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- Los secretos detrás de Gorillaz
Los secretos detrás de Gorillaz Laura Alejandra Alfonso, Litza Alejandra García, Sara María Alba, estudiantes de Comunicación Corporativa Laura Alejandra Alfonso, Litza Alejandra García, Sara María Alba, estudiantes de Comunicación Corporativa La reconocida banda virtual británica de rock alternativo e Indie rock ha logrado cautivar a miles de espectadores en todo el mundo. Conoce sus orígenes. Haz clic para acceder al contenido Ver también: La batalla de supervivencia del tropipop Compartir
- Unisabana Medios | Podcast | Café y charlemos
La oportunidad de debatir, con café en mano, sobre la coyuntura nacional. Café y charlemos La oportunidad de debatir, con café en mano, sobre la coyuntura nacional. Unisabana Radio Compartir
- Cacerolo: pintando la vida
Cacerolo: pintando la vida Deisy Dayana Rojas Nivia, Comunicación Social y Periodismo Fecha: Detrás de los murales con sonrisa de guasón pintados a lo largo la ciudad y del gran homenaje con pintura para Egan Bernal, se encuentra Cacerolo. Sus cuadros son llamativos y dan de qué hablar. Lea también: Colombia tiene buena rima y buen graffiti Compartir Foto: Foto: Deisy Rojas En las afueras de Bogotá, por allá donde no se está ni lejos ni cerca de la ciudad, se encuentra una casa colorida y pintoresca. Su fachada principal está pintaba de rosa encendido y combina con una imponente puerta café. Ya dentro, al fondo del verde jardín, se alzan tres casitas llamativas pintadas con intensos colores: rojo, amarillo y naranja. Tantas tonalidades entremezcladas parecen la paleta de un pintor. Quién diría que aquí han residido todo tipo de personajes; desde Frida Kahlo y salvador Dalí, hasta Donald Trump y Hitler. Todos reunidos, sin más, en un pequeño y acogedor lugar. Los cuadros se alzan imponentes sobre un suelo salpicado de colores. Parece que un arcoíris ha estallado allí. En el lugar hay tarros de pintura desperdigados en la mesa lateral, libros de arte reposando en una esquina y, al fondo, un pequeño escritorio con un computador que parece perdido en medio del aura artística del momento. Cacerolo, un hombre no muy alto, con ojos claros y voz tímida, es el anfitrión de la morada. Con pincel en mano, este artista ha dado vida a un sin número de personajes. Su casa se convirtió en un museo. Hay tanto que observar, que mantener la mirada en un solo lugar es todo un reto. Emerson Sánchez es el nombre que le pusieron sus padres, Cacerolo el que le dio la vida. En un principio, este apodo fue un tormento. A veces la primaria puede ser dura. Un día el pequeño Emerson llegó enojado a su hogar. Lo atormentaba ese sobrenombre con el que insistían en llamarlo. Pero aquella vez su padre le dio una lección que jamás olvidó: “No sea bobo, entre más les ponga atención, más lo van a molestar. Mejor asúmalo, firme sus dibujos así y verá que se los quita de encima”. Así lo hizo. Lo que comenzó como un mecanismo de defensa, se convirtió en su marca personal. Hoy porta su seudónimo con orgullo. Cacerolo lleva arte en las venas, su ADN tiene color: “Yo pinto desde que tengo memoria”, comenta él. Creció en medio de pinturas, pinceles, lienzos, carboncillos y más. La herencia del arte la obtuvo de mamá, pues en casa su castigo era pintar. - Cuando yo iba a salir, como cualquier otro niño, a jugar fútbol o al parque, mi mamá no me pregunta si yo ya había tendido mi cama o arreglado mi cuarto. Ella me sentaba en el comedor y me ponía a pintar. Si me quedaba bien, tenía el permiso. Entonces yo me esmeraba y lo hacía lo mejor posible. Parece que esta mujer sabía el futuro que podía tener su hijo. Este “castigo” solo aplicaba para el mayor de ellos: Emerson. Y sí que dio frutos. De los tres hijos, solo su pupilo resultó artista. Hoy en día, ella es la mejor crítica de las pinturas de él. La familia Cáceres vivía en un barrio popular al sur de Bogotá. Quiroga es uno de los tantos lugares marginados de la capital colombiana, en donde la situación socioeconómica es difícil y el vandalismo y la delincuencia se toman las calles. Sin embargo, allí también es cuna de artistas, deportistas, jóvenes que creen que pueden transformar el futuro. - Cuando estaba en el barrio fue cuando vi que muchos jóvenes, incluso amigos míos, en vez de irse por un buen camino, hacían cosas malas. Cogían un chuchillo para ir a hacer cosas indebidas. Yo por mi parte cogí unos pinceles y unas latas de aerosol y me iba a hacer graffitis. Pintar era la forma de expresar su inconformidad y de alguna forma hacer una protesta ante la crisis económica y social que vivía este barrio de la localidad Rafael Uribe Uribe. Cacerolo era un joven tímido y de voz tranquila. ¿Quién diría que esos fuertes pensamientos residían en la cabeza del niño que pasaba desapercibido en el salón de clases? Era juicioso y aplicado. Su puntaje en las pruebas de estado le permitió obtener una beca para adelantar sus estudios profesionales y allí se encaminó en el mundo de la publicidad. A pesar de su talento y de que su mamá había estudiado artes, él no lo hizo. O no le dejaron. Sus padres no veían esta profesión como algo rentable para su vida, partiendo un poco de la experiencia que tuvo su mamá siendo artista. - Mi mamá no fue una artista reconocida. Los cuadros que ella hacía no tuvieron tanto reconocimiento. Además, ella creía que un artista era conocido sólo después de muchos años de trabajo, de mucho esfuerzo, literalmente después de comer “mucha miércoles”. Y ella no quería eso para un hijo. Con la beca, decidió estudiar Publicidad. Era un alumno destacado, una vez más, por su arte. Tanto así que en las materias de dibujo no tenía que asistir, pues los profesores ya conocían su trabajo y simplemente le pedían que entregara un proyecto final. Sin embargo, la vida lo llevó a donde tenía que estar y cree que, si hubiera estudiado artes, su trabajo no sería lo que es hoy. - Después de conocer lo que está pasando con el mundo del arte, creo que fue lo mejor. Los pelaos que se están graduando ahoritica de arte, sinceramente no saben dibujar. Saben conceptualizar, investigar y analizar de una manera espectacular, pero están olvidando lo más básico que tiene el arte que es el dibujo y la pintura. Si yo hubiera estudiado arte estaría haciendo algo completamente diferente y lo que en este momento yo estoy haciendo es lo que de verdad me apasiona. Cacerolo considera que hoy en día está viviendo su sueño. No todos tienen la dicha de poder vivir y ganar dinero haciendo lo que aman. De niño, pintaba las paredes de su casa; de adulto se trasladó a las calles. Sigue pintando paredes, pero ahora a gran escala. Salió del estudio como un acto de rebeldía, cuando las galerías no le permitían mostrar su trabajo. “Decían que buscaban artistas titulados, pero no artistas empíricos. Según ellos, buscaban personas que tuvieran los conceptos de teorías del color, proporciones, etc. Y yo tenía los conocimientos, pero igual no me dieron la oportunidad”. También estaba en contra de los nuevos grafiteros, creía que el verdadero arte de crítica se estaba perdiendo y que nadie estaba pintando la realidad. Por todas estas razones, él buscó su propio espacio donde no hay límites, ni distinciones. Una puerta se le cerró, pero él se abrió al mundo. El primer mural que pintó nació como oposición a la polarización de un país que luchaba por la paz. Decidió colorear en una avenida de Bogotá su visión de la problemática que vivía el país. En una esquina se encontraba el expresidente Álvaro Uribe Vélez y en la otra, el presidente de ese momento, Juan Manuel Santos. Los dos personajes tenían una extraña marca roja en sus bocas. En la parte superior del cuadro se leía “Paz con justicia social”. Este mural llamó la atención de muchos de los transeúntes. Los medios y las redes sociales hicieron lo suyo. De pronto, la cuenta de @CaceroloArt comenzó a sumar seguidores. Fue tanta la viralidad de esta obra que fue a dar hasta Alemania y México. Y, sin esperarlo, el reconocimiento de Cacerolo llegó. El público se preguntaba por qué pintaba esa extraña boca de guasón en los retratos de personajes ilustres. Todo comenzó cuando un día, en medio de la búsqueda de su marca personal, analizaba los retratos hechos por grandes artistas como Rembrandt y Velázquez. Allí encontró que ellos hacían retrato psicológico, el cual consiste en mostrar rasgos de la personalidad a través de gestos, del peinado o de la ropa. Además, también le despertó interés la charla que tuvo un día con una amiga suya, donde el tema central fue la maldad del ser humano. Su cabeza daba vueltas. Quería innovar y poner su huella en cada una de sus obras. Una madrugada, como por un golpe de creatividad, despertó con la idea de hacer una mancha roja. En la boca sería perfecto, pues evocó a uno de los villanos de cómics favoritos de su infancia. Pensó que este toque rojo demostraría toda la maldad oculta en cualquier ser humano. El arte no da espera, así que de inmediato se puso en marcha y le dibujó la boca de guasón a uno de sus retratos. En la mañana siguiente, acudió a su mejor crítica: su mamá. - Le envié por chat una foto a mi mamá del resultado. Ella me dijo: “¿qué hizo? ¡se lo tiró!”. Ahí yo pensé que lo había hecho bien, que había encontrado mi distintivo. Nada es perfecto, mi arte no es perfecto y tampoco quiero que lo sea. Cuando un retrato está quedando muy fiel al personaje, le pinto su boca roja y ahí tiene. Este artista no pinta solo crítica, también hace homenaje. Pintó, junto su compañero de arte Luis Cifuentes, a Esteban Chaves en Tenjo y al Campeón del Tour de Francia, Egan Bernal, en Zipaquirá. Los murales y graffitis de Cacerolo se han convertido en lugares turísticos. Esta es una de las cosas que más le gusta de pintar en la calle, además de compartir todo el proceso creativo con la gente. - Los artistas son muy celosos con su trabajo. No les gusta que los vean y se encierran en el estudio. A mí en cambio me gusta vivir este proceso creativo con la gente. De hecho, me gusta más esto que ver los cuadros terminados. Su obra no distingue de clases, está hecha para la apreciación de todos, tanto para el transeúnte ilustrado como para el analfabeta. Tímido, de pocas palabras y con una sonrisa pícara. Este es Cacerolo. El arte siempre ha sido su mejor arma. Hasta con las chicas le funcionó. Del grupo de amigos era el que no sabía bailar; en las fiestas buscaba a la chica que le llamaba la atención y le proponía pintarla. - Así yo pasaba tiempo al lado de la chica y bueno, duraba una hora pintándola. Aprovechaba ese tiempo para conocerla y charlar. En 1999, su musa llegó. Cuando habla de ella, el rostro se le ilumina y una sonrisa se asoma en sus labios. Lleva 20 años de casado y cuenta que aún es muy feliz. Como todo un galán a la antigua, conquistó a su esposa regalándole dibujos y poemas de Jairo Aníbal Niño. - Mi esposa es una pareja idónea. Ella ha sido fundamental para todo lo que ha pasado en mi carrera artística. No crea, estar casado con un pintor no es tan chévere como uno pensaría . Yo a veces me encierro en el estudio y se me pasa el tiempo, y ella, con toda la paciencia y el amor del mundo, me lleva un cafecito, me acompaña. Sin ella, mi trabajo no sería lo que es, no tendría tanta paz y tranquilidad para hacer lo que hago. Los retratos de este artista tienen una composición bien planeada. Cada parte de sus cuadros desean reflejar algo. El amor está presente allí, Cacerolo hace partícipe a su amada en sus obras. Cada retrato terminado tiene un mechón rojo y ese toque fantasma lo pinta su esposa. En los ojos busca reflejar el alma, esta es una de las partes a las que más le dedica tiempo. Le gusta generar una conexión intensa entre sus espectadores, pues un cuadro con una mirada fuerte intimida. Además de artista, Cacerolo se interesa por otros tipos arte. Es amante del fútbol y del ciclismo. De niño practicó patinaje de velocidad, tenis de mesa y otros deportes más. Ama las plantas, su casa está repleta de ellas y las cuida con parsimonia. Sus mascotas son sus mejores compañeras para pintar. Cacerolo, como en sus obras, tiene muchos matices. Le pone color a la realidad del país. Su pincel da vida. Tiene la capacidad de dar forma a aquellos abstractos personajes literarios. El último proyecto que está adelantando es sobre el mundo de Macondo, del que tanto hablaba García Márquez. Le ha dado rostro a Fermina Daza, Mauricio Babilonia y hasta al gran Coronel Aureliano Buendía. Y así como el nobel de literatura colombiano murió escribiendo, tal vez, este artista muera pintando. Pero, por ahora, lo que le quedan son años para retratar sus sueños, anhelos e inconformidades en un lienzo tan colorido como su alma.
- ¡Corre, Roberto!
¡Corre, Roberto! Camila Llano Mejía, Juliana Murillo Calderón, Maria Alejandra Oyaga Alzate, Maria Paz Pardo Niño, Maria Camila Parra Martínez, Diana Pérez Del Valle, Comunicación Audiovisual y Multimedios En este videojuego, un vendedor ambulante de empanadas deberá escabullirse de la Policía, que no le deja cumplir con su trabajo por una curiosa ley que restringe su actividad comercial. Ver también: Level Up Compartir
- Salvemos a nuestros líderes, ¡rápido!
Salvemos a nuestros líderes, ¡rápido! Yaleni Solano Alarcón, Comunicación Social y Periodismo Fecha: La violencia en contra de los líderes sociales en Colombia está fuera de control. Desde el 1 de enero de 2016 y hasta el 28 de febrero de 2018, fueron asesinados 282 líderes y defensores de los DD HH. Lea también: Los que hablan por los que no tienen voz Compartir Foto: Flickr - Marco Suárez La violencia en contra de los líderes sociales en Colombia está fuera de control. Desde el 1 de enero de 2016 y hasta el 28 de febrero de 2018, fueron asesinados 282 líderes y defensores de los DD HH, según informó la Defensoría del Pueblo. Las medidas propuestas y, en teoría, aplicadas por parte de la Defensoría, el Ministerio del Interior y las demás entidades competentes no han cumplido con el objetivo de proteger a estas personas. En diciembre de 2017, mediante el decreto 2124, se creó el Sistema de Prevención y Alerta para la Reacción Rápida con el propósito de contrarrestar la situación de riesgo de los líderes. Según esta legislación, la Defensoría del Pueblo se encargaría de emitir alertas tempranas y, en cuanto el Ministerio del Interior las recibiera, daría paso a las autoridades competentes para adoptar las medidas necesarias. Sin embargo, del 1 de enero al 27 de febrero de 2018 fueron asesinados 22 líderes, según la Defensoría del Pueblo. Teniendo en cuenta que el sistema lleva dos meses funcionando, su efectividad es cuestionable. Por otro lado, al finalizar la séptima sesión de trabajo de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad el 14 de marzo, el presidente Juan Manuel Santos afirmó que desde el 2016 la Fiscalía ha identificado a 160 líderes sociales asesinados y ha esclarecido casi el 50 % de estos casos de homicidio. Además, el mandatario anunció que se está trabajando en un decreto que busca pasar de la protección individual a la protección colectiva de los líderes y defensores de DD HH. Aunque eso representa un avance que, incluso, fue reconocido por Human Rights Watch como riguroso y pertinente, es necesario prevenir, en vez de lamentar, las agresiones (de cualquier tipo) en contra de los líderes. Y tiene que ser rápido, porque al día siguiente del pronunciamiento del mandatario, en la zona del Catatumbo se reportó el ataque a Naín Manzano, líder comunal, presidente de Asojuntas e integrante de la Comité Social Integral del Catatumbo. Finalmente, a pesar de que hace más de un año se firmó el Acuerdo de Paz con la antigua guerrilla de las Farc, que era señalada como una de las mayores causantes de violencia en el país, el índice de asesinatos de líderes no ha disminuido. Esto es porque, según la Defensoría, hay tres dinámicas que rodean los homicidios actualmente: la expansión del Eln que conduce a enfrentamientos con la Fuerza Pública; la conformación de disidencias de las Farc; y la consolidación de áreas de dominio de los grupos armados. Hay que actuar de manera rápida y eficaz ante la crisis de nuestros líderes sociales. El Gobierno tiene la obligación de reforzar, de una vez por todas, su seguridad. Al fin y al cabo, ellos cumplen la labor del Estado en los territorios en donde este último se ausenta.
- Sea responsable con el uso de la tecnología
Sea responsable con el uso de la tecnología Mariana Serrano Pérez Fecha: Los expertos ya advierten del problema de la adicción al uso de teléfonos, computadores y otros aparatos electrónicos. Afirman que son más reiterados los casos de personas que deben recibir tratamiento para volver a conectar con la realidad. Lea también: Atrapado en las pantallas Compartir Foto: Uso excesivo del celular y el internet ocasionan problemas similares a las drogas químicas. (Cottonbro Studio - Pexels) La tecnofilia, la adicción que lleva a la pérdida del control y la utilización de artefactos, está preocupando a los médicos. Aunque no hay cifras globales que la dimensionen ni estudios a escala nacional, su impacto comienza a ser más notorio en las salas de espera. Sin datos, pero con la certeza de que el problema se expande, se dificulta su identificación temprana y, por lo tanto, el tratamiento. Investigaciones con grupos específicos muestran que su impacto es notorio. La Universidad de la Javeriana, por ejemplo, identificó en un grupo de 30 personas entre 18 y 45 años, los usos y sentidos que tiene el celular en la vida cotidiana de las personas a través de una etnografía virtual-digital. Es decir, estudiaron sus prácticas on line y off line . La conclusión: el teléfono móvil altera la sensibilidad de las personas e intensifica los sentimientos cuando no están conectadas. Así mismo, según el estudio “Uso y abuso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación por adolescentes. Estudio representativo de la Ciudad de Madrid”, revela que más de la mitad de los adolescentes hacen un uso inadecuado del teléfono móvil: un 28.4% muestra un uso de riesgo, un 21% hace un uso abusivo y un 8% presenta dependencia de su smartphone . Con la incorporación de la tecnología en diferentes ámbitos de la vida cotidiana, el nivel de adicción hacia ella ha aumentado, pasando de ser una comodidad a una necesidad, con síntomas alarmantes que deben ser monitoreados. La tecnofilia, como otras adicciones, es tratada por expertos. Este proceso es difícil y lento, pero ha ayudado a sus pacientes a salir de esta dependencia. La Fundación Libérate, ubicada al noroccidente de Bogotá, se especializa en tratamientos de adicciones y es una de las pocas fundaciones aborda la tecnofilia. Los expertos que trabajan allí consideran que las adicciones invisibles como esta pueden tener serios efectos en la salud. “Como tal no se tiene a ciencia cierta una estadística que confirme el número de pacientes, pero se sabe que es amplio, aunque no se tiene mucha evidencia científica que aporte para llegar a un número exacto”, aseguró María Fernanda Bolívar, psicóloga de Libérate. La dependencia a las tecnologías es catalogada como una adicción no tóxica, un grupo de adicciones no relacionadas con el consumo de sustancias psicoactivas, sino psicológicas y sociales que determinan el comportamiento. Para la psicóloga Lina Ayala, de la Fundación Libérate, esta adicción “se puede equiparar con una ludopatía en el juego, compras compulsivas en donde lo que se está buscando es evadir ese punto de realidad y no enfrentar lo que está pasando en su entorno". Muchos casos de esta adicción son desencadenados por problemas en el núcleo familiar, apareciendo una problemática llamada phubbing , que combina las palabras phone (teléfono) y snubbing (ignorar). Esto implica ignorar a las personas y a su propio entorno por el uso de dispositivos móviles, algo cada vez más normalizado. Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Illinois, las personas que acuden con frecuencia a sus celulares podrían padecer ansiedad o depresión. Aquellas personas que utilicen los celulares de manera más intensa pueden desarrollar de alguna de estas enfermedades, evidenciando una posible relación cíclica. El grupo de investigación concluyó que los teléfonos celulares sirven como un tipo de “objeto de seguridad” con “exclusivas capacidades de consuelo”. Sin embargo, es importante que no se continue con la idea de que los celulares provocan estas condiciones psicológicas negativas. El estudio solo propone que el abuso de las tecnologías puede ser un síntoma de posible ansiedad o depresión, no que el dispositivo sea el causante de dichas condiciones. En síntesis, es cada uno y sus decisiones. De cualquier forma, es importante recordar que hacer algo en exceso es malo, por lo que es necesario moderar el uso de la tecnología. En este caso particular, el saber equilibrar el uso de los celulares ha permito a las personas a estar más presente en la realidad y afrontar cualquier situación que surja, sin poner a los sentimientos en un segundo lugar. Quienes son afectados por la tecnofilia establecen planes particulares de tratamiento. Lo regular es recibir atención mediante consulta externa, donde toman sesiones individuales para recibir apoyo y atención que quizás no encuentran en casa, aseguran los expertos. Una joven, que prefiere mantener su nombre en el anonimato, explica que la adicción a diferentes sustancias y, en especial, a la tecnología cambió su vida. “Cuando llegué, venía por otras adicciones. En el proceso me quitaron el celular, eran las reglas. Me sentía como si me faltara algo. Generalmente pasa eso cuando se llega a la fundación, pero pienso que es lo ideal para poder empezar el proceso de la desintoxicación. En un momento me volví adicta a Facebook. Cuando salía con alguien me concentraba en el celular. En ese momento no lo veía como algo malo, pero, cuando no tenía mi celular al alcance, empecé a notar la gran necesidad de estar metida en el celular”, narró la joven. Casi siempre es un proceso difícil identificar que existe un problema con esta adicción. Es muy raro el pedir ayuda cuando está práctica está tan extendida en la sociedad, no se calculan los efectos en la vida de las personas. La falta de control en la clave para diferenciar a quienes pueden ser dominados por el uso de la tecnología, o, por otro lado, se debe consultarse a un experto para determinar el problema. “Se espera que el paciente recaiga. Si no existiera la recaída, el paciente no es capaz de darse cuenta de que realmente tiene un problema y no genera como tal el cambio”, aseguró la psicóloga Lina Ayala.
- Gastronomía colombiana, una deuda nacional
Gastronomía colombiana, una deuda nacional Cristian David Moreno Garzón, Comunicación Social y Periodismo Fecha: Los cocineros de todo el territorio nacional se han dado a la tarea de crear nuevas preparaciones con ingredientes autóctonos de Colombia, para rescatar la tradición gastronómica del país. Lea también: Probando ando Compartir Foto: Salvo Patria - Fideos de mambe con caldo de espinazo y tucupí, palmito, panceta de cerdo, mazorca y limón mandarin Desde el tucupí y diferentes ajíes frescos en la Amazonía, pesca del día traída del Pacífico, hasta infinitas variedades de maíz, frijoles, hortalizas y legumbres son los ingredientes que decidieron utilizar restaurantes como Mini-Mal y Salvo Patria en Bogotá. Ambos son impulsados por el firme deseo de fomentar el orgullo hacia nuestros ingredientes , creando platillos de gran calidad con productos locales e intentando plasmar en un plato la inconmensurable diversidad colombiana. TripAdvisor es un gran directorio web, la página suministra reseñas de hoteles y restaurantes, allí comensales califican restaurantes a los que asisten, así se organiza un ranking con los sitios más apetecidos por los usuarios, todos aspiran llegar a la cima. Sin embargo, sorprende que en dicha lista solamente cuatro restaurantes con ingredientes autóctonos y de cocina típica se hagan presentes en el top 15 . Esto, sin duda, habla de la falta de identidad y amor de algunos colombianos por los productos locales. Aun cuando el país podría ser fácilmente comparado con el Jardín del Edén, un lugar donde todo fruto prospera y hay inmensa cantidad de alimentos, el público nacional ignora esto por completo y no sienten lo “criollo” como suyo. Alejandro, salve usted La Patria Alejandro Gutiérrez, dueño y chef de Salvo Patria, creció rodeado de plantas aromáticas e ingredientes típicos, siempre abrazado por el calor de los fogones y el hogar. Estudió siete semestres de Biología, pero abandonó la carrera pues no se encontraba muy feliz con esta. Fue allí donde decidió incursionar en el mundo gastronómico, hizo pasantías en un restaurante en el centro de Bogotá y se enamoró de la cocina. En 2013, se unió al proyecto de Salvo Patria (para ese entonces era un café) y quiso llevarlo a un nivel más gourmet. En Bogotá, nunca ha tenido querido hacer otro tipo de gastronomía, eso lo notó el chef Alejandro, quien afirmó: “la gastronomía internacional solo se origina en ciudades con un gran flujo de migrantes”. Debido a la violencia, droga, corrupción y otros oscuros fantasmas que han avergonzado a la sociedad colombiana, el gusto por la comida extranjera impactó el menú de los restaurantes de la Capital, dejando atrás nuestras raíces, nuestros alimentos. “Los nórdicos trabajan con ingredientes nórdicos, los franceses con ingredientes franceses, pues los colombianos deberíamos estar haciendo lo mismo, es la lógica. Eso es lo que intentamos hacer en Salvo Patria”, dijo el chef Alejandro. Este restaurante se ubicó en una gran casa, con arquitectura de época, ha emanado magia y tradición, allí en aquella esquina de Chapinero se buscaba que las personas tuvieran experiencias únicas y conocieran más acerca de los ingredientes de su país y conocieran la inmensa diversidad de los suelos colombianos: —Busco que la gente pueda comer bien. Es decir, comer con buenos ingredientes, hechos con cariño y bien preparados, en un ambiente relajado… sin tanta huevonada. — Expresa Alejandro Gutiérrez, un cocinero patriota. Minimalismo, sencillo pero contundente Eduardo Martínez, junto a su socio Manuel Romero, crearon la ONG Fundación Equilibrio. Mientras estaban desarrollando esa labor, ambos se percataron de la vital importancia que tenían los ingredientes locales para la cultura de Colombia; sin embargo, Bogotá se veía invadida por restaurantes con comidas de otros hemisferios, pero ninguno “abrazaba” a aquellos productos regionales. Gracias a esto, nació Mini-Mal. Por medio de contactos que había hecho Eduardo y sus socios gracias a la ONG, comenzaron a traer productos regionales para venderlos en la capital; sin embargo, se percataron rápidamente de la ardua misión que era vender estos ingredientes, pues las personas no tenían conocimiento de cómo usarlos y en algunos casos, no sabían siquiera la existencia de algunos alimentos. Ante esta situación, Eduardo Martínez, Manuel Romero, Ángela Martínez y Germán Martínez se aventuraron a abrir un restaurante en donde querían mostrar todos aquellos ingredientes poco conocidos para muchos. Su carta de presentación decía “cocina sorprendentemente colombiana” y sin duda lograron sorprender a su clientela. Las frutas fueron el claro ejemplo de la biodiversidad de nuestros suelos, Mini-mal lo notó y aprovechó la situación, ahora aquella casa en el barrio Chapinero se inundó con aromas frutales que se utilizaron en salsas y preparaciones; pesca del día con “hogao” de chontaduro y leche de coco, albóndigas de cordero en salsa de borojó, eran apenas unos ejemplos de aquella “ingeniería criolla” llevada a la cocina. Según comentó Antonuela Ariza, sub jefe de cocina y jefe de eventos especiales en Mini-Mal, a los clientes les apasionaba saber la historia que hay tras cada plato, desde la pesca directa de comunidades del pacífico hasta exóticas variedades de maíz cultivados en los Montes de María. También querían saber de aquellos ingredientes los cuales fueron acariciados por las manos de compatriotas anónimos, esto generó que las personas se sintieran dueñas de su país. “No es que la biodiversidad esté por allá en la selva, la biodiversidad es mía y yo como colombiano tengo la labor de promoverla, protegerla y de disfrutarla”, dijo Antonuela. ¿El que no quiere a su patria no quiere a su madre? Ambos restaurantes luchan incansablemente por generar el orgullo que merecen nuestros ingredientes. Ante la gran variedad de materias primas que hay en territorio colombiano se debe reconocer y aprovechar estos elementos para poder crear algo nuevo, Perú entiende esto a la perfección y ahora se posesiona como una de las mejores y más diversas gastronomías en el mundo, Mini-Mal y Salvo Patria buscan emular lo que hizo este país para fomentar el orgullo y el uso creativo de nuestros alimentos nativos. Aunque en un principio a ambos restaurantes les resultaba difícil que los comensales probaran por primera vez la jaiba, el tucupí y otros ingredientes desconocidos por ellos, los chefs siguieron innovando y mostrándose bastante optimistas. Al degustar y hacer uso de los ingredientes locales, las personas sintieron más amor por lo que se produce y cultiva en Colombia, “la gente cree que el salmón es una maravilla y es realmente una porquería. (…) A mí no me hace sentido que uno esté trayendo un pescado de porquería desde Chile teniendo dos océanos para proveernos de nuestro propio pescado”, manifiesta el chef Alejandro Gutiérrez con un notable orgullo de nuestros productos locales. Mini-Mal y Salvo Patria, al igual que muchos otros restaurantes que se percataron de la gran variedad de alimentos que alberga el suelo colombiano, crearon nuevos y creativos platillos llenos de ajíes, sabores frutales, aroma a café y un sentimiento de patriotismo que se adentra hasta el corazón. Los restaurantes han sido unos de los más afectados por la pandemia, la cuarentena dejó a su paso una profunda herida financiera que aún no se ha podido cerrar. Las cifras para este gremio son preocupantes pues sus ingresos totales se han visto reducidos en un 44%, según cifras publicadas por el DANE en la Encuesta Mensual de Servicios del mes de agosto. A pesar de todo lo que ha pasado, restaurantes como Salvo Patria y Mini-Mal seguirán buscando inculcar el orgullo por lo nuestro . Merecerá la pena luchar por lo colombiano hasta que en el Pacífico dejen de retumbar cantos de boga, los currulaos y la marimba, que en la costa atlántica cesen los vallenatos y en la región andina deje de oler a café. Apreciar los ingredientes locales y, mínimamente, salvar la patria.
- Candidatas sí hay
Candidatas sí hay Juanita Builes Fecha: Las mujeres merecemos elegir políticas que nos representen y no cuestionen nuestros derechos y necesidades, sino que las defiendan e impulsen al género. Lea también: Necesitamos más rostros femeninos Compartir Foto: Cuando me enteré de que Caterine Ibargüen, mujer negra y medallista olímpica, encabezaría la lista al Senado del partido de la U, me sorprendí. Siempre he pensado que esa mujer es una verraca. Aun así, automáticamente cuestioné las razones de su protagonismo en el partido, pues vi algunas caras conocidas en la lista: José David Name, quien lleva 13 años en el Congreso, aparece en 15 procesos judiciales y tiene presuntos nexos con grupos armados ilegales, o Julio Alberto Elías Vidal, hermano de Bernardo Miguel El Ñoño Elías, condenado por su participación en el caso de corrupción de la multinacional Odebrecht. Tiene pinta de estrategia política usar a esta mujer para ocultar detrás de ella los cuestionamientos del partido. Es triste que la figura de la medallista termine asociándose con perfiles como los de estos hombres. Las mujeres no luchamos por el voto para desperdiciarlo. En el marco de las próximas elecciones del 13 de marzo, las listas al Senado quedaron conformadas con un 40% de mujeres. El 2022 es un año de desafíos y decisiones cruciales, especialmente en materia de derechos humanos. Y no está de más recalcar que se espera que se tengan en cuenta los intereses de las mujeres en la resolución de estas cuestiones. Pero ¿basta con ser mujer candidata para obtener el voto feminista? El movimiento político Estamos Listas aspira a ser el primer partido político de mujeres en el país. Once mujeres de diferentes departamentos, cansadas de que los partidos tradicionales no les permitan a las mujeres una influencia real en espacios de decisión, formaron un movimiento democrático e incluyente. La lista fue decidida por democracia interna y tuvo 76.000 firmas que avalaron decisión. Está encabezada por Elizabeth Giraldo, historiadora y maestra de urbanismo. El resto de ellas comprenden mujeres lesbianas o afros para completar un movimiento autónomo, independiente, que se orienta hacia un gobierno en el que sea posible la justicia económica y ambiental, la transición democrática y un futuro en paz. Si la intención es considerar el resto de opciones, también están las listas del Nuevo Liberalismo y el Centro Democrático. Los perfiles de las mujeres que protagonizan estos partidos son completamente opuestos. Por un lado, en la lista cerrada del Nuevo Liberalismo vemos diferentes tipos de liderazgos: Mabel Lara, una reconocida figura de opinión y la lideresa Yolanda Perea, con perspectivas regionales y de víctimas. Mientras que en el Centro Democrático vemos perfiles como el de Paola Holguín y María Fernanda Cabal de las cuales me tomaré el atrevimiento de dejar que algunos de sus tweets hablen por ellas: “Sucede al Estado lo que a las damas, que de tanto ceder y ceder damas dejan de ser”, “Mujeres líderes. No “lideresas”; ese afán del marxismo cultural en poner “a” a las palabras para reivindicaciones estúpidas de género, no debería ser adaptado en los comunicados de gobiernos que no comulgamos con la ideología pobresista”, respectivamente. Y así se va armando el panorama de las posibilidades que tiene el voto femenino. Similar al caso de Caterine, es la situación de la lista cerrada del Pacto Histórico. Perfiles prometedores con interés por la ideología de género como los de Isabel Cristina Zuleta o María José Pizarro, pero asociadas a través de la coalición con personajes como Piedad Córdoba o Roy Barreras, quienes cargan con expedientes difíciles de dejar a un lado a la hora de votar. Ese es otro de los puntos importantes en el voto por Senado y Cámara, en especial con las listas cerradas, reconocer que se está votando por un grupo, sus dinámicas y diversidad de perspectivas, no solo por un individuo. Respecto a dinámicas grupales, quienes parecen estar en una constante vorágine son las de la Coalición de la Esperanza. A pesar de las controversias y algunos desaciertos en sus consideraciones, como Ingrid Betancourt y su “las mujeres se hacen violar y perseguir”, vemos en la lista al Senado a candidatas como Angélica Lozano, quien en 2018 llegó al Senado con la mayor votación femenina en el país, y Lina María Arango, quien tiene trayectoria en la lucha contra la violencia, género y transparencia. En contraste con el Partido Liberal, que tiene a Sara Castellanos, quien defiende la familia tradicional, y a Laura Fortrich, heredera de votos de investigados por corrupción. La participación de las mujeres en la política es importante y es claro que se debe tener en cuenta el factor de interseccionalidad y diversidad de contextos que puedan aportar esas mujeres. Pero ser mujer no es suficiente para recibir el voto femenino, pues andamos en búsqueda de un país que se interese por las cuestiones de género. Las mujeres merecemos elegir políticas que nos representen y no cuestionen nuestros derechos y necesidades, sino que las defiendan e impulsen al género. Mantengo la esperanza de que marquemos el tarjetón teniéndolo en cuenta.
- Vinilos, el sonido del recuerdo
Vinilos, el sonido del recuerdo María Alejandra Lahidalga, Ana María Meza M, María Alejandra Parra y María Virginia Velazquez María Alejandra Lahidalga, Ana María Meza M, María Alejandra Parra y María Virginia Velazquez Con el tiempo, se han perdido los vinilos, uno de los inventos más significativos y que mayores cambios en la cultura musical ha generado en la historia. Haz clic para acceder al contenido Ver también: QUEEN: Cincuenta años, cuatro coronas y una leyenda Compartir
- Adiós, Big Boss
Adiós, Big Boss Juan Camilo Colorado López, estudiante de Comunicación Social y Periodismo Fecha: “La última vuelta” marcará el retiro de Daddy Yankee después de 32 años de una carrera colmada de éxitos, fama y mucho ‘perreo’. Lea también: Compartir Foto: Billboard Pensar en el reggaetón es pensar en Daddy Yankee; es como si se mencionara a Jordan para hablar del basquetbol o a Van Gogh y el arte. Es así de sencillo. Por eso, para los millones de fanáticos que tiene el género (me incluyo) y los seguidores de este cantante es difícil asimilar que haya decidido cerrar su ciclo en la escena musical. De San Juan, Puerto Rico, salió el artista que puso a bailar a todo un continente con su música y que, dentro de poco, se bajará de las tarimas para siempre. La noticia de su retiro la dio a conocer por medio de sus redes sociales el 20 de marzo desde su cuenta de Instagram. Fue un video no muy largo en el que agradeció especialmente a sus fans, a las personas que creyeron en él desde el primer día y las que convirtieron al reggaetón en un género mundial. La trayectoria de Daddy Yankee está lejos de ser una carrera al sprint. Todo lo contrario. Ha sido toda una maratón que inició hace más de 30 años y hasta la fecha sigue cosechando los frutos del esfuerzo, del apego con sus raíces puertorriqueñas y de la persistencia. Pero lo que hizo el Cangry -como era conocido dentro de la industria- con su música va más allá de haberse convertido en el principal referente del género. Es que el mismo reggaetón no sería tan popular y sonado como lo es hoy si Yankee no hubiera hecho retumbar los parlantes con sus líricas de calle, de sensualidad y de alegría. Sus canciones pocas veces retrataron lo que se la ha criticado históricamente al reggaetón: la obscenidad, la cosificación de la mujer y la alusión a las drogas y al alcohol; ahí estuvo su éxito. Hoy en día, la música urbana es escuchada con otros oídos, sin tantos prejuicios y con nuevos artistas que le están apostando a otros temas y nuevos estilos sin dejar a un lado las raíces del género. Puerto Rico también ganó con el estrellato del cantante. No solo por haber puesto a la isla en el mapa, sino porque los jóvenes de ahora dejaron de ver a las drogas como un proyecto de vida y se centraron la música como una alternativa de mejora; muy contrario al contexto en el que Yankee tuvo que vivir. “Siempre trabajé para inspirar a los chamaquitos a que sean líderes, que sueñen con crecer y no crean en limitaciones”, afirmó Daddy en el video de despedida. “En el barrio, donde nosotros crecimos, la mayoría queríamos ser narcotraficantes. Hoy por hoy, yo bajo a los barrios y las mayorías quieren ser cantantes”, concluyó. Y los nuevos talentos ya están sonando: Lunay, Rauw Alejandro, Myke Towers y el que parece que será uno de los más grandes en la historia del género, Bad Bunny. Si los amantes de la vieja guardia del reggaetón -los ‘old school ’- desempolvaran los CD’s con los temas de Daddy Yankee, se darían cuenta de que al “Big Boss” nunca le faltó constancia para sacar hits regularmente (y, obviamente, tendrían material para una gran fiesta también). Gasolina, Salud y vida, Lo que pasó pasó, Ella me levantó, Llamado de emergencia, Shaky Shaky, Con calma y Dura son algunas de las canciones que bailaron miles de latinoamericanos y que permanecerán en la mente por muchos años más. Para despedirse del público que lo vio nacer y crecer como artista, Yankee hará “La Última Vuelta”; un tour por América Latina y Estados Unidos en el que cantará sus éxitos más sonados y también los de su más reciente trabajo discográfico, Legendaddy . A Colombia vendrá en octubre y, sin duda, será un espectáculo de perreo y alegría por haber visto a uno de los más grandes. El “Máximo Líder” se despide de la música. Pasarán muchos años para que el mundo vuelva a ver a un artista tan excepcional como él, entregado a su trabajo y dispuesto a hacer bailar a todo el mundo. Su música y las letras de sus canciones seguirán siendo bailadas y disfrutadas por todos los amantes del reggaetón alrededor del mundo.
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