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- "Dentro de mí", por Pablo Mantilla
"Dentro de mí", por Pablo Mantilla José Vásquez Caviedes, María Alejandra Pertuz Alvarez y Pablo Mantilla Roldán Si te gusta conocer los talentos emergentes de la música en Colombia, ve este videoclip, en el que se cuenta la historia de cómo una amistad se transforma. Ver también: 'Girls', por No Stories Compartir
- Hechas para ganar
Hechas para ganar Juana Valentina Vargas Robles, estudiante de Comunicación Social y Periodismo Fecha: Después de que salieran las nominaciones a los Oscar de este año, se hace más evidente que esta temporada algunas películas estuvieron fríamente calculadas para entrar en esa lista. Lea también: El infierno del olvido Compartir Foto: Criticar las decisiones que se toman en la temporada de premios se ha vuelto una tradición para los cinéfilos. Cada vez salen a la luz más razones para dudar de la Academia y hoy les traigo una que pocas personas conocen. Dentro del cine hay un término que es usado para referirse a aquellas películas que aparecen con el ÚNICO propósito de ganar muchas nominaciones a los premios Oscar: El Oscar bait . Dichas cintas son todo lo que están pensando: dramas emotivos, historias de redención social, biopics , entre otras que todos distinguimos con facilidad. La historia de este tipo de cintas se remonta a la década de 1980 con la aparición de los Summer Blockbusters y con el final de El Nuevo Hollywood. Con esto en mente, lo normal sería pensar que las “apuestas seguras” eran las películas populares o taquilleras. Sin embargo, el avance de directores como Steven Spielberg, conocido por Tiburón o Jurassic Park ; y George Lucas con Star Wars , demostró que, aunque una película pudiera ser bien recibida, eso no significaba que tuviera la fuerza necesaria para ganar las categorías principales de los premios de la Academia. Es entonces cuando las películas “serias” empiezan a sentir la desventaja en taquilla frente a las “populares”. Para mediados de los 90 era poco común que los grandes éxitos comerciales llegaran a ser nominados , pero filmes como Rain Man y Forrest Gump consiguieron la deseada estatuilla. Poco a poco los estudios empezaron a enfocar sus producciones en el público joven y dejaron de abordar “preocupaciones realistas”. Faltaban historias con corazón y ese espacio lo llenaron los dramas lacrimógenos, las historias inspiradoras y los ejemplos de humanidad. Es exorbitante la cantidad de películas Oscar Bait que se han ambientado en el Holocausto, en la Segunda Guerra Mundial o que buscan la redención social de alguna minoría. Cada vez es más fácil identificar los “anzuelos” de la temporada y este año no es la excepción. La lista de los nominados para 2022 salió el nueve de febrero y las películas hechas para ganar están muy claras. Nombres como Dune , King Richard , Coda o West Side Story saltan a la conversación. Honestamente yo tengo opiniones encontradas con cada una de ellas. Dune responde a una superproducción, que a pesar de ser un éxito en taquilla consiguió un tono artístico que la llevó a obtener una nominación en la categoría mejor película. Con King Richard pasa algo muy distinto, es un biopic no tan comercial pero que cumple con la fórmula perfecta para satisfacer a los votantes de los Oscar. Por otra parte, Coda y West Side Story son casos especiales porque son remakes de historias potentes y, con honestidad. Siento que no era necesario volver a hacer ninguna de estas dos cintas. Para el gran favorito de este año tengo un párrafo completo. The power of the dog plantea una inquebrantable historia sobre la masculinidad arruinada. Esta película tiene dos puntos que van en contravía. Por un lado, cumple con las condiciones más tradicionales para ser un Oscar bait , tiene un actor principal renombrado (Benedict Cumberbatch ), se ubica en la época tradicional y propone un drama digno de ganarse a los votantes de la Academia. El conflicto llega porque tiene otros aspectos que lo alejan completamente de ser un Oscar bait : cuenta con la dirección de Jane Campion, una directora que rompe con los estereotipos de género. Además, el lenguaje audiovisual es excesivamente discreto y retorcido. Hecha para ganar o no , The Power of the Dog obtuvo 12 nominaciones y sería ingenuo decir que no es una obra de arte. Sin duda, algunas películas se esfuerzan más de lo que deberían en llamar la atención de la Academia, pero eso no les garantiza una estatuilla al final de la gala. Esperemos que las votaciones en los Oscar dejen de alabar cintas que tienen los ingredientes secretos para ser un ganador seguro y empiecen a expandir su base de miembros. El problema no está únicamente en los directores que diseñan las filmes genéticamente para ganar, sino en los mismos miembros que siguen mordiendo el anzuelo.
- Alberto Medina, un contador de historias
Alberto Medina, un contador de historias Lina Gabriela Velásquez, Comunicación Social y Periodismo Fecha: En la visión del subdirector de Noticias Caracol, el periodismo que llega al corazón de las audiencias es el que se interesa por los problemas de la comunidad y los cuenta de forma objetiva y veraz. Lea también: Yolanda Ruiz, una periodista 'en el filo de la navaja' Compartir Foto: Foto: Lina Velásquez Él es un contador de historias. El intelecto de Alberto Medina enmarca todo su ser. Es alto, viste de manera formal, y, como buen lector, tiene unas gafas que penden de su cuello. Sin embargo, no se sabe si el brillo de su humildad es aún más fuerte. Y con esa virtud no me refiero a “pobreza”, sino que a pesar de la gran experiencia y autoridad, su sonrisa transmite una gran sencillez que no hace sentir a nadie inferior a él. Su oficina también demuestra la clase de persona que es, un hombre culto, lleno de periódicos y montañas de libros. Obras que no lucen nuevas, su apariencia revela que ya han sido leídas y releídas, interpretadas, analizadas y meditadas. La escritura es el motor de vida del subdirector de Noticias Caracol, fue lo que lo indujo a estudiar periodismo y literatura, sus dos pasiones. Él afirmó que sin importar el medio o formato para el cual trabaje, lo que realmente interesa es contar historias. “Creo que es lo mejor que le puede pasar a uno en la vida, cuando se está interesado por la comunidad, por la gente, por sus problemas, pero también por las historias que las personas cuentan”. Además, para él todas las historias son dignas de ser relatadas, lo que trasciende es el “cómo” se narran. Esa idea reslta de su larga trayectoria en los medios: durante su carrera ha dirigido documentales, ha sido libretista, y se ha desempeñado en prensa y en televisión. ¿Qué diferencia tiene trabajar en los distintos formatos de los medios de comunicación? -(...) Tenemos por un lado la noticia, que es nuestro cereal diario, pero la gente no se queda con la noticia en la cabeza, las noticias se olvidan, o quedan en la memoria como hechos sueltos . Pero cuando tú cuentas una historia puntual y cronológica, una historia del muchacho que desde niño soñaba con ser paracaidista y ahora es el campeón mundial, se convierte en una gran crónica. O en un reportaje sobre la violencia en Colombia, visitas la zona, haces el recuento de todo lo que ha sido su tragedia en la historia y la enmarcas en una situación. O haces un documental, que es entrar a lo más profundo de esa historia y buscar razones de por qué ocurrió determinado hecho. Es decir, todos los géneros, todos los formatos llenan la belleza. A veces los hechos no tienen belleza, una tragedia no tiene belleza, pero dependiendo de la forma como tú lo cuentes, vas a entrar al corazón de la gente que te ve. Ahora, ustedes manejan mejor que nosotros lo multigéneros. Saben aprovechar todas esas herramientas en muchos formatos para narrar una historia. Entonces, ¿cómo llegar al corazón de la gente? Yo creo que hay muchas formas. Cuando tú tienes una información objetiva y veraz, llegas al corazón de la gente. La literatura, al igual que el periodismo, tiene el poder de llegar al alma de las personas. Pero hay que saber cómo, y yo creo que la mejor fórmula es dejando hablar a la gente. Gabriel García Márquez enseñó a agarrarse de elementos de la literatura, no para ficcionar la realidad, sino para enriquecer la forma de contar la realidad. En la literatura uno aprende mucho, mi invitación siempre es leer literatura para aprender a contar historias. Observando una vez más la oficina de Medina y escuchando sus palabras, era posible notar la gran fascinación hacia el Premio Nobel de Literatura colombiano. ¿A qué se debe esa admiración a García Márquez? Lo que pasa es que Gabriel García Márquez es sin duda el más grande escritor que ha dado Colombia en toda su historia (...). Él enseñó la pasión por la escritura en cada una de sus historias, cuentos, novelas, en sus artículos periodísticos. Él es el maestro del relato, de contar cosas, y él daba muchas pautas. La idea no es ser García Márquez, la idea es ser uno mismo, pero hay que alimentarse de los grandes. A García Márquez lo tengo ahí porque es mi ídolo nacional. Pero a mí me gusta mucho la literatura, y yo trato de no contaminarme con un solo autor porque termino siendo una copia mala del propio autor. Entonces es mejor sumar de muchos, recoger de lo que sabe y armar según su propio estilo, porque el estilo es lo que te hace distinto. ¿Y qué opina acerca de los consejos brindados por periodistas en los que recalcaban no estudiar tal carrera? Frente a ese tema uno da muchos tumbos, porque en el momento en que yo estudié tenía más facilidad de llegar a los medios, puesto que era más baja la población que estudiaba periodismo. Hoy la competencia es muy grande y los medios se han reducido. Pero hay una necesidad de contar historias y de llenar los contenidos incluido en las redes sociales, hoy hay que meter contenido en las redes. Yo creo que la carrera es muy valiosa, pero tiene que estar acompañada, porque solitaria te lanza débilmente al mercado. Quizá la profesión no está perdida, pero sí es necesario fortalecerla con estudios adicionales. ¿Debemos complementarla con otra carrera? Deben complementarla, porque eso es lo que abre los caminos. (...) Me parece que sí es una necesidad, porque imagina que sabes hablar y sabes contar la historia, pero tienes además otros conocimientos, es bien importante. ¿Y cree que es solo una crisis en el periodismo o en todas las profesiones? Yo sí creo que hay una crisis generalizada, no hay plazas (...). Existe la libre elección, pero también existe la realidad. Yo creo que son las grandes polémicas, las grandes disyuntivas de la humanidad hoy. Siempre encontraremos dificultades en eso, son luchas que hay que dar. Pero entre mejor formado esté usted, abre más camino. Evidentemente es necesario complementar la carrera e incursionarse en las redes. Como el mismo Medina diría, “no declararse muerto”, al contrario, ser apasionados por el periodismo, por la integridad de la profesión, por las historias de la gente. - “Cuando uno tiene en su corazón el espíritu de querer ser periodista, uno no lo para por nada”. Ahora bien, el periodismo y la literatura son la esencia del mundo de los relatos y la inspiración. Y para Alberto, el motor de ello es el amor, este es el sentimiento que hila sus libros. ¿Por qué es tan importante para usted el amor? Yo me muevo en un mundo de noticias donde lo que prima es el desamor, lamentablemente las noticias son casi siempre malas, porque es la realidad, son cosas que pasan en la vida. Y uno necesita escapar de esa cotidianidad tan arrasadora, yo creo que por eso me pongo a escribir y hablo mucho del amor. ¿La literatura es una forma de descansar el alma y salir de la realidad de las noticias? Es una forma de escapar de la realidad. Pero cuando tú miras lo que está escrito ahí en esas historias de amor, aparece otra vez la realidad, sin duda alguna. Pero es la realidad poetizada, que es distinta a la realidad de lo que tenemos que contar. Nosotros no podemos poetizar las noticias, ni poetizar la realidad, y en la literatura tú te puedes dar la licencia de embellecer hasta lo feo. ¿Es decir que puede llevar la realidad de las noticias a sus libros? Sí, cuando tú lees “Crónica de una muerte anunciada” te das cuenta de que hay una historia terrible, matan a un muchacho; pero tú la lees y es tan bellamente escrita. La literatura, como escape, embellece hasta lo feo. Es decir, a veces es tan brusca y tan dura la realidad, pero en la historia que cuenta la literatura también está el amor, la soledad, el dolor de ser humanos. La literatura sí es una válvula de escape a los sufrimientos de la realidad. Yo pienso que muchos escritores se sientan frente a un escritorio, no a huir necesariamente, porque la realidad siempre está galopándoles, pero sí a refugiarse de la realidad para crear una hecha de palabras. Es maravilloso pensar en la trascendente conexión de la literatura y el periodismo. Ambos reflejan la realidad, pero cada uno tiene un estilo diferente de contarla. Ambos representan la condición humana, pero cada uno se encamina al alma de diferente forma. Alberto, ¿cree que el amor, del que habla en sus libros, es lo que le hace falta a la sociedad? Sin duda alguna, yo creo que nos falta entregarnos de verdad y permitir que nos fundamos como lo que somos. Eso pasa en las relaciones en la sociedad, si nosotros no entendemos al otro, si nosotros no respetamos la diferencia, si nosotros no somos capaces de entender que somos distintos pero que podemos armar sociedad, estamos perdidos. Finalmente, el subdirector de Noticias Caracol envió dos mensajes claves para los periodistas en formación: “Creo que si los estudiantes se ponen en la tarea de leer todas las noches a los grandes clásicos, van a encontrar maneras de contar. Por ejemplo, Julio Cortázar nos enseña una manera muy bella de contar. Rayuela es una novela que se lee de muchas maneras, él nos dice que las formas de contar son infinitas. Cada hallazgo que tú haces en tu ejercicio periodístico te va demarcando la forma. Tienes que construir un contenido, lo más perfecto posible, entre la forma y el fondo. Gabriel García Márquez nos enseña algo maravilloso, él escribe “Cien años de soledad” y cuando va a hacer la siguiente novela se encuentra con un problema grave: “¿cómo hago para no repetirme?”, y escribe “El otoño del patriarca”, que es una novela de seis párrafos completamente distinta en la forma a lo que fue “Cien años de soledad” . Cuando usted está en ese proceso de construcción, usted debe pelear por la forma, pelear por no repetirse. “El otoño del patriarca” es como si usted pusiera un parlante en una calle de una ciudad gobernada por un dictador para escuchar todas las voces y dejarlo grabando. Grabas la cotidianidad de la vida en esa novela, la cual te enseña muchas cosas para hacer en el periodismo. Chévere que lean eso para que vean el contraste entre esas dos novelas y entender que la creatividad es la clave de este oficio. Esto no es solamente para ir a meter micrófono, esa labor es fácil. Los periodistas que arman historias, eso es lo que vale la pena, y es lo más difícil.
- El cine después de la cuarentena
El cine después de la cuarentena David Felipe Vesga Cárdenas, Juliana Hernández y Sofia Bayona La industria audiovisual en Colombia está en crisis. ¿Cuál es la importancia de esa industria y cómo podemos apoyarla, en medio de esta pandemia? Ver también: ¿Qué pasará en la escena musical en Colombia? Compartir
- 15/30: 4to capítulo
15/30: 4to capítulo Seminario de Video, Comunicación Social y Periodismo En este capítulo, hablamos sobre el proyecto de ley busca aplicar sellos de advertencia a los empaques de comida chatarra; el aumento de presupuesto para el Ministerio de Cultura, entre otros temas. Ver también: 15/30: 3er capítulo Compartir
- Unisabana Medios | La lucha de la industria audiovisual en medio de la crisis
Con la pandemia, se frenaron también los rodajes y, con seguridad, no será el mejor año para la industria del cine y la televisión en Colombia. Por suerte, apoyos como el que ofrece el ACACC, en asociación con Netflix, servirán de alivio para cientos de trabajadores de ese sector. La lucha de la industria audiovisual en medio de la crisis por coronavirus Alejandra Ortiz, Juan Sebastián Cabuya, Jean Carlos Rosas y Santiago García, Comunicación Social y Periodismo Con la pandemia, se frenaron también los rodajes y, con seguridad, no será el mejor año para la industria del cine y la televisión en Colombia. Por suerte, apoyos como el que ofrece la ACACC, en asociación con Netflix, servirán de alivio para cientos de trabajadores de ese sector. Compartir E l mundo entero está atravesando una crisis para la que no estaba preparado. El virus ha desafiado todos los sistemas y sacudido los modelos económicos, puesto que afecta tanto a las grandes industrias como a los trabajadores independientes. El gobierno ha ofrecido alivios económicos para las pequeñas y medianas empresas, incluso ha comunicado que entre sus prioridades está apoyar el trabajo formal y, recientemente, también ha respondido a las peticiones del sector de la educación. Sin embargo, hay otro montón de sectores que también necesitan de esas ayudas para sobrevivir, entre ellos, la industria cinematográfica. A finales de 2019 el número total de espectadores en salas de cine de Colombia ascendió hasta 73,1 millones y creció un 14% con respecto a los datos registrados en 2018, según el análisis de Cine en Cifras que anualmente realiza Proimagenes Colombia. Esto quiere decir que el sector cinematográfico en nuestro país se encontraba en un muy buen momento e incluso tenía tendencia a mejorar. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, el futuro e incluso el presente de esta industria creativa se ve gris e incierto. Lee también: Sector turístico, el más afectado por la pandemia Con los teatros cerrados, los estrenos pospuestos y los rodajes paralizados también ha quedado desempleada una cantidad importante de personas que vive de lo audiovisual, por lo que las productoras y distribuidoras han tenido que pensar nuevas formas de obtener ganancias que les permitan mantenerse en pie . Cine Colombia, por ejemplo, ha decidido ofrecer sus productos de comida a través de domicilios y, por otra parte, los movimientos independientes se han ingeniado estrategias novedosas para no solamente subsistir, sino seguir distribuyendo cine. “Este no es un momento para detenerse, para que lo paralice a uno la crisis y la angustia, sino que es un momento para respirar profundamente y buscar nuevos caminos” , reflexiona Jaime Manrique, director de Laboratorios Black Velvet, y quien está detrás del movimiento Bogoshorts. Fe en el cine, fe en el corto, fe en la ciudad y, ahora más que nunca, fe en el futuro. Justamente lo que todas estas empresas están haciendo es intentar entender qué va a pasar de aquí en adelante, cómo se está transformando la industria audiovisual y “cómo construir universos de pensamientos que nos permitan flotar en la complejidad de la crisis”. Es así como, en esta búsqueda de nuevos caminos y esperanzas, aparece la propuesta del Fondo de Apoyo Covid-19 para la Industria Cinematográfica y Audiovisual en Colombia , una iniciativa de la ACACC (Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas) en asociación con Netflix. Este fondo fue creado con el propósito de apoyar económicamente a más de 1,500 trabajadores de las áreas técnicas y el personal de soporte del sector audiovisual y, así como lo expresa Consuelo Luzardo, presidenta de la Academia, darles una mano a todos los trabajadores que son la columna vertebral de nuestra cinematografía, de nuestra televisión. Autor: Santiago García A pesar de que este fondo llega en un buen momento para algunos, se trata tan sólo de una medida coyuntural y no es suficiente para soportar las consecuencias económicas y culturales que trae consigo la pandemia. La presidenta de la ACACC insiste en que “la filosofía del fondo es darle un alivio a trabajadores de cine y televisión que están pasando una época difícil. No está diseñado para convertirse en un motor de crecimiento de la industria”. Aun así, aunque no es una medida que solucione todos los problemas de este sector, es un auxilio que ofrecen estas instituciones, pensando en el bienestar de aquellos que pueden encontrarse en desventaja dentro del gremio, es decir, “es una ayuda muy importante sobre todo para las personas en el medio que no reciben honorarios tan altos como los de un director”, asegura Jefferson Monroy, fundador y CEO de 4K Audiovisual s.a.s, empresa que está participando en el fondo y se encuentra a la espera de la aprobación de su solicitud. “Nos presentamos, porque varias de las personas que trabajan en nuestro equipo, específicamente desde lo técnico y desde al arte, se han visto con problemas económicos a raíz de la cancelación de los rodajes en marzo” por motivos de la pandemia, explicó. Para Mauricio Cuervo, director de cine y docente, justamente esas limitaciones que ha vivido la industria en medio de esta coyuntura resultarán en la notable reducción de ingresos por taquillas en 2020, lo cual, a su vez, dificultará la realización de nuevas producciones. Esto, porque, según lo establecido en la ley 814 de 2003, un porcentaje de las ganancias de los productores y distribuidores de obras colombianas es destinado al Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC). Así que, si no hay ingresos en taquillas, tampoco los hay para el FDC y esto dificultará aún más los procesos de producción cinematográfica. “La pandemia va a hacer que aflore mucha creatividad en los realizadores, pero creo que es una reinvención forzosa y coyuntural. La industria audiovisual de Colombia necesita mecanismos de reforzamiento mucho más estructurales”, dijo. Lo mismo considera Ana Cabrera, productora audiovisual y miembro de la Asociación Colombiana de Ayudantes de Dirección (ASCAD), quien afirma que “si tuviéramos un apoyo estatal mucho más fuerte, no estaríamos a la deriva como estamos hoy en día”. Al respecto, la Asociación Colombiana de Cine (Acocine), en cabeza de Gustavo Palacio, le ha expresado sus preocupaciones, necesidades y propuestas al gobierno de Iván Duque, el cual aún no se ha pronunciado sobre ellas. Lo que queda por ahora es insistir para que el gobierno piense y actúe en beneficio de todos los sectores y que la promesa de la economía naranja no parezca una utopía lejana.
- Men Too
Men Too Luisa María Vela Guerrero, estudiante de Comunicación Social y Periodismo Fecha: En la ceremonia número 94 de los premios Óscar, las intervenciones de Regina Hall como presentadora demostraron que, así como de Bruno, del acoso sexual hacia los hombres no se habla. Lea también: Hechas para ganar Compartir Foto: MILENIO El 27 de marzo de este año se realizó la 94ª edición de los premios Óscar. Fue una noche que le dejó a su público varios momentos sobre los que discutir. El más sonado es, por supuesto, la bofetada por parte del ganador a mejor actor, Will Smith, al comediante Chris Rock. También otros hechos son dignos de mención. Tal es el caso de las interpretaciones de las canciones que hacen parte de Encanto, la película de Disney situada en Colombia; los espectadores pudimos emocionarnos hasta las lágrimas con las Dos Oruguitas de Sebastián Yatra, y confundirnos con una nueva versión de No se habla de Bruno – que evidentemente le agradó mucho menos a la audiencia latina que a la estadounidense–. Sin embargo, otro punto clave de la noche del que, como de Bruno, no se habla, fueron los chistes sexistas de Regina Hall a algunos de sus colegas. Antes de que empiece la premiación, es costumbre que los anfitriones realicen pequeños monólogos que den el tono para el resto de la ceremonia. Este año, la Academia apostó por elegir a tres mujeres comediantes (dos de ellas afroamericanas) como las encargadas de la tarea. Sin embargo, el progresismo y la inclusión fueron tan solo pantallas, pues lo que pretendía ser un momento cómico resultó ser una ejemplificación absurda de acoso sexual. Mientras Regina Hall realizaba su parte dentro del acto de introducción, anunció a los presentes que había ocurrido un error con las pruebas de covid realizadas antes de la ceremonia y que, por lo tanto, algunas personas debían acompañarla para practicarse los tests nuevamente. Así, la presentadora procedió a llamar a la tarima a cuatro actores que son reconocidos por su atractivo físico. A continuación, Hall hizo una serie de “chistes” sobre la manera en la que les practicaría la prueba a los elegidos, como pedirles que se quitaran sus mascarillas y su ropa, confesar que realizaría la revisión con su lengua e incluso comentar que uno de los elegidos ya era “legal” (haciendo referencia a su mayoría de edad) de tal forma que sí podría acompañarla. Como si esto fuera poco, la comediante excedió los límites aún más cuando decidió que debía hacer una “requisa de covid” y manoseó a los actores Josh Brolin y Jason Momoa justo antes de que estos presentaran el primer premio de la noche. El discurso de Hall fue la representación perfecta de cómo los hombres también se ven expuestos a situaciones incómodas en los que se vulnera su dignidad; el hecho de que los organizadores de la ceremonia aprobaran un espectáculo de ese estilo es la prueba de que el patriarcado sigue instaurado en lo profundo de las grandes organizaciones . Que la indignación sobre lo ocurrido sea mínima —y que varias personas incluso se atrevan a defender a Regina— demuestra que nuestra sociedad tiene aún mucho que cuestionarse y aprender. ¿Qué pasó entonces con el movimiento MeToo, que buscaba denunciar la agresión sexual en redes sociales y que fue tan popular en años anteriores? ¿Por qué es gracioso cuando los afectados son los hombres? Es muy grave que el público, el mismo que se rasgó las vestiduras para denunciar el acoso sexual hacia actrices y trabajadoras de la industria cinematográfica, sea capaz de reírse descaradamente ante la exhibición de carne fresca orquestada por Hall. Es una completa hipocresía. ¿Qué hubiera pasado si los papeles hubieran sido invertidos? ¿No habría el hecho ocupado las primeras planas en los portales de noticias? ¿No habría sido tendencia durante semanas en las redes sociales? ¿No habría desatado toda una avalancha dentro de la popular cultura de la cancelación? Pero claro, no se habla de Bruno y mucho menos del acoso a los hombres. Por supuesto, este no es un caso aislado. Dentro de la industria del entretenimiento han existido otros ejemplos recientes. Tal es el caso de Katy Perry, quien como jurado del concurso American Idol aprovechó en varias ocasiones para “coquetear” descaradamente con algunos participantes masculinos, haciéndoles comentarios pasados de tono e incluso besando a uno de ellos sin su consentimiento. En Colombia, tenemos también un ejemplo “icónico”; la diva de divas, Amparo Grisales, quien al mejor estilo de Katy aprovecha su posición como jueza del programa Yo me llamo para acosar a los jóvenes concursantes con apuntes inapropiados. Al parecer, el silencio es una complicidad global: en esos casos tampoco nadie dice nada. El tomar estos actos de acoso como un chiste significa perpetuar la idea machista de que los hombres son esos seres indestructibles ajenos a los sentimientos humanos más básicos. Les impide la posibilidad de aceptar y abrazar su propia debilidad y de establecer límites. Más allá de si la presentadora contó o no con el consentimiento previo de los actores para hacer ese tipo de show, lo fundamental del asunto es que una plataforma inmensa le esté enviando un mensaje tan perjudicial a más de 15 millones de personas , que el comportamiento sea replicado en otros formatos de la industria y, aún peor, que se traslade al día a día de hombres anónimos. El acoso sexual no es ningún Bruno que deba ocultarse detrás de las paredes. Géneros fluidos, mujeres y hombres merecemos protección y el mismo respeto. No es posible que como público consintamos estos asuntos, al seguir riendo cual cómplices mezquinos.
- Edilma Suárez: "Lo que se está peleando en las calles es un mejor futuro para todos"
La presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia (ANEC) explica cómo este gremio está atendiendo el tercer pico de contagios. Edilma Suárez: "Lo que se está peleando en las calles es un mejor futuro para todos" Ana María Gómez Ruano La presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia (ANEC) explica cómo este gremio está atendiendo el tercer pico de contagios. Disponible en Pulzo Ana María Gómez Ruano El 6 de marzo de 2020 se confirmó en Colombia el primer caso de COVID-19. Hoy, a un poco más de un año desde que se iniciara la emergencia sanitaria, se reportan diariamente un promedio de quince mil nuevos contagios, decretándose el tercer pico de la pandemia. Y aunque esta coyuntura ha captado la mirada internacional debido al aumento acelerado de casos confirmados, el país es noticia debido al Paro Nacional que se desarrolla actualmente. El 28 de abril del presente año, se convocaron las protestas en rechazo al proyecto de reforma tributaria propuesto por el gobierno de Iván Duque, con la cual prometían aumentar la cobertura y garantizar la continuidad de apoyo económico a hogares en situación de vulnerabilidad. Después de cuatro días de protestas, el presidente anunció el retiro de la iniciativa. A pesar de que varios sectores pensaron que con esta medida y la renuncia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, se daría fin a las movilizaciones, el Paro Nacional continúa. Ahora, la reforma a la salud se ha convertido en uno de los puntos principales de las movilizaciones. El denominado proyecto de Ley 010 aboga por la regionalización de este sistema y plantea modificaciones en las responsabilidades de gestión del riesgo en salud. Muchos colombianos han expresado que, si bien han leído la reforma, no entienden lo que esta comprende ni las implicaciones que esto tendría a largo plazo. Ante esta situación, Edilma Suárez, presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia (ANEC) y miembro de la mesa de monitoreo crítico sobre condiciones de trabajo y bioseguridad de los trabajadores, cuenta cómo el gremio de enfermería está afrontando ambas situaciones: atender el tercer pico de contagios y hacerle frente a la reforma a la salud. ¿Cómo está afrontando el gremio de enfermería este tercer pico de la pandemia? Venía una sobrecarga con el primer y segundo pico. Los alcaldes han dicho que se han aumentado las camas de cuidados intensivos y el personal de salud, cuando lo que hacen es incrementar el número de pacientes que deben atender las enfermeras y auxiliares. Por ende, al personal de enfermería de otras áreas se le ha pedido atender la unidad de cuidados intensivos, aun cuando no tienen el conocimiento suficiente ni habilidad para realizar los debidos procedimientos; y tras del hecho, cuando las enfermeras se equivocan, les están abriendo procesos disciplinarios. Cada día hay mayor desmotivación, insatisfacción laboral y afectación en la salud mental debido a las altas tasas de fallecimientos, enfrentamiento al virus y el maltrato laboral. ¿Cómo proyectan ustedes, desde ANEC, que se verá afectada la salud física y mental de los enfermeros ante esta reincidencia de exposición al virus y picos de contagios? Vamos a encontrar una epidemia de problemas en la salud mental. Esta abrumadora situación lleva a que algunos profesionales opten por renunciar porque llega un momento en que la situación es insostenible y las fuerzas físicas, mentales y cognitivas no permiten continuar. No solo se les asignan funciones que no les corresponden (procesos de auditoría, funciones administrativas y asistenciales del cuidado de los pacientes), sino que se hace un incremento de la carga de trabajo en precarias condiciones laborales sin una compensación salarial equivalente. El Gobierno Nacional expidió el decreto 676 de 2020, a través del que se incluye al COVID-19 como enfermedad laboral, ¿cómo ha sido la respuesta y gestión de las Aseguradoras de Riesgos Laborales (ARL) ante esto? Primero, no todos los hospitales ni empleadores reportan a sus trabajadores ante las aseguradoras. Segundo, estas buscan evadir a toda costa el reconocimiento de estas situaciones. Por esto, muchos casos no han contado con la incapacidad ni la remuneración correspondiente. A pocos se les ha dado ese recurso, aun teniendo en cuenta que, en el país, aproximadamente el 70% de los trabajadores de salud tienen contrato por prestación de servicios, por lo que no cuentan con una ARL a la cual puedan reportar la enfermedad. ¿Qué medidas han hecho falta para tener unos cimientos firmes con los cuales se pueda atender esta tercera ola de contagios? Ha faltado una base sólida de prevención. Si se hubieran planeado con anterioridad cómo afrontar el tercer pico, quizá la situación estaría mejor controlada. El problema es que el Sistema General de Seguridad Social en Salud (Ley 100) se ha creado centrado en la atención de la enfermedad y no en la prevención de la misma. Entonces, no le podemos pedir al sistema que haga algo para lo que no fue creado. Encima de todo, este sistema le entrega el poder a las empresas promotoras de salud, debilitando a los entes territoriales y la red pública hospitalaria. Así que, este Proyecto de ley 100 profundiza el Sistema Privado de Aseguramiento, ya que se pretende brindar atención a la enfermedad, pero en donde las personas no necesiten atención médica con frecuencia porque en ese caso ya no cubre el tratamiento. Desde el 13 de marzo se ha dado un repunte de casos. En ese momento se reportaban 96 muertes diarias y ahora se registran un promedio de 420 fallecidos al día, ¿por qué han aumentado estas cifras si el país ya lleva en marcha el plan de vacunación nacional? Vamos a un ritmo muy lento en la vacunación. Esto se presentó por el problema de producción de vacunas a nivel mundial. Además, el Gobierno Nacional no ha querido dar vía libre a la vacuna Sputnik V por temas de ideología, aun cuando se ha demostrado que es de las más económicas y que brinda una alta efectividad. Asimismo, sucedió cuando le pidió a los alcaldes lentificar la vacunación porque no había más dosis disponibles. Entonces, las altas tasas de mortalidad se comprenden como responsabilidad del Gobierno porque fueron muertes que pudieron prevenirse con mayor gestión e incremento del personal de recurso humano. Además del ritmo lento de vacunación, vemos reiteradamente en medios y el diario vivir a personas incumpliendo las cuarentenas o medidas que se imponen, ¿cuál es el llamado que hace como presidenta de ANEC a aquellos ciudadanos? Hago una invitación a la responsabilidad desde diferentes tipos. El primero es un llamado al Gobierno Nacional para acelerar el proceso de vacunación y no negar la renta básica para que las personas no se vean obligadas a salir a las calles a trabajar en la informalidad, además de crear estrategias e implementar atención primaria en salud. Por el otro lado, está la ciudadanía que necesita pedagogía. Se deben explicar los riesgos de no usar adecuadamente los elementos de bioseguridad. Soy consciente de que no es fácil porque hay personas que creen que el COVID-19 es un invento capitalista para vender más tapabocas y se rehúsan a usarlo. Y, por último, dejar ciertas creencias de lado: desistir de pensar que no nos va a dar el virus, que toda la responsabilidad la tiene el Estado porque la realidad es que todos los colombianos debemos tomar cartas en el asunto. Con respecto a la reforma a la salud, en redes sociales han rondado muchas infografías sobre sus principales lineamientos, pero cada una presenta aspectos diferentes, ¿cuáles de estos puntos son verdaderos? Iniciaré explicando que el año pasado, en la segunda legislatura del 20 de julio, el partido Cambio Radical y el ministro de Salud, Fernando Ruiz, radicaron este proyecto. En el mes de septiembre, nos reunimos cerca de 140 organizaciones del sector salud en algo que se llama el Pacto Nacional por la Salud y la Vida. Empezamos a estudiar esta reforma y a radicar cartas en desacuerdo. Al revisar el proyecto, a simple vista no son evidentes los cambios que pretende realizar, pero, si uno lee una parte y la conecta con otra, ya empieza a darse cuenta de lo que está pasando. Por ejemplo, se habla de reducir el número de las EPS, lo cual generaría en un oligopolio (industria dominada por un pequeño número de grandes vendedores). Se pretende que las aseguradoras sean quienes definan los planes de beneficio, lo cual haría que las personas solo puedan acceder a aquellos que se adapten a su capacidad adquisitiva. Entonces, tenemos un problema serio porque hay intereses económicos de por medio. Esto demuestra que la prioridad es dar respuesta a las exigencias de las aseguradoras, en vez del derecho a la salud, lo cual lleva a la quiebra de la red pública hospitalaria porque es una lógica de mercado donde no existe lugar para la salud pública. ¿Qué implicaría para los usuarios del sistema de la salud la regionalización de este? Implica barreras de tres tipos: una para los trabajadores, otra para los ciudadanos y otra para los hospitales. Para los primeros, serían barreras administrativas dentro de los hospitales porque estos pierden autonomía. Las decisiones las toma un gerente a cargo de un grupo de centros de salud con un gran número de trámites burocráticos. Para los ciudadanos, implican barreras geográficas, de tiempo, transporte y económicas porque el paciente llega a un hospital, pero lo remiten a otro y así sucesivamente. Resulta en el denominado paseo de la muerte. Y en el caso de los hospitales implica vender sus servicios a las EPS bajo una modalidad llamada contratos por pago global prospectivo. Esos pagos, por debajo del precio real, implican la quiebra de hospitales públicos que terminan cerrando servicios. Además, con las alianzas público-privadas (APP) que se contemplan en la reforma, resulta más costosa la contratación pública. El Fondo Monetario Internacional dice que el 55% de estas alianzas se renegocian dos años después de la firma del contrato y que el 62% de esa renegociación se traduce en el incremento de tarifas que pagan los usuarios. Estos lineamientos les abren aún más las puertas a las conductas corruptas. ¿Por qué cree que los colombianos salieron a marchar masivamente en contra de la reforma a la salud? En el tema de salud, ya viene un inconformismo de tiempo atrás. Llevamos 28 años con un sistema que no le sirve a la gente, que tiene muchos trámites burocráticos y que impide que las personas puedan acceder a los servicios a los cuales tienen derecho. Este malestar se hizo más grande con la pandemia. Llevamos un año pidiendo garantías que no se han brindado. Luego aparece este proyecto de ley que dice que va a resolver estos problemas en el sector salud, pero, cuando vamos a ver, no es así. Hay mucha indignación porque la reforma es muy mala, realmente no se le salva un artículo. Es igual o más peligrosa que la reforma tributaria porque esto implica que a una persona se le de atención en salud o no, lo cual puede significar la vida o la muerte. Hay algunos que creen que el paro traerá más beneficios (visibilización de la reforma) que consecuencias (aumento de contagios), como miembro del sector de la salud, ¿cuál es su postura frente a esta dualidad? La ocupación de las camas UCI nos preocupa porque la gente está protestando, pero no fue así cuando eran las vacaciones de Semana Santa porque tocaba reactivar la economía; en cambio, ahora que las personas salen a marchar, sí hay problema. Veo este paro bueno en todo sentido. Es un tema de dignidad y de frenar este tema de la corrupción porque aquí se roban 50 billones de pesos al año y no pasa nada. Si ese dinero se destinara a política social, nosotros como colombianos podríamos vivir en condiciones decentes. Entonces es mejor ponerle un límite ahora que seguir trabajando como esclavos toda la vida. A mí me ha tocado caminar debido a los cierres de vías, y lo hago con gusto porque sé que se está luchando por los derechos. Quienes critican el paro tienen vacaciones, prima, salario, horario laboral y eso lo disfrutan porque, años atrás, trabajadores murieron defendiéndolos. Entonces que ellos abandonen sus pensiones, cesantías y demás a ver si tanto les molesta el paro. ¿Qué les dice a todos aquellos colombianos que se han movilizado en los últimos días y esperan seguir haciéndolo? Hay que continuar la lucha por defender los derechos que con tanto sacrificio y sangre se han logrado. Tenemos que seguir luchando por nuestra dignidad, por la vida. Hay que saber por quién votar, cambiar el Congreso de la República y dejar de vender nuestros votos. Debemos buscar entre todos la paz porque todos somos seres con dignidad. Se le deben brindar oportunidades a los colombianos: trabajo, estudio, garantía de derechos. Lo que se está peleando en las calles es un mejor futuro para todos. ¿Cuál es el llamado que le hace al Gobierno Nacional frente a esta situación de Paro Nacional? Que debe estar a la altura de la situación. Un líder, como el presidente, debe estar al servicio de la población, debe tener sensibilidad, la capacidad de escuchar a la gente y de cambiar lo que está ocurriendo en este momento. Tiene que pensar en el valor de las vidas que se han perdido y en evitar perder más. Él tiene la oportunidad de sacar al país de esta crisis. Que pare todas las agresiones, masacres y detenga las reformas. Que respete la Constitución, la democracia, ¿cómo vamos a ser un país viable si eso no se hace?
- Tercer capítulo de la tercera temporada de 15/30
En este capítulo, reflexionamos sobre cómo la globalización tiende a anteponerse sobre las costumbres religiosas y recordamos, además, a los ciclistas que han marcado la historia deportiva del país. Si ves el episodio completo, podrás enterarte también de cuáles son los proyectos que, a nivel nacional, contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático y podrás conocer la historia de Danna Munévar, la científica colombiana más joven en integrar una de las expediciones más relevantes de Egipto. Tercer capítulo de la tercera temporada de 15/30 Laura Ubaque, Luisa Moreno, Kelly Medina, Andrés Caamaño, Sebastián Bustos, Karol Peña, Paula Belalcázar, Danelys Vega, Gabriela Velásquez, Deisy Nivia, Nicolás Villamizar, Juliana Novoa, David Suárez, Mara Mulett, Tatiana Marta, Valeria Ramírez, estudiantes de Comunicación Social y Periodismo En este capítulo, reflexionamos sobre cómo la globalización tiende a anteponerse sobre las costumbres religiosas y recordamos, además, a los ciclistas que han marcado la historia deportiva del país. Si ves el episodio completo, podrás enterarte también de cuáles son los proyectos que, a nivel nacional, contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático y podrás conocer la historia de Danna Munévar, la científica colombiana más joven en integrar una de las expediciones más relevantes de Egipto. Contenido completo Autor:
- ‘El sedentarismo se confunde con la falta de tiempo en la sociedad actual’
‘El sedentarismo se confunde con la falta de tiempo en la sociedad actual’ Juan Camilo Torres Alarcón Fecha: Diana Alarcón, fisioterapeuta especializada en manejo deportivo, afirma que la falta de actividad física en la vida de las personas es la siguiente “pandemia”. Lea también: Correr a los 70 años: la “veterana” de las maratones Compartir Foto: Sendetarismo (DCStudio - Freepik) La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido la actividad física como toda clase de movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, que al final deriva en el consumo de energía del cuerpo. La actividad física, tanto moderada como intensa, y dependiendo de las condiciones específicas de cada persona, mejora la salud. Según OMS, más del 25% de la población adulta en el mundo (1.400 millones de adultos) no alcanza un nivel suficiente de actividad física constante, y alrededor de 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 4 hombres no realizan suficiente actividad física para mantenerse sanos y activos. Por otro lado, enfatiza en que la disminución de la actividad física en las personas se debe, en parte, a varios factores como la inactividad durante el tiempo de ocio, el comportamiento sedentario en el trabajo y en el hogar, o incluso el aumento del uso de medios de transporte pasivos, como lo son los buses o los taxis, por ejemplo. En 2018, la Asamblea Mundial de la Salud acordó una meta mundial para reducir en un 10% la inactividad física para el año 2030. Diana Rocío Alarcón, fisioterapeuta especializada en manejo deportivo, con más de 10 años de trayectoria y que ha trabajado para deportista como el ciclista Egan Bernal, habla sobre su percepción de esta realidad “tan perjudicial” para la salud y las formas de combatirla. ¿Qué se entiende por sedentarismo? Es un término utilizado para definir el estilo de vida de una persona que se encuentra falto de actividad física o deportiva, por lo que determinadas personas terminan siendo muy inactivas. Podríamos decir incluso que es como el mejor amigo de nuestra sociedad actual, debido a los estilos de vida modernos que llevamos hoy en día ¿Qué consecuencias tiene el sedentarismo dentro las personas? Algunas de las consecuencias pueden ser que, a medida que tu cuerpo está más inactivo, quema menos calorías, lo que vuelve a determinada persona más propensa a subir de peso rápidamente y entrar en la obesidad, condición que, es triste decirlo, pero marca una tendencia dentro de los estereotipos relacionados con el sedentarismo hoy en día. También pueden empezar a doler partes del cuerpo que habitualmente no te duelen (como el reumatismo), tener problemas de digestión e incluso presentar deficiencias en las defensas del sistema inmune. Otras secuelas que se pueden presentar como consecuencia de llevar una vida sedentaria son atrofia y debilidad muscular, retracciones musculares, osteoporosis, entre otras. ¿Cuáles son los estereotipos sobre la salud física que más pueden afectar a las personas? La salud física es esencial para el mantenimiento y buen funcionamiento de nuestro organismo. Así mismo, nos ayuda a prevenir enfermedades y a mejorar nuestra calidad de vida. Las personas que son sedentarias o poco activas piensan que con hacer ejercicio una vez a la semana están cubriendo las necesidades del organismo y realmente lo que le están haciendo es más daño al cuerpo ya que, si este se somete a grandes sobrecargas, en poco tiempo puede sobrevenir algún tipo de patología o enfermedad que ponga en riesgo nuestra vida. ¿Cómo una persona puede identificar si tiene conductas sedentarias? La manera en la cual una persona puede empezar a darse cuenta si está teniendo conductas sedentarias es muy fácil, porque los cambios de actitud como pereza o pesimismo dejan entrever la primera clave y es la falta de actitud y disposición para ejercitarse. También, se puede detectar que movimientos habituales sin aparente dificultad para las personas como bañarse, vestirse, amarrarse los zapatos o una simple caminata les genera dolores o molestias musculares. Otro indicador clave puede ser si se realiza ejercicios moderados y la persona presenta cansancio o fatiga con mayor facilidad que lo que ocurría anteriormente ¿Hay ocupaciones que sean más propensas a promover una baja actividad física? Cualquier persona esta propensa a tener una baja actividad física, pero las amas de casa, los empresarios o ejecutivos y todas aquellas personas que realizan un trabajo desde casa tienen una mayor probabilidad de adquirir comportamientos sedentarios debido a las rutinas repetitivas o actividades que no requieren desplazarse. Por eso es importante realizar pausas activas o tener una rutina diaria donde se incluya al menos hacer caminatas cortas. ¿Qué conductas puede adoptar una persona para tener una vida más activa? Las personas deben realizar pausas activas o ejercicio regular al menos tres veces por semana. Esto ayuda a regular nuestro organismo y mejorar nuestra calidad de vida. Por supuesto, vincular la actividad física dentro de sus trabajos pueden convertirse en hábitos y ayudar a alejarte del sedentarismo, como subir y bajar las escaleras de tu casa, caminar cerca del barrio donde viven o en el conjunto, si este lo permite. (Otras actividades efectivas son) evitar mantenerse sentado todo el tiempo, realizar cierto movimiento mientras está hablando por celular y no hacerlo sentado sino hacerlo de pie y caminando. Si te encuentras en tu trabajo, realiza pausas de tipo moderado cada hora que te permitan movimiento para favorecer la circulación. ¿Empezar con una baja intensidad en el ejercicio no le sirve al cuerpo? Para nada, porque tampoco podemos caer en el error de la sobrecarga física, porque como dice el dicho: “Todo en exceso es malo”. La manera más adecuada es empezar a vincular actividad física moderada dentro de tu rutina habitual. Es preferible hacer poco ejercicio que no hacer nada de ejercicio, pero tampoco llevar a tu organismo a un estado de estrés que de pronto lo que va a hacer es generar en ti como una reticencia hacia el ejercicio. Entonces es conveniente empezar con actividades de baja intensidad como caminatas suaves, ejercicios pausados, de entre 15 y 20 minutos de duración, y a medida que vayan adquiriendo más continuidad con las rutinas se puede elevar, con asesoría de un experto, la intensidad del ejercicio. ¿Qué riesgos podría tener la actividad física y cómo prevenirlos? El ejercicio, después de haber estado en un estado sedentario, no se puede tomar como una carrera, y que entre más me canse más estoy mejorando, porque todo tiene su límite. Se pueden tener lesiones deportivas, pero esto se configura como un riesgo casi “remoto”, pero siempre hay que estar precavidos ante cualquier tipo de eventualidad, por lo que se debe realizar buenas sesiones de estiramiento y relajación de los músculos antes y después del ejercicio. También puede haber el riesgo de presentar infarto agudo de miocardio y/o lesiones vasculares, por lo que antes de empezar a tener una vida más activa es importante realizar una evaluación médica que descarte cualquier tipo de enfermedad y/o condición que limite la actividad física. ¿Cómo se ve beneficiado el cuerpo al hacer actividad física? El ejercicio reduce notablemente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes, entre otras enfermedades que vinculan el sistema cardiaco. También ayuda a controlar nuestro peso y a manejar la ansiedad, a la vez que una persona que realiza ejercicio regularmente y practica pausas activas es menos propenso a padecer situaciones de estrés. ¿Afecta por igual a adolescentes y adultos? Realmente en cualquier edad se puede ser sedentario, por eso es importante que desde pequeños se enfatice en la práctica de cualquier actividad física regular.
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