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- Las pataletas de Trump
Las pataletas de Trump Valentina Ramírez Arias, Comunicación Social y Periodismo Fecha: El republicano enfrentó su segundo juicio político por la insurrección en el Capitolio, pero fue absuelto a pesar de las evidencias. Lea también: Cacerolo: pintando la vida Compartir Foto: Donald Trump, Presidente 45.º de los Estados Unidos “Caminaremos hasta el Capitolio”, fueron las palabras de Donald Trump el 6 de enero, cuando el congreso de Estados Unidos certificó la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020. Para sorpresa de nadie, después de que su fanaticada se tomara a pecho sus palabras, Trump decidió adoptar una postura pacifista y hacer como si no lo hubiera incitado en lo más mínimo y declaró a las consecuencias que se le venían (su segundo juicio político) como “una fase más de la mayor caza de brujas en la historia del país”. Ese mismo 6 de enero, los simpatizantes del líder republicano invadieron el Capitolio, y durante este evento murieron 5 personas. Este suceso fue una sorpresa para muchos, pero a medida que se analizó el asunto, se empezó a sospechar que esto se relacionaba con un objetivo más allá de protestar por el supuesto fraude durante las elecciones y que, en realidad, se trataba de un intento de secuestrar y asesinar a los legisladores . Suena como algo conspirativo hasta que se revisaron los videos y fotos de los asistentes armados y frenéticos. El encuentro fue planeado a través de redes como Facebook o Twitter con hashtags como #StormTheCapitol . Esto podría verse como algo perfecto para excusar lo que dijo Trump, ya que la gente parecía estar planeando a espaldas de su líder bronceado, cuando en realidad fue el empujón que necesitaban para meterse en la edificación y poner en acción sus privilegios de gente blanca. Trump los reunió en el Monumento a Washington y habló durante más de una hora sobre el fraude electoral que nunca pudo probar en múltiples estados. Esta era la supuesta razón de la protesta, pero el mismo Trump insinuó lo que se llevaba hablando en redes, pidió a sus seguidores “luchar como demonios” o sino ya no iban a tener país. Dentro de su discurso también insultó a los republicanos que no lo apoyaron a la hora de intentar detener la certificación de votos, los tachó de patéticos y débiles. Lo que resaltó fue el afirmar que tenían que eliminar a los que no luchan. Pero como si alguien le hubiera hecho caer en cuenta que estaba demostrando demasiado de su verdadero ser, remató con: “sé que todos los presentes pronto marcharán hacia el edificio del Capitolio para hacer oír sus voces de manera pacífica y patriótica. Hoy veremos si los republicanos se mantienen firmes a favor de la integridad de nuestras elecciones”. Así que, ¿Trump incitó la invasión en el Capitolio o fue todo un malentendido? Se podría resolver esta duda si viéramos que el Senado lo absolvió en su segundo juicio político el 13 de febrero después de cinco días de debate. La votación requería 67 votos para condenarlo, pero al final fueron 57 a favor y 43 en contra. Considerando que es la segunda vez que lo enjuician y que sale impune, se podría pensar que Trump no tiene velas en ese entierro y se la pasan acosándolo, pero solo demuestra que sus colegas le apoyan incondicionalmente o sacaron excusas constitucionales para no ser republicanos “patéticos y débiles”. Curiosamente, el republicano Mitch McConnell declaró que Trump era responsable ya que no tomó medidas para restaurar el orden y que estuvo viendo alegremente la televisión mientras el caos se imponía . McConnell votó por absolverlo ya que le parecía que juzgarle ahora era inconstitucional, lo cual parece contradictorio, ya que sus acciones hablan más que sus palabras. Michael Van der Veen, abogado de Trump, lo defendió diciendo que su discurso no incitó a nadie y les rogó a los senadores que defendieran la constitución. Y ahí se evidencia el escudo de Trump y la razón por la que salió triunfal una vez más. Tal vez Van der Veen y McConnell difieran sobre el discurso del 6 de enero, pero ambos se respaldan en la constitución y, por lo tanto, absuelven a Trump de todos sus pecados. ¿De qué nos sirve que Trump sea moralmente responsable de lo que pasó si no es condenado? Se sabe que él incitó a la gente ese día, ya que les pidió que lucharan, y luego cuando el asunto se salió de control se cerró de brazos y respondió con desdén, como le dijo al político Kevin McCarthy: “Bueno, Kevin, supongo que esa gente está más enfadada que tú con las elecciones”. Tal como se esperaba, incluso sacándolo de la Casa Blanca, Trump se sigue saliendo con la suya. El exmandatario, por su parte, celebró su victoria a través de un comunicado: “Nuestro movimiento (…) para hacer América grande de nuevo no ha hecho más que empezar”. Lo que queda es recordar el hecho como una muestra del fanatismo político y de la supremacía blanca que sigue rigiendo Estados Unidos. Es verdad que Joe Biden ganó las elecciones presidenciales, pero los ganadores del 6 de enero fueron Trump y su multitud de seguidores, quienes hicieron y deshicieron y no enfrentaron ninguna consecuencia.
- Un amante del periodismo social
Un amante del periodismo social Kelly Viviana Medina Corredor, Comunicación Social y Periodismo Fecha: Con 29 años de experiencia y dos premios a Presentador de noticias Favorito de TV y Novelas, Felipe Arias nos cuenta sobre su fe, espiritualidad, anécdotas de su vida personal y profesional. Lea también: Literatura para explicar la ciencia Compartir Foto: Foto: Kelly Medina A sus 47 años, Arias, presentador de RCN Televisión, emana una vitalidad y un carisma propios de un comunicador. Su altura, aunque no sobrepasa del metro ochenta, es suficiente para generar presencia y autoridad al momento de informar. Unos ojos color azul que representan la sinceridad y bondad de un periodista. En su mente no están George Bush ni Barack Obama, sino el pueblo que clama por un poco de voz. Siempre va presentable, con chaleco, corbata, zapatos lustrados y armado con una cámara. Su prioridad es ayudar a la comunidad, su objetivo: el periodismo social. En su elegancia y porte resaltan la humildad y sencillez, virtudes que ha fortalecido durante sus 29 años de experiencia en radio y televisión. Su profesionalismo lo ha reafirmado con su esmoquin y sus trofeos a Presentador de noticias Favorito en las galas de los premios TV y Novelas 2010 y 2018. En su extensa carrera, Arias ha participado en diferentes cubrimientos periodísticos, como las tres últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos (Boston, Washington y Chicago), cumbres de mandatarios en América y Europa, al igual que tragedias como el terremoto de Haití en 2010, Mocoa, Manizales y México en 2017. Antes, Arias trabajó en Telecafé, Veracruz Estéreo, Noticiero Nacional, TV Hoy, Caracol y RCN y cuenta con participaciones en medios internacionales como Tefutura, de Miami, y el canal Univisión 41, en Nueva York. Con esa experiencia acumulada, Arias dio un giro a su carrera para enfocarse en los temas del servicio a la gente. “Llegó un momento en mi vida en el que sentí que necesitaba hacer algo que sirva. Mi profesión estaba llena de viajes, finalmente decidí que el periodismo social era el camino. Yo no quería seguir entrevistando a políticos, actores armados y figuras de gran relevancia sin hacer algo que de verdad sirviera. Finalmente decidí sacar “No Se Quede Callado, Denuncie”, que es el Caza Noticias, que está hace 15 años, y después “Valientes”, que es una sección que está en Cuatro Caminos. Actualmente, se encuentra dirigiendo “Valientes”, un espacio de su creación, que materializó su sueño de hacer escuchar a esas personas que son olvidadas pero que han realizado actos de gran importancia. ¿Qué le ha aportado esta sección? Ya son cuatro años con “Valientes”, es una sección que me ha hecho crecer mucho como persona. He contado más de 100 historias, con reflexiones muy fuertes sobre el perdón, sobre tantas cosas que no se expresan tras una cámara. Si ellos lograron, si ellos pudieron hacer esto, perdonar, por qué nosotros no podemos. Eso son aprendizajes y enseñanzas. Diariamente cuando grabamos esta sección, yo me siento realizado, creo que de verdad es lo que yo quiero hacer siempre en televisión y en los medios de comunicación en general, dar a conocer estas historias. Independientemente del medio para el cual se encontraba trabando, ¿cuál fue la historia que más le impactó? Sin titubear, Arias responde que son las notas de perdón “como la de Alexis, ‘El Pulpo’ Viera, que perdonó al que le disparó por robarle y lo dejó parapléjico y pues hoy en día, gracias a Dios, ya estaba caminando, con terapias, y con una cantidad de cosas. Además, la historia de Lucía Ospina, que es una señora que perdonó también, en la cárcel de Cómbita, al asesino de su hijo, que era un promisorio abogado que iba a estudiar en Harvard. Esas dos historias de perdón son absolutamente escabrosas. Teniendo en cuenta que ha sido reconocido en premiaciones como la Organización de Periodistas Iberoamericanos en Miami en 2001 y TV y Novelas Colombia como presentador de noticias favorito en 2010 y 2018, ¿qué lo anima a construirse profesionalmente? Bueno, estos dos premios a mejor presentador de noticias o programa opinión, fueron muy gratificantes porque son el resultado de un trabajo bien hecho. Pero yo nunca creo que deba pensar tanto en los premios. El premio más grande para mí, valorando lógicamente este premio de Tv y Novelas, es la gente, cuando ellos le agradecen a uno por haber sacado una nota por ellos, haber tenido una enseñanza, una reflexión por haber solucionado un caso, por haber salvado una vida, es la gratificación más grande. Valoro los premios, pero no trabajo por ganármelos, sino por finalmente dejar un mensaje en la gente, un mensaje positivo. Sobre las motivaciones que lo impulsan cada día a trabajar duro y dar lo mejor de sí, Arias, tampoco duda en su respuesta: “Lo más importante en mi vida es Dios, luego mi familia y en tercer lugar el trabajo. Yo trabajo para la gente, trabajo para ayudar a través del periodismo. Además, confío en todo lo que quiera Dios y en cada cosa que determine”. Y agrega: “Yo soy católico desde la familia, desde pequeño, pero cuando me casé con una mujer absolutamente excepcional, Viviana Patricia Montenegro, pues conocí muchas cosas de la vida católica, de Dios, de la virgen y eso pasó a ser lo más importante en el eje de mi vida y en el de mi familia. Hemos tenido grupos de oración de parejas de casados, ya llevamos 17 años y tengo tres hijos y todo lo que tenemos y somos es por Dios, entonces tenemos que devolver esa gratitud que él siempre nos da”. Teniendo en cuenta su trayectoria profesional, sus años de experiencia, tanto a nivel nacional como internacional, ¿qué metas tiene a largo plazo? Como meta, yo he pensado escribir un libro acerca de Valientes, de los últimos cubrimientos que he hecho. Que toque aspectos de reflexiones. Además, me gustaría redactar otro libro sobre reflexiones fuertes acerca de otros temas como el perdón. Me gusta mucho escribir y me quiero dedicar a eso. Este egresado de comunicación social y periodismo en la Universidad de Manizales, a sus 47 años, nos demuestra que la humildad es la esencia de un buen profesional, que el carisma y la motivación por ayudar forman parte de un verdadero periodista y que siempre una excelente persona es un gran profesional. Al terminar la entrevista, con un gran estrechón de manos y acompañándome a la salida, se despidió y continuó de inmediato con su trabajo, el cual detuvo para recibirme. Con la sonrisa, alegría y calidez que lo caracterizan, nos dimos, ojalá, un hasta pronto.
- "Nadie nos va a salvar de esto. La salvación somos nosotros"
Luz Castillo < Volver "Nadie nos va a salvar de esto. La salvación somos nosotros" Camera Luz Castillo La prensa es un medio para contrubuir a una Colombia mejor. Alejandro Villanueva, de 21 años, expone las problemáticas sociales de Santander como reportero y columnista. Esta es su historia. Ver también: Ver también:
- A través del lente de Cristhian Mendoza
A través del lente de Cristhian Mendoza Bianca Gelzo, Sara Salamanca, María José Omaña, Francisco Santamaría, estudiantes de Comunicación Social y Periodismo Este Comunicador Audiovisual y Multimedios hace parte de los 50 años de historia de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana. Conoce cómo se ha ganado un espacio relevante en la industria audiovisual dentro y fuera de Colombia. Ver también: Una comunicadora con impacto en la transformación digital Compartir
- El proyecto del Hipotecho en Bogotá presenta un avance del 90%
El proyecto del Hipotecho en Bogotá presenta un avance del 90% Sara Carrascal Hernández Sara Carrascal Hernández La obra del megacolegio, que debía ser terminada en agosto de 2023, cuenta con una inversión de 37.000 millones de pesos y está previsto que se entregue casi a cierre de ese año. Haz clic para acceder al contenido Ver también: El sobrecosto que deben asumir los productores se ha convertido en el mayor problema del campo colombiano Compartir
- El litigio de la abeja
Albert Einstein decía que si las abejas desaparecieran, cuatro años después desaparecería la humanidad. No se sabe si fue una alerta o un presagio, pero en 15 días murieron casi 320 mil abejas en Apiarios San Orlando, de Tabio, Cundinamarca. El litigio de la abeja Alejandra Ramírez Valbuena Albert Einstein decía que si las abejas desaparecieran, cuatro años después desaparecería la humanidad. No se sabe si fue una alerta o un presagio, pero en 15 días murieron casi 320 mil abejas en Apiarios San Orlando, de Tabio, Cundinamarca. Contenido completo Autor: Alejandra Ramírez Valbuena Despertó y sintió un gran alivio en el pecho. Pocos saben que las abejas mueren mientras duermen. Mueren de cansancio. Y ese era su gran temor. Nunca cerró sus cinco ojos mientras soñaba con otro día de trabajo. Y, al salir el sol, el panal seguía a oscuras. Habían pasado 14 días y 7 colmenas habían fallecido. Seremos las próximas. En los últimos 3 años, aproximadamente 10.500 colmenas han muerto en Colombia por intoxicación con pesticidas; lo que representa un 34% del total de colmenas registradas en el país. Pero, para las colmenas de Apiarios San Orlando, en el municipio cundinamarqués de Tabio, la causa de las muertes no era tan clara. Cuatro patas. Una cabeza. Un par de alas. Cinco ojos: dos que ven en la oscuridad, tres que se adaptan a la luz. Dos antenas. Bien. Chequeo matutino completado. Dentro del panal, siempre será verano; 35 grados centígrados en promedio. Y, a pesar del calor, las abejas están alerta. Cuando se vive a oscuras, sentir y escuchar es la única posibilidad de salvar a la reina. Por eso, las colmenas siguen una jerarquía estructurada. Son el ejemplo perfecto para explicar el matriarcado. La reina es elegida por su fertilidad. No se trata de que las demás sientan envidia porque sí; son estériles. Pero, es la madre de todas y la protegen. Casi todo puede hacerle daño. Entre colmenas se vive un verdadero juego de tronos. Son como ejércitos de hembras que evitan la entrada de extranjeras a sus casas. Cada comunidad tiene un olor específico que la diferencia de otra. Sus fronteras son más custodiadas que las de Estados Unidos. Reinaba la incertidumbre y la angustia. Corrían rumores de que todas morirían de alguna enfermedad; tenían muy bajas las defensas. Eso no evitaba que las labores continuaran. Entonces, sonaron los fuertes zumbidos, como una vibración constante y enérgica que indicaba el comienzo del día. Miles de alas golpeándose despegaban desde las colmenas para hacer su trabajo. Ser una pecoreadora es el sueño de toda abeja: salir del panal, recolectar néctar, polen, propóleo y agua, es una labor agotadora a la que dedican casi 10 horas diarias. Vivir en casi un metro y medio de área, con 40 mil hermanas y 10 mil zánganos, puede resultar algo estrecho. Entre 2014 y 2018, la polinización hecha por los animales aportó entre el 5% y el 8% de la producción agrícola mundial, que equivale a un rango entre 235.000 y 577.000 millones de dólares, según cifras de la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES). Eso es casi cuatro veces la deuda externa que tiene Colombia. En definitiva, no solo los narcos son capaces de pagarla. ¡Lástima que a ellas las están matando! Ese día salió tarde, no quería dejar el panal. Aquí también han pasado cosas desagradables. Ya no se sentía segura en ninguna parte. – Una mañana un vecino creyó buena idea amarrar su cabra a uno de los postes que divide los apiarios. Posiblemente, porque hay mucho pasto en esta zona. Yo pasé a ver las abejas a medio día y vi esa pobre cabra que se retorcía del dolor. Algunas abejas ya la habían picado – recordó, con expresión de cansancio, Óscar Rodríguez, apicultor dueño de Apiarios San Orlando –. La salvé ese día y se la devolví al vecino. Pero esa misma tarde él volvió a amarrarla al poste. La desesperación hizo que la cabra tumbara uno de mis panales y hasta ahí llegó el animalito. En Colombia hay una evidente falta de educación de los vecinos cercanos a las abejas. Ignorantes. Aunque, los animales aledaños son el menor de sus problemas. Todas nos sentimos más cansadas. Los pesticidas que aumentan la producción agrícola; las acciones antinarcóticos para erradicar cultivos ilícitos; y la expansión de la frontera agrícola, han afectado particularmente a las abejas. Cuando desaparecieron, la reina de la colmena 2 ya no ponía huevos. Dicen que en la colmena 4 a todas las abejas les dio una peste masiva y un día no despertaron. Cuentan que en la colmena 5 murieron de tristeza. Pero esos son solo rumores. Cuando volvía al panal, con sus 15 mg de polen entre las patas, vio unas figuras en un verde y amarillo radiante, que no parecían una amenaza. Sin embargo, llenaban de humo su casa. Todas pensarán que es un incendio. Dentro comían desesperados sus 50 mil familiares, listos para dejar el hogar ante la amenaza de fuego. Alguien nos ataca, ¡paren!, ¡escúchenme! –Las abejas sienten el miedo –explicó Óscar Rodríguez, el apicultor que se dedica al cuidado de esta colmena. –Se enojan. –¡Cómo no van a hacerlo!– prosiguió–. Abrimos la puerta de su casa sin pedir permiso. Es abusivo. Claro que van a estar bravas, por eso pican. Intenta disfrutar el dolor. El dolor, producto de la picadura de una abeja, es el efecto del veneno y el aguijón que se impregnan en la piel. Usualmente, estos insectos atacan porque se sienten en peligro. Por ignorancia se piensa que son animales agresivos; nada, más alejado de la realidad. Entregamos nuestras vidas para salvar la colmena. La pregunta, entonces, es ¿quién las salva a ellas? “Hasta que tengamos un censo de la cantidad de apicultores en Colombia, no se pueden establecer mecanismos de control y ayuda para las abejas”, comentó Margy Villanueva, de la Dirección Técnica de Sanidad Animal del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Tras llamadas y correos a diferentes individuos de la institución ambiental, esta era la explicación del por qué nadie se hacía cargo de las abejas. No existe un presupuesto para los apicultores; no existe una rama destinada a sus servicios ni siquiera internamente el ICA tiene claro quién se encarga de estos asuntos. – ¿Por qué se están muriendo las colmenas?– Información valiosa. –Creemos que fue el vecino que cultiva papa y usa todo tipo de pesticidas. Nadie le responde a uno ni lo indemniza cuando estas cosas pasan– admitió con resignación Óscar Rodríguez. Aquel vecino prefirió no hablar del tema. Nada le impide usar aquellos pesticidas, ni siquiera la moral. ¿Qué más se puede hacer? El proyecto de ley 197 de 2017 tiene como objetivo el cuidado y protección de los polinizadores en Colombia, como asunto nacional que requiere la creación de instituciones especializadas dentro del Ministerio de Ambiente. En diciembre 11 de 2018 este texto fue aprobado, en tercer debate en la Comisión V del Senado. “Llevamos más de dos años esperando a que salga esa ley. Pero, con todas las reformas que se han hecho, no solucionarán los problemas de las abejas. Sí es necesaria, pero no es una ley completa”, explicaba John Fredy Bohórquez, técnico apicultor y líder de la organización internacional 100% Apicultura que trabaja en países como Colombia, Perú y Bolivia. “Este proyecto puso a las abejas en el mismo panorama de todos los polinizadores, eso es un problema porque ellas son completamente distintas a murciélagos y aves. Además, tienen un beneficio económico que las convierte en asunto de nivel nacional”, comentaba Bohórquez. “Si no ponen leyes que restrinjan el uso de ciertos pesticidas, no se salvarán. Además, el problema es mucho más complejo; la gente en Colombia no sabe cuidar de los apiarios”. Los apiarios pueden morir por abandono. Para el año 2000, existió un fenómeno de abandono masivo de las abejas a las colmenas que fue denominado el “trastorno del colapso de las colonias” por investigadores de la Universidad de Harvard. En el 2006, los investigadores descubrieron que el uso de pesticidas es la principal causa por la que las abejas abandonan sus hogares y mueren. Sin embargo, la segunda causa es por infecciones adquiridas por malas prácticas apícolas. Por esto, es relevante que el apicultor revise la colmena cada 10-15 días, desinfecte regularmente los equipos, proteja las colmenas de la lluvia, y renueve las reinas y colmenas más antiguas para evitar otras enfermedades. De vuelta en el panal, la reina miraba con prepotencia al apicultor. Él la tomó con facilidad y, sin hacerle daño, la introdujo en una cajita transparente para que se reuniera con una parte pequeña de su comunidad, que sería expuesta en la tienda de miel. El almacén de Apiarios San Orlando está ubicado en el centro de Tabio, Cundinamarca; a unos 15 minutos de los apiarios en auto. Es un negocio acogedor que huele a dulce. Antes de que fueran llevadas a la tienda, debía avisarle a la reina lo que sucedía. Dejó de forcejear y entró en la caja. Ya sé por qué están muriendo las demás colmenas. Justo en ese momento, una abeja cayó al final del molde de vidrio. ¿Se quedó dormida? Esa había vuelto del campo de cultivos de papa, cautivada por las flores moradas que llenaban el prado. Está muerta. Los apicultores se alejaron del panal, se sentaron en unas cajas vacías y se mantuvieron en silencio unos segundos. El fuerte zumbido cesaba y las abejas se despegaban del traje como si hubieran olvidado lo que vivieron minutos antes. Las labores del día continuaban. – Ellas no son rencorosas, sólo siguen su trabajo. ¿Ve por qué no hay que tenerles miedo? Días después entendieron que no solo por miedo se cometen grandes errores. Cuando los panales llegan a los hogares comunes, la gente prefiere matar a las abejas que pagar por un servicio para el traslado de la colmena. Cada municipio cundinamarqués tiene un apicultor aficionado al que llaman cuando hay casos de emergencias hogareñas con abejas. Juan Jorge Wolf Díaz, apicultor por afición, es la persona a la que llaman los bomberos de Chía cuando les reportan problemas por colmenas cercanas a las viviendas rurales. Con 60 años de experiencia, Wolf trabaja de manera privada. En la Secretaría de Medio Ambiente de Chía, él se dedica al cuidado de los bosques y se encarga de las abejas de manera informal. –A mí me han pagado hasta millón y medio por remover un panal. Y mínimo cobro unos 200 mil pesos. Todo depende de la colmena– explicaba el señor Wolf–. La gente no aprecia este trabajo, creen que es muy costoso, así que prefieren matarlas. Si la gente conociera la riqueza de las abejas, estas cosas no pasarían. Cuando volvieron a la casa de los padres de Óscar Rodríguez, su mujer, Ana Milena Osorio, comentaba sobre las finanzas del negocio: “Es difícil competir contra la miel industrial. La gente no comprende por qué un litro de miel cuesta 10 mil pesos en el supermercado; y el que nosotros vendemos, 35 mil pesos”. La miel es un negocio y un arte. Toma casi un año producirla y, por cada kilo, se requiere el trabajo de unas 2.500 abejas. Lastimosamente, no todos saben apreciarlo. Internacionalmente, un litro de miel se vende casi 3 veces más costoso de lo que puede venderlo el mejor productor de miel del país. Eso no sólo es por el cambio monetario, es porque la gente no sabe lo que cuesta la producción. Despreciadas, agredidas, pero trabajadoras. En lo profundo de ese cuadro del panal, aquella abeja se quedó dormida, agotada por esa larga jornada. Valiente. Nuevamente, no sabía si al otro día se despertaría.
- Estoicismo, fútbol e inteligencia
Estoicismo, fútbol e inteligencia Juan Camilo Colorado López, estudiante de Comunicación Social y Periodismo Fecha: Omar Pérez logró 10 títulos en Colombia. Ahora tiene dos emprendimientos: un restaurante y una escuela de fútbol. Lea también: https://www.unisabanamedios.com/futbol-en-el-adn Compartir Foto: Juan Camilo Colorado López Conseguir al “10” argentino no es una tarea fácil; nunca lo ha sido. El argentino no es una persona que le guste mucho hablar con los medios, a duras penas daba una entrevista cortita al finalizar los partidos cuando era escogido como ‘el mejor de la cancha’ (eso sí, esa distinción se la llevaba seguido) o en algunos eventos comerciales de los patrocinadores que apoyaban a los equipos en los que jugó, pero nada más. Omar Sebastián Pérez Marcos nació en Santiago del Estero, Argentina, el 29 de marzo de 1981. Es alto, pero no tanto. Su contextura no es la más robusta pero aun así lograba cuidar la pelota como a su tesoro más preciado y la trataba con delicadeza; ‘la ponía como con la mano’. También tiene las cejas pobladas, tiene muy poco pelo y tiene una mirada que solo la podían descifrar los delanteros que jugaban en su equipo , porque para los defensores era todo un misterio saber en qué lugar del campo haría un pase entre líneas y a quién. Su apodo más distintivo es ‘Chipakero’, según explica Juan Pablo Arévalo, periodista de Futbolred, que es por el Chipaco, una especie de torta hecha con harina de trigo y chicharrón, típica de la región noroeste de Argentina. El argentino entrenó por más de 8 años en la sede deportiva del club rojo y blanco de Bogotá, viajaba desde su lugar de residencia hasta Tenjo (un municipio a 45 minutos de la capital colombiana) todos los días, madrugado. Yo también fui a ese recinto deportivo, pero no a entrenar, sino a recoger testimonios de gente que lo conoció. Hacía mucho frío en la sabana bogotana, casi tanto como en la tribuna norte de El Campín cuando, en un clásico capitalino, Omar anotó su gol 100 como profesional. En la radio sonaron Carlos Vives, Selena Gómez y otros artistas que apaciguaron un poco los nervios que sentí ese día y sienten los periodistas cuando dan los primeros “pinitos”. “Él venía poco a tomar tinto”, afirmó la señora Yolanda, tendera en la sede deportiva de Independiente Santa Fe. “Los argentinos son más de tomar mate”. Omar ha mostrado fortaleza emocional en los momentos más difíciles. Lo demostró en la final de la Copa Sudamericana del 2015 contra Huracán, de Argentina, cuando pateó el primer penal de la tanda (abajo, duro y al rincón). También la vez que rechazó una propuesta que le hizo Atlético Nacional en el pico de su carrera para que jugara en Medellín: “Nacional me ofrecía 10 veces más que Santa Fe. Era estabilidad para mi familia, futuro para mis hijos. Pero por el hecho de saborear lo que estábamos cerca en Santa Fe [...] no se dio”. Pero, sin duda lo demostró el día que decidió jugar contra Vélez Sarsfield por la Sudamericana del 2011, un día después de la muerte de su abuelo Helio que lo iba a ver jugar. En palabras de Carlos Eduardo González, historiador santafereño, fue un acto de estoicismo. “Decidí jugar porque me lo pedía la familia y especialmente mi abuelo. Sabía que él, estuviera donde estuviera, iba a verme”. El santiagueño es el máximo ídolo de la historia del Expreso Rojo para muchos hinchas; y es que sus triunfos dan prueba de ello. El “10” consiguió 9 títulos con el equipo, entre los que se destacan los dos internacionales de Santa Fe: la Sudamericana de 2015 y la Suruga Bank de 2016. Pero también consiguió otros títulos con Boca Juniors y Junior de Barranquilla (la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana y el torneo finalización del 2004, respectivamente). Todos estos logros son el reconocimiento al esfuerzo, la fe y la garra con la que Pérez afronta cada día de su vida. “Si no hubiese existido Copete [Jonathan], no hubiera salido Omar Pérez”. Esa fue la frase con la que cerró Agustín Julio refiriéndose al gol con el que Santa Fe salió campeón luego de 37 años. Contundente. Me reuní con Julio un jueves muy caluroso, por cierto. Me atendió con su sonrisa y su acento cartagenero; él siempre ha sido muy efusivo y esa vez no fue la excepción. Aunque el encuentro fue un poco distante al principio, poco a poco nos fuimos soltando y la conversación fluyó. “De Omar me acuerdo en la final del 2009; él no comenzó jugando, pero ya para el segundo tiempo entró con un dedo inyectado, infiltrado (anestesiado), y marcó el primer y el segundo gol. El resto ya es historia; lo conoce todo el mundo”. Omar pudo haber llegado muy lejos jugando fútbol. Desde que debutó con Boca Juniors el mundo se dio cuenta que era un “pibe” con condiciones. Pero le diagnosticaron sinovitis y sus planes cambiaron. Aunque se recuperó de esa seria lesión de los ligamentos, él supo que desde ese momento en adelante no podría rendir como alguna vez lo hizo. “Muchas noches me puse a pensar eso, pero también me puse a dar gracias por lo mismo [...]; ahora estoy feliz con mi carrera. Fueron casi 20 años [en el fútbol] que me brindaron muchos títulos, compañeros y aprendizajes”. Así respondió Omar Pérez a una pregunta realizada por un periodista del Gol Caracol. “Aquí en Santa Fe siempre se han pagado muy buenos salarios. Y, además han habido jugadores que han recibido muy buenos premios individuales; entre ellos Omar Pérez”, confesó el gerente deportivo del club. Pero hoy la realidad es otra. El argentino ya no juega fútbol profesionalmente; sin embargo, logró juntar su más grande pasión con una nueva forma de ganarse la vida: Santiago del Estero Parrilla y OP10 . Santiago del Estero Parrilla es un restaurante argentino ubicado en Chía que abrió sus puertas hace aproximadamente dos años y se ha convertido en una parada fija para los hinchas del fútbol. El lugar no es ostentoso, pero sí tiene un ambiente hogareño y los visitantes usualmente cuentan con la suerte de tomarse una foto con el ídolo argentino. La carta del restaurante está elaborada de tal forma que el cliente viaja a las raíces de la comida argentina, colombiana y del mundo ; es decir, usa tecnicismos del fútbol para ilustrar mejor el menú (la previa, liga argentina, liga colombiana, la intercontinental, el tercer tiempo, divisiones menores, etc). Los comensales pueden disfrutar de la gastronomía gaucha mientras escuchan música en vivo. Por otro lado, está OP10 . Esta escuela de formación deportiva que apenas está comenzando es el proyecto que más ilusiona al argentino. La escuela también se ubica en Chía y entrena a niñas, niños y adolescentes desde los 4 hasta los 18 años de edad. “Es mi nuevo bebé, es algo que estoy apreciando, es ese norte. Seguramente pocos nos conocen, pero la competencia en liga y los viajes internacionales nos hará darnos a conocer. Es un proyecto a mediano y largo plazo”, afirmó el exfutbolista. “Es mejor dejar el fútbol que el fútbol lo deje a uno”, dijo Agustín; y Omar inconscientemente atendió ese consejo. Ahora su vida es otra; fuera de las canchas, pero con una familia unida, con muchos proyectos para su vida y con la ilusión de algún día convertirse en director técnico. En el recuerdo del hincha quedará el argentino que vino a Colombia y nunca más se fue.
- Unisabana Medios | Audios
La otra cara del secuestro Paula Zabaleta El 30 de agosto de 1990, Azucena Liévano y sus colegas periodistas fueron a entrevistar al “Cura Manuel Pérez”, miembro del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Aunque la producción había sido amplía, y creían tener todo listo para narrar una historia necesaria en momentos de alta tensión, les faltó contar con el detalle traicionero al que han estado expuestos cientos de reporteros: las trampas de actores armados para desquitarse con quienes cumplen la responsabilidad de informar a la ciudadanía. Ver también: Un colombiano sobreviviente del 9-11 Compartir
- Catástrofe: Retratos de la guerra
Catástrofe: Retratos de la guerra Ana María Gómez Ruano Fecha: La fotografía, las videoinstalaciones y la puesta en escena de Guez exploran los límites entre arte, memoria y desplazamiento. Lea también: Rastros sin rostros: hilos de violencia entre Israel y Palestina Compartir Foto: Título de la exposición: Catástrofe Artista: Dor Guez Museo: Museo de Arte Moderno de Bogotá Ciclo expositivo: MAMBO 2022-1 Piezas: Instalación de video tricanal y duocal, fotogramas, impresiones de inyección de tinta en papel de archivo El Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) presenta Catástrofe , una exhibición que busca cuestionar el rol del arte contemporáneo en la narración de historias no escritas. La intimidad familiar y el conflicto son los ejes de la primera exposición individual en Suramérica del artista Dor Guez. El israelí nació en una familia cristiana palestina del lado materno y de inmigrantes judío-tunecinos del paterno. Debido a su origen mixto, su trabajo se ha enfocado en los últimos 20 años en el material de archivo y fotografía de Oriente Medio y África del Norte. Mediante sus composiciones, pretende reflejar la complejidad de este territorio tanto dentro como fuera de él. El título de la muestra de arte es tomado de la última serie de trabajos del artista: fotografías panorámicas monumentales de bosques de pino cerca de la ciudad de Lydda. Catástrofe también hace referencia al término arábigo “Nakba” , el desplazamiento permanente de más de 750,000 palestinos de su tierra natal en 1948. Las obras elegidas están centradas en reflejar las huellas de la violencia en el paisaje e interrogar las experiencias personales y los relatos oficiales del pasado del artista. Guez emplea diferentes recursos para sumergir al visitante en el contexto social y cultural del conflicto israelí-palestino . Cuenta con dos instalaciones de video: Hippos (2022) y Colony (2021), así como las series fotográficas Lilies of the Field (2019). También presenta algunas de sus obras fundamentales, como la trilogía de videos tituladas (Sa)Mira (2009), Watermelons under the bed (2010), y Sabir (2011), que muestran retratos de 3 familiares del lado palestino de la familia del artista, permitiéndonos entender cómo el conflicto y sus secuelas no quedaron en el pasado, sino que sus vestigios aún se perciben. Es un acierto la línea del tiempo con la que inicia la exposición, debido a que le permite al visitante situarse en la guerra y analizar desde la mirada histórica y sensible. Además, cada una de las piezas cuenta con una descripción que no solo aborda los aspectos técnicos de la misma, sino que profundiza en las historias que hay detrás de las fotografías o videos. No es una exhibición para tomarse a la ligera. La disposición para ver cada montaje audiovisual, detallar las impresiones en tinta y leer las descripciones de las obras permite acercarse a la emocionalidad. De esta manera, se puede entender el conflicto no solo desde la narrativa y percepción del propio artista, sino a partir de las miradas y emociones de los demás palestinos e israelíes. Inicialmente, este montaje fue pensado para una audiencia local, quienes comprendieran el contexto de ser una minoría en el estado de Israel y Palestina, pero a medida que se expuso fuera del país, Guez comprendió que estos temas eran globales. Este trabajo conecta con las emocionalidades de un territorio como Colombia, que también vivió el dolor del desplazamiento, la discriminación y el terrorismo . Incluso, nos sensibiliza frente a situaciones actuales como la xenofobia a los migrantes. Es una muestra que, aun retomándose al pasado, nos dice algo de nosotros mismos en el presente. Como expresa Eugenio Viola, Curador jefe del MAMBO, la obra del israelí nos recuerda, una vez más, que el arte puede constituir y dar forma a nuestra comprensión de las sociedades actuales. Catástrofe reúne un paisaje complejo de historia, estructuras coloniales y experiencias personales. Inspirada en recuerdos colectivos, la exhibición de Guez integra varias formas de representación para enfrentar las complejidades del Medio Oriente hoy, en la confluencia de múltiples referencias sociales, culturales, religiosas y étnicas. Presenta una mirada diferente a como normalmente se muestra el conflicto en los medios. El artista no recurre a fotografías de muertos, llanto o sangre, sino que parte de una mirada familiar, íntima y resiliente. Es una exposición para todo público debido a que es sencilla de comprender. La obra se entiende desde la emocionalidad y cercanía del conflicto, más que por el análisis técnico y detallado de los movimientos artísticos. Sencillamente, este montaje expone que la humanidad, con sus diferentes dialectos, razas y creencias, es una sola. Hasta el 28 de agosto, el MAMBO acogerá esta obra, llena de relatos emocionales y sinceridad.
- Un fútbol imparable de la mano de Hans Durán
Un fútbol imparable de la mano de Hans Durán Brian Niño, estudiante de Comunicación Social y Periodismo Fecha: El técnico de la Selección Colombia con parálisis cerebral explica cómo llevó al equipo a coronarse como campeón del mundo pese a todas las dificultades previas a la participación del Mundial en Italia. Lea también: Esperanza en la cancha Compartir Foto: Hans Durán, director técnico de la Selección Colombiana de fútbol con parálisis cerebral, cumplió el sueño que todo jugador e hincha de este deporte desea lograr: ser campeón del mundo. Pese a ser la primera participación de la selección nacional en el Campeonato Mundial de fútbol 7 de parálisis cerebral, los dirigidos por el técnico vallecaucano lograron llevarse el título de manera invicta. No obstante, el camino ha sido largo y no se puede resumir ni simplificar en las semanas previas a la competición. Desde la complejidad de trabajar con personas que sufren de este trastorno, hasta la interminable lucha por conseguir apoyos económicos que permitieran seguir el crecimiento de esta vertiente del fútbol en nuestro país, hay toda una travesía que desembocó con la conquista de tan anhelado trofeo y que Durán relata en la siguiente entrevista. La parálisis cerebral es un trastorno que afecta la corteza motora del cerebro y por lo tanto causa problemas del movimiento, equilibrio y postura en las personas. Teniendo esto en cuenta, cuéntenos un poco sobre los retos que hay detrás de la preparación física y mental de personas con este trastorno. La verdad, nosotros hacemos una preparación tal y como la realizan las personas convencionales. Realizamos macrociclos donde tenemos nuestras competencias fundamentales. Desde la parte de planificación, yo en mi equipo base (la Selección del Valle) trabajo los componentes físicos, técnicos, tácticos, psicológicos, nutricionales, fisioterapéuticos, entre muchos otros, tal y como un equipo convencional. Desde la parte técnico-táctica, muchos de estos muchachos llegan sin tener un proceso educativo en cuanto a los fundamentos de fútbol básicos. Los encontramos como personas en situación de discapacidad y nosotros empezamos a observar, analizar y trabajar para así ayudarlos a desarrollar todas las capacidades que puedan tener. Estos dos últimos años, y sobre todo en pandemia, empezamos a trabajar mucho sobre los conceptos tácticos, individuales y colectivos, para que así los jugadores tuvieran mayor claridad en los trabajos que se realizan. Desde la parte motora, sabemos que hay jugadores que tienen deficiencia con su coordinación, otros con su equilibrio, etc. Entonces, lo que nosotros hacemos es enfocarnos en trabajos específicos que ayuden a mejorar estos problemas, pero siempre con pelota, ya que creo que eso es fundamental. Arrancamos un proceso de enseñanza personalizado, ya que todos los PC (jugadores con parálisis cerebral) tienen algo distinto. Su postura, su golpeo, su rango de movilidad, entre otras cosas. Casi todos los jugadores llegan diciéndome que ellos no pueden patear o que ese perfil (el afectado) es muerto. Lo primero que yo hago es decirles: “bueno, si usted tiene dos piernas entonces úselas, porque si no venga, y mejor se la mochamos si no le sirve” (entre risas). De esta manera empiezan a trabajar y creer que sí pueden hacer todo con esa extremidad deficiente. Uno nota la mejoría en ese perfil. Si bien la parálisis cerebral no tiene una cura, hasta el momento, sí existen algunos tratamientos que pueden ayudar a disminuir o controlar los factores que esta conlleva. Si bien hay tratamientos que van desde los medicamentos hasta la cirugía, también existe la terapia física que ayuda a las personas a mejorar mucho. ¿Qué ventajas ve usted en el entrenamiento de fútbol para la salud de estos jóvenes? Las ventajas e impacto que tiene el fútbol en estos jóvenes son bastantes. Me refiero a que uno lo puede ver desde lo social, lo educativo, lo laboral, etc. Por ejemplo, yo tengo 14 deportistas que son apoyados a nivel económico y esto les ha transformado la vida. Están trabajando en lugares que les gustan y en donde el fútbol les abrió la oportunidad a que no fueran vistos como inválidos. Desde lo social, al inicio, estos muchachos son algo marginados por la sociedad por tener esta deficiencia y aquí (en el equipo) encuentran una familia, un grupo donde pueden jugar y darse cuenta de que, aunque tengan dificultades parecidas, todos pueden mejorar. Me he encontrado con casos de jóvenes donde los padres los tienen en una burbuja de sobreprotección debido a su condición. Entonces es bonito ver cómo con el tiempo y el proceso, se han vuelto jóvenes que están empezando su universidad, que se mueven solos, que ya pueden convivir con cualquier persona que se interese por el proceso que llevamos, se integran en la sociedad. Eso hace que, a nivel personal, uno se sienta muy bien, Dios no quiera el día de mañana los padres ya no están y estos jóvenes ya se pueden defender solos. Sabiendo que los objetivos de la actividad física en la parálisis cerebral son intentar mejorar la tonificación muscular, adquirir nuevos y correctos patrones motores, mejorar la propiocepción y coordinación entre muchos otros. ¿Cómo suelen ser los entrenamientos con el equipo? ¿Existen otro tipo de ejercicios especializados en los que se enfoquen o se dedican solo a la práctica del fútbol? Sí, hay todo tipo de ejercicios especializados, sobre todo desde que la gobernación (del Valle) empezó a apoyarnos más tenemos una gran cantidad de especialistas, profesionales y cuerpo multidisciplinario, que hace que la Selección Valle, la cual es la base de la Selección Colombia, sea una gran potencia. Tenemos fisioterapeuta, preparadores físicos, psicología, y no solo deportiva si no también enfocada a lo social. Esto hace que los deportistas tengan una visión completa de todo lo que conlleva el deporte. Si bien el fútbol a nivel mundial es el deporte más visto y famoso, no hay que negar que muchas de sus ramificaciones son obviadas por la gran mayoría de los espectadores que solo conocen la rama profesional masculina. ¿Cómo siente usted que es la cobertura de los medios hacía su seleccionado en particular? La verdad, yo vengo trabajando en el rubro de la discapacidad desde el año 2012, y sé lo difícil que es ese proceso de visualización. El desconocimiento de las personas hace que no tengamos una gran acogida. Además, siempre nos ven como los pobrecitos y no como las personas que los pueden llegar a representar como país. Hay que pensar que, así como un día James se preparó para ser el mejor y representarnos, estos muchachos también se preparan. Solo que la gente no les de la misma importancia. No entienden que ellos, pese a su limitación, tienen muchos sueños. El mismo funcionamiento del sistema del fútbol no ayuda a que estas vertientes sean vistas. El fútbol lo manejan unos pocos. Si uno se da cuenta, por ejemplo, de la Selección del Valle convencional, los técnicos siempre son los mismos y ponen a los jugadores que vienen de los equipos de Cali o América. Eso no ayuda a que los procesos crezcan. Pero eso es lo bonito de haber incursionado en esta vertiente del fútbol. Hay que trabajar duro, porque hay potencial, pero no apoyo. Teniendo en cuenta esto, ¿qué tanta culpabilidad hay por parte de los medios que no ayudan a que las personas cambien esa imagen y sean conscientes de todo el proceso que hay detrás de estos triunfos y, por consecuente, tampoco ayudan a atraer apoyos económicos? Yo pienso que uno no puede llorar sobre el problema. Uno tiene que empezar a trabajar sobre ello. Por ejemplo, el Comité Paralímpico está haciendo las cosas muy bien y, aunque tal vez el fútbol PC no esté tan presente, el asunto está cambiando. Se le está dando una cara diferente a la discapacidad. No se trata de sentarse a llorar porque no me quieren y no me ven. Tal vez es que antes no había alguien que se esmerara por mostrarnos y eso lo está haciendo el comité. Y lo mejor es que están mostrando el proceso, porque ¿de qué vale la pena mostrar lo que hacemos si no hay nada por detrás de los esfuerzos? Antes no dábamos una nota a nadie. Pero ahora, de a pocos el asunto está cambiando. Si uno empieza a demostrar que su trabajo vale y que hay un proceso detrás, empiezan a llegar las recompensas. Sí, claro que nos gustaría que fuera más rápido, pero todo llega con paciencia. La preparación de esta selección no solo se resume en las semanas previas al mundial disputado en Italia. Este proceso dio sus primeros pasos en los parapanamericanos de Brasil 2017 donde obtuvieron el tercer puesto, la Copa América donde quedaron cuartos y unos parapanamericanos en 2019. Además, a esto hay sumarle una pandemia de por medio. ¿Cómo ha visto la evolución, no solo del equipo, sino del fútbol con parálisis cerebral en el país? Esto empezó, de hecho, en el año 2007, cuando empecé a tener mis primeros contactos con el fútbol de discapacitados. Un amigo me dijo que si quería ver cómo entrenaba a ciegos. Yo le dije: “No, ¿cómo un ciego va a jugar fútbol?, yo voy a ir a perder el tiempo”. Luego vi lo que mi amigo hacía y quedé enamorado. Para el 2013, yo empecé a trabajar con el equipo de fútbol 7 PC y mi reto fue hacer un proceso en serio con un equipo que, para aquel entonces, solo eran los primeros ocho muchachos que se animaron a ser parte del equipo. Dejé el fútbol convencional de lado y empecé a trabajar muy dedicado con el equipo. Pasamos de entrenar 3 veces a la semana a casi 7 sesiones en un espacio de 7 días. Para la Copa América del año 2019, con muy poco apoyo económico, convencí a los muchachos de que podíamos lograr grandes cosas y que valía la pena intentar participar y así llegó el cuarto puesto. No obstante, la pandemia fue un revés fuerte para el proceso que venía creciendo. Ahora, en los dos años de pandemia no se paró el trabajo. Si bien fue imposible reunirnos a entrenar presencialmente, seguimos trabajando de manera virtual 4 o 5 veces por semana. Entonces, se respetó el proceso de manera virtual. Entonces, más allá del retroceso que se vivió en la pandemia, ¿podemos decir que la evolución del fútbol PC sí se ha notado desde que inició en el año 2007? Claro, los diferentes departamentos, aunque todavía les falta mucho, han empezado a trabajar en procesos que hace que esto crezca. Equipos, que antes no entrenaban, han empezado a trabajar 2 o 3 veces a la semana. Los muchachos se han empezado a motivar a jugar fútbol en discapacidad gracias a los logros que hemos venido consiguiendo. Muchos se iban a otros deportes como natación o levantamiento de pesas donde se veía un futuro más claro y estable. Pero ahora pueden soñar con representar al país y eso es una motivación extra. Al menos ahora, hemos tenido la oportunidad de realizar microciclos en donde hemos podido observar la calidad de jugadores que tenemos y de esta manera ser más conscientes del material humano que teníamos para afrontar un torneo como el mundial. Además, también se dio la oportunidad de hacer el primer torneo presencial después de tres años, ahí pudimos terminar de seleccionar a los jugadores que valía la pena llevar al mundial. Si bien es una gran noticia escuchar que se abrieron estos espacios para seguir ayudando al crecimiento del proceso, ¿cómo lograron tener el apoyo económico para poder ir a disputar el mundial en Italia? Efectivamente, de hecho, muchos de los jugadores llegaron por separado hasta Italia y no pudimos viajar como equipo a la competición. El problema es que el gobierno se demoró en tramitar el apoyo económico y eso derivó en que particulares tuvieran que apoyarnos para poder financiar el viaje de varios jugadores. Eventualmente, se les devolvió el dinero a medida que fueron entrando los ingresos del gobierno, pero hubo momentos donde varios jugadores tuvieron que buscar la forma de conseguir su pasaje para poder ir a disputar el torneo. Imagino que esa incertidumbre fue complicada de manejar porque igual uno empieza a vivir un torneo durante todo lo que son las semanas previas, pero teniendo la incertidumbre de no saber hasta dos días antes si iban a estar en Italia o no, ¿cómo se manejó mentalmente esa incertidumbre? Fue complicado, pero logramos manejar una campaña con la ministra de Deportes (María Isabel Urrutia) para lograr la aprobación del presupuesto dos días antes. Pero ya estando allá yo le dije al equipo: “Bueno es hora de olvidar todo ese asunto porque ya estamos aquí y ya no tenemos excusas”. La mentalidad es que si hay algo que pasó no hay que quedarse viendo lo malo, es cuestión de empezar a trabajar y enfocarse en lo que se puede hacer. De esta manera, y pese que fue complicado adaptarse al clima y a la locación, el equipo se enfocó, se comprometió y de alguna manera empezamos a centrarnos en lo que teníamos que hacer y dejamos de lado todo lo previo. Pasando ahora a todo lo que fue el mundial, una pregunta que los amantes del fútbol siempre hemos soñado en contestar… ¿Qué se siente ser campeón mundial y más si tenemos en cuenta que fue la primera vez que se participó en el torneo y que además lo consiguieron de manera invicta? Es algo indescriptible. Sientes que el aire te falta, que las piernas te tiemblan… por tu cabeza todo lo que tuviste que vivir para llegar allí. Es la sensación de ver que un día te lo imaginas, al otro día lo trabajas, al otro te das cuenta de que tu trabajo empieza a verse reflejado y a tomar forma y llega el momento en dónde te das cuenta de que simplemente estás a minutos o segundos de lograr eso que, por tanto tiempo, te habías propuesto. Uno no sabe si creerlo, si es verdad o si es solo un sueño. Valió la pena vivir y exigir todo lo previo… como decía la película, valió la pena cada maldito segundo (entre risas).
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