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  • Transmisión especial por las Elecciones Parlamentarias

    < Volver Transmisión especial por las Elecciones Parlamentarias Camera Emitido en directo el 13 mar 2022 Hoy se elige el nuevo Congreso de la República y los candidatos a la Presidencia de diferentes coaliciones interpartidistas.

  • En Arauca, "se vive con zozobra"

    Iván Camilo Castiblanco Delgado < Volver En Arauca, "se vive con zozobra" Camera Iván Camilo Castiblanco Delgado Lina Garrido, candidata a la Cámara de Representantes por Cambio Radical, cuenta cuáles son las dificultades de hacer política en Arauca. Ver también: Ver también:

  • Chemas Escandón tiene nuevas metas

    Chemas Escandón tiene nuevas metas Julián Mateo Candela Suescún Fecha: Uno de los periodistas deportivos más reconocidos de Colombia ahora se dedica de lleno a un sueño poco conocido que inició hace 22 años. Lea también: Un fútbol imparable de la mano de Hans Durán Compartir Foto: Gabriel Chemas Escandón en la tienda y centro de atención en los campos de entrenamiento de la Escuela de Fútbol San Pablo - Foto por Julián Mateo Candela Suescún. El tiempo pasa muy rápido. En un abrir y cerrar de ojos vemos cómo la gente crece a nuestro alrededor. Tanto así que a veces nos hace pensar en cosas que nos gustaría haber realizado con los seres amados, pero que fue “imposible” porque estábamos ocupados en otras cosas. Pero lo bello del tiempo son las segundas oportunidades que brinda y, a la vez, ir trayendo memorias al presente. Así le sucede a Gabriel Chemas Escandón, el periodista deportivo de Caracol Radio que hace unos meses consiguió su jubilación y cuya voz será recordada por varias generaciones. Ahora tiene la disponibilidad que durante 40 años no pudo dedicar de lleno a su esposa, a sus hijos y a sus estudiantes de la Escuela de Fútbol San Pablo, que fundó hace más de dos décadas. Esta academia cuenta con un total de 8 categorías desde los 5 a 17 años y una categoría para aquellos jóvenes mayores de 18 que quieran inscribirse. Chemas ya no presencia los partidos del Fútbol Profesional Colombiano desde las cabinas de los estadios; ahora acompaña a sus estudiantes en los torneos locales, esos que son de potrero, los que consumen largas hectáreas de tierra para ubicar el mayor número de canchas. “Yo soy una persona de 62 años. Cuando ya he cumplido una etapa como profesional lo que uno busca es consolidar muchas de las cosas que dejó”, dice Escandón mientras recorre los tres campos de fútbol donde entrenan los niños de su escuela. “Aquí uno encuentra la posibilidad de tomar un impulso para otro tipo de cosas. Que tengamos esa posibilidad de estar tranquilos, de que los hijos vayan consiguiendo su objetivo. Y, por supuesto, de hacer tantas de las cosas que de pronto uno no pudo hacer”. Ya pensionado, no necesita madrugar y cumplir con exigentes jornadas. La oportunidad de nuevas actividades la ha disfrutado con la gente que más quiere mientras sigue con algunas costumbres suyas. Escucha música tropical con temas adaptados de los Bee Gees o de Roberto Carlos y se dedica a practicar “puro deporte”. Acompaña a sus hijos en la natación o andando bicicleta hasta Guatavita o Sopó, Cundinamarca. También juega fútbol, uno de sus grandes amores desde su niñez. Dicho amor lo llevó a fundar, junto al sacerdote Julio Roncancio, una escuela para formar jóvenes futbolistas. Una academia que ha tenido éxitos en múltiples torneos como El Maracaná, torneo donde jugaron grandes jugadores del fútbol colombiano como Radamel Falcao, u otras competiciones como el Premier Cup o el Mundialito IDRD, de Bogotá. “Para que tenga un funcionamiento ideal, pues le toca a uno estar encima. No puede apartarse de las actividades, toca estar pendiente absolutamente de todo: de los profesores, de los procedimientos deportivos, de las actividades deportivas, de los uniformes, de la utilería, del parqueadero, de las canchas de fútbol, del apodada en las canchas, de las inscripciones de los padres de familia, de las categorías de los campeonatos, de los torneos, de la cooperativa de la gaseosa de las empanadas, absolutamente todo”, enlista Chemas. Su dedicación a San Pablo se demuestra día tras día. Su rutina es fácil de descifrar, pero agotadora para mucha gente. En una mano sostiene su celular, respondiendo llamadas por parte de padres que piden información de la escuela. En la otra, una radio con la cual se comunica con los empleados sobre el parqueadero y mantenimiento. Se ubica en su pequeña oficina, que a la misma vez es la tienda de la academia. Derly Patricia Castañeda, su esposa, lo acompaña siendo parte de la administración. Chemas recibe a los padres que, presencialmente, preguntan acerca de los objetivos de la escuela y casi siempre les da un recorrido por la academia. Así se mantiene, de ida y vuelta durante varias horas y sin ningún reproche o excusa. Chemas Escandón es descrito por quienes lo conocen como un hombre comprometido con sus responsabilidades, atento y disciplinado a lo que sucede a su alrededor. Por lo que no es de extrañar que es querido por compañeros y familiares. “Es el bello y famoso Chemas Escandón”, afirma su esposa. Es un hombre amoroso que forjó a sus hijos a través de obediencia y firmeza. “Tiene muchas condiciones de un padre responsable, cariñoso, y que siempre da al 120%. Yo siempre he pensado que ha amado mucho a su familia”, añade. Ha sido un hombre que ha apoyado a las personas que más le importan. En el caso de su esposa, la aconsejó en los momentos que ella no tenía seguridad de sus acciones en la universidad. “Gabriel me ayudaba mucho porque me costaba. Tenía claro para dónde iba, yo era la que estaba desubicada, pero él me ayudaba a ubicar, me complementaba. Me decía: ‘No abandones la carrera nunca’. Yo andaba en tercer semestre y dije: ‘No sé si esto no es para mí’. Él me dijo ‘Nunca dejes nada sin terminar. Siempre las cosas que comiences debes terminarlas’. Y mira que me sirvió”, narra Derly Patricia. Sus dos hijos, por otro lado, recibieron una crianza integral. “Me ha formado en valores como la disciplina, la constancia y el respeto. Es muy estricto cuando de imagen personal se trata”, menciona Juan Camilo, su hijo menor. Él es administrador de empresas, mientras que su hermano mayor, Santiago, es productor multimedia. Chemas se siente muy orgulloso de ellos porque los ve capaces de seguir liderando la escuela cuando él ya no esté. Aun así, tiene otras fascinaciones aparte del fútbol, entre ellas, la música de la década de 1960 y de 1980. Es un fanático del género tropical, a tal punto de que se considera un experto. El Merecumbé de los Melódicos o Por las buenas o por las malas de los Billo’s Caracas Boys son algunas de las canciones que más han influido en su vida, motivándolo a tener su programa llamado El Chucu Chucu de Chemas. “Yo soy sesentero, setentero y ochentero. Yo creo que me quedé después de la música merengue. No conozco absolutamente nada y eso que el merengue, para mí, es medio nueva. Me quedé con el porro, con el paseo, con parte del vallenato viejo, con música totalmente tropical, todo eso que me sigue aun divirtiendo”, explica Chemas. Pero si hay un deporte que Chemas Escandón disfruta al igual que el fútbol es el basquetbol. Tanto es el cariño que por un momento deja de observar todo lo que sucede alrededor suyo y lo mira fijamente a uno con el fin de debatir algunos temas comunes por parte de la fanaticada. “¿Usted quién considera que es el G.O.A.T ? ¿Es LeBron James el mejor jugador de todos los tiempos?”. Pregúntele este último a Chemas y recibirá una mirada profunda de desacuerdo, que puede incluso llegar a ser aterradora, para luego darle unas cuantas estadísticas o hechos contundentes del por qué LeBron no es el mejor de todos los tiempos. “Sí, es uno de los mejores del mundo, por supuesto, ni más faltaba. ¿Pero es el mejor del mundo? ¿Es mejor que Michael Jordan? ¿Es mejor que Bill Russell? ¿Es mejor que Magic Johnson? El mejor en el baloncesto es Michael Jordan. Para mí es el jugador más completo”, afirma. Todos estos gustos, estos rasgos, fueron lo que lo llevaron a pasar por varias emisoras de radio y canales de televisión. Fue comentarista en Caracol Radio y Win Sports donde podía opinar e informar de sus deportes favoritos. También tuvo un paso por Radio Santa Fe,con su programa de El Chucu Chucu de Chemas. ¿Ahora qué le espera? Desea estudiar un curso de gastronomía para mejorar recetas que le encantan, programar días en su casa de retiro en Sogamoso para descansar y tomar clases de inglés. Con el tiempo a su favor, Chemas se mantiene en constante movimiento. Se propone a hacer una cosa cada día y eso es lo que lo ha llevado a no sentirse afectado por su retiro, que lo describe como unas “pequeñas vacaciones”. Pasó tantos momentos durante la radio que no tiene con exactitud su favorito. Es normal sabiendo que estuvo ejerciendo la misma profesión por más de 40 años. Ahora, da un paso al costado y les abre el espacio a nuevos talentos, seguramente inspirados por sus narraciones apasionadas, detalladas y casi mágicas que incontables veces internaron a los colombianos en las grandes gestas deportivas. Sale de esas canchas: las salas de radio, los balcones de fútbol junto a los demás grandes comentaristas del país para entrar a un nuevo terreno lleno de planes a corto plazo, objetivos y metas junto a las personas más importantes de su vida.

  • La magia de un retrato sincero

    La magia de un retrato sincero Juana Valentina Vargas Robles, estudiante de Comunicación Social y Periodismo Fecha: La última película de Joachim Trier, en la que Julie busca su significado en el mundo moderno, demuestra que son infinitos los caminos en la búsqueda de la felicidad. Lea también: Compartir Foto: Título original The worst person in the world Director Joachim Trier Reparto Renate Reinsve, Anders Danielsen Lie, Herbert Nordrum Género Drama, Romance Duración 121 minutos Año 2021 País Noruega Tráiler https://www.youtube.com/watch?v=w_cV1q02cyE La búsqueda de felicidad e identidad puede conducir a caminos distintos y no hay mejor ejemplo de esto que la última película de Joachim Trier, en la que Julie busca su significado en el mundo moderno. El drama romántico es uno de los géneros más complejos y sobrevalorados del cine. Las romcoms, películas románticas ligeras que se centran únicamente en el desarrollo amoroso, se apoderaron del género y han dejado, a lo largo de los años, una imagen errónea de lo que estos filmes pueden ofrecer. Sin embargo, ‘La peor persona del mundo’, presenta un resultado glorioso que combina distintos estilos y termina ofreciendo una experiencia cinematográfica única. La cinta sigue la vida de Julie a lo largo de 12 capítulos en los que se presenta un montaje de sus días universitarios, sus aventuras románticas, decisiones valientes y cambios inevitables. Es el retrato perfecto de una mujer que se encuentra construyendo un espectro de sus deseos internos , necesidades emocionales y sueños profundos. En un momento de crisis existencial Julie deja todo atrás y toma la valentía e incluso el egoísmo necesario para dejarse llevar por su intuición. Ella decide acabar su relación con Aksel, su pareja estable, y embarcarse en un remolino de emociones que brotan por Eivind, un nuevo amante que la reta y la lleva a un punto distinto en su vida. La interpretación de Renate Reinsve es un acto de pura magia actoral. De hecho, Reinsve obtuvo el Premio a Mejor Interpretación en el Festival de Cine de Cannes 2021. Es magistral cómo la actriz es capaz de conducir a su personaje a lo largo del filme y en distintas facetas sin perder la esencia que la caracteriza. Adicionalmente, construye muy bien a Julie en términos de modulaciones reveladoras como la sonrisa cuando intenta llorar o su manera de bailar. Una cinta tan compleja y bien realizada no sería posible sin un trabajo impecable por parte del director. En este caso, el cineasta noruego Joachim Trier es capaz de crear un filme conmovedor y sofisticado dentro de una historia relativamente simple que persigue las preguntas más “banales” como ¿realmente esto es amor? ¿qué estoy haciendo con mi vida? o ¿estoy haciendo las cosas bien? A esto hay que añadirle el indiscutible amor de Trier por Oslo. La ciudad ha sido musa de su trabajo durante años: en 2011, el director presentó Oslo, August 31st un drama sobre las adicciones a las drogas, y seis años después, en 2017, entregó Thelma, una cinta que explora el tema de la telequinesis y que tiene lugar en la soñada capital de Noruega. Ahora bien, la construcción de escenarios sensacionales e inimaginables es una de las principales características de esta película. A lo largo de los 121 minutos que dura la cinta, los espectadores se sorprenden con las situaciones planteadas. Sin embargo, hay dos escenarios que resaltan por su impacto cinematográfico y narrativo . El primero de ellos es cuando Julie está a punto de decirle a Aksel que lo dejará y sale corriendo a buscar a Eivind mientras el mundo entero se detiene. El segundo, más alucinante aún, es cuando decide comer hongos con Eivind y se muestra una secuencia de imágenes que transmiten la sensación de ser psicoactivas. En términos técnicos, la estructura literaria que maneja es un acierto definitivo y la figura presente del narrador ayudan a guiar el hilo conductor de la historia . La música permite un acompañamiento engañosamente alegre pero que en el fondo tiene un significado escondido dentro de las letras del musico Harry Nilsson. Por último, el guion, en manos del Joachim Trier y Eskil Vogt, es digno de una reverencia, frases como: “Me siento como una espectadora de mi propia vida” marcarán más adelante a generaciones enteras y me atrevo a decir que la calidad del guion se asemeja a la de la cinta Before sunrise. Esta película plantea una de las historias más reales y poco ortodoxas que se han visto en el cine. Cada minuto que transcurre en la pantalla grande, los creadores son capaces de plantear un pensamiento único y complejo . Sin duda alguna, esta es una propuesta distinta, que vale la pena ver, y que, a fin de cuentas, demuestra la supremacía del cine europeo.

  • El cine no debe de ser políticamente correcto

    El cine no debe de ser políticamente correcto David Fernández Orjuela, Comunicación Social y Periodismo Fecha: Aves de Presa, aclamada por lo bien actuada y su ritmo preponderante, pero criticada por su débil crítica social. Lea también: El cuento apasionado de Tarantino Compartir Foto: Google La película de la directora Cathy yan parecía ser la última esperanza de salvar la franquicia de Warner Bros. Basada en los comics de DC. Birds of Prey , o por su nombre al español, Aves de Presa, es un Spin-off de la película Escuadrón Suicida que transcurre en el universo de Súper héroes de DC Comics . La película, rodada en Los Ángeles, fue estrenada el 6 de febrero de 2020. Su recepción, como era de esperarse, fue dividida. Las grandes expectativas que tenían los seguidores de ver el resurgimiento de su franquicia de súper héroes favorita se vieron frustradas por culpa de un guion enrevesado, con personajes poco creíbles y mal pensados . A pesar de las críticas, una gran parte del público aclamó la cinta por lo bien actuada y su ritmo preponderante. La película pecó por llevar de la manera incorrecta una crítica hacia la misoginia. Es evidente que la forma en la que se planteó el personaje de Harley Quinn no fue la acertada, por lo que la mayoría de su público la rechaza. La trama de la película transcurre de forma no lineal, como Pulp Fiction de Tarantino, con la diferencia de que esta es una sola historia con subtramas de dos personajes. Los hechos que vemos al inicio de la cinta se nos muestran de manera fugaz, haciendo la transición de una escena a otra, cuyo hilo conductor es la narración de la protagonista. Esto se vuelve problemático debido a que no existe ninguna razón narrativa para que la película se encuentre en desorden. Además, en el guion, según la directora de la película y Ewan McGregor , el villano, el trasfondo del filme es combatir la misoginia con detalles sutiles dentro del mismo. Esa sutileza que ellos pregonan no parece ser muy sutil, desde el hecho de que en el guion no existe ningún hombre que no sea un villano, exagerando la maldad para poder justificar el mensaje feminista. Los personajes tampoco tienen una buena construcción. Basándose en el cómic, las aves de presa son un grupo de mujeres caza recompensas en la que Harley Quinn no se encuentra involucrada. En la película, este grupo no se muestra sino hasta los últimos cinco minutos de la cinta, siendo totalmente irrelevante en una película que lleva este nombre. Además, la creación de personajes Mary Sue (personajes perfectos sin errores e idealizados), como las cinco mujeres protagonistas, rompe totalmente cualquier giro de trama o estructura de lo que es un personaje creíble. ¿Por qué Harley puede vencer a toda una comisaría con apenas un arma de confeti y un matón no puede ni acertarle un golpe a una carterista sin experiencia en combate? Los personajes femeninos rozan la perfección, mientras que los hombres son solo el chivo expiatorio para poder quejarse del machismo y ridiculizarlo. Yan quiere, por medio del villano principal, Roman Sionis , reflejar el peligro del machismo y cómo este afecta a las mujeres. La poca sutileza en escenas como la canción que canta Canario Negro, o las claras referencias a la teoría del techo de cristal con la detective Montoya no son coherentes en una película colorida y con un ritmo preponderante. Al final de la cinta, todas las mujeres se enfrentan a la banda de Roman. En este punto, es evidente que la dirección tiene sesgos políticos que son metidos con calzador. No es creíble que cinco mujeres sin poderes ni armas de fuego derroten, con facilidad y sin recibir golpes, a una de las bandas más peligrosas de toda Gotham City. Las películas de DC están decayendo en calidad, y sus últimos lanzamientos fueron algo muy alejado de la clásica cinta de súper héroes. Ahora parece ser que se van por una rama más filosófica y profunda de lo que es ser un villano. Es extraño ver el contraste que tiene Aves de Presa con El Guasón. Ambas son facetas que nunca habíamos visto en el cine de DC. Sin embargo, Cathy Yan nos entregó un producto audiovisualmente bien hecho, pues los colores, los escenarios y las actuaciones son impecables. Pero no puede considerarse una obra buena en su conjunto. Y no lo es, no porque muestre un punto de vista diferente sobre la sociedad, sino porque planea adoctrinar burlándose de la inteligencia de los espectadores. Una crítica social se hace con argumentos, pero la directora lo hace con tópicos ya desmontados y falacias de superioridad moral. Los Ángeles de Charley, Hombres de Negro: Internacional y Las Caza Fantasmas son claros ejemplos de que la agenda política y la corrección política están arruinando el cine. No hay necesidad de forzar personajes femeninos perfectos. Las historias orgánicas con desarrollos originales venden más que una readaptación de lo ya visto, pero cambiando el género de los personajes. La industria se desprestigia haciendo estos productos de mala calidad. Si se quiere hacer una crítica social en contra del machismo, hay otros métodos. Y, lamentablemente, estas prácticas se adoptaron en todos los demás ámbitos. Los policías del pensamiento tratan de imponer ideas, no de fomentar el debate. Por eso Aves de Presa es mala, es, en efecto, una enseñanza de cómo, no realizar crítica social.

  • Se necesita más que la Ley de Comida Chatarra

    Se necesita más que la Ley de Comida Chatarra Cristian David Moreno Garzón, estudiante de Comunicación Social y Periodismo Fecha: Para mejorar la salud de los colombianos, se requiere que estos reciban más y mejor educación nutricional. También conviene un mayor compromiso por parte de las empresas. Lea también: En el cuadrilátero contra la comida chatarra Compartir Foto: Unsplash Ante la sanción de la Ley de Comida Chatarra, que se dio en julio de este año y que pretende que los productos tengan información nutricional relevante en la parte frontal de los empaques; vale la pena preguntarse si esta es medida suficiente, considerando que la gran mayoría de colombianos no tiene siquiera un conocimiento básico de nutrición . Un estudio realizado por la Universidad de Antioquia y la Secretaría de Salud de Medellín en el año 2014 concluye que “los consumidores presentan un bajo nivel de información sobre el etiquetado nutricional y tienen dificultades para interpretarlo. La selección y compra de alimentos no se hace por la información nutricional sino por motivos como tradición y sabor”. Resumiendo en palabras coloquiales, los colombianos no sabemos leer tablas nutricionales, pero nos comemos todo lo que tenga buen sabor sin importar las cantidades abismales de azúcar que contenga y, además, le seguimos creyendo el cuento a la “tía Claudia” cuando nos dice que el huevo es malo. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Situación Nutricional realizada en 2015, que por infortuna es la más actual, el 56% de la población colombiana entre 18 y 60 años ya presentaba sobrepeso u obesidad. Por lo anterior se hacía imperativo un cambio en la alimentación de los ciudadanos, por lo que a través de los años se pusieron sobre la mesa distintas propuestas que buscaban crear conciencia en los consumidores y así, con suerte, lograr cambiar un poco sus hábitos alimenticios. En el mundo existen dos propuestas para concientizar a los consumidores sobre qué se están mintiendo a la boca: la NutriScore, que califica a los alimentos desde la A a la D, siendo A muy bueno y D muy malo, tanto que proviene prácticamente de Chernóbil y consumirlo no es la mejor idea. La otra propuesta es el etiquetado frontal, opción que se adoptará en Colombia y que se utilizará para influir en la toma de decisiones del consumidor. ¿Cómo funciona? Al frente del empaque aparecerán unos logotipos hexagonales similares a una señal de tránsito. Estas informarán si lo que contiene ese paquete es “alto en grasas saturadas”, “alto en azúcares añadidos” o “alto en sodio” . Lo anterior puede ser de gran ayuda para todos aquellos que nos cuidamos en la alimentación y tenemos algo de conocimiento del tema, pero ¿cualquier otro colombiano tendrá el contexto suficiente para entender lo que se le está diciendo con estos avisos? Por este desconocimiento frente a la información nutricional de los alimentos es que enfermedades como el cáncer o la insuficiencia cardiaca siguen siendo las principales causas de muerte en el mundo y junto a estas los indicadores de obesidad a nivel global y nacional siguen incrementado, afectando a adultos y, más alarmante aún, a los menores. De hecho, se espera que, para 2030, se tenga 1,5 millones de jóvenes obesos en Colombia . Los padres no saben cómo leer la información nutricional, nadie les enseñó y no decidieron aprender por su cuenta, por esto todos los días le envían en la lonchera galletas negras con relleno blanco (con 14 gramos de azúcar) y, para tomar, un jugo “de cajita” (con 20 gramos de azúcar). Llenan a los niños con azúcares añadidos y luego se escandalizan con las cifras de obesidad infantil. No ayuda tampoco la satanización de las grasas y el sodio, que han promovido algunos sectores. Podría jugar en contra, pues en la cultura popular se cree que el sodio retiene líquidos y las grasas saturadas están directamente relacionadas con el padecimiento de una enfermedad cardiovascular. La realidad es que el sodio es necesario para nuestro correcto funcionamiento, pues nos ayuda a balancear nuestros niveles de electrolitos. Por esto, una ingesta adecuada de este mineral es necesaria y llegar a un exceso resulta algo realmente complejo. Con las grasas saturadas pasa algo similar. Es real que aumentan el colesterol, nadie que tenga 3 dedos de frente lo va a negar, pero lo que se omite es qué tipo de colesterol se eleva. El llamado colesterol malo o colesterol LDL es el causante de la mayoría de las insuficiencias cardiacas en el mundo. Sin embargo, se podría etiquetar al aceite de coco con una estampa que diga “alto en grasas saturadas” sin tener en cuenta que los lípidos de este tipo de aceite no aumentan el colesterol LDL sino el HDL o mejor conocido como el colesterol bueno . Pero no todas las personas saben esto y es aquí cuando la Ley de la comida chatarra puede empezar a cojear. La nueva normativa del etiquetado frontal se plantea como una solución, pues si el empaque ya dice “alto en azúcares añadidos” o “alto en grasas” esto hará más fácil la decisión del consumidor de comprar o no el producto. Pero no hay nada más alejado de la realidad. “Hecha la ley, hecha la trampa” dice un dicho popular y cuán cierto es. Para burlar la norma, las industrias buscarán jugar con las porciones para que esta ley no los afecte. Me explico: si se quiere evadir que el empaque de unas galletas como las mencionadas líneas arriba incluya el sello advirtiendo el alto contenido de azúcar, se hallará la forma de que su porción recomendada no exceda los 10 gramos de azúcar. Así, si las 4 galletas que vienen en un paquete contienen 14 gramos de azúcar, la fábrica apuntará que la porción recomendada es de 2 galletas, lo que supondría 7 gramos de azúcar. Entonces, declaran frente al consumidor y los entes de control que su snack no es alto en ese dulce veneno y siguen por la vida como si nada. Cuando esto suceda, la pregunta será si quien destapa el paquete de 4 galletas se comerá solo 2, previendo controlar el azúcar que consume. La ley tiene buenas intenciones, pero esto no es suficiente . Ante esta oportunidad para mejorar la salud de los colombianos se hace imperativo que las personas conozcan cómo leer una etiqueta nutricional, el conocimiento de qué es una grasa saturada oun carbohidrato será crucial para el éxito de esta normativa. Este tipo de aprendizaje se debería transmitir a la ciudadanía desde una primera infancia, en colegios e instituciones educativas. Convendría enseñar sobre nutrición como parte de las asignaturas, así se tendría menos desinformación y contribuiría a subsanar un problema de salud pública. Además, las productoras de alimentos deberán declarar porciones realistas en las cuales son consumidos sus productos. De nada servirá que un paquete de papas declare la grasa de un cuarto del empaque o que las galletas solo presenten la información de media unidad. Sin lugar a duda es un llamado a las grandes empresas de alimentos para que se preocupen más por la salud del consumidor y menos, por llenar sus bolsillos. Con el desconocimiento de la población y la falta de transparencia por parte de las compañías esta nueva normativa solo tendría un destino: el fracaso.

  • Jerome: Una líder local de ‘enorme’ talante y ‘corta’ edad

    Valentina Benítez Guerrero, estudiante de Comunicación Social y Periodism < Volver Jerome: Una líder local de ‘enorme’ talante y ‘corta’ edad Valentina Benítez Guerrero, estudiante de Comunicación Social y Periodism A sus 15 años, encabezó la lista del movimiento sociopolítico Pioneros y se posesionó como consejera de juventud para alzar la voz en materia de seguridad y medio ambiente. Lea también: Lo que no la mata, la motiva Perfil Previous Next Foto: Valentina Benítez Guerrero Jerome Sanabria, consejera de juventud en San Cristóbal, dialogando en la plaza de Bolívar sobre la libre empresa con Juan Manuel Galán, candidato a la Presidencia de Colombia (2022) y líder del Nuevo Liberalismo. «Liberal hasta las venas», escribe Jerome Sanabria en su cuenta de Instagram junto con una foto que publicó en enero de 2022, en la que sostiene firmemente una bandera roja bajo un cielo azul. Sus redes sociales, más allá de centrarse en una celebridad, un juego o afición —factores que mueven a cualquier niña de 15 años—, exponen un perfil en tonalidades blancas y rojas. En diciembre de 2021, cuando Colombia quiso celebrar con creces las votaciones juveniles de gran envergadura que se llevarían a cabo por primera vez en el territorio nacional, los jóvenes decidieron ignorar olímpicamente su deber como ciudadanos. Según la Registraduría Nacional, de los 12.2 millones de personas habilitadas —entre los 14 y 28 años— para votar, lo hicieron poco más de 1.2 millones. Dos días después del desastre, Jerome lució dos cosas: una sonrisa de dientes perfectos y un tarjetón que la acreditaba como consejera de juventud en San Cristóbal. Jeannette Herrera —asesora en el Concejo de Bogotá, formadora de líderes en Pioneros y madre de Jerome— recuerda, mientras deja escapar una lágrima y sonríe con nostalgia, la osadía de su hija. “A los 8 años, Jerome no solía ver series televisivas animadas; ella veía Win Sports (canal colombiano deportivo de televisión). De un momento a otro, un buen día, me dice: Yo seré la primera presidenta de Colombia”, concluye . Los Consejos de Juventud son mecanismos autónomos de vigilancia y control de la gestión pública. En Bogotá, hay 372 consejeros locales de juventud para el periodo 2022-2026. Se eligen por localidad según la densidad poblacional. Estos se encargan de mediar entre los jóvenes y las corporaciones administrativas para dar solución a las problemáticas de sus contextos ; generan propuestas para su desarrollo social y político, y ejercen un cambio en la cultura de los jóvenes. Al suroriente de Bogotá, en la zona cuarta del Distrito Capital, creció Jerome Sanabria. El barrio Villa Javier, donde vive, fue el primer territorio legalizado y fundado oficialmente en la capital en 1913, bajo el mandato del padre José María Campoamor. Las calles empedradas, los techos de teja española, las fachadas uniformes y los barrotes de hierro que resaltan en las ventanas de las casas hacen del lugar un auténtico entorno colonial. Hemos caminado calles; hemos recorrido parques; hemos cruzado barrios que resaltan por su silencio, quietud y antigüedad. “Ni la Junta de Acción Comunal ni la Alcaldía tienen permitido destruir o remodelar esas fachadas, porque son patrimonio cultural de la ciudad; si lo hacen, les ponen una multa”, advirtió mientras andábamos por los senderos angostos de Villa Javier. Al final de un camino, una vecina que barría con esmero el antejardín de su casa levantó la mano en señal de saludo. Al pasar por las viviendas, varios residentes levantaban las cejas e inclinaban la cabeza hacia atrás y, aunque no me conocían, me acogieron en ese gesto de bienvenida. Quizás la proximidad que tenían con Jerome era suficiente para considerarme alguien de confianza. Un par de pasos más allá, don Carlos —vigilante supervisor del Parque Villa Javier— la llamó. Conversaron un poco y, después, Carlos le comentó sobre el hurto del cual fue testigo la semana pasada. “Agrégueme al grupo que tiene en WhatsApp junto con la policía. La próxima vez quiero reportar ahí el robo y que las autoridades sí lleguen”, le pidió. Enamorada de La Candelaria, del Chorro de Quevedo y de la Cinemateca Distrital —lugares emblemáticos del centro de Bogotá—, y al ritmo del punteo que enmarca Joaquín Sabina con su guitarra (él fue la temática de su fiesta de 15), Jerome pasa los días entre calles, versos y letras. Cuando no está cumpliendo sus responsabilidades del Consejo de Juventud, está al frente de su campaña a la personería en el colegio privado Nueva Alianza Integral , que cuenta aproximadamente con 350 estudiantes. No pierde el tiempo. Bajando las escaleras del salón comunal en Bello Horizonte, barrio ubicado en la zona alta de la localidad, pasa una mano por su cabello rebelde y me sonríe. Unos niños, con ojos radiantes, se despiden de ella a un costado del andén. Jerome viste un gabán oscuro, camisa roja, pantalón negro holgado, y unos zapatos pulcros y brillantes. Al parecer lo único rebelde en ella es su cabello. Estaba hablando con el presidente de la Junta de Acción Comunal de Bello Horizonte, Gerardo Aguilera; se encontraba concretando los frentes de seguridad que implementará en su localidad. —Solo hay una patrulla de policía para 2 localidades: la nuestra —San Cristóbal— y Antonio Nariño. Es el colmo —explica, sus ojos fijos en los míos, con un tono de voz que supone indignación—. Por eso queremos hacer frentes de seguridad en 3 puntos, principalmente. En el barrio Bello Horizonte, en Quinta Ramos —donde termina el Río Fucha— y en el barrio Veinte de Julio. En estos tres sectores la inseguridad es constante. Al ser zonas comerciales, a los vendedores y ciudadanos les interesa tener un frente de seguridad para evitar hurtos — terminó de explicar, con su mirada siempre fija sobre la mía, con autoridad. Nunca dejó de elevar levemente las cejas al hablar, como si buscara enfatizar las palabras que salían de sus labios. Los índices de inseguridad provocaron que en los últimos meses del 2021 se priorizara San Cristóbal para intensificar acciones de vigilancia y control que contrarrestaran el hurto y el homicidio, según informes del Ministerio de Defensa Nacional. A pesar de esto, la localidad no pierde su magia: el territorio es 80% verde. Con guantes gruesos, tapabocas, bolsas de basura y pinzas para recoger basura, Jerome hace parte de las jornadas de recolección de desechos en el Río Fucha, junto con la Fundación CasaNativa. “Si tenemos que adentrarnos al río, de una”, exclamó mientras tomaba la bolsa en un puño y recogía un par de botellas, latas, plástico y tela. Me entregó unos guantes y un par de bolsas, e hizo lo mismo con un grupo de vecinos allí reunidos. El trabajo por el medio ambiente fue eje central de sus propuestas. Tal parece que tener la iniciativa no es cosa exclusiva del presente. Daniel Latorre, miembro universitario de Pioneros, fue alumno de Jerome. “Yo entré en 2019. En ese momento ella tenía 13 años y era capaz de dictar una clase de liderazgo político a personas que incluso le podían doblar la edad. Ella lo hacía con tantas ganas de transformar el ejercicio de lo público en Colombia, que lograba transmitirle a uno esa emoción. Ya en 2020 me dictó un taller acerca de cómo se gobierna una ciudad como Bogotá, llamado “¿Quién quiere ser alcalde? ”, explicó. Pioneros es una fuerza independiente del Nuevo Liberalismo; fue, justamente, el pilar de Bogotá para la gent e —movimiento que impulsó a Carlos Fernando Galán (hijo menor de Luis Carlos Galán y actual aspirante al Congreso) a conseguir las firmas para inscribir su candidatura a la Alcaldía de Bogotá en 2019—. Fundado por José Castellanos —actual candidato al Senado por el Nuevo Liberalismo— en 2011, Pioneros la acogió a sus 10 años de edad. “Jerome se encargó de movilizar mis juventudes, de actualizar nuestras propuestas y de que estas llegaran a un público mucho más joven. Su aporte fue fundamental para yo haber sido elegido concejal de Bogotá”, puntualizó Juan Baena, concejal por el Nuevo Liberalismo que hizo su campaña de la mano de Jerome, cuando ella tenía 13 años. El 20 de febrero, las figuras representativas del partido estaban reunidas en la Plaza de Bolívar. Jerome se acercó, luchando contra la multitud, a Juan Manuel Galán —hijo de Luis Carlos Galán y cabeza del Nuevo Liberalismo—. Cuando él la vio entrecerró los ojos, soltó una risita e inclinó la cabeza hacia atrás, como quien no quiere la cosa. Resulta ser que, semanas antes, a través de Twitter , Jerome le había hecho una crítica contundente por su intención de promover la regulación de precios: “Es una antítesis liberal promover la regulación de precios. Un verdadero liberal aboga por la libertad de mercado y la competencia. Repensemos esta propuesta desde el verdadero liberalismo”. Él respondió: “Apreciada Jerome, no se trata de controlar los precios a través de establecer topes, sino a partir de medidas que generen eficiencia en la oferta y la demanda”. Entre risas, ella le preguntó si la recordaba. “¡Claro!”, respondió Galán, justo antes de estrechar las manos. Jerome no come cuento. Ni siquiera la lluvia incesante del domingo 27 de febrero impidió que centenares de personas asistieran al Gran Banquillo por Bogotá —una charla con los candidatos al Senado del Nuevo Liberalismo—. En medio de aquellos que luchaban por una foto, intercambié un par de palabras con Carlos Fernando Galán, quien tiene una relación más íntima con Jerome a raíz de que ella participó activamente en su campaña durante todo el 2019. —¿Qué significa tener a una mujer como Jerome, que siempre está al frente del cañón en el movimiento Pioneros? —Extraordinaria —contestó—. Un liderazgo lleno de presente, y sobre todo de futuro. Ella es un gran referente —repitió Galán—, extraordinaria. Los días de Jerome seguirán salpicados por el ejercicio político. Sus ideales liberales se mantienen firmes desde los diez años. Tampoco ha cambiado su elocuencia ni su amor por San Cristóbal. Ahora tiene quince. Al parecer no solo es un referente para Galán, sino también para jóvenes que pueden ver en ella un incentivo para asumir su deber como ciudadanos, lo cual resulta imprescindible en este año electoral. Si ella quiere «cambiar el ejercicio de lo público» estoy segura de que sostendrá siempre en sus manos la bandera roja. Camera

  • Última calada

    Última calada Valentina Benítez Guerrero, estudiante de Comunicación Social y Periodismo Fecha: España ignora la influencia de la industria tabacalera en el impacto de la emergencia climática. En paralelo, vive una ola de calor sin precedentes, la tercera en el año. Lea también: ¡Alerta con el fuego! Compartir Foto: 20 minutos El cambio climático es un tema tan sustancial como irritante. Somos la especie que detesta que le lleven la contraria; la especie que en lugar de corregir lo que hace mal, se enfada cuando alguien lo reprocha. Los humanos son la especie más abundante, extendida y terca. ¡Qué jartera el mismo cuento! Quizás esa incomodidad y fastidio cobra en el 2022 más de quinientas muertes en España, junto con más de 22.000 hectáreas de superficie forestal calcinadas, según el programa europeo Copernicus . El presidente de España, Pedro Sánchez, lamentó la muerte de sus compatriotas. Expresó que “la emergencia climática es una realidad” y que “el cambio climático mata”. Sí, señor gobernador, aunque también mata la falta de políticas públicas que mitiguen el desastre que representan las emisiones que causan el cambio climático en la atmósfera y el paulatino aumento de temperatura en las últimas décadas —45 grados como máxima en el 2022. Si bien el recorrido para aliviar el impacto de la ola de calor en Europa es un trabajo en conjunto, España tiene gran protagonismo en el continente antiguo; no por ser el país que más fondos de la Unión Europea recibe para cuidado del medio ambiente , sino por ser uno de los países más permisivos con la industria del tabaco. El tabaco produce contaminación atmosférica con sus más de 7000 sustancias tóxicas. Los consumidores producen 225 mil toneladas de dióxido de carbono cada año. La industria tabacalera es una de las principales responsables de la deforestación mundial; para elaborar 300 cigarrillos es necesario talar 8 árboles. Cuando se talan árboles, estos liberan a la atmósfera todo el carbono almacenado. España provoca la deforestación de 32.900 hectáreas de bosques tropicales cada año ; a su vez, es el quinto país que más emisiones de gases de efecto invernadero produce dentro de la Unión Europea. El gobernador tiene el atrevimiento de lamentarse. El tabaco también mata. Mata, por mucho, a 8 millones de personas cada año según la Organización Mundial de la Salud . Los investigadores del Instituto Catalán de Oncología definen la situación de España como «preocupante». Y lo preocupante es eso que tanta jartera nos produce. Aunque de aquello no debe saber mucho Pedro Sánchez, mientras entre risitas se niega a contestar si se ha fumado un porro y hace ojos ciegos a la penetrante industria tabacalera, para después lamentar muertes y posar ante las cámaras en medio del rastro que quedó de los bosques completamente calcinados. Según el Ministerio de Sanidad, un tercio de la población española entre 15 y 64 años fuma. En simultáneo, las estrategias de promoción del tabaco van viento en popa a lo largo de este año. ¡Pero cómo no! Si el lobby tabacalero está compuesto por José María Aznar, expresidente de gobierno; Cristina Garmendia, exministra que ahora hace parte del consejo de administración de Logista, la mayor empresa distribuidora de tabaco de España; y los exministros Eduardo Zaplana y Luis de Guindos, que formaban parte de Imperial Brands , la cuarta tabacalera más grande del mundo. Por allá en 2010, cuando se aprobó la ley antitabaco (cuyo cumplimiento, por obvias razones, no se garantizó), muchas caras conocidas pegaron el grito en el cielo y alegaron la pérdida de miles de millones. Según el Instituto Nacional de Estadística, España emitió 274,6 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en 2020, un 15,6% menos que en 2019; sin embargo, el último reporte de junio de 2022 estipula que en 2021 las emisiones subieron un 5,9% respecto al año anterior y “previsiblemente aumentarán de forma notable en 2022”. La industria eléctrica, la industria tabacalera, el transporte por carretera y aire, así como el ámbito de servicios, fueron los sectores que más contribuyeron a este aumento de las emisiones. La pandemia controló mejor las emisiones que el propio gobierno, que tiene la osadía de privilegiar sus contratos millonarios en lugar de la salud pública y lo que entra en sus pulmones. El virus se llevó las regulaciones y el ser humano volvió a ser esa especie terca que solo en vista de una amenaza inminente toma acción. Llevan años hablando del cambio climático, inminente no es, ¡qué jartera! Que eso lo resuelvan los que vienen, a uno le importa un bledo. Los políticos del lobby tabacalero dicen que van mejor, y Marc Castellnou, jefe del Grupo de Actuaciones Forestales, les responde “ni de coña ”. El país está en el ojo del huracán y eso lo convierte en el reflejo de un mundo permisivo y lamentable . El descenso de la temperatura está previsto para el próximo domingo, y viene acompañado de una última calada de aquel que mira el periódico y, al encontrarse algo sobre el cambio climático, solo puede pensar «¡Qué jartera!», mientras tira la colilla en el cenicero más cercano.

  • De dónde viene el agua | unisabanamedios

    ¿DE DÓNDE VIENE EL AGUA?MEDIDAS ACTUALES Para adentrarnos en la compleja situación actual del suministro de agua en Bogotá, es esencial entender de dónde viene. Comprender el nacimiento y recorrido del agua que abastece tanto a la ciudad en su conjunto como a cada hogar en particular, nos proporciona una visión más completa de la realidad que enfrentamos hoy en día. La problemática del agua en Bogotá ha alcanzado niveles de complejidad nunca antes vistos, el crecimiento urbano ha llevado a una mayor demanda de agua potable para consumo humano, así como para actividades industriales, comerciales y agrícolas. A su vez, la contaminación de las fuentes naturales de agua se ha convertido en un desafío crítico. El vertido de desechos industriales, la disposición inadecuada de residuos sólidos, la contaminación por agroquímicos en áreas rurales y urbanas, y la descarga de aguas residuales sin tratar en los cuerpos de agua, son solo algunos de los factores que contribuyen a la degradación de la calidad del agua en la región. Esta contaminación no solo afecta la salud humana, sino también la biodiversidad acuática y los ecosistemas que dependen del agua para sobrevivir. Además, el mayor causante de la crisis, que ha aumentado abruptamente en este 2024, son los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes en Bogotá y sus alrededores. El aumento de las temperaturas y la intensificación de fenómenos climáticos extremos de sequías (fenómeno del niño), amenazan la disponibilidad y la distribución del agua en la región. Esto pone en la mesa la necesidad urgente de adoptar medidas de preservación para garantizar la protección de los sistemas hídricos frente a los impactos climáticos. INICIO CRÓNICA DE UNA SEQUÍA SI NO HAY AGUA

  • Ahogados en plástico

    Ahogados en plástico Laura Natalia Sáenz Pedraza, Comunicación Social y Periodismo Fecha: Por primera vez tenemos una propuesta ecológica seria, y ahora no basta con aplaudir desde el sofá el compromiso de unos pocos por sacarla adelante. Lea también: Ricos en plástico, pobres en agua y fauna Compartir Foto: Unsplash Aún restan tres debates en la plenaria del Congreso para que sea aprobado el proyecto de ley que busca prohibir la producción de plásticos de un solo uso en Colombia. Han sido muchos los sectores que se declaran descontentos con esta iniciativa y, sin duda, hay consecuencias económicas que deben evaluarse. Sin embargo, por primera vez, tenemos una propuesta ecológica seria, y ahora no basta con aplaudir desde el sofá el compromiso de unos pocos por sacarla adelante, por el contrario, es necesario entender el desastre ambiental que los motiva y el vergonzoso papel protagónico que terminamos desempeñando en el asunto. Hasta el año pasado, cifras oficiales señalaban que el consumo anual de plástico en Colombia es de 24 kilogramos per cápita. Si cruzamos estos datos con el total de la población, que es aproximadamente de 45.5 millones, tenemos que los colombianos gastamos alrededor de 1.1 millones de toneladas de este elemento. Lo peor de todo no es la cifra, sino lo poco que hacemos al respecto para cambiarla o, mejor, reducirla. Pese a las constantes alertas de la ONU que advierten los efectos devastadores del uso desmedido del plástico, la tendencia a adquirir, usar y botar sin pensar en lo que pasa después, ha ido en aumento durante el último siglo. El reciclaje es visto como una tarea bastante tediosa y, en cambio, preferimos ignorar las consecuencias. De hecho, la presencia de este material en los océanos resulta catastrófica, ya que muchas especies marinas ingieren las micropartículas que se esparcen en el agua y terminan con obstrucciones en los intestinos por los químicos que al final ocasionan su muerte. ¿A quién le importa? Mientras el terrible desenlace no nos alcance y sigamos cayendo en la banalidad del exhibicionismo que nos lleva a subir fotos todos los días con un mensaje diferente en los vasos de Starbucks que compramos, vamos a seguir creyendo que vivimos en un mundo ideal. La paradoja reside en el hecho de que, en efecto, ese desenlace nos va a alcanzar. No es necesario remitirnos a la infinidad de predicciones que dicen que el mundo se va acabar, basta con entender, por ejemplo, que si un pez tiene micro plásticos en su organismo, es muy alta la probabilidad de que esos químicos estén presentes a lo largo de la cadena alimentaria y terminemos, sin pensarlo, consumiendo una cucharada de nuestra propia medicina. Hay que reconocer que se han hecho esfuerzos por reducir la cantidad de plástico usada por los colombianos, como la expedición de la Ley 1819 de 2016 que señala que los establecimientos deben cobrar las bolsas que dan a sus clientes; o la reciente unión de algunas empresas radicadas en el país que pretenden disminuir el uso de pitillos. No obstante, ninguno de aquellos ha sido contundente. ¿Por qué? La respuesta es sencilla. Si bien es cierto que los incentivos que otorgan algunas compañías a los clientes que reciclan motiva a cierto grupo de personas a cambiar sus hábitos de consumo, también es cierto que el problema, volviendo a la referencia más conocida, no radica en que Starbucks, entre otras muchas empresas, haga o no descuentos a aquellos que compren su café y pidan que se lo envasen en su propio recipiente, uno de un uso más prolongado, cosa que de hecho sí se está implementando en esta organización. El verdadero inconveniente reside en la cultura propia y arraigada en los ciudadanos. Suecia, el país que más recicla en el mundo, es el mejor referente en el manejo de esta problemática. Cerca del 92% de los desechos que producen son reutilizados para generar energía, lo cual se debe, en gran parte, a la formación que tienen sus habitantes y a las medidas implementadas para asegurar que el sistema de las tres R (reciclar, reducir, reutilizar) funcione como un reloj. No nos digamos mentiras, no estamos ni cerca de hacer lo que hace Suecia, pero si en algún momento el cuidado y la preservación del medio ambiente llegasen a ser prioridad para Colombia como nación y, más importante, para nosotros como ciudadanos del mundo, es fundamental que surjan proyectos como el que se debatirá en el Congreso. Claro está que no es una solución completa a lo que está sucediendo, pero sí es gran primer paso para crear reformas al estilo de vida que hasta el momento tenemos.

Escucha aquí los podcast de Conexión Sabana 360 

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