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La segunda vuelta presidencial, a la que fueron convocados a participar 36 millones de colombianos, se cumplió dentro de la mayor normalidad según el balance de las principales autoridades nacionales que tuvieron a cargo su organización. Mientras que el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas destacó que no se presentaron alteraciones de orden público, el registrador nacional, Juan Carlos Galindo expresó que solo dos mesas de votación no abrieron oportunamente por mal tiempo y otras 14 se tuvieron que trasladar por la misma causa. “Tengo un reporte muy positivo de las elecciones. No hay ningún evento de orden público relacionado con las elecciones y ningún evento que ponga en peligro la parte de ciberseguridad, que ha salido muy bien”, dijo el ministro Villegas al hacer un balance preliminar de la jornada. Villegas explicó que durante las primeras horas de las votaciones se atendieron “más de un millón de consultas en las dos primeras horas sin novedad. La plataforma que ha respondido bien y todos nuestros mecanismos de defensa electrónica han impedido que sucedan eventos que pongan en peligro el buen funcionamiento de esa cadena electrónica que está alrededor de las elecciones”. El ministro explicó que en total fueron 155 mil efectivos de las Fuerzas Militares y de Policía que cubrieron las 97 mil mesas instaladas en todo el territorio nacional. El ministro destacó la tranquilidad que se registró en las zonas de la frontera con Venezuela desde la Guajira hasta Arauca. Por su parte, el registrador Nacional del Estado Civil, Juan Carlos Galindo, destacó que solo dos mesas en las que no se pudo abrir la votación a las 8 a.m. sino una hora y media más tarde fueron las de las las veredas Nápoles, en Piamonte, en Cauca, y Palonegro, en Monterrey, Casanare. Galindo también explicó que hubo seis traslados de puestos de votación en corregimientos que suman en total 14 mesas, en Cáceres, Antioquia; Támara, Casanare; Inírida, en Guainía; Pivijay y Aracataca, en Magdalena; y La Victoria, Valle. “El reporte de La Uriel en materia de denuncias que se han recibido por varias conductas como constreñimiento al sufragante o corrupción al sufragante han sido 141, 24 de ellas en Bogotá, 23 en Antioquia y Medellín, 12 en el Valle y Cali, 10 en Santander y Bucaramanga, Bolívar y Magdalena 10”, agregó Galindo. También reveló que fueron capturadas varias personas por las autoridades portando fotocopias de tarjetas electorales el sábado en Villamaría, Caldas, y en Piedecuesta, Santander y este domingo en Medellín. Galindo, además precisó, las cifras de quienes fueron acreditados como testigos electorales por las campañas así: - 55.116 personas del Centro Democrático que cubren 78.511 mesas. - 61.858 personas de la campaña Petro Presidente que cubren 86.623 mesas. En su primer balance, Galindo aseguró que hacia las 10:30 a. m. se registraba una participación de 5 millones de votantes en todo el territorio nacional, por lo que se esperaba una votación semejante a la de la primera vuelta del pasado 27 de mayo. El Defensor del Pueblo, Carlos Negrett, consideró por su parte como histórico “que Colombia esté votando después de una guerra de 54 años. Colombia está votando con paz y transparencia”. Negrett destacó que sus delegados en todo el país no recibieron denuncias de irregularidades en ningún punto del territorio nacional. “Esa es la importancia de haber firmado un proceso de paz con una organización como las Farc, un movimiento bastante difícil que impedía hacer elecciones en muchos municipios”, dijo el Defensor. Finalmente, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Yolima Carrillo instó a las campañas de Iván Duque y Gustavo Petro a aceptar los resultados de las elecciones, como corresponde. Sin embargo, la funcionaria advirtió que el diseño del calendario electoral colombiano requiere una reforma, pues es muy corto el tiempo de tres semanas entre primera y segunda vueltas. “No puede volver a haber una elección sin que se revise esto. No puede volver a pasar que este tiempo tan corto entre una primera y segunda vuelta no esté absolutamente reglado para garantizar por un lado el derecho que tienen las campañas para presentar reclamaciones y por el otro, el derecho que tiene la ciudadanía de que se cumpla la fecha”.

El candidato Iván Duque Márquez, apoyado por una coalición de partidos entre los que se encuentran el Centro Democrático, el Partido Conservador, Cambio Radical y sectores del Partido Liberal resultó elegido como sucesor de Juan Manuel Santos con alrededor del 54 por ciento de los votos de la segunda vuelta presidencial, según el conteo anunciado por la Registraduría Nacional del Estado Civil. El Presidente electo derrotó en la segunda vuelta de este domingo al exalcalde de Bogotá y líder de la izquierda Gustavo Petro Urrego, quien logró en las urnas una votación aproximada del 42 por ciento. El voto en blanco tuvo una participación menor a la esperada con un 4.21 por ciento de la participación. La elección de Duque se formalizó apenas 1 hora y 30 minutos después del cierre de las urnas, cuando la Registraduría Nacional del Estado Civil anunció en su boletín No. 17 que Duque había obtenido 10.350.552 votos, cuando se había contabilizado el 99.65 % de los votos. Según ese mismo boletín, Petro obtuvo 8.023.235 votos, que representan un 41.82 % Duque es un abogado de la Universidad Sergio Arboleda, de Bogotá, con máster en Derecho Económico en American University y máster en Gerencia de Políticas Públicas en Georgetown University, en Estados Unidos. El nuevo Presidente tiene 41 años y nació en Bogotá. Es hijo del exministro Iván Duque Escobar, está casado y tiene tres hijos. A lo largo de su carrera el Presidente electo fue senador del Centro Democrático, Jefe de la División de Cultura, Creatividad y Solidaridad en el BID; Consejero Principal de la Dirección Ejecutiva para Colombia, Perú y Ecuador en el BID y ssesor principal Panel de Investigación sobre el Incidente Mavi Marmara entre Turquía e Israel – ONU. En marzo pasado fue designado en una consulta interpartidista como el candidato de la coalición de centroderecha, luego de vencer a Martha Lucía Ramírez, quien fue luego designada como su fórmula a la Vicepresidencia, y el exprocurador Alejandro Ordóñez. En esa votación, Duque obtuvo un poco más de 4.3 millones de votos. Previamente había sido seleccionado como el candidato del Centro Democrático, orientado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, al superar en una selección interna a sus compañeros Paloma Valencia, María del Rosario Guerra, Rafael Nieto y Carlos Holmes Trujillo. La nueva vicepresidenta es la abogada bogotana Martha Lucía Ramírez, exministra de Defensa y de Comercio Exterior y varias veces candidata presidencial. Tiene 63 años y con esta elección se convierte en la primera mujer que alcanza la segunda dignidad más alta del Estado. En la segunda vuelta se registró una participación del 52.90%, levemente inferior a la que menor a la que se logró en la primera vuelta, el pasado 27 de mayo, cuando Duque también se impuso con un 40 por ciento de los votos. En esa ocasión se registraron 19.336.637 mientras que ahora se alcanzó una votación total de 19.336.134. Por regiones, Duque se impuso en la mayor parte del país, en las regiones Andina y en el centro y oriente, mientras que Petro ganó en la región Pacífica, Atlántico Bolívar y Bogotá. En la primera vuelta, Duque logro 7.569.693 votos que representaron un 39.14 por ciento del total de la votación. Se destaca de este resultado, sin embargo, que la votación cercana a los 8 millones de votos lograda por Petro es la mayor lograda por una coalición de izquierda en la historia de Colombia. "Nunca en la historia de este país la izquierda había tenido tantos votos a nivel nacional como los que está alcanzando Gustavo Petro en esta elección", dijo el profesor Juan Carlos Gómez, en el análisis de datos de la segunda vuelta. En las últimas semanas el discurso del candidato electo comenzó a moderarse respecto de temas como el del proceso de paz, del cual era un fuerte crítico. El analista Fernando Cvitanic, profesor de la Universidad de La Sabana, dijo durante el análisis de los resultados en Unisabana Radio, que la razón de este viraje hacia el centro fue clave en la notable reducción del porcentaje de la votación en blanco, gracias a lo que logró atraer al elector de centro e indecisos. En su postura inicial, Duque había insistido en la necesidad de reestructurar los acuerdos de paz de 2016 entre el presidente Juan Manuel Santos y la desmovilizada guerrilla de las Farc. Básicamente, el Centro Democrático exigía que en los acuerdos se contemplaran sanciones efectivas de cárcel a los desmovilizados que estuvieran vinculados con delitos graves como el secuestro, el reclutamiento de menores de edad y el narcotráfico. Sin embargo, Duque precisó en las últimas semanas que no iba a derogar los acuerdos de paz y que a los combatientes de rangos inferiores se les iban a respetar sus beneficios por dejar las armas. En materia económica, Duque propone una reducción de impuestos para las empresas que más empleos nuevos generen y plantea una reducción de gastos del Estado, lo que se podría traducir en que algunos de los subsidios se revisen. Una de las reformas propuestas por Duque y que resultaron más controvertidas fue la eliminación de algunas de las actuales altas cortes para que la rama judicial sea dirigida por una sola supercorte. Esa reforma, sin embargo, aún está por ser presentada formalmente. #EleccionesPresidenciales

El candidato del movimiento Colombia Humana, Gustavo Petro, insistió en que Colombia requiere de un cambio de rumbo y por eso calificó la segunda vuelta presidencial, disputada este domingo, como un “un día histórico”. “Cuando se habla de la historia siempre es de las posibilidades reales de cambio en el país. Un cambio que desean todos y todas las colombianas. No creo que haya algún colombiano que crea que todo está bien. La necesidad de cambiar las cosas es fundamental”, dijo Petro a los periodistas luego de ejercer su derecho al voto en el barrio de La Asunción, de la localidad de Puente Aranda en el occidente de Bogotá. Ese cambio, según el candidato, consiste en “construir una Colombia Humana en paz. Una Colombia que se reconcilie a sí misma y que se reconcilie con su historia. Una historia que es la del trabajo, la de la producción, el saber, el conocimiento, las letras, la música, el arte, la poesía”. También dijo en ese momento que el cambio que propone consiste en que Colombia “retorne a su camino de una gran nación y esa posibilidad solo depende realmente de que podamos por fin en dos siglos comenzar la construcción de una era de paz”. Consultado por Unisabana Medios sobre las denuncias de fraude en la primera vuelta a través de las alteraciones a los formularios E-14 de la Registraduría, el candidato dijo que “hasta ahora no tenemos mayores informes” de irregularidades. Su fórmula a la vicepresidencia, Ángela María Robledo, a su turno, ratificó que su movimiento no tiene informes de denuncias de irregularidades en las elecciones con esos formularios. “Estamos documentando, como lo hicimos en la primera vuelta, algunas irregularidades. Tenemos la denuncia de una cantidad de moticiclistas con muchas cajas frente a una de las sedes de Iván Duque y de Martha Lucía. Lo estamos reportando, como es nuestra obligación, a la Uriel. Y seguramente hará parte de las denuncias que vamos a presentar al Consejo Nacional Electoral”, dijo la candidata a la Vicepresidencia. Con reportería de María Camila Upegui Agregó que, en general, lo que se ha sentido “es una jornada llena de alegría, de una votación en orden y esperamos que siga así”.

El candidato del Centro Democrático dijo en declaraciones a los medios, luego de ejercer su derecho a votar, que su anhelo es “que Colombia pueda ser gobernada por una nueva generación” que pueda dar la vuelta a las páginas de la corrupción, de la politiquería, del clientelismo. “Hemos hecho una campaña de soluciones y no de agresiones, de positivismo de energía, de alegría, pensando en el futuro. Hemos hecho todo lo que humanamente se puede hacer en una campaña para ganar y hoy le pedimos a Dios y al pueblo colombiano que nos den la victoria”, dijo Duque, luego de depositar su voto en la mañana desde su lugar de votación en el colegio Pedagógico Nacional, en el norte de Bogotá. Duque afirmó que “quiere gobernar con todos y para todos los colombianos, que quiere unir al país”. Duque, de 41 años, es apoyado por una coalición amplia que incluye a partidos como el Centro Democrático, el Partido Conservador, Cambio Radical y un sector mayoritario del Partido Liberal. El candidato aseguró no tener sino gratitud y alegría “de una campaña que empezamos hace 2 años y medio recorriendo cada rincón del territorio con nuestros talleres construyendo país”. Ratificó que su propósito de ser elegido es el de “cimentar en Colombia la cultura de la legalidad donde se le diga al criminal“el que la hace la paga”. Particularmente sobre Bogotá, Duque se comprometió a avanzar “en el proyecto del metro de la ciudad, de fortalecer la seguridad en la ciudad y de avanzar también en la Avenida Longitudinal de Occidente”. También expuso su intención de “construir ese anhelo de ciudad-región que es el tren de cercanías. Sobre su propuesta económica, Duque resumió: Venimos a ratificar que queremos un país de emprendimiento, en el que haya pequeñas medianas y grandes empresas que generen empleo de calidad que nos permitan derrotar la pobreza y expandir la clase media”. También reiteró su propuesta de “construir un país de justicia social donde llevemos al campo la inversión, la transformación productiva, que nos permita tener una clase media rural que crezca todos los días”. Respecto de una de las principales preocupaciones de los colombianos, la salud, Duque dijo que espera que esta se convierta en “un elemento de equidad y no simplemente el negocio de algunos”. Sobre ese tema, anticipó lo que será su plan de gobierno para premiar a las empresas del sector que “hacen bien la tarea y sacar a aquellos que prestan un servicio deficiente”. También aludió a la educación, como un factor de inclusión para cerrar brechas sociales. “Que tengamos una educación donde todo el país se sienta tenido en cuenta”. Con reportería de Samuel Romero y Juan Manuel Toro En sus breves declaraciones en las que su tono fue de optimismo, Duque agregó que desea que Colombia sea reconocido como un país incluyente: “Que seamos el país de la población con discapacidad, de la mujer cabeza de familia, el país del deporte y de la cultura”.

Luego de medirse en la primera vuelta, el candidato por el Centro Democrático, Iván Duque, y el candidato de la Colombia Humana, Gustavo Petro, continúan camino a La Casa de Nariño. Con el 39% de los votos y después de haber ganado en 23 departamentos, Iván Duque se enfrenta a Gustavo Petro, candidato que obtuvo el 25% de la votación y que ganó en 9 departamentos. En esta segunda vuelta de las elecciones presidenciales los dos candidatos sobre la mesa exponen y proponen ideas completamente diferentes y opuestas. Ambas posturas son más cercanas a los extremos que al centro, de esta forma Iván Duque representa la Derecha y Gustavo Petro representa la Izquierda. Estas son las propuestas (y claves) de los dos candidatos para sus eventuales gobiernos. Jorman Sebastián Romero y María Fernanda Gaitán Estudiantes de Comunicación Social y Periodismo #EleccionesPresidenciales

El pasado 27 de mayo el candidato a la presidencia por el partido Centro Democrático, Iván Duque, obtuvo 7.569.693 votos que lo posicionaron como el gran ganador de la primera vuelta electoral. Por otro lado, Gustavo Petro, con una cifra nunca antes alcanzada por un candidato de izquierda, logró pasar a segunda vuelta con 4’850.549 votos. Estos fueron los departamentos que conquistaron: Según Javier Ramírez, politólogo y relacionista internacional de la Universidad de Greenwich y experto en proceso de paz y víctimas, menciona que Iván Duque ganó en esas regiones porque recibió el apoyo del Centro Democrático, de movimientos religiosos, de la coalición de la derecha (Partido Conservador, Liberal, Cambio Radical, y el de Partido de la U), además de partidos que se han venido consolidando como el MIRA. El analista considera que no es el partido quien influencia el voto de los ciudadanos, son los candidatos, el comportamiento de los partidos en campañas políticas, y el voto de opinión los que lo hacen. Ramírez considera que el carisma que posee el candidato lo ayuda a atraer a muchos sectores de la sociedad civil, como los jóvenes y empresarios. Adicionalmente, menciona que Duque ha logrado que las coaliciones de derecha se fortalezcan de tal forma que unifiquen un solo discurso contra la izquierda. Dichas alianzas han logrado que en regiones en donde no se ha vivido tan fuerte la violencia, se vuelque el voto hacia Duque. Javier Ramírez menciona que Iván Duque “en su discurso ha estado enfocado en un tema principal: el económico, en el cómo se manejará la economía del país para no ser un país ‘castrochavista’, para no ser un país impositivo como Venezuela” y aclara que, con este tipo de discurso, la derecha se ha consolidado en el centro del país, y en los departamentos donde se hace frontera con Venezuela. “Ha sido un discurso enfocado al miedo y el juego de emociones hacia los estratos 3, 4, 5, 6, más que todo a los últimos dos”. Por otro lado, Gustavo Petro gana en regiones donde el conflicto armado siempre ha estado presente junto a las Farc y las disidencias, como es el caso de Chocó y el Cauca, pues son regiones que, según Ramírez, también están a favor de candidatos y partidos que apoyan el proceso de paz: “Por ejemplo en Bojayá, donde casi el 98.8% votó sí al plebiscito, siempre ha estado en favor de los candidatos que han estado a favor de la paz. En ese sentido, ahí sí tienen una gran influencia en el discurso político cuando las personas esperan garantías de que los actores armados no van a volver a hacer presencia en estos departamentos donde han sufrido la violencia”, dice Ramírez. Petro llegó con un discurso incluyente y populista, “mueve fibras de la sociedad civil que está en mayor necesidad: estrato 1, 2, y de pronto el 3. Su discurso está enfocado al tema ambiental, a la igualdad de condiciones, a brindar beneficios a los más necesitados y en apoyar a lo que se hizo en la Habana y a la paz”. Para la segunda vuelta, Javier Ramírez considera que las regiones más importantes a las que los candidatos deben ‘conquistar’ son los departamentos del norte del país, la costa Atlántica, Bogotá y una parte del sur de Colombia, pues esos son los fortines políticos más importantes. “Son las regiones que prácticamente que ponen el presidente de la República”, explica. Petro deberá conquistar al Amazonas, Cundinamarca, Casanare, Risaralda, Caldas y Antioquia, mientras que Duque tiene que conquistar ese fortín político que perdió: la costa Atlántica, el norte del país y las periferias de Colombia: el Chocó, Córdoba, Nariño, Cauca, Putumayo, Sucre, Vaupés y la Guajira. En el caso de Bogotá, donde el voto de opinión quedó por encima de Iván Duque y Gustavo Petro, es el resultado del romper una tradicionalidad que en años pasados se han impuesto sobre la capital. “Lo que ha pasado es que se han roto esos esquemas a tal punto de que el Partido Verde, un partido que lleva un trabajo de muchos años, un trabajo en donde están concientizando al ciudadano a que hay que aprender a votar, ha ganado unos puestos importantes en Bogotá, desplazando a los partidos tradicionales (Partido Liberal y Polo Democrático) e incluso desplazando a Cambio Radical”, señaló el analista. La capital, en palabras de Ramírez, es un reto para ambos candidatos. Laura Corredor Estudiante de Comunicación Social y Periodismo

De acuerdo con la Registraduría Nacional, el voto en blanco no tiene vinculación jurídica en la segunda vuelta presidencial. Sin embargo, para una parte del electorado, en esta ocasión, parece ser su primera opción. ¿Qué significado político tendría? Lea el análisis. Foto: Registraduría Nacional. Tarjetón electoral de la segunda vuelta presidencial del 2018. Para la Corte Constitucional, el voto en blanco es “una valiosa expresión del disenso con efectos políticos a través del cual se promueve la libertad del elector”. Para la Misión de Observación Electoral (MOE), es una decisión del electorado para manifestar inconformidad. Pero es cierto que luego de la primera vuelta presidencial el 27 de mayo, donde Iván Duque pasó a la segunda vuelta con una votación del 39.1 %, junto con Gustavo Petro, que consiguió una votación del 25.08 %; el país ha entrado en una contexto de enfrentamiento entre los colombianos que optarían por alguno de los candidatos y aquellos que prefieren votar en blanco. El primer abanderado de esa modalidad de voto, en esta ocasión, fue Sergio Fajardo, quien anunció a los medios de comunicación y en su cuenta de Twitter, que votaría en blanco. “Lo dije porque pienso que ninguno de los dos representa lo que nosotros queremos para Colombia: un país unido en medio de las diferencias que lo enriquecen, un país que le da la espalda a la política tradicional para poder luchar en serio contra la corrupción”, afirmó en la página oficial de su campaña. Humberto de La Calle también reveló que votaría en blanco, a pesar del apoyo de su partido al candidato Iván Duque. Lo hizo a través de su cuenta de Twitter con una carta que afirmaba que “sin ánimo de dar recomendaciones, votaré en blanco”. Otros líderes, como Jorge Enrique Robledo, senador por el Polo Democrático, han anunciado su interés por votar en blanco y han defendido la validez de esa modalidad como una expresión democrática de insatisfacción con los dos candidatos. A raíz de las declaraciones de los ex candidatos y las coaliciones de los candidatos de la segunda vuelta, el mapa político de Colombia se ha ido consolidando para esta segunda vuelta, evidenciando que hay un alto porcentaje de electores dispuestos a votar en blanco. Sin embargo, también se ha tendido a ver ese voto, en vez de ser una representación de inconformidad con ambos candidatos, como un voto a favor de alguno de ellos. Para el analista político Diego Cediel, politólogo de la Universidad del Rosario y profesor de la Universidad de La Sabana, esto no es verdad. En primer lugar, la afirmación de que votar en blanco es votar por un candidato no tiene mayor veracidad debido a que “el voto en blanco tiene una contabilidad autónoma y tiene un peso autónomo”, afirma Cediel. En segundo lugar, el voto en blanco en esta segunda vuelta tendrá un significado simbólico debido a que presenta una “inconformidad frente a los liderazgos políticos que quedaron” y “cada quien puede votar como le parezca”, dice el politólogo. Sin embargo, solo se lograría ese significado simbólico si logra superar el histórico de la votación en blanco en Colombia que hasta ahora solo ha llegado hasta un 4 % en una segunda vuelta presidencial. Un crecimiento simbólico, entonces, vendría siendo que el porcentaje del voto en blanco logre duplicar aquel que ha logrado en elecciones presidenciales anteriores. Esto significa que debería quedar en más del 8 % para haber tenido un crecimiento significativo, cosa que Cediel encuentra casi imposible debido a que el voto en blanco en Colombia ha sido históricamente atípico. Para el politólogo, dejar el voto en blanco en el tarjetón para la seguna vuelta es una forma de respetar “el voto en blanco como expresión política”, ya que “no se podía silenciar la opción del voto en blanco porque sería, precisamente, desconocer los resultados del voto en blanco de la primera vuelta, que representaron un 0.34% de los votos”, pues también funciona como expresión democrática, donde el elector afirma que ninguno de los candidatos representa sus intereses. El crecimiento del voto en blanco vendrá acompañado, además, del crecimiento de la abstención en la votación, según los cálculos de Cediel. “La gente considera que votar por alguno de los dos candidatos es profundizar una polarización del discurso político del país”, afirma Cediel, a pesar de que para él esta creencia de la gente no es tan acertada. Pero lo que Cediel encuentra interesante en esta opción del voto en blanco es que, a pesar del gran apoyo que tiene en las redes sociales y entre muchos jóvenes, está siendo sobrevalorado. “En Colombia el voto en blanco ha sido absolutamente atípico”, afirma el politólogo, y recuerda que históricamente ha sido más alta la abstención que el voto en blanco. Por ello, a pesar de que el voto tuviera un crecimiento que doblara el histórico nacional, no representaría mayor reto para la carrera política en adelante. Incluso dice que los problemas de gobernabilidad no vendrían relacionados con una mayoría del voto en blanco, sino de las relaciones que haya entre el futuro presidente y el congreso de la república. El aumento o disminución del voto en blanco demostrará los sentimientos del electorado hacia los candidatos, pero no evitará que el 17 de junio llegue a la presidencia de la república aquel que más votos obtenga. Tatiana Rojas González Estudiante de Comunicación Social y Periodismo

El sistema de salud en Colombia es una de las asociaciones público privadas más grandes que existen y es, sin duda, uno de los asuntos de mayor importancia en la agenda del país. Según Catalina Gutiérrez, doctora y magíster en Economía, hay diferentes asuntos por mejorar en nuestro sistema, pero existen tres problemas principales en los cuales se debe enfocar el próximo gobierno. Lo primero que ella priorizaría sería cambiar nuestro modelo de salud curativo a uno preventivo. Eso, porque permite detectar con anterioridad posibles anomalías en el estado de salud de las personas y, además, se ha demostrado que un sistema de salud preventivo es mucho más rentable para un país que el de un sistema curativo. Por eso debemos implementar nuestro sistema de prevención y promoción a uno más efectivo que nos permita evitar a los ciudadanos cualquier problema de salud y asimismo sirva para minimizar los gastos futuros. En segundo lugar, atendería el tema de la corrupción que deslegitima las ganancias que ha obtenido el sector salud. Catalina considera que es necesario acabarlo y asegura que se encuentra en todas las esferas: “se trata de una corrupción rampante que está presente en los hospitales públicos, en la compra de medicamentos, en la compra de insumos, en el sector de los jueces, en la compra de los hospitales privados, en la compra de servicios y hasta en la forma como se hace el sistema de abastecimiento”, ratificó. En este momento nos encontramos pasando por una crisis, en la cual, según cifras otorgadas por la Superintendencia de Salud, el sistema tiene un déficit cercano a los 5.5 billones de pesos anuales. Ante esto, la experta comenta que se trata de un tema de organización contable, pues las deudas son producto de un problema estructural, al cual el próximo gobierno de Colombia deberá brindar una pronta solución. “Esas deudas, en su mayoría, se han dado por servicios no post, que han sido prestados por hospitales y las entidades territoriales. Como aseguradoras del régimen subsidiado, no han pagado esas prestaciones porque no tienen con qué. Hay que financiarlo de otra fuente porque, sino, va a seguir generando este problema estructural”, afirmó la experta. En su criterio, se debe tener una mejor administración de estos recursos para establecer la garantía del derecho a la salud a todos los ciudadanos sin importar su situación socioeconómica ni ubicación geográfica. Por ello, la economista sugiere que haya una sanción ejemplar para la corrupción de este sector, que prohíba y frene el malgasto de estos recursos sagrados ya que se trata de algo tan delicado que implica la muerte de personas. María Camila Upegui Estudiante de Comunicación Social y Periodismo

El ganador de la contienda electoral tiene una larga lista de retos y tareas por cumplir. Salud, educación, economía, infraestructura, medio ambiente, seguridad, relaciones internacionales, son algunos de los temas fundamentales de la agenda del próximo presidente y de su gabinete. Unisabana medios consultó al rector y algunos de los decanos de la Universidad de La Sabana sobre los asuntos que deberá resolver con urgencia el nuevo presidente. Laura Pinilla y Ángela Pinzón Estudiante de Comunicación Social y Periodismo

Con alrededor de 3 millones de seguidores, Petro es el candidato presidencial que posee la mayor cantidad de apoyo en redes. Personajes fieles a su campaña, como Hollman Morris, aseguran que twitter se trata de una «herramienta» más. Foto por: Axl Bernal El candidato por la Colombia Humana, Gustavo Petro, con sus 3’204.445 seguidores, un total de 105.013 trinos en su cuenta y 19 cuentas falsas que utilizan su mismo nombre en la plataforma virtual; hace de Twitter una arena en la que, al día de hoy, en lo que respecta a la segunda vuelta electoral, está reinando. Pese a esto, Iván Duque, el otro candidato presidencial que disputará con él el triunfo en esta segunda vuelta, cuenta con menos de un millón de seguidores (388.893) en la famosa red social y con un aproximado de 21.740 trinos. Permanece, sin embargo, confiado frente a una posibilidad de alcanzar la presidencia; pues desde la primera vuelta electoral reafirmó, con los resultados que obtuvo (7’567.785 de votos a favor), que a pesar de que el rol que actualmente juegan las redes en el mundo político -y más en las próximas elecciones - es de relevante importancia, no se puede equiparar tan fácilmente el apoyo tras la pantalla de un dispositivo respecto al apoyo detrás de las urnas. Hollman Felipe Morris, concejal de Bogotá y líder político que actualmente apoya la campaña de Gustavo Petro, afirma que “twitter es una herramienta, pero ahí no está la política”. Para él la importancia de la campaña radica en las personas que se manifiestan fuera de redes: “A nosotros nos interesa más la gente en la calle”. El concejal asegura que es importante el sector del público que utiliza Twitter en Colombia -que según cifras del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación equivale a un estimado de 6 millones de personas -, mas no considera que ahí esté la clave del éxito al que apunta la campaña, puesto que “los seguidores en Twitter no necesariamente se expresan en votos”. Cifras tomadas de SOCIALBLADE Esto se traduce en una preocupación que está presente entre los directores e impulsores de campañas políticas, debido a que una tendencia negativa no solo puede afectar a un candidato determinado, sino a los demás también, justo como le sucedió en las elecciones del 2010 al aspirante a la presidencia y reconocido político Antanas Mockus, quien punteaba en redes como Facebook, con alrededor de 456.000 seguidores y quien movía personas de todo público en el ámbito virtual con la famosa «ola verde» ; pero, que a pesar de ello, también fue víctima de ese segundo filo que las redes sociales provocan, lo cual causó que sus seguidores virtuales, gracias a propaganda negra, no dejaran de seguirlo detrás de la pantalla de un móvil, pero sí a la hora de votar. En una entrevista con el doctor en comunicación y periodismo, Víctor García Perdomo, aclaramos los puntos anteriores. Explicó, en primer lugar, que si bien las redes sociales pueden llegar a ser una “arena distinta en la que las fuerzas políticas se miden como si estuvieran en la plaza pública”; por otro lado, son también, una atmósfera que en nada se asemeja con la política en el espacio físico, es decir, la red social es en sí, tal como lo afirmó Víctor, “un reflejo importante que toma el pulso de lo que está ocurriendo en la política”, pero no la experiencia política como tal. Por esta razón, el Doctor, considera que es importante que las personas comprendan que la red social “es un pulso, pero no necesariamente la popularidad en la red social se revierte en votos”. Para él “en las redes el candidato mide sus fuerzas respecto a lealtades y detractores”, mas no puede ir más allá, pues nada le puede garantizar que serán aquellas personas las mismas que lo apoyen a la hora del sufragio. Esto último lo comprende bien el equipo de campaña de la Colombia Humana. Clara Inés Barrera, estratega digital de la campaña, enfatiza en el verdadero éxito de Petro y la principal causa del mismo; que, según aseguró, no se debe únicamente al manejo de perfiles en distintas redes sociales, sino a que Gustavo, no solamente en redes -también cuando se presenta en plaza y en eventos al público-, se presenta como un aspirante que rompe esquemas: “reencarna el Rock&roll entonces es como… es el personaje más atípico”. Para ella, los seguidores que tiene Petro, no exclusivamente en el contexto virtual, se deben a que él es como ese “Rocker Rebelde”: el político poco común, que por esa misma imagen gana acogida en medio de tanto público, especialmente jóvenes y usuarios de redes, quienes al final son uno de los grupos que más se identifica con ese perfil. Les preguntamos a los ciudadanos de Bogotá si consideran que las redes sociales pueden incidir en su decisión de voto. Vea lo que respondieron. Al final de cuentas, definir si las redes sociales son o no positivas es algo que depende de cada usuario; pues cada persona ingresa a compartir, trinar o debatir frente al tema que más le interese. Lo que si se sabe es que las redes sociales son una nueva atmósfera en la que el debate político se va haciendo más fuerte; son un espacio en el que confluyen diferentes puntos de vista, incluidas artimañas para desmeritar e injuriar a alguien; y son la arena idónea que ofrece a los usuarios un debate limitado a sus preferencias. Para el caso de Gustavo Petro son reflejo de apoyo y efervescencia entre multitudes, la cual, para beneficio de su campaña, debería verse replicada en las urnas este 17 de Junio; pues nada -ni siquiera a menos de semana y media de la votación- puede garantizar su triunfo a la hora del voto. Axl Bernal Estudiante de Comunicación Social y Periodismo