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El amor por lo que amas Alison Vanessa Algarra Sarmiento Esta serie fotográfica narra la historia de Edilma Fernández de Sarmiento, una mujer de 67 años que ha cultivado una pasión por las plantas y el esoterismo. Los objetos que hoy la acompañan son portadores de recuerdos de su audacia y valentía, con la cual abre todos los días su puesto en la Plaza de Mercado de Pacho, Cundinamarca, donde lleva trabajando desde hace 45 años. Da click en las imágenes para la vista completa. Lea también: La esencia de una madre trabajadora 1/8

Circo de semáforo David Santiago Forigua, Comunicación Social y Periodismo De acuerdo con cifras del DANE (Departamento administrativo nacional de estadística) para el primer semestre del año la proporcionalidad de informalidad fue de 48,5%. Lea también: Teatro santo en Bogotá 1/11 Lo anterior da cuenta de los millones de trabajadores que buscan un sustento económico y encuentran en variedad de campos una forma de ganarse la vida. Entre estos, aquellos que, mediante espectáculos cortos pero entretenidos, sorprenden y distraen a cambio de unas cuantas monedas a los conductores y pasajeros que frente a los semáforos se detienen. Entre ellos se encuentra Sebastián Martínez, un joven de 23 años, ejemplo de la dedicación, el trabajo, la creatividad y el talento. Con su historia nos da una muestra de las vidas detrás de quienes nos asombran por unos cuantos segundos y que rara vez volvemos a ver.

Chíalandia Andrea Carolina Martín Flórez Ser ficticisio y de papel no te exime de afrontar la realidad... Da clic en las imágenes para la vista completa del fotoensayo. Lea también: Mi propia persona Chíalandia #1.jpg Chíalandia #2.jpg Chíalandia #17.jpg Chíalandia #1.jpg 1/17

La historia de una mujer que se transforma tras años de sufrir acoso sexual en las calles. Cuarto de piropos Ancla 1 Ana María Navarro, Comunicación Social y Periodismo Laura Nathalia López, de Comunicación Audiovisual y Multimedios La primera vez lloré. Volví a mi casa, me encerré en mi habitación y lloré. Tenía trece años, no entendía lo que había sucedido, pero me sentía terrible. No hablaba de ello, pero con el tiempo me di cuenta de que era más común de lo que creía. Al pasar de los años empeoró; ahora ocurría más seguido. No volví a llorar, pero el dolor creció. Con el tiempo mi vitalidad se fue apagando. Comencé a desconfiar de todos. Dudaba hasta de mí misma, pensando que era culpa mía. Poco a poco mi identidad se fue desvaneciendo. Siempre vestí con colores vivos, con faldas, pantalonetas y blusas sin mangas; así me sentía cómoda. Algunas veces mi madre me preguntaba sobre el porqué del cambio. ¿Cómo le explico que por culpa de esa ropa me han lastimado? Nunca entendí la razón por la que lo hacían. Pero eso ya no importa. Ellos me han convertido en lo que soy ahora. Y pienso hacerlos pagar. —Levántate, basura. Vinieron por ti. Abro la puerta y saco al hombre de la habitación de un tirón. Hay una chica esperándome sentada en una de las sillas del pasillo. —Es todo tuyo —miro a la chica, señalándole a la persona tirada en el suelo con la cabeza antes de volver a la habitación. Cierro la puerta y pongo mi atención en los cuerpos tirados en el piso. —¡Silencio, todos! Al próximo que escuche decir un piropo, le pego un tiro. Lea también: Pasillo 13 Camino de Letras es una iniciativa del programa de Comunicación Social y Periodismo, en el que se reúnen las creaciones literarias de estudiantes y profesores de la Universidad de La Sabana. Si quieres escribir para esta sección, haz clic aquí.

La historia relata la desconexión y desconcierto de una persona que padece trastorno de personalidad múltiple. Enemigo subjetivo Ancla 1 Dana Catalina Romero Martínez, estudiante de Comunicación Audiovisual y Multimedios Gordon Johnson en Pixabay Me hallaba atada, atemorizada y confundida. Observabaa mi alrededor e intentaba reconocer el lugar en el cual me encontraba retenida. El último recuerdo conservado en mi memoria me remonta a nuestra cita. Ubicados en el parque Simón Bolívar, preguntaste si quería casarme contigo. La respuesta afirmativa ante tu interrogante demostraba mi devoción. El amor reinante en mi corazón parecía perder su corona cuando cruzaste por la puerta y me dirigiste esa frívola mirada. Vislumbré al traidor de mi confianza. La ansiedad se apoderó de mi cuerpo. Él retiró un frasco de su bolsillo y depositó una de las pastillas en mi mano. Cuánta crueldad contenida en ese hombre. Él conocía bien de mis enfermedades mentales, había presenciado mis episodios, agendaba las citas con el psiquiatra y me daba mi medicación diaria. Pronto el desconcierto se convirtió en tristeza y se expresó en lágrimas cuando él enunció: «Rebecca, tu otra personalidad te gobernó por años y mató a nuestro hijo». Lea también: El naufragio del oro blanco Camino de Letras es una iniciativa del programa de Comunicación Social y Periodismo, en el que se reúnen las creaciones literarias de estudiantes y profesores de la Universidad de La Sabana. Si quieres escribir para esta sección, haz clic aquí.

Retrato Psicológico Juan Sebastián Angulo Chols ¿Qué tal si nos sentamos un momento y empezamos a reflexionar sobre los gestos que mostramos a los demás al sentir cualquier tipo de sentimiento? Al hacerlo nos damos cuenta del montón de mensajes que podemos enviar a los que están a nuestro alrededor de manera directa o indirecta. Da click en las imágenes para la vista completa. Lea también: Instantes de felicidad 1/8

En lo profundo de la mente de Iván yacía una obsesión siniestra por las diversas maneras en que la muerte podía manifestarse. Delirios Ancla 1 Sara Jimena Ruiz Ilustración por Diego Fernando Muñetón Correa En lo profundo de la mente de Iván yacía una obsesión siniestra por las diversas maneras en que la muerte podía manifestarse. Cada día, su imaginación se sumergía en vívidos pensamientos donde él mismo era el protagonista, imaginando olores nauseabundos y sensaciones escalofriantes. Visualizaba sus extremidades desgarradas y el cuerpo perforado en la nada, mientras crujían las ramas y el viento susurraba a su alrededor. Una tarde nublada, mientras cruzaba un túnel, se vio sumergido en un nuevo pensamiento. El eco de sus pasos se escuchaba a kilómetros, y el olor a humedad y moho estaba en todos lados. De repente, una figura se abalanzó sobre él. Un cuchillo se incrustó en su pecho. Soltó un grito ensordecedor. El dolor y el terror lo acompañaban mientras se desplomaba al suelo. Iván podía sentir el calor de la sangre que brotaba en su herida, mezclándose con el olor metálico que invadía el aire. La muerte lo llamaba en aquel túnel… Sin embargo, en su último aliento se encontró con la realidad de que solo era un pensamiento. La obsesión aumentó, y la línea entre sus oscuras fantasías y la realidad se volvió muy fina. En su mente, transitaba por incontables maneras de acabar consigo mismo, rumiando una pregunta escalofriante: ¿Su obsesión sería capaz de trascender los límites de la imaginación? Lea también: El corazón de la hierba Camino de Letras es una iniciativa del programa de Comunicación Social y Periodismo, en el que se reúnen las creaciones literarias de estudiantes y profesores de la Universidad de La Sabana. Si quieres escribir para esta sección, haz clic aquí.

Trance Laura Alejandra Sierra Escandón, estudiante de Comunicación Audiovisual y Multimedios Un fotoensayo sobre el duelo de quien pierde a un ser querido y sobre la experiencia de enfrentarse a la muerte. Lea también: Trastornos mentales, más allá de las cifras Trance Inesperada es la vida, inesperada es la muerte, todo es caos, todo es cambio; 300 vidas nacen por minuto, casi 150.000 mueren en un día -en tiempos de pandemia la verdad llega a ser más- pero, ¿tú por qué tuviste que formar parte de esas estadísticas? No hay forma de explicar, de borrar o suprimir totalmente esos sentimientos que me comen diariamente. La vida es corta, me quedó muy claro, y sí, la muerte es parte de la vida, parte de la evolución, no la juzgo, mueres y tu alma sube o va a un espacio incierto, tu cuerpo queda en la tierra siendo solo un medio de aquella existencia que tuvimos alguna vez. ¿Pero qué pasa cuando mueres internamente porque te desgarran y aún sigues viviendo con cuerpo y alma en este mundo? No lo sé. El recuerdo mata. Trance Inesperada es la vida, inesperada es la muerte, todo es caos, todo es cambio; 300 vidas nacen por minuto, casi 150.000 mueren en un día -en tiempos de pandemia la verdad llega a ser más- pero, ¿tú por qué tuviste que formar parte de esas estadísticas? No hay forma de explicar, de borrar o suprimir totalmente esos sentimientos que me comen diariamente. La vida es corta, me quedó muy claro, y sí, la muerte es parte de la vida, parte de la evolución, no la juzgo, mueres y tu alma sube o va a un espacio incierto, tu cuerpo queda en la tierra siendo solo un medio de aquella existencia que tuvimos alguna vez. ¿Pero qué pasa cuando mueres internamente porque te desgarran y aún sigues viviendo con cuerpo y alma en este mundo? No lo sé. El recuerdo mata. Trance Inesperada es la vida, inesperada es la muerte, todo es caos, todo es cambio; 300 vidas nacen por minuto, casi 150.000 mueren en un día -en tiempos de pandemia la verdad llega a ser más- pero, ¿tú por qué tuviste que formar parte de esas estadísticas? No hay forma de explicar, de borrar o suprimir totalmente esos sentimientos que me comen diariamente. La vida es corta, me quedó muy claro, y sí, la muerte es parte de la vida, parte de la evolución, no la juzgo, mueres y tu alma sube o va a un espacio incierto, tu cuerpo queda en la tierra siendo solo un medio de aquella existencia que tuvimos alguna vez. ¿Pero qué pasa cuando mueres internamente porque te desgarran y aún sigues viviendo con cuerpo y alma en este mundo? No lo sé. El recuerdo mata. Trance Inesperada es la vida, inesperada es la muerte, todo es caos, todo es cambio; 300 vidas nacen por minuto, casi 150.000 mueren en un día -en tiempos de pandemia la verdad llega a ser más- pero, ¿tú por qué tuviste que formar parte de esas estadísticas? No hay forma de explicar, de borrar o suprimir totalmente esos sentimientos que me comen diariamente. La vida es corta, me quedó muy claro, y sí, la muerte es parte de la vida, parte de la evolución, no la juzgo, mueres y tu alma sube o va a un espacio incierto, tu cuerpo queda en la tierra siendo solo un medio de aquella existencia que tuvimos alguna vez. ¿Pero qué pasa cuando mueres internamente porque te desgarran y aún sigues viviendo con cuerpo y alma en este mundo? No lo sé. El recuerdo mata. 1/18 Inesperada es la vida, inesperada es la muerte, todo es caos, todo es cambio; 300 vidas nacen por minuto, casi 150.000 mueren en un día -en tiempos de pandemia la verdad llega a ser más- pero, ¿tú por qué tuviste que formar parte de esas estadísticas? No hay forma de explicar, de borrar o suprimir totalmente esos sentimientos que me comen diariamente. La vida es corta, me quedó muy claro, y sí, la muerte es parte de la vida, parte de la evolución, no la juzgo, mueres y tu alma sube o va a un espacio incierto, tu cuerpo queda en la tierra siendo solo un medio de aquella existencia que tuvimos alguna vez. ¿Pero qué pasa cuando mueres internamente porque te desgarran y aún sigues viviendo con cuerpo y alma en este mundo? No lo sé. El recuerdo mata.

Desesperación Samuel Anton Osorio La caía es posible cuando no hay respuestas. Da clic en las imágenes para la vista completa del fotoensayo. Lea también: Before the Line Desesperación 1.JPG Desesperación 2.JPG Desesperación 20.JPG Desesperación 1.JPG 1/20

Algo se construye Néstor Eduardo Piedrahita Peña., Comunicación Audiovisual y Multimedios Un homenaje a quienes se dedican a edificar edificios y casas, para llevar, así mismo, algo de sustento a su hogar. Esta serie de fotografías retratan la etapa de una obra. Lea también: Sin justicia ni seguridad en el trabajo, no se puede 1/7