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- Unisabana Medios | Nuestros aliados
Conoce a los aliados de Unisabana Medios. Aliados de Unisabana Medios Estos son los medios de comunicación que han establecido un convenio con la Universidad de La Sabana para intercambio de contenidos, lo cual nos ha permitido visibilizar en otros escenarios los mejores productos que resultan de las clases en nuestra Facultad de Comunicación. Enviar Si estás interesado en un convenio con Unisabana Medios, déjanos en este formulario una dirección de correo al que podamos contactarte. ¡Gracias por comunicarte con nosotros! Te estaremos contactando pronto.
- Unisabana Medios | Audios
Así nace una estrella María Angélica Rivera, Comunicación Social y Periodismo “Hay que ser un hombre, un señor de verdad, para colocarse en los zapatos de una mujer”, cree Diego Dávila, un drag queen venezolano, quien tuvo que dejar a su familia y su creciente fama para encontrar mejores oportunidades en Bogotá. Ver también: José Silva y la vida bajo los tres palos Compartir ¿Qué es el arte Drag? Según el ABC del Arte Drag y Transformista, una organización dedicada a promover el arte drag en Colombia, es una expresión artística en la que una persona transforma su cuerpo, adoptando la estética, fisionomía, vestimenta y manerismos de una persona de un género distinto al sexo que le fue asignado al nacer, con la intención de entretener y entretenerse. Hacer y promover el arte drag se ha convertido en un fenómeno altamente celebrado a nivel mundial. Sin embargo, el panorama en Colombia aún no permite que estos artistas brillen tanto como lo hacen sus vestidos ante las luces del escenario. Este arte enamoró a Diego Dávila cuando tenía tan solo 18 años. Inspirado en cantantes como Selena Quintanilla y Jennifer López, buscó ayuda entre quienes trabajaban con él en una discoteca en Valencia, Venezuela, y aprendió a caminar en intrépidos tacones y a suavizar sus rasgos masculinos con diferentes tonos de maquillaje. Su personaje drag se llamaría Mr. D. Desde allí empezó a labrar su camino hacia el éxito. En esta crónica está la historia de Diego, desde su primera vez en drag hasta sus sueños de ser tan grande como lo fue una vez en Venezuela.
- 15/30: Capítulo 6 de la segunda temporada
En el sexto capítulo de la segunda temporada de 15/30, te contaremos los detalles de la reapertura de las salas de Cine Colombia en todo el país; haremos un homenaje a los libros, en el contexto del Día Mundial del Libro; te presentamos la historia de Fáber Burgos, el youtuber que explica la ciencia a sus seguidores. Además, entérate cómo la moda maximalista vuelve a ser tendencia con prendas típicas de los 90 y ponle la lupa a algunas de las noticias más importantes de la semana. 15/30: Capítulo 6 de la segunda temporada En el sexto capítulo de la segunda temporada de 15/30, te contaremos los detalles de la reapertura de las salas de Cine Colombia en todo el país; haremos un homenaje a los libros, en el contexto del Día Mundial del Libro; te presentamos la historia de Fáber Burgos, el youtuber que explica la ciencia a sus seguidores. Además, entérate cómo la moda maximalista vuelve a ser tendencia con prendas típicas de los 90 y ponle la lupa a algunas de las noticias más importantes de la semana. Contenido completo Autor:
- Las personas detrás de las pruebas de covid-19
Las personas detrás de las pruebas de covid-19 Daniel Fernando Clavijo Bolívar, Comunicación Social y Periodismo Fecha: Jesith Osorio, un superhéroe, esposo y padre de familia, asumió la misión de salvar vidas con una armadura especial: tapabocas, hisopos y piyama quirúrgica. Lea también: ¿Qué cambios dejó la pandemia para la red hospitalaria? Compartir Foto: Daniel Fernando Clavijo Bolívar Mascarilla N95, monogafas, pijamas quirúrgicas, polainas, caretas, entre otros equipos de protección personal, hacen parte del traje de los superhéroes del 2020 y 2021. Se cambiaron las capas por tapabocas. Ya el alcohol no hace parte de fiestas o de reuniones con amigos, ahora se aplica en las manos y es el fiel compañero de esta nueva realidad. En un mundo que parece salido de un cómic, los doctores son parte de un ejército, en la primera línea de combate, con hisopos como sus armas para proteger a decenas de familias. Ellos enfrentan a un enemigo que no dispara, pero destruye rápida y silenciosamente. Detrás de un tapabocas Más allá de un superhéroe con traje azul desechable, más allá de un tapabocas y una careta, estaba un padre de familia, esposo y amigo. Es el caso de Jesith Osorio quien durante mes y medio salía no solo a combatir ese frío estremecedor de las mañanas capitalinas, sino a ese difícil virus que llegó a cambiarle la normalidad en la que vivió durante años. Un mundo que lo sacó de su zona de confort. Después de la llegada del covid-19 a Colombia, el edificio donde hacía sus consultas particulares fue cerrado. El miedo a una crisis económica aumentó poco a poco. Pasaron semanas hasta que Jesith decidió mandar una hoja de vida a una IPS, el pánico económico disminuía, pero el precio de ello era poner en riesgo su vida y la de su familia. “El pánico se apoderó de mí” Esto fue lo que sintió Jesith en su primer día de trabajo de campo. En su cabeza, escasa de pelo, caían poco a poco gotas de sudor que le nublaban la vista. Por su mente pasaba su familia, no podía respirar muy bien, sin embargo, había llegado el momento de realizar la primera prueba, no había tiempo de pensar en algo diferente, como los soldados enfrentándose a su primer combate. El primero de los muchos a los que se tuvo que enfrentar. El desafío consistía en realizar las pruebas para covid-19, pero esta guerra tenía un obstáculo más… su armadura. Estos trajes, lejos de las capas usadas por los superhéroes tradicionales, eran agobiantes. La careta, las monogafas, y la mascarilla N95 le disminuían la visibilidad en un 80%. “Solo veía masas”, recordaba con nostalgia Jesith. Además, respirar era muy difícil y el calor de la pijama quirúrgica lo desesperaba. Los protocolos de bioseguridad llevaron a Jesith al límite durante las primeras semanas. Al mismo tiempo, lo atacó un enemigo inesperado: la cefalea -dolor de cabeza intenso-, muchas veces perdió la orientación, aunque como los héroes de las salas de cine nunca perdió las ganas de salvar vidas. Sus jornadas laborales eran exigentes, el cansancio no daba respiro. Hora tras hora, paciente tras paciente iban sumándose a ese desgaste que no era solo físico, “era un trabajo bastante intenso y muy fatigante, aparte del esfuerzo era el riesgo que se corría”, declaró Jesith. Salía al campo de batalla a las siete de la mañana, en promedio visitaba alrededor de 15 pacientes por día y terminaba esa extenuante jornada hasta altas horas de la noche, privándose de la
- Unisabana Medios | Podcast | Ritmo Colombia
El programa radial con todos los ritmos colombianos, música y cultura de todas las regiones. Ritmo Colombia El programa radial con todos los ritmos colombianos, música y cultura de todas las regiones. Unisabana Radio Compartir
- Premios Te Muestra 2024 | unisabanamedios
2024 Informativo La salsa capitalina La salsa, como género, se ha introducido a la cultura bogotana. Aquí les contamos cómo se baila y se toca en la capital de Colombia. Luisa Fernanda Chacón Solano, Jaime Alberto Garavito Naranjo, Valentina Pardo Pulido, Jean Carlos Rosas Jaramillo, Comunicación Social y Periodismo Prensa - Entrevista Paciencia, ritmo y discreción Alejandro Marín, una de las voces de la radio musical más reconocidas de Colombia, con una larga trayectoria, habla de sus dos pasiones en la vida, de su trayectoria en la radio, de las exigencias de su profesión y del estado actual del arte. Sebastián Martínez Díaz, Comunicación Social y Periodismo Documental Mamasantas Dos abuelitas que de jóvenes fueron contrabandistas para poder sacar a sus familias adelante, cuentan sus experiencias en los diferentes países a los que viajaron. Catalina Rodríguez, Juan Camilo Salgado, Laura Vanessa Gómez, William Cárcamo, Marcela Bula, Maria José Sánchez, Comunicación Social y Periodismo Nominación - Documental Color de rosa En este documental, se cuenta la historia de Diana Herrera, quien reside en el municipio de Oicatá, Boyacá, y que demuestra su fortaleza todos los días en el trabajo que hace con las flores para llevar el sustento a su hogar. Luisa Fernanda Archila Vargas, Mariana Buitrago Velásquez, Marian Alejandra Correal Rubiano, Juan Sebastián Garzón Fernández, Mario Felipe Fonseca, José Joaquín Truque Jaramillo, Comunicación Audiovisual y Multimedios Nominación - Documental Ventura: después de la guerra En Planadas, Tolima, un municipio rico en recursos naturales, Wilmer Silva, ingeniero ambiental, víctima del conflicto armado, y Edward Sánchez, ex-integrante de las FARC, trabajan para transformar y limpiar las secuelas que ha dejado la guerra en Colombia. Diana Lorena Lambuley Garcia, Sergio Francisco Matiz González, Juan Sebastián González Borda, Laura Piedad Muñoz Lozano, Nicolás Pinzón Tibaduiza, Danna Julieth Puentes Fernandez y Paula Valentina Guerrero Ramírez, Comunicación Audiovisual y Multimedios Nominación - Informativo La carranga es una manera de vivir Víctor Rodríguez, de 18 años, quería tocar rock cuando era niño. Sin embargo, el sonido de la carranga lo sedujo y hoy es un talentoso requintista. La melodía de las cuerdas que toca lo llevaron a ganar el Concurso Nacional de duetos y música colombiana de 2018 en Cajicá, Cundinamarca. Laura Nathaly Bermúdez Guevara, Lina María Higuera Sotomayor, Maria José Suesca Zamudio, Camila Fernanda Rincón Ángel, Comunicación Social y Periodismo Nominación - Reportaje radial Chía, un municipio que se hunde en su propio lodo La falta de plantas de tratamiento de aguas residuales en Chía ha causado la contaminación del suelo y del agua en el municipio, además de afectar la salud y la economía de sus habitantes. Jessica García y Nicolás Barahona, Comunicación Social y Periodismo
- El sobrecosto que asumen los productores | unisabanamedios
El sobrecosto que deben asumir los productores del campo colombiano Por Sara Liliana Lepesqueur, Laura Vanesa Barrera, Ana María Cuervo y Laura Angélica Lenis, estudiantes de Comunicación Social y Periodismo. Entre diciembre de 2021 y enero de 2022, los insumos que utilizan los campesinos para cultivar han aumentado entre 43% y 60%. Chocontá es un municipio ubicado 75 kilómetros al noreste de Bogotá, la capital de Colombia. El 70 % de sus habitantes se dedica a actividades agropecuarias, convirtiéndolo en el tercer productor de papa de Cundinamarca. Para sembrar este tubérculo se necesita un clima templado entre los 7° C a 18° C, abundantes lluvias que mantengan el terreno frío y húmedo, semillas de alta calidad, empleados, maquinarias y manos laboriosas de campesinos como Eleuterio Murcia. Eleuterio empieza el día a las dos de la mañana. Se levanta a ordeñar sus vacas y destina a esta actividad al menos cuatro horas diarias. A las seis, cuando la leche está lista, sale al pueblo a venderla. Sobre las siete de la mañana, inicia el día como agricultor en su finca —ubicada en el sector Piedresal de Pueblo Viejo, una de las 22 veredas de Chocontá— donde dedica alrededor de 10 horas al cultivo de papa. A las cinco de la tarde, regresa a su casa para ver a los animales y terminar su jornada a las siete de la noche. El chocontano de 56 años ha dedicado la mitad de su vida a los cultivos, que hoy ocupan aproximadamente media hectárea y producen 10 cargas de papa, es decir, 20 bultos. Cada bulto es equivalente a 4 arrobas, o sea, 50 kilogramos. En Chocontá hay 20.568 personas, 48,6 % de ellas habitan el espacio rural, pero solo alrededor de 700 cultivan, y deben asumir, como Eleuterio, los sobrecostos en los insumos del campo, que son una inversión importante para los productores; por ejemplo: para cultivar un bulto de papa, se necesitan dos bultos de fertilizante, un litro de fungicida y un litro de insecticida, que en el último año han duplicado su precio. Según el DANE, se ha visto un incremento de entre 43% y 60% en el precio de los insumos para el campo. Entre diciembre del 2021 y enero del 2022 los fertilizantes subieron un 51,56 %, los fungicidas un 49, 40% y los insecticidas un 45,51%. El aumento se debe principalmente al alza del dólar y la dependencia de Colombia, en temas de importación de insumos, de países como Rusia, Venezuela, Ucrania, China y Estados Unidos. “Si yo tenía tres obreros, eran tres familias a las que yo estaba empleando, pero resulta que ahora un bulto de abono pasó de valer 70 mil a valer 210 mil pesos. Entonces me tocó comprar la mitad del abono y, aparte de eso, suspender a uno o dos obreros para que el cultivo se pueda seguir manteniendo” cuenta Andrey Marín, campesino y realizador audiovisual de La Belleza, Santander. Alexandra Polo, directora de cadenas agrícolas y forestales del Ministerio de Agricultura, afirma que “el mayor problema del campo colombiano es el acceso a los insumos y el sobrecosto que deben asumir los productores para obtener una buena cosecha”. Asimismo, menciona que la segunda barrera para el campesinado es la comercialización “puesto que hay una brecha gigante (y muchos intermediarios) entre el productor y el comercializador final”. Para no perder la cosecha, Eleuterio se ha visto obligado a ofrecer sus productos en supermercados pequeños de Chocontá y a personas que lo buscan directamente. Algunas veces negocia con intermediarios que van hasta su finca, pero les cobra más barato, puesto que les vende toda la carga. Así como él, en Colombia hay 15.169 personas campesinas que también se ven afectadas económicamente al momento de transportar sus cosechas. Esto se debe a que los lugares en los que se encuentran los campos productivos del país están alejados de la zona urbana y los campesinos no tienen oportunidad de hacer ventas directas. Con el proyecto Campo Vida, una apuesta digital para mostrar por medio de Facebook e Instagram el diario vivir de los campesinos en Colombia, Andrey Marín ha tenido la oportunidad de evidenciar diversas realidades del campesinado y por eso explica el rol de tres tipos de intermediario y su importancia en el proceso de comercialización de una cosecha. Está el transportador que, para poner un ejemplo, va a la vereda, recoge 100 bultos de papa y los lleva desde el lugar del cultivo hasta el destino, cobrándole al campesino 5 mil pesos por transportar cada uno. El intermediario, por el contrario, le compra al campesino esos 100 bultos en 500 mil y se los vende a un bodeguero en 1 millón de pesos. El bodeguero se encarga de la comercialización final. Por ejemplo, recibe 30 bultos de papa de un campesino, 100 de otro, 70 de alguien más, hasta que completa el producto que necesita un supermercado grande. Los bodegueros suelen ser los únicos con el potencial de cerrar compras grandes y periódicas. Por ejemplo, un campesino vende un kilo de papa en 1.800 pesos a un bodeguero, este puede revenderlo 3.600 pesos. La papa, finalmente, se ofrece en 4.000 pesos en el supermercado. Los bodegueros, a los cuales acuden los supermercados y algunos productores del país, se encuentran ubicados en Corabastos, la plaza de mercado más grande de Colombia y la central de abastos de alimentos más importante de Bogotá, pues provee suministros a las demás plazas de la ciudad. Para los productores como Eleuterio, la asociatividad es un camino importante para disminuir los costos de producción y ampliar la comercialización. En el municipio existe la Asociación de Paperos de Chocontá (ASOCAP), la única enfocada al cultivo de papa y compuesta por 530 productores. José Murcia, representante legal de ASOCAP, explica que el campesino recibe ciertos beneficios al estar inscrito en la asociación, “en el tema de la maquinaria como tractores o lavadoras de papa, se reduce 5 mil pesos del valor comercial por hora […] también existen cursos de costos de producción, de planes de negocio, bultos de semillas y algunos insumos”. Estos grupos, aunque ayudan al campesino, crecen de forma muy lenta y no cubren problemas como el de la comercialización, pues es difícil conseguir grandes contratos. “Tuvimos un contrato con la Gobernación, específicamente con el Fondo de Desarrollo de Proyectos de Cundinamarca (FUNDECUN), que nunca nos funcionó. Ellos pagaban un mes y medio después y descontaban el 10% del producto”, expone José. Los integrantes de la asociación, como Eleuterio, afirman que solo reciben ayudas del Gobierno cuando hacen paro y exigen soluciones. Por ejemplo, gracias al paro agrario del 2013 obtuvieron de parte del Ministerio de Agricultura dos tractores y una lavadora de papas, que siguen siendo la única maquinaria de la asociación. Por otro lado, José explica que han prosperado tanto en la agrupación como en el campo gracias a entidades que prestan su atención y realizan convenios directos con ASOCAP como la Federación Colombiana de Productores de Papa – FEDEPAPA. Jorge García, ingeniero agrónomo de Fedepapa, explica que a través del Fondo Nacional de Fomento de la Papa (FNFP) se cobra el 1% de la producción total a cada afiliado. Con el dinero que se recauda, los campesinos pueden acceder a Escuelas de Campo, un programa que busca transferir tecnología a los productores, capacitar en temas de manejo integrado de plagas, enfermedades y todo lo que tiene que ver con el manejo fitosanitario. Alexandra Polo, funcionaria del Ministerio de Agricultura, también expone el tema de la tecnología como uno de los mayores problemas del campo colombiano, pues explica que algunos productores pequeños no han querido (o no han podido) innovar para mejorar la producción de sus cultivos a través de estrategias tecnológicas. El problema es que la cobertura de internet en Cundinamarca es de 13,4%. Gonzalo Ariza, chocontano de 70 años, sabe de ganado y también es tractorista, pero los últimos 20 años los ha dedicado a la papa. Su última cosecha no fue buena. Al lado de su casa tiene 17 bultos de papa echados a perder, ‘picados’ por la gulupa, una plaga de gusanos. Él, al igual que otras 19,683 personas en Chocontá, no tiene acceso a internet. No tiene tecnología en su casa —tampoco podría usarla— y no pertenece a ninguna asociación, por lo que no está al tanto de las capacitaciones del manejo fitosanitario (de plagas) que brinda ASOCOP. A su casa no llegan volantes, ni periódicos y, en tiempos de lluvia, es difícil acceder a un vehículo. El único canal de comunicación de Gonzalo es la emisora Amigos de Chocontá (101.3 FM). En los últimos 4 años y hasta septiembre de 2022, la inversión total para el sector agrícola en Cundinamarca ha sido de $44.256 millones. Los frentes que se han fortalecido son: la tecnificación del campo, el fortalecimiento productivo, el apoyo con insumos y semillas y los programas de incentivos al crédito agropecuario. Pese a que el Estado invierte en el campo y ofrece algunas soluciones, el panorama del sector agropecuario es aún desolador. Los campesinos siguen enfrentando múltiples problemas económicos y tecnológicos que abren más la brecha entre su situación y el progreso del campo colombiano. Los insumos y costos de producción siguen aumentando su precio. Ahora es más difícil para el campesino seguir con su labor y para el consumidor final reconocer el valor agregado de productores como Eleuterio y Gonzalo, quienes siguen esperando el reconocimiento que merece su arduo trabajo y mejores oportunidades dentro de su entorno. Share
- Una realidad compleja
Una realidad compleja Ricardo Rosero Meza El peso físico también pesa en el espíritu. Cada decisión por intentar reducir un kilo es como una montaña rusa de deseos, frustraciones y una determinación por recuperar la normalidad. Da clic en las imágenes para la vista completa. Lea también: Presidio Obesidad Una Realidad Compleja 1.jpg Obesidad Una Realidad Compleja 2.jpg Obesidad Una Realidad Compleja 8.jpg Obesidad Una Realidad Compleja 1.jpg 1/8
- Yolanda Ruiz
Yolanda Ruiz Desafíos éticos del oficio de informar Directora de Noticias RCN Radio y autora del libro ‘En el filo de la navaja’. Referente en las reflexiones sobre ética en el periodismo en tiempos de posverdad y redes sociales. Compartir Ver también: La reinvención del New York Times
- Pantallas en casa
Pantallas en casa Oscar Andrés Gutierrez, Comunicación Audiovisual y Multimedios En este ensayo fotográfico se evidencia el influencia de los dispositivos electrónicos en el grupo familiar: cada cual conectado a través de un equipo distinto, ¿estarán limitando la interacción? Lea también: Claves para evitar riesgos digitales 1/8
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