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- El corazón de la hierba
El canto de la hierba silenciaba los gritos de aquel humano que, con un corazón hecho de tierra, dormitaba entre sus raíces... El corazón de la hierba Ancla 1 Manuela Rozo Vargas Ilustración por Sebastián Santos Buitrago El canto de la hierba silenciaba los gritos de aquel humano que, con un corazón hecho de tierra, dormitaba entre sus raíces. No podía recordar el nombre que se le había dado al nacer y tampoco sabía si alguna vez tuvo algo más allá del pastizal. Al llegar la noche, el humano de tierra se acurrucaba entre la maleza, donde a escondidas buscaba respuestas en las sombras del pasado, entre la memoria de la hierba. —Alguna vez existió un ser de carne y hueso que, hipnotizado por el calor de la hierba, vendió su alma, su humanidad —le susurraban las sombras al oído, una y otra vez, hasta cansarlo. —¿Y qué le pasó? —preguntaba crédulo, sabiendo la respuesta. —El corazón del humano fue absorbido por la hierba que lentamente se apoderó de aquel hermoso rostro que alguna vez se enamoró del verde de sus hojas —murmuraron, antes de desaparecer entre la luz de la luna. —Malditas sombras —se dijo, intentando despertar de aquella pesadilla. Envenenado por las mentiras de las sombras, le pidió de rodillas al cielo que lo liberara de aquel corazón de tierra, en el que prontamente con el paso de las estaciones la hierba empezaría a crecer. Luego, vestido de asesino, despertó con los ojos aguados y la cabeza llena de cucarachas. Sin embargo, algún dios lo había escuchado sus plegarias, pues en su mano encuentra una afilada hoz que, sin dudarlo, empieza a utilizar para cortar una y otra vez a aquel demonio que le robó hasta la razón. Lea también: La foto anhelada Camino de Letras es una iniciativa del programa de Comunicación Social y Periodismo, en el que se reúnen las creaciones literarias de estudiantes y profesores de la Universidad de La Sabana. Si quieres escribir para esta sección, haz clic aquí.
- Bailarina
Bailarina Isabella Botero Ruiz El ballet es estética... y también es presión, exigencia y dolor. Da clic en las imágenes para la vista completa del fotoensayo. Lea también: En proceso Bailarina #1.jpg Bailarina #2.jpg Bailarina #12.jpg Bailarina #1.jpg 1/12
- Psicosis
Psicosis Isabella Mendivelso, estudiante de Comunicación Audiovisual y Multimedios. ¿Quién inventó la diferencia entre el bien y el mal, entre la locura y la cordura? ¿Quién limitó la realidad a tan mezquina visión? Tal vez aquellos que llaman "locos" son quienes realmente son capaces de ver el mundo en su forma más cruda, y tal vez por eso no lo soportan. Lea también: La vida que alimenta otras vidas 1/11
- Festival de cine Suma Paz 2022 | unisabanamedios
2022 Selección oficial El Rugido del Ruiz Todos han contado la historia del Nevado del Ruiz, ahora es momento de que el Nevado cuente su historia. María Paz Sierra, Nicolás Segura, María Camila Hoyos, Natalia Arciniegas, Juan David Guevara, Ivan Ariza y Valeria Franco, Comunicación Audiovisual y Multimedios
- ¿Qué tiene la noche?
¿Qué tiene la noche? Juliana Becerra Orrego, Comunicación Audiovisual y Multimedios Este ensayo fotográfico busca retratar cómo luce la soledad. Es, según esta obra, auténtica y clara, sobre todo cuando llega la noche, que nos lleva a sincerarnos. Lea también: 'Perfecta', el retrato de un anhelo 1/6
- Esperanza en tiempos de crisis
Esperanza en tiempos de crisis Valeria García García, estudiante de Comunicación Corporativa En un contexto en el que el país espera alcanzar una tasa de desempleo del 10.9% en 2022, son muchos los colombianos que, pese a su formación y experiencia profesional, no consiguen un empleo para dar sustento a su familia. Lea también: Migración: para algunos, la única opción 1/8 Esta es la historia de Carlos, un hombre al que no contratan por tener avanzada edad y una amplia hoja de vida. Para hallar ingresos, hace mercados a través de una aplicación de servicios.
- "Trabaje juiciosa, Sumercé"
"Trabaje juiciosa, Sumercé" Juan Mateo Quintero González, Valeria Nicole Jiménez, Santiago Cifuentes y María Alejandra Gutiérrez, Comunicación Social y Periodismo Según el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario y la Universidad EIA de Medellín, el trabajo informal representa el 41% del sector laboral de Bogotá. Lea también: Sin pensión, sin vejez Suéltame Bogotá Por Santiago Cifuentes Libros esperando a ser leídos Por Mateo Quintero La acera de los sueños por Mateo Quintero Suéltame Bogotá Por Santiago Cifuentes 1/7 “Si no nos mata el covid, nos mata el hambre”, dice Pedro Lozano, vendedor de libros en la carrera Séptima en Bogotá. Su protesta es la de muchos vendedores informales en la capital del país, que piden que los dejen camellar . El COVID-19 y las cuarentenas decretadas por el gobierno han llevado a que muchos colombianos salgan a buscar el pan de cada día en las calles, porque en un país como este no hay más opción. Particularmente en la capital colombiana la situación es muy preocupante. Según el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario y la Universidad EIA de Medellín, el trabajo informal representa el 41% del sector laboral de Bogotá. Ante esta situación que es muy preocupante, los entes gubernamentales han prometido auxilios; pero para muchos de los 85.000 vendedores ambulantes que hay en Bogotá, esta promesa se ha quedado en eso: palabras vacías. En consecuencia, la única petición de este sector de la fuerza laboral es que los dejen trabajar. ¿Muy complicado? Porque, incluso, cuando manifiestan su inconformismo a las autoridades reciben respuestas como: ‘‘Ahí está trabajando, sumercé. Trabaje juiciosa’’ , estas fueron las palabras de la alcaldesa Claudia Lopéz a una vendedora que estaba reclamando por los subsidios prometidos. “Nunca nos han dado ni una libra de arroz”, expresa María Elena, una señora de la tercera edad que trabaja como vendedora informal en el barrio Las Ferias, desde hace más de 20 años. María Elena expone que las ayudas no son destinadas a las personas que cuentan con bajos recursos: “Ni para un tinto recibimos”. Similares al caso de María Elena, hay cientos por las calles. La ciudad está llena de vendedores informales e inconformes con la situación actual, pero los entes gubernamentales no ayudan lo suficiente, y si deciden hacerlo, todo indica que no lo hacen bien, como fue el caso de varios mercados dados por la alcaldía en condiciones lamentables. Así lo denunció Juan Baena en RCN Radio el 2 de marzo de 2021; también lo hizo a través de un vídeo que publicó en redes sociales, en el que se muestran insectos y putrefacción en los alimentos dados como los garbanzos y a las personas de barrios marginales de Bogotá. Sin embargo, las ayudas económicas no son el único tormento que preocupa a personas como María Elena. En la carrera Séptima con calle 19, muchas mantas se posan en el frío suelo bogotano con objetos que esperan ser comprados por los visitantes y habitantes de la ciudad, pero estos puestos de trabajo improvisados han sido retirados por las autoridades con el argumento de que invaden el espacio público, así lo relata Pedro Lozano, un desplazado por la violencia que encontró en la venta de libros una manera de salir adelante honradamente. Lamentablemente, la pandemia obligó a que Pedro Lozano tuviera que dejar su sustento de vida y quedarse encerrado, pero la falta de recursos y de ayuda oficial lo obligaron a volver a las calles. Cuando retornó, se encontró con entes del distrito que lo desplazaron a lugares donde la gente no pasaba y por lo tanto, no tenía ventas. No obstante, él critica que estos entes sólo desplazan a los vendedores que se encuentran en esta zona, pero olvidan otros puntos claves o más peligrosos del centro de la ciudad en donde existen verdaderas conglomeraciones, como lo es el barrio Santa Fe u otro punto de la ciudad, anteriormente nombrado, Las Ferias. Cabe recalcar que no todos los vendedores son olvidados. Al contrario, varias personas cuentan con un lugar fijo, dado por la alcaldía, para poder ofrecer sus productos sin el riesgo de ser desplazados por los entes de control, un ejemplo de esto es el parque de Lourdes. Entonces es válido preguntarse ¿por qué no todos tienen esos beneficios? Y ¿por qué en medio de la crisis económica desatada por la pandemia no dejan trabajar a la gente? Es notorio que la pandemia ha puesto muchas cuestiones sobre la mesa, desde la capacidad de mandato de los dirigentes hasta la respuesta de muchos sectores sociales. En específico, Claudia López ha recibido bastantes críticas y no es de extrañarse, puesto que ella ha prometido ayudas a los vendedores informales, pero conociendo el caso de María Elena nos damos cuenta de que estas ayudas no son para todo el mundo. Pedro Lozano, por ejemplo, asegura que los vendedores ambulantes son constantemente perseguidos, algo que López en su campaña enfatizó que no haría, afirmando que la policía no iba a perseguir a los vendedores sino a los ladrones. Definitivamente la pandemia ha sacado a luz la verdadera cara de los dirigentes. Salir a las calles y observar en cada esquina a personas rebuscando un sustento da mucho que pensar de la situación y cómo esta ha sido controlada. No es algo nuevo, no es algo que sea un tema coyuntural y tampoco es algo que no hayamos tenido tiempo de preparar y actuar con certeza. ¿A quién se le puede pedir ayuda si la alcaldesa los trata con desdén? ¿O les dice que ahí tienen su espacio para trabajar mientras las personas se van con el estómago vacío? Tenemos tantas preguntas y recibimos pocas respuestas. Nuestro deber como ciudadanos es ser solidarios ¡claro!, pero también exigir al gobierno local y nacional que actúe con prontitud, sobre todo en beneficio de quienes nunca han gozado de estabilidad laboral y por lo tanto económica. Seguramente mientras usted lee esta columna, hay un vendedor que no ve más oportunidades, y también hay un ciudadano que decide salir a la calle a vende para poder sobrevivir.
- Mujer de hierro
Mujer de hierro Daniela Matiz Uribe Este proyecto resalta la figura femenina que hay miles, sino millones, de hogares colombianos: madres, hermanas, tías o abuelas que, independiente de su rol social, entregan una misma cosa, amor en medio de tanta incertidumbre. Esmeralda Fandiño es una de esas mujeres de hierro, quien, a pesar de las dificultades que ella ha tenido que pasar, aún sigue luchando por los suyos. Da click en las imágenes para la vista completa. Lea también: La esencia de una madre trabajadora 9.jpg 9.jpg 1/9
- Ciclo callejero
El maldito sol rompe el sueño. Me levanto frente al cuadro de verdes y azules que es el mar norteamericano. Ciclo callejero Ancla 1 Martín Pinzón Lemos, estudiante de Comunicación Social y Periodismo. Laura Nathalia López, de Comunicación Audiovisual y Multimedios El maldito sol rompe el sueño. Me levanto frente al cuadro de verdes y azules que es el mar norteamericano. Son las doce. Debo empezar a laburar. Paseo por la gran ciudad, al lado de naves de lujo. Estoy cercado por opulentos edificios. Llego a mi puesto cuando, mientras espero con una taza, donde se sirve café, empiezan a llover los dólares de un lado a otro. Los de Wall Street son unas perras, pienso sonriente. Tras recostarme unas horas, decido irme a gozar de los excesos de la noche. ¡Viva la rumba! Levito por la zona rosa, bañado en alcohol. Bailo al ritmo del Pop en cada discoteca, después de aspirar el polvo de la felicidad. La gente en las filas no para de observarme. Les doy asco. Muchos se quejan, algunos murmuran, otros se ríen; sin embargo, no importa, siempre que no termine atropellado. De la nada, aparecen dos policías y entro a una patrulla. Minutos después, me arrojan frente a un parque. El mareo apenas permite recoger mi abrigo. La cabeza da vueltas sin control. Apilo un par de periódicos, colocándolos en un banco. Cubro el esqueleto con cartones, contemplo las estrellas. Ahí, aúllan los ronquidos. Lea también: Cuarto de piropos Camino de Letras es una iniciativa del programa de Comunicación Social y Periodismo, en el que se reúnen las creaciones literarias de estudiantes y profesores de la Universidad de La Sabana. Si quieres escribir para esta sección, haz clic aquí.
- Un legado de memorias
Un legado de memorias Juan Andrés Ibagán Rojas, Comunicación Social y Periodismo Esta es la historia de Hernando Rojas, un hombre que ha dedicado los últimos años no sólo a recordar el pasado sino también a escribirlo, para dejar un legado a su familia. Lea también: Así se vive la Semana Santa en Ciénega, Boyacá 1/24 Don Hernando nació y creció en una familia en la que los recursos no eran suficientes, pero con sus habilidades y su voluntad de salir adelante logró prosperar trabajando en diferentes actividades y lugares, aprendiendo a hablar inglés por un programa radial, entablando relaciones sociales con personajes de alta estirpe, y llegar incluso a ser gerente de la zona norte del Banco de Bogotá y pasar por más puestos importantes en otras entidades financieras. Hoy en día es feliz de ver todo lo que ha podido lograr, de ver cómo sus hijos y sus nietos han crecido y lo quieren tanto, y de haber aprovechado la escritura como un a forma de evocar los buenos tiempos y dejar a sus familiares cada vez un nuevo escrito que leer.
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