosotros seríamos el primer país en América del Sur en prohibir el icopor”.

  • El café: nuestra leyenda se extingue

    El café: nuestra leyenda se extingue Danna Muñetones Ortíz, Laura Bedoya Díaz, Nickol Bohórquez, Sofía Sarralde, María Valentina Chica, Comunicación Social y Periodismo Colombia actualmente atraviesa la peor crisis del café que ha visto, dados los bajos precios a nivel internacional. Los campesinos risaraldenses están poniendo en riesgo sus vidas y las de sus familias. Ver también: Los hijos de la panela, una cultura que se extingue Compartir

  • La música me escogió a mí: Gregorio Marchán

    La música me escogió a mí: Gregorio Marchán Miguel Ángel Gómez y Melisa Parada, Comunicación Social y Periodismo Esta es la historia de Gregorio Marchán, baterista e icónica banda colombiana de rock ‘Aterciopelados’. Ver también: Colombia, la tierra del olvido Compartir

  • Unisabana Medios | Audios

    Enfermedades mentales en pandemia Daniela Castillo y Cristian León, Comunicación Social y Periodismo La pandemia por covid-19, con la falta de contacto social, ha afectado la salud psicológica de algunas personas. Ver también: La cárcel de los trastornos Compartir

  • Informativo 15/30: ¡Se vienen las ferias y fiestas culturales en Colombia!

    En este capítulo, te contamos cómo los mensajes violentos se hallan en diversos géneros musicales. Además, hablaremos sobre cómo los músicos clásicos están saliendo del país en busca de oportunidades. Informativo 15/30: ¡Se vienen las ferias y fiestas culturales en Colombia! Laura Ubaque, Luisa Moreno, Kelly Medina, Andrés Caamaño, Sebastián Bustos, Karol Peña, Paula Belalcázar, Danelys Vega, Gabriela Velásquez, Deisy Nivia, Nicolás Villamizar, Juliana Novoa, David Suárez, Mara Mulett, Tatiana Marta, Valeria Ramírez, En este capítulo, te contamos cómo los mensajes violentos se hallan en diversos géneros musicales. Además, hablaremos sobre cómo los músicos clásicos están saliendo del país en busca de oportunidades. Contenido completo Autor:

  • Salud mental y familia

    En esta Cátedra de Familia, expertas del Instituto de la Familia y la Facultad de Medicina dan herramientas para fortalecer nuestra respuesta ante momentos difíciles. Salud mental y familia En esta Cátedra de Familia, expertas del Instituto de la Familia y la Facultad de Medicina dan herramientas para fortalecer nuestra respuesta ante momentos difíciles. Compartir

  • Juan Pablo Velásquez

    Unisabana Ágora con Juan Pablo Velásquez El director Global de Estrategia y Cultura para 3M habla acerca de "El valor de la diversidad en las organizaciones: Múltiples significados, un solo propósito". Compartir Ver también: Ivonne Quimbayo: Comunicación empresarial

  • Ricardo Rosales salió del colegio para entrar al campo de juego

    De jugar como portero en las canchas de su colegio, para no lesionarse, pasó a jugar como lateral derecho en Millonarios FC y tiene contrato hasta 2024. Ricardo Rosales salió del colegio para entrar al campo de juego Ambar Vanessa Cantor Díaz De jugar como portero en las canchas de su colegio, para no lesionarse, pasó a jugar como lateral derecho en Millonarios FC y tiene contrato hasta 2024. Disponible en Pulzo Ambar Vanessa Cantor Díaz Hay carteles con frases e ilustraciones animando al equipo pegados en las mallas de la cancha; la hinchada está a la espera de ver a sus ídolos. No importa el clima ni la hora, ellos esperan pacientemente bajo la lluvia. La gente quiere ingresar al plantel donde entrena el equipo profesional. Se molestan un poco al ver que 'Chiquillo', después de realizar su ronda habitual, abre el portón azul gigante y me da paso. El hombre risueño de 1,81cm y de tez morena lleva puesto el uniforme del club y me saluda relajado. Después de dos intentos, ’”Richi’” me concede unos minutos para hablar. —“Juegue como si no hubiera nadie, juegue como usted lo hace en su cuadra, sin timidez, sin miedo” —, le dijo Nixón Pachecho, más conocido como 'Chespi', el utilero del equipo, a ’” Richi’”. Domingo 18 de abril de 2021, después de la oración, la música es su ritual en el camerino antes de un partido, la música lo motiva, lo llena de energía, calma sus nervios y su ansiedad. En la cancha del Estadio El Campín, de Bogotá, a Ricardo lo inundó un mar de emociones y se dejó ganar de la angustia por un momento. Su corazón latía con fuerza, sus manos sudaban y, por unos segundos, se perdió en sus pensamientos. Fueron tantas las sensaciones que corrían por su cuerpo que se le olvidó recibir el balón; fue un instante donde se sintió en otro mundo, el mundo al que él pertenece. Ricardo Enrique Rosales Martínez nació el 31 de enero de 2001 en Alto Bosque, Cartagena. En el 2017, entró a estudiar en el Colegio Distrital Prado Veraniego, ubicado en Suba, en la ciudad de Bogotá. Llevar el estudio junto con el fútbol no fue solo difícil, se convirtió en una crisis. Con dos entrenamientos diarios y los deberes académicos, el tiempo no le daba para alimentarse y descansar adecuadamente. Un colegio pequeño de la localidad, pero para Ricardo, un obstáculo gigante. —Sentí que mi carrera iba a mejorar cuando salí del colegio. —Me confiesa con felicidad. No puede ocultar su sonrisa. El cartagenero se inspira en una mujer valiente y guerrera. No duda un segundo en responderme, sus ojos negros se iluminan y aparece una gran sonrisa. La primera persona que se le viene a la cabeza es su mamá, Verónica Martínez. Es su mayor motivación y la admira como a nadie en el mundo. La preocupación de su madre, al enviar a su hijo a un colegio de Bogotá, era enorme. Ella solo pensaba en el peligro que corría su hijo, expuesto a peleas y sobre todo, al microtráfico; que es tan común en los colegios distritales. —Mi mamá nos ha sacado adelante a mi hermano y a mí. Ella es la cabeza del hogar— afirma orgulloso. El profesor de la Liga de Fútbol de Bogotá, Felipe Santos, jugó un papel importante en la vida de ’”Richi’”, al llegar a la ciudad. El muchacho dejó a su familia en Cartagena y se mudó a la capital para cumplir su sueño. A pesar de que se siente muy agradecido por su estudio, el apoyo del entrenador, tanto profesional como emocionalmente, fue primordial. Lo ayudó a distribuir el tiempo para entrenar y estudiar a la vez. En los descansos no le gustaba jugar fútbol, le disgustaba estar expuesto a recibir algún golpe que se convirtiera en una lesión y afectara su carrera profesional. —Cuando jugaba fútbol en el colegio era el portero. — Me confiesa Ricardo. Los malos comentarios y los problemas disciplinarios nunca faltaron. A pesar de que fue un buen estudiante, las dificultades iniciaron debido a su constante inasistencia a clase. No sería nada nuevo para él, ya que actualmente como profesional, los obstáculos son constantes en su carrera. —¿Por qué cerraste tus redes sociales?— le pregunto. De fondo, la multitud insiste en entrar a la Sede Deportiva de Millonarios. —Porque recibí muchas críticas y malos comentarios debido a que en un partido no me fue bien. Fue muy duro porque no estaba acostumbrado a que tanta gente me mirara. Yo sólo acepté lo que decían y no presté atención. —Me dice mientras observa su dedo índice derecho envuelto en gasa, o lo que queda de él. Días atrás se lo aplastó una pesa de 20 kg en el gimnasio.—Sí me afectó, hasta amenazas recibí, no es tan fácil, la gente es muy apasionada en este deporte y nunca falta el que se toma esto muy a pecho. La cancha Alameda La Victoria, ubicada en la Ciudad Heroica, Cartagena, fue el escenario donde de pequeño, Ricardo jugó con su balón. Los planes del fin de semana, junto a su hermano menor, Mauricio, era jugar fútbol desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde. En la casa de los Rosales había un palo de limón, ambos solían jugar béisbol con una escoba y limones. Era uno de sus pasatiempos favoritos. Su padre, Alberto Rosales, quién encaminó a Ricardo a esta profesión, le narraba los partidos cuando su hijo era bebé. La humildad de ’”Richi’” resalta en toda la conversación. No es de esos futbolistas que matan con miradas por encima del hombro. Su risa, su leve bamboleo y las manos entre los bolsillos que delataban sus nervios días atrás cuando lo vi, habían desaparecido. Ricardo lleva seis años formándose en la cantera del equipo azul. La disciplina de Rosales lo llevó a quedar campeón con la Selección Bogotá en los Juegos Nacionales Bolívar 2019, que se disputó en Magangué y a jugar la Copa Libertadores sub-20 en Paraguay en el año 2020. Aquellas victorias lo ayudaron a firmar un contrato con el equipo profesional de Millonarios. Actualmente, Rosales se destaca en su equipo por su espíritu de alegría y lo divertido que es en los entrenamientos. —En la pandemia compartimos mucho. Hacía los entrenamientos divertidos, incluso por zoom. —Afirma el preparador físico de Ricardo, Óscar Vázquez. La liberación de dejar atrás aquel obstáculo que le impedía formarse como profesional llegó en 2019 cuando Ricardo se graduó del colegio. Su mayor sueño se cumplió cuando se dedicó totalmente al fútbol.

  • Juanse Laverde - Mariposa

    Juanse Laverde fue el ganador de La Voz Kids en 2018 y actualmente continúa su carrera en la música además de ser generador de contenido en redes sociales. Este video se grabó a pocos días de finalizar 2022 en el estudio de sonido para Unisabana Music Session. Juanse Laverde - Mariposa Juanse Laverde fue el ganador de La Voz Kids en 2018 y actualmente continúa su carrera en la música además de ser generador de contenido en redes sociales. Este video se grabó a pocos días de finalizar 2022 en el estudio de sonido para Unisabana Music Session. Compartir

  • Cata Claro

    Cata Claro desde los estudios de UnisabanaRadio.tv, emisora virtual de la Universidad de la Sabana. Cata Claro Cata Claro desde los estudios de UnisabanaRadio.tv, emisora virtual de la Universidad de la Sabana. Compartir

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