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  • Carranga: música, ruanas y patrimonio

    Carranga: música, ruanas y patrimonio Sebastián Angulo Bonilla y Laura Sofía Solórzano Cárdenas, Comunicación Social y Periodismo. Sebastián Angulo Bonilla y Laura Sofía Solórzano Cárdenas, Comunicación Social y Periodismo. La música carranguera es parte del patrimonio cultural inmaterial de Colombia. Representa la expresión del campesino y, en su afán por preservar el género, hay quienes lo han fusionado con otros ritmos. Haz clic para acceder al contenido Ver también: Carranga, una manera de vivir Compartir

  • "Es un suicidio ser líder social"

    Isabella Jimenez < Volver "Es un suicidio ser líder social" Camera Isabella Jimenez Cristian Córdoba dirige la fundación "Un joven convencido convence", la cual lucha por la salud y educación de los jóvenes en el Chocó. Él cuenta sobre la realidad de la población en su deparamento. Ver también: Ver también:

  • Aprendizaje virtual: un aliado de la educación superior

    Aprendizaje virtual: un aliado de la educación superior Jimena Cantor Santana, Comunicación Social y Periodismo Fecha: Debido al confinamiento obligatorio impuesto por el Gobierno Nacional, más de 160 universidades han tenido que adaptarse en tiempo récord a la virtualidad. Lea también: "Una nueva oportunidad" Compartir Foto: Foto: Jimena Cantor Santana A las seis de la mañana inicia el día de Laura Díaz, estudiante de Lenguas Modernas de la universidad EAN, quien intenta conservar su rutina diaria. En la mañana asiste a sus clases virtuales a través de la plataforma Zoom. Durante la tarde hace ejercicio en su casa y en la noche cumple con sus deberes de la universidad. Sin embargo, asegura que estar en cuarentena requiere un esfuerzo mental significativo: “es imposible que la ansiedad no aparezca en algún momento, pero intento mentalizarme con la idea de que esto es temporal. Me siento mejor pensando que cada vez son menos días los que duraremos encerrados”. El COVID-19, virus que afecta el aparato respiratorio y puede desencadenar neumonía y otras complicaciones en la salud, fue descubierto en el mes de diciembre en Wuhan, China. Desde entonces, el virus se ha esparcido rápidamente en todo el planeta. El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró una pandemia, ya que se encuentra activo en más de 188 países. Ya se suman cerca de 4 millones 400 mil casos en todo el mundo, de los cuales 297.682 personas han sido víctimas mortales. En Colombia las cifras aumentan de una manera más lenta a la de sus países vecinos, gracias a la cuarentena impuesta por el gobierno de Iván Duque desde el 24 de marzo. Debido a esto, todos los ciudadanos en el territorio nacional se han visto obligados a confinarse en sus casas, con pocas excepciones para salir, como la compra de víveres y la realización de pagos en los bancos en horarios específicos. Con el paso de las semanas, se ha autorizado a algunos sectores a iniciar vida productiva, pero con limitaciones. Adicionalmente, las universidades, colegios y empresas han tenido que adaptarse a la virtualidad. En el panorama actual, la pandemia del COVID-19 no está pronta a llegar a su fin. Por esta razón, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, emitió un documento oficial en el cual faculta a las universidades y demás instituciones de educación superior a mantener la modalidad de clases remotas hasta el 30 de mayo. Sin embargo, si para esa fecha la emergencia sanitaria continúa, la modalidad virtual se mantendrá indefinidamente. En el documento se recalca que el hecho de que las clases sean virtuales no significa que se pierdan las condiciones de calidad en el registro calificado modalidad presencial . Por lo tanto, cada Universidad debe implementar las herramientas tecnológicas aprobadas por el Gobierno Nacional para garantizar un proceso educativo efectivo y una culminación del primer semestre del año de manera satisfactoria. La polémica de la virtualidad A pesar de los intentos de las instituciones educativas por adaptarse a la virtualidad de una manera efectiva, muchos de los estudiantes se encuentran inconformes con el cambio drástico a esta modalidad educativa. La calidad de las clases, la falta de acceso al internet o la falla de este, la ausencia de equipos electrónicos aptos para participar en las clases en línea, la sobrecarga académica y los horarios que algunos profesores han tenido que modificar para realizar las clases, hacen parte de las preocupaciones de la mayoría de los estudiantes. Por otro lado, las constantes distracciones que hay en el hogar dificultan el proceso de aprendizaje. “Estar en un aula de clase es muy importante, ya que es fundamental estar un ambiente que promueva las acciones que uno va a realizar, en este caso, estudiar”, así lo afirma Juan Camilo Quiroga, estudiante de Ingeniería Civil de la Universidad Militar Nueva Granada. Las plataformas digitales más utilizadas durante la cuarentena por las universidades son Microsoft Teams, Zoom y Google Hangouts. Estas ayudan a que la comunicación entre estudiantes y maestros sea más efectiva, ya que intentan simular las mismas condiciones de aprendizaje que se registran en un aula de clase. Dichas plataformas cuentan con herramientas como las videoconferencias, las cuales pueden ser grabadas y almacenadas en el grupo de la clase para su posterior consulta. Por otro lado, permiten la personalización de las aulas virtuales para suplir las necesidades de los estudiantes y los profesores. Los estudiantes no son los únicos que se han visto afectados por la adaptación a plataformas digitales . Adriana Ángel, profesora de la Universidad de La Sabana, afirma que la dificultad más grande durante las clases virtuales ha sido remplazar las actividades o trabajos de campo que se tenían preparados para el resto del semestre académico con ejercicios que puedan realizarse en casa . Otra de las preocupaciones que aqueja a la docente es no lograr que al final del semestre los estudiantes adquieran los conocimientos propuestos en el plan de estudios. “Poder sacar notas es importante, pero mi objetivo es que mis estudiantes puedan apropiarse de los contenidos de la clase para aplicarlos en su vida profesional. Con las clases remotas es más difícil lograr esto”. Aunque las universidades han tenido que adaptarse en tiempo récord a la virtualidad, la gran mayoría de ellas ya han logrado acondicionar sus procesos en un 90%. Obdulio Velásquez, rector de la Universidad de La Sabana, aseguró en una entrevista publicada en La República , que “la virtualidad ha mejorado la asistencia de los estudiantes a las clases, pero tenemos un reto con quienes se fueron a sus regiones y no tienen conectividad”. Sin tener el tiempo de repensar la situación, las instituciones de educación superior asumieron el reto de implementar la educación virtual. Aunque están limitados al contacto por medio de una pantalla, maestros y estudiantes hacen su mejor esfuerzo para afrontar el reto de mantener el proceso educativo a distancia. Sin embargo, no todos los estudiantes han podido acceder a las clases remotas y estas no parecen satisfacer completamente las necesidades de aprendizaje de los alumnos. Este es el desafío al cual se enfrentan las universidades del país: garantizar una educación de calidad en los tiempos de la contingencia.

  • Colombia sí tiene goleador mundial

    Colombia sí tiene goleador mundial Marcela Novoa Ramírez, Comunicación Social y Periodismo Fecha: La historia de Jhon Eider González, el joven colombiano que en España fue el mejor goleador del Mundial de Fútbol para Ciegos, 2018. Lea también: “Ser mujer me abrió un espacio en el deporte” Compartir Foto: En el fútbol sonoro los arqueros son las únicas personas videntes. Foto: Marcela Novoa “Recibo el balón en la mitad del campo y sale a marcarme Joao Batista, uno de los mejores jugadores de Brasil, le hago un sombrero, bajo de nuevo el balón y al defensa que viene le hago un túnel de taquito, pateo hacia el palo derecho del arco y hago gol”. Es la anécdota que me cuenta Jhon Eider González recordando su mejor momento en el fútbol, cuando competía para un equipo brasileño en el 2017. Acordamos encontrarnos en el Parque Nacional, donde entrena sin falta los miércoles y viernes de cada semana. No sabía realmente en qué consistía aquel deporte y la curiosidad que me generaba ver a Jhon y a sus compañeros jugando era enorme. Llegué más temprano de lo pactado y tiempo después llegó él tomado del hombro de otro joven. Cuando lo saludé no fue necesario presentarme, habíamos hablado un par de veces por teléfono y recordaba perfectamente mi voz. De inmediato me llamó por mi nombre y extendió su mano con un poco de timidez para saludarme. —Perdona la demora, el tráfico estaba pesado —dijo con una sonrisa sutil. Moverse de Ciudad Bolívar al nororiente de la ciudad claramente no es tarea fácil para nadie, por lo que comprendía su retraso. Ese día Jhon llegó al parque en compañía de su sobrino, algo poco habitual, pues la mayor parte del tiempo se mueve solo por la ciudad. Allí, junto a la cancha que lo ha visto evolucionar, inició nuestra conversación. Su sueño de ser futbolista empezó siendo tan solo un niño. Tenía 6 años cuando le obsequiaron lo que él describe como el mejor regalo que ha recibido hasta ahora, un balón de fútbol. Desde entonces, empezó a practicar fuertemente, quería seguir el ejemplo de sus dos hermanos, uno de ellos arquero y el otro delantero; se destacaba entre sus compañeros y se esforzaba al máximo para cumplir ese sueño de ser el mejor jugador del mundo. Para cualquier persona puede ser algo difícil, incluso insuperable, perder la visión. Sin embargo, para Jhon las cosas fueron diferentes. —Jugaba fútbol 11, salté a cabecear el balón y mi compañero igual, chocamos tan fuerte nuestras cabezas que los dos quedamos inconscientes y nos tuvieron que llevar al hospital. Tenía 9 años cuando esto ocurrió y, a pesar del fuerte choque, su tiempo en el hospital no fue extenso. Tras una revisión, el médico les dijo a él y a su familia que no había ninguna complicación, entonces se fueron a casa. Pasó un día y Jhon empezó a sentir una fuerte molestia en sus ojos, el impacto que recibió en aquel salto fue tan fuerte que terminó afectando para siempre su visión. —Empecé a ver muy borroso y me ardían mucho los ojos, mi madre me llevó al médico y entonces nos dijeron que tenía desprendimiento de retina —recuerda con incomodidad. Jhon no creyó que esto fuera razón para dejar de hacer lo que tanto amaba. Estuvo un mes lejos de las canchas, el de la recuperación, y pronto volvió a jugar, sabiendo que ya no lo podría hacer como había querido siempre, profesionalmente. Durante nuestra conversación, me repetía una y otra vez que el apoyo de su familia fue lo más importante en aquel entonces, que sin sus hermanas y su madre no habría afrontado igual lo que ocurrió. No le gustaban los tatuajes, pero lleva tatuado el nombre de su mamá y la fecha de su nacimiento en el brazo derecho, pues asegura que el amor que siente por ella merece todo. Para su familia, él es la mayor razón de orgullo, es así como se refieren sus hermanas al hablar de él y de todo lo que ha logrado. El fútbol para ciegos, a diferencia del fútbol convencional, se juega en una cancha sintética que permite que el balón, el cual tiene 6 cámaras de sonido incorporadas, suene al impactar con el piso y los deportistas puedan ubicarlo. Los jugadores deben gritar la palabra ‘voy’ para alertar a quienes estén cerca y evitar choques y todos los competidores, exceptuando a los arqueros, son personas con discapacidad visual. Por todo lo demás, este deporte es igual o más apasionante que el fútbol que todos conocemos. Dejar el fútbol no fue la reacción que tuvo Jhon tras el accidente, pero por supuesto hubo alguna: —Estaba muy pequeño cuando quedé ciego y por eso no fue tan difícil afrontarlo. Mi única reacción fue no querer estudiar más. La mayoría de nosotros afrontamos muchos cambios en nuestra adolescencia y a Jhon hablar de esta etapa le afecta un poco. Fue entre los 14 y los 16 años cuando emocionalmente sintió el impacto de haber quedado ciego y asegura que para ese entonces no tenía ninguna motivación en su vida. —A esa edad ya era más consciente de las cosas y, como todos, entré en una etapa de rebeldía, no quería hacer nada con mi vida y me afectaba el hecho de saber que nunca podría jugar fútbol en césped porque el balón no sonaba. La motivación y el apoyo de su familia y de aquellos que tanto lo querían fueron lo que lo llevaron a conocer el fútbol que ahora practica. Fue mediante un conocido de sus hermanas que llegó a las canchas donde entrenaba el equipo del que hace parte desde hace 4 años. Juan Carlos Castañeda, director de la Selección Cundinamarca de Fútbol 5 para ciegos, fue quien recibió a Jhon en el equipo. Cariñosamente lo llama Jhoncito y destaca de él su disciplina y constancia con el deporte. Ha sido testigo de su crecimiento como deportista y de cada uno de sus logros como persona. —Cuando él llegó al grupo aún no había terminado su bachillerato, pero con la motivación de todos sus compañeros y su familia lo está haciendo, incluso está pensando en qué carrera universitaria quiere realizar —cuenta Juan Carlos con orgullo. Aquel día estaba maravillada con la destreza de cada uno de los jugadores, nunca había visto un partido de fútbol sonoro y no podía explicarme cómo un deporte tan maravilloso y el talento de todos estos deportistas eran poco conocidos. Jhon tiene un sentido de ubicación muy bueno y realmente parece que sus pies conocen a la perfección la cancha. Es ágil, rápido y muy fuerte, no por nada se llevó el título de mejor jugador en la copa América de Chile 2017, el de mejor jugador extranjero, que ganó compitiendo para un equipo brasileño en el mismo año, y ahora, el del mejor del mundo, que se trajo con todo el mérito del mundial de España 2018. Jhon es uno de los jugadores más jóvenes del equipo y entre sus compañeros resalta la relación que tiene con Sebastián Zárate, a quien conoce desde que empezó a practicar este deporte. —Su gran amor es el fútbol, no hay duda, todo el tiempo habla de él. Es una gran persona y un excelente amigo — menciona Sebastián con una sonrisa. Con 21 años, los sueños de Jhon Eider González no son los mismos, si bien ha logrado ser el mejor jugador del mundo y, de una u otra manera, cumplir ese sueño de ser un excelente futbolista, reconoce que desafortunadamente el fútbol para ciegos no es un deporte del que pueda vivir, ya que no es reconocido ni bien remunerado. Entre sus metas está terminar el bachillerato y ser periodista, pues le gustaría entrevistar a las grandes estrellas del deporte. Por otro lado, sueña con comprarle la casa a su mamá, quien ha sido su apoyo incondicional y su razón de ser. Se mantiene sujeto en su fe en Dios y asegura que gracias a él ha podido llegar hasta donde está y que solo él sabe por qué las cosas han pasado así. Ahora se está preparando para los juegos Parapanamericanos de Lima 2019 y los juegos Paralímpicos de Tokio 2020, donde, seguramente, seguirá dejando en alto el nombre del país y demostrando que, como él mismo lo dice, ser ciego no es una limitación para absolutamente nada.

  • La discapacidad no es un impedimento para hacer música

    La discapacidad no es un impedimento para hacer música Lorraine Cristancho, Comunicación Social y Periodismo Fecha: La orquesta Sin Reserva, conformada por jóvenes en condición de discapacidad, nació hace siete años bajo la dirección del pianista José Luis Velásquez. Lea también: ¿Síndrome de Down? ¡Síndrome del invencible Compartir Foto: Foto: Lorraine Cristancho La exaltación de la multitud se percibe. Cerca de 10 mil personas están gritando con ansias a la espera del siguiente grupo musical. La Ciudad de la Luna está celebrando su trigésima segunda versión de la Semana Cultural. Los reflectores apuntan a los jóvenes de la orquesta Sin Reserva. José Luis Velásquez, director del grupo musical, les da la señal de inicio. La Biblioteca Municipal está llena. Cada persona en medio del gentío busca un espacio para observar a la orquesta. El director le da la señal a Jeison Guerra para que toque las congas. Lorena Mahecha, baterista de la orquesta, marca el ritmo unos segundos después junto a Leidy Giraldo, quien está a cargo de la tambora. Al son de la música entran las pianistas Lisa y Pamela Royero, en compañía de los sonidos de la guacharaca de Andrés Casallas y de las maracas de Darío Barragán. Mateo Moreno, Misael Tocarruncho y Lucho Hernández completan la melodía entonando la canción Bailando, de Enrique Iglesias. Misael, quien canta mientras se sostiene de una muleta y de la base del micrófono, sufre de parálisis en las piernas. En una ocasión tardó más de una hora en tomar un bus, ya que varios conductores no se detenían al ver que debían ayudarlo a subir. Él no es el único que sufre la exclusión, en Colombia hay 857.132 personas en condición de discapacidad y aunque existan regulaciones como el CONPES 166 y la Ley 1618 del 2013 para que se garanticen los derechos de esta población, todavía no es suficiente, debido a que ciudades como Bogotá aún no brindan una infraestructura accesible para las personas en condición de discapacidad. Según cifras de la Secretaría de Integración Social, en la capital colombiana hay 27.300 personas en condición que aseguran tener dificultades permanentes para desplazarse. Jeison, quien toca las congas y sufrió un daño cerebral tuvo que venir a Bogotá para continuar con su tratamiento médico porque en su ciudad natal no se le garantizó el cuidado. Felipe, el guitarrista que padece autismo, tuvo que recibir clases por parte de su madre, en casa, dado que no encontró un colegio con docentes capacitados para formar académicamente a esta población . A las pianistas Lisa y Pamela, quienes sufren problemas de audición, se les convierte en una tarea imposible comprender un noticiero, una telenovela o una película por la falta de subtitulación en canales como Caracol y RCN que no siempre tienen disponible el sistema Closed Caption. Andrés, Lucho Leidy, Lorena y Darío que padecen una discapacidad intelectual también se han visto afectados por la exclusión en términos de educación y porque les han negado oportunidades cuando desean presentarse con la orquesta. A sus 34 años, José Luis Velásquez, director y creador de la orquesta dice que, a pesar del reconocimiento que han obtenido con el tiempo, la discriminación a Sin Reserva sigue siendo evidente. En varias ocasiones, organizadores de eventos y festivales les cierran las puertas cuando se enteran de que los miembros del grupo son discapacitados . José Luis recuerda que en el Festival Agroturístico del municipio de Útica ellos estaban subiendo los instrumentos al escenario y fue en ese instante cuando uno de los organizadores vio el aspecto físico de los jóvenes de la orquesta y dijo: ‘‘¡Esperen!, yo creo que estamos equivocados, ustedes de pronto van mañana temprano u otro día’’. José Luis discutió por casi tres horas y tuvo que llamar a varias personas para que finalmente los dejaran presentarse. En Cundinamarca, cada municipio debe garantizar desde la Alcaldía un programa dirigido a personas en condición de discapacidad. José Luis empezó dando lecciones de piano en la Casa de la Cultura de Chía. Sin embargo, la vida lo llevó a Asocadevi, la fundación que respalda el programa de discapacidad del municipio y el lugar en el que conoció a la mayoría de los integrantes de la orquesta. El primer día renunció tras haber conocido a los jóvenes con discapacidad severa. Recuerda que se sintió aterrorizado cuando vio que a muchos de los que debía darles clases no podían mover las manos. Él no sabía cómo enseñarles a tocar un instrumento. Al cabo de varios días de que los directivos de la fundación lo convencieron de regresar, José Luis conoció a los demás jóvenes, y se dio cuenta que, a pesar de no tener formación para educar musicalmente a esta población, podía intentarlo. El primer año no tuvo ningún logro, empezó enseñándoles las figuras musicales, negra, blanca y redonda; pero no dio resultados. Lo despidieron por esa razón. José Luis, con el orgullo hecho pedazos, pidió una segunda oportunidad en Asocadevi. Esta vez se las ingeniaría para que sus alumnos hicieran música. Él se dio cuenta de que no funcionaría enseñarle a tocar un instrumento a cada uno por separado, porque cuando él les diera la indicación de tocar a todos juntos no se entenderían. Dos años después vio el primer resultado: los jóvenes habían aprendido a llevar el compás mediante palmaditas, lo que musicalmente se conoce como “beat’’. Motivado por su primer logro, dividió una batería por instrumentos y a cada joven le dio uno, para ella el bombo, para él el redoblante, para ella los platillos y así fue como hace siete años empezó a surgir la idea de crear un grupo musical. José Luis siguió dictando clases en la Casa de la Cultura y fue allá donde conoció a las gemelas Royero, las pianistas de Sin Reserva. El día en que José Luis escuchó la presentación de las hermanas Royero en la Casa de la Cultura supo que harían parte del grupo que estaba formando, así que contactó a Ana María Cabra, la madre. Lisa y Pamela tocan el piano mediante vibraciones ya que sus oídos no les permiten escuchar claramente. Por un lado, está Lisa, quien puede escuchar unos pocos sonidos y por el otro está Pamela, quien no escucha nada. José Luis contactó a Ana María en la Casa de la Cultura, pues en ese entonces ella dictaba clases de baile en el mismo lugar. Él le propuso que sus hijas hicieran parte de Sin Reserva. Ella aceptó. El arte es algo que siempre ha estado presente en la vida de los Cabra, ha sido ese impulso el que la ha ayudado levantarse en los momentos más difíciles de su vida. A los veintiún años Ana María ya tenía a sus cuatro hijos, tres de ellos con una condición de discapacidad: Lisa y Pamela nacieron con problemas de audición y Felipe, con autismo. La música y el baile no solo le sirvieron a Ana María, también ayudaron a su hijo Felipe. En un principio, Lisa y Pamela eran las únicas de la familia que hacían parte de la orquesta, no obstante, desde el 2017, cuando Felipe entró a Sin Reserva con su guitarra, él se convirtió en una parte importante dentro del grupo. Victoria Olmos, directora de la institución educativa ICAL de Chía, ha sido testigo del impacto que tiene la música en esta población, ya que 63 de sus estudiantes, incluyendo Lisa y Pamela, han desarrollado más sus sentidos al tocar un instrumento musical. Además, cuenta que “la Alcaldía de Chía en comparación con la de otros municipios de Cundinamarca, como Tenjo y Cajicá, le invierte más a la inclusión de esta población”. En lo corrido de la administración del alcalde Leonardo Donoso, la inversión al programa de discapacidad es de 5000 millones de pesos. La música ha sido ese factor fundamental en la vida de cada uno de los integrantes y allegados a Sin Reserva. Este lenguaje no solo fue el medio que permitió el desarrollo de Lisa, Pamela y Felipe. También fue la vía que los llevaría a formar una familia con los demás miembros. José Luis Velásquez tiene claro que lo más importante de este proyecto es luchar contra la exclusión por medio de la música: “Y yo he ido a conciertos con diferentes artistas y les dan camerinos y demás. Es duro ver que a mis chicos de Sin Reserva no los consienten igual por su condición. Ellos también son estrellas”. Él sabe que la orquesta puede lograr grandes proyectos, y que a pesar de que a comienzos de este año les robaron los micrófonos, las consolas y las bases, José Luis menciona: “Sé que tendremos instrumentos pronto. Con Sin Reserva me di cuenta de que los avances toman tiempo, por esa razón el proceso continúa". José Luis tiene planes a futuro con Sin Reserva como llegar a ser una orquesta reconocida en diferentes países, similar a la orquesta de Praga The Tap Tap, que se ha presentado en Londres, Madrid, Moscú y Jerusalem. Asimismo, en Colombia también existen orquestas conformadas por jóvenes en condición de discapacidad que le están apostando a lo mismo: Sin Límites, de la Fundación homónima ubicada en Santander, y Al son de Seres, de la Fundación de Rehabilitación Integral del municipio de Anserma, Caldas. No obstante, José Luis sabe que va por buen camino, ya que la orquesta ha abierto conciertos a grandes artistas colombianos como ChocQuibtown, Pipe Bueno, Jorge Celedón y Paola Jara . También, la gobernación de Cundinamarca está realizando un documental sobre sobre la agrupación y su lucha contra la exclusión. Esa noche, en medio del frío de la sabana cundiboyacense y después de la interpretación de canciones como Vente pa’ aca, de Ricky Martín, La bicicleta, de Carlos Vives y Duele el corazón, de Enrique Iglesias, el público que se encontraba en la Biblioteca Municipal de Chía gritaba con emoción: ‘‘¡otra! ¡otra! ¡otra!’’. Los jóvenes de Sin Reserva eran unas estrellas.

  • IA, la apuesta de las empresas en Colombia

    IA, la apuesta de las empresas en Colombia Natalia Toscano Jaime, estudiante de Comunicación Social y Periodismo Fecha: Las empresas e instituciones educativas han encontrado en la Inteligencia Artificial una herramienta de sostenibilidad y crecimiento para sus procesos. Colombia viene implementado distintas estrategias que permiten su desarrollo. Lea también: El drástico cambio de la animación en Colombia Compartir Foto: Tomada de Freepik. El humano y el robot se vuelven uno solo para aportar desde la IA un nuevo sentido de orientación en ámbitos como la medicina, abogacía, comunicación y marketing digital. Una de cada cinco empresas en Colombia ha implementado estrategias de Inteligencia Artificial (IA) como mecanismo de sostenibilidad y crecimiento a lo largo del último año, lo que supone un aumento del 7% en el uso de estas tecnologías en comparación con 2021, según indicó una investigación realizada por Morning Consult. Esta herramienta ha permitido que las empresas e instituciones, desde diferentes campos del saber, automaticen procesos, enfoquen su público objetivo y pronostiquen posibles resultados de situaciones específicas. “La IA se utiliza en casi toda la tecnología para la toma de decisiones y control, además de otras aplicaciones como visión artificial, medicina e ingeniería. Son algoritmos que tienen inspiración en la biología, es decir, se basan en toma de decisiones dentro del cerebro humano para posteriormente ser replicado como redes neuronales”, explicó Luis Hernán Ochoa, vicerrector de la facultad de Ingeniera de la Universidad Nacional. Colombia, que se encuentra en el puesto 59 dentro del Ranking Mundial de Competitividad Digital, el cual mide la capacidad económica para adoptar tecnologías que transformen las prácticas sociales, gubernamentales y empresariales, ha avanzado respecto a este tema al implementar políticas nacionales para la transformación digital e inteligencia artificial incluidas en el Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES). María Victoria Osorio, coordinadora del Centro de Innovación Pública Digital del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, manifestó que “se ahondaron esfuerzos desde la Consejería Presidencial para la transformación digital, gestión y cumplimiento para desplegar una estrategia de IA en Colombia que permitió consolidar un tablero de control y diseñar un marco ético de Inteligencia Artificial para el país”. En el documento CONPES, se establecen más de 14 principios para el desarrollo de la IA en el país, entre los cuales se encuentran: la creación de un mercado de inteligencia artificial, infraestructura de datos de fácil acceso, priorización de las innovaciones creadoras de mercado y el fomento de un rol estratégico de las universidades y la investigación académica en la creación del mercado de inteligencia artificial. Este último principio ya ha tenido resultados tangibles en instituciones educativas pues “en todas las áreas del conocimiento ya se está empleando este tipo de tecnología, ya que sus usos son múltiples - afirmó Ochoa - por ejemplo, la Universidad Nacional, actualmente está empleando la Inteligencia Artificial para realizar diagnósticos anticipados a partir de datos clínicos, análisis demográfico y poblacional en grupos de alto riesgo, estudios automáticos de flujo de texto e interpretación de diagnósticos a partir de imágenes”. En las empresas también se ven diferentes usos que facilitan la relación entre usuarios, compañías e inversores, lo que permite un aumento del engagement y a largo plazo, de los ingresos. Para Paola Rueda, one side associate en Jkr, “en plataformas digitales que prestan servicios como Rappi o IFood la Inteligencia Artificial es bastante demandada pues posibilita, a través de algoritmos, entender los enfoques de un público objetivo, es decir, sus gustos, alimentación, preferencias entre otras características, además de generar un prototipo de interfaz personalizado según el grupo de personas en las que se clasifique”. El uso de la IA optimiza costos, esfuerzo y, lo más importante, tiempo al ejecutar tareas automatizadas de forma eficiente en los posibles problemas que día a día enfrenta una empresa. “Por ejemplo, utilizamos la Inteligencia Artificial en los chatbots, especialmente en los centros de ayuda, esto nos permite identificar los problemas más comunes de los consumidores y tener a la mano posibles soluciones según la categoría en la que se encuentren. Sucede lo mismo con los grandes flujos de información o también llamados big data, estos conjuntos de datos como género, edad, locación, contactos o e-mail pueden ser leídos, agrupados y clasificados a través de asistentes de inteligencia artificial que reemplazan la labor de los seres humanos, haciendo que estas tareas sean mucho más fáciles para el hombre”, reiteró Rueda. Por último, Edwin Cortés, profesor de Derecho de la Universidad Javeriana, cree firmemente que la IA va a influir en el ejercicio de la abogacía, pues en un futuro “a través de bots, machine learning e inteligencia artificial se va a mecanizar la emisión de conceptos judiciales” lo que convertiría al abogado en un “mediador y supervisor de la información”. Por tal motivo, la Inteligencia Artificial ha tomado poder en el último año en Colombia, pues ha permitido, no solo a las instituciones educativas sino también a las empresas, recurrir a nuevos métodos que facilitan su trabajo y lo convierten en uno mucho más sostenible a largo plazo. De esa misma manera, Colombia ha visto potencial en este tipo de tecnologías y ha implementado estrategias a nivel nacional que incentivan el uso y la producción de IA.

  • Vories: Bloqueo creativo

    Vories: Bloqueo creativo Valeria Franco Cárdenas, Maria Paz Sierra Valencia, Sara Daniela Sánchez Urrego, Juan Pablo Bermudez Riaño, Valeria Paola Colina Aguilar y Ana Sofía Ñustes Heredia, estudiantes de Comunicación Audiovisual y Multimedios. En este videojuego, Angélica vencerá a sus enemigos para encontrar inspiración en mundos literarios que la llevarán a escribir el mejor libro de su vida. Ver también: Compartir

  • Lo que ocultan las miradas

    475ee094-e832-4abf-a99e-29077ee04092 Lo que ocultan las miradas Sara Salamanca Uribe, estudiente de Comunicación Social y Periodismo Un relato corto acerca de los prejuicios que puede expresar un pensamiento en una sociedad que aún vive bajo la sombra del machismo. Sara Salamanca Uribe, estudiente de Comunicación Social y Periodismo Ancla 1 Compartir Ver también: Exquisito amor

  • Animando el miedo

    Animando el miedo Daniela Ortegón, estudiante de Comunicación Social y Periodismo Fecha: La animación infantil ya no se dedica solo a épicas batallas entre héroes y villanos. El nuevo drama nace del área gris entre el bien y el mal. Lea también: Yo soy tu amigo... infiel Compartir Foto: motion-graphics.video Cuando tenía cuatro años mi miedo más grande era la oscuridad. Un día vi la película El libro de la selva (1967) y me desbloqueó un nuevo miedo: la serpiente con su hipnosis y el no tener control sobre mis acciones —aunque este no lo entendí hasta crecer más—. A mis ocho años mi miedo más grande era no encajar. Vi Shrek 2 (2004) y aprendí, como Fiona, que las relaciones son más valiosas si nacen de la comprensión y aceptación por el otro cómo es, no por cómo aparenta ser. A mis catorce años, con depresión y ansiedad, mi miedo más grande era la tristeza. Vi Intensamente y en Riley noté reflejado el mismo conflicto interno, resuelto por la aceptación de que, efectivamente, está bien no estar bien. En cada momento de dificultad que afrontaba,había algún personaje acompañándome a enfrentarlo desde su propia historia; un personaje colorido y expresivo que nunca fallaba en causar risa o ternura. Podía afrontar estos retos de la vida porque había visto cómo eran resueltos por alguien más. Estaba preparada, y no estaba sola. Había aprendido a admirar personajes ya no por sus logros, aunque estos no se deban descartar, sino por su pasión y perseverancia al afrontar la adversidad, por intentar. Hoy, a días de cumplir mis veintiún años, aún tengo muchos miedos, pero he notado el surgimiento de una nueva etapa en las tramas que la animación maneja. Últimamente, las obras de Pixar han girado más en torno a una serie nueva de temores: aquellos que heredamos de nuestros padres. Coco , Soul , Encanto y, más recientemente, Red , son apenas algunos ejemplos de esta temática, donde las aprensiones de los padres son desafiadas y tanto ellos como sus hijos pueden crecer y dejarlas atrás. Tanto Miguel, en Coco, como Joe, en Soul, se enfrentaron a los prejuicios que muchas familias tradicionales tienden a tener contra las industrias creativas. La familia de Miguel le tenía un odio a la música, adquirido por el “abandono” del padre de la matriarca de la familia, Mamá Coco, quien supuestamente los había dejado por perseguir su carrera musical. El padre de Joe era músico y su madre cargaba con mucha ansiedad sobre las dificultades a las que se podría enfrentar su hijo si perseguía el mismo sueño. Ambos personajes logran cerrar ese ciclo de estigma contra la música, ambos persiguen su amor por el arte y ambos le traen una lección a la familia al respecto. En Encanto , Mirabel y su tío Bruno tuvieron que afrontar la exclusión por parte de sus familiares por ser diferentes. El poder de Bruno, de ver el futuro, era visto como una maldición, algo que con el tiempo él interiorizó y lo llevó a aislarse completamente de la familia. Mirabel, al mostrarle empatía, demostró que su intención nunca fue hacer daño, y al hacer esto también demostró que su valor no recaía en algún poder místico, sino en lo necesaria que es la habilidad de comprender las situaciones de los demás. En Red , el padre de Mei Lee logra lo mismo. Le demuestra a su hija que la situación por la que está pasando no es necesariamente de pena. Como buen padre, da ejemplo para seguir: demuestra la comprensión que ella necesitaba para sentirse cómoda siendo sí misma siempre, no solo en el colegio con sus amigas y lejos del juicio de su madre. Las historias siempre han buscado impartir lecciones a quienes las oyen, pero con el pasar del tiempo ha evolucionado la manera en la cual estas son narradas. El género infantil ha visto que cada generación parece tener mayor facilidad para comprender más y más temas considerados de “adultos”. Se ha visto más atención a la representación de realidades sociales y, entre éstas, ha surgido la necesidad de afrontar las expectativas y estándares que los padres de familias más tradicionales imponen sobre sus hijos. Parece ser, entonces, que la lección que están perpetuando ya no gira en torno al conformismo, sino a vivir de acuerdo con los valores personales, afrontando las consecuencias de las acciones propias y aprendiendo a mantener la calma ante situaciones de estrés. Quizás las futuras generaciones tengan la esperanza de zafarse del drama de desviarse de las expectativas parentales. No es secreto que los niños aprenden por imitación, y si el ejemplo a seguir de ahora en adelante va a ser aquel de personajes como Mei Lee, Mirabel, Miguel o Joe, podremos esperar una nueva generación de personas más confiadas en sus decisiones, menos indecisas y, sobre todo, menos afectadas por el pasado. Conviene una generación de niños que vean el miedo como una forma de aprender y no una debilidad que sea causa inherente de inseguridad y más temor.

  • ¿Cómo prevenir las enfermedades de las mascotas en épocas de lluvia?

    En este capítulo, conoce el proyecto que aprovecha los alimentos en descomposición para producir helados, pulpas de fruta y hierbas aromáticas, entre otras noticias. ¿Cómo prevenir las enfermedades de las mascotas en épocas de lluvia? Laura Ubaque, Luisa Moreno, Kelly Medina, Andrés Caamaño, Sebastián Bustos, Karol Peña, Paula Belalcázar, Danelys Vega, Gabriela Velásquez, Deisy Nivia, Nicolás Villamizar, Juliana Novoa, David Suárez, Mara Mulett, Tatiana Marta, Valeria Ramírez, estudiantes de Comunicación Social y Periodismo. En este capítulo, conoce el proyecto que aprovecha los alimentos en descomposición para producir helados, pulpas de fruta y hierbas aromáticas, entre otras noticias. Ver también: En Halloween, conoce esta forma de turismo aterrador en La Candelaria Compartir

Escucha aquí los podcast de Conexión Sabana 360 

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