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  • Desarrollo urbanístico del eje Avenida el Dorado

    Desarrollo urbanístico del eje Avenida el Dorado Reportaje multimedia que muestra el aumento en la construcción en este eje vial, su valorización por metro cuadrado y el uso del suelo para vivienda o para oficinas. Haz clic para acceder al contenido Ver también: Citadinos: las historias detrás de Transmilenio Compartir

  • La moda de los y las “nadies”

    La moda de los y las “nadies” Maria Mercedes Rojas N. Fecha: Desde el inicio de su carrera política, hasta el día que asumió la vicepresidencia de la nueva administración colombiana, Francia Márquez Mina ha usado su ropa para dar un mensaje de dignidad y memoria. Lea también: Compartir Foto: Semana La moda tuvo un papel principal en la posesión del actual presidente de Colombia, Gustavo Petro. El 7 de agosto de 2022, la plaza de Bolívar se llenó de personas que portaron sus ideologías, historias, razas y culturas en sus vestimentas. Por ejemplo, la senadora del Pacto Histórico, María José Pizarro, llevó una chaqueta con un retrato de su papá, Carlos Pizarro, que fue bordado por exguerrilleros reinsertados. Sofía Petro, hija del presidente, usó, entre muchas cosas, una chaqueta morada que tenía escrito en sus mangas: “justicia ambiental” y “justicia social”. Por otro lado, la hija menor de Gustavo Petro, Antonella, portó un traje de materiales reciclados estampado con una carta que le escribió su padre. Sin embargo, la que más resaltó fue la vicepresidenta Francia Márquez. Ella, como ya ha hecho en otras ocasiones, usó su vestuario para reforzar su discurso social y político. El vestido azul con estampado de gotas naranjas que la vicepresidenta usó en la posesión pasará a la historia de la moda por la forma en la que reflejó y lució la raza , los ancestros y todo lo que compone la esencia de su portadora. La tela principal del atuendo fue traída desde Nigeria y estuvo acompañada de un bolero blanco que atravesaba el cuerpo de Márquez de lado a lado representando la paz que tanto busca el pueblo colombiano. Sin embargo, esta no es la primera vez que la activista viste sus ideales. El día de las elecciones, en junio, Márquez vistió un vestido con un tradicional estampado de Ghana llamado kente . Las líneas que se ven en la tela están entrelazadas y representan los tejidos de las cestas, para simbolizar la recolección de los “frutos” de la campaña, así como las mujeres en África usan las canastas para recoger el alimento. Rompiendo el protocolo tradicional de la moda en las mujeres políticas en Latinoamérica, Márquez se rebela contra el clasismo y rechaza las narrativas tradicionales de la moda europeizada, blanca y colonial con sus elecciones de vestuario . Las siluetas voluptuosas, el pelo al natural y los estampados de colores vibrantes y formas alegóricas han sido los portadores del discurso que la activista política y ambiental de 41 años ha querido compartir. Junto a su diseñador de cabecera, Esteban Sinisterra – mejor conocido como Esteban African – la vicepresidenta ha honrado a sus antepasados africanos y a su cultura del Pacífico con cada una de las elecciones de moda que ha tomado. Sinisterra busca con su marca enaltecer sus raíces africanas y reivindicar la estética del Pacífico. Su elección de telas, patronaje y siluetas busca la descolonización del ser y brindarle elegancia a la identidad de cada uno, en especial a la de su comunidad. El joven diseñador de 23 años es desplazado de la violencia en su territorio, Santa Bárbara de Iscuandé. Para él, como mencionó en una entrevista que le dio al New York Times, la ropa es una muestra de resistencia; “llevar esto todos los días, no por una moda, no por disfrazarse para un evento especial, sino como un estilo de vida, como parte de lo que quieres comunicar todos los días, sí lo hace político. Y sí es un símbolo de resistencia”. La ropa y los accesorios han sido a lo largo de la historia un vehículo movilizador de los símbolos y mensajes que los políticos quieren darle al pueblo. Las decisiones estéticas que cada persona toma son un reflejo de su propia identidad y de todo lo que los rodea como sujetos sociales. El ex presidente Álvaro Uribe Vélez utilizó las prendas tradicionales del arriero antioqueño, como el carriel, el sombrero y el poncho , para generar empatía y sentimientos de cercanía con el país. Él hizo política con su cuerpo y su ropa. Otras personalidades políticas como Piedad Córdoba o Antanas Mockus tienen elementos característicos de su vestimenta como los turbantes o el “estilo cachaco”. Lo personal se hace político cuando figuras públicas como Francia Márquez Mina deciden llevar en el cuerpo su agenda e ideales social y político como una bandera. En una entrevista para The Washington Post, Sinisterra afirma que él también es un “nadie”, haciendo referencia al poema de Eduardo Galeano que Márquez pronunció en la gira latinoamericana que realizó como parte de su campaña: “Los nadies, los hijos de nadie, los dueños de nada. / Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la Liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos”

  • Unisabana Medios | Audios

    Injusticias inolvidables Laura Daniela Acosta, Comunicación Social y Periodismo. Esta es la historia de una familia que, desde 1959, pide justicia para sus seres queridos, quienes fueron asesinados en una vereda aledaña a Ibagué. Ver también: Casos que marcaron la historia jurídica de Colombia Compartir

  • El jaguar de la Orfebrería

    El jaguar de la Orfebrería Danna Muñetones, Laura Bedoya, Manuela Rojas, Yuri Montaño, Comunicación Social y Periodismo Jesús Molina Bautista es uno de los orfebres más reconocidos del país y con un gran recorrido en la industria. Él valora el material y la conexión con este al momento de labrarlo. Ver también: Artesal Compartir

  • Fruko, el sabor de la salsa

    Fruko, el sabor de la salsa Laura Vanegas, Comunicación Social y Periodismo Fecha: Este hombre antioqueño al hablar sobre las aspiraciones y éxitos de sus agrupaciones, abre una puerta hacia la cienciología (sistema de creencias y prácticas religiosas), llegando a convertirse en la base de su crecimiento personal y espiritual. Lea también: La cara “Amable” de la Billo’s Caracas Boys Compartir Foto: María Camila Rozo Cortázar Sus amistades lo empezaron a llamar “Fruko” porque fue Lizandro Meza, miembro de la agrupación Los Corraleros de Majagual, quien observó en una valla de publicidad de neón, de la salsa de tomate Fruco, la figura de una muñeca con un gran parecido a Julio Ernesto Estrada, la llamaban “Frukita”. Por eso, cuando llegó el momento de crear su propia orquesta, Estrada decidió ponerle Fruko y sus Tesos. “Tesos viene de la palabra tesón que significa bien parados, valientes, revolucionados, sin temores y sólidos ”, asegura Fruko. Con tan solo 14 años, llegó como técnico de sonido a la productora Discos Fuentes y luego tuvo la oportunidad de tocar su primer instrumento (El timbal) con los Corraleros de Majagual, junto a Alfredo Gutiérrez, Lizandro Meza, Calixto Ochoa, entre otros. “Aprendí todos sus secretos como un niño en una aula de clase, hasta convertirme en un artista pionero con el éxito contundente”, dice Fruko. Al estar con “Los Corraleros de Majagual”, tuvo la oportunidad de alternar con artistas como; Bobby Cruz, Richie Ray, Héctor Lavoe y Willie Colón. En 1970, logró crear su propia agrupación, Fruko y sus Tesos, lanzando éxitos como "El Ausente", "El Caminante", "Tania" y uno de los discos más vendidos en todo el mundo, "El Preso". Es una canción que cuenta una plegaria dirigida a las personas que han perdido su libertad, una canción que conduce a pensamientos, a lugares aislados y llenos de depresión, en donde le pedimos al señor que nos libere para tener nuestra insistencia más grata para la supervivencia. Por eso es el éxito de la canción”, menciona Fruko. Al hablar con Jerónimo Hernández Matta, director y locutor de la emisora El Sol en la ciudad de Cali, cuenta desde su experiencia radial que las canciones más sonadas y más apetecidas por los oyentes son: "El Preso", "El Ausente", "A la Memoria del Muerto", "El Caminante" y "Tania". “Hay un sinnúmero de éxitos que han permitido que se pueda “echar” mano al repertorio de Fruko y sus Tesos, agrega. Así mismo, Matta menciona que lo que hace especial a esta agrupación es el sonido. “Tiene su sonido, su propia esencia, Fruko es como Michael Jackson en la música pop, guardando las proporciones, se preocupó por hacer un sonido propio, no copió de nadie”. Su primer disco lanzado, “Tesura”, no tuvo gran impacto, hasta que llegó el cantante Piper Pimienta, con quien se grabó el primer éxito “A la Memoria del Muerto”. Luego, llegaron grandes artistas como el Joe Arroyo y Wilson Manyoma intérprete de la canción "El Preso", que le dieron un éxito contundente a la agrupación, así mismo fueron haciendo otras orquestas hermanas como “Latin Brothers” y “La sonora Dinamita” (La reina de la cumbia). Hace más de 30 años las fiestas desmesuradas con alcohol y mujeres llegaron a su fin. Su salud, kilos de más y su mujer, Rosa Garzón, lo hicieron tomar esta decisión. “Todos me ofrecen, pero no me apetece tomar, soy feliz”, dice Fruko cada vez que lo invitan a una copa de aguardiente. Su vida estaba tomando un rumbo equivocado, por su fuerza titánica, como él la describe, pues sus grandes manos, que le han servido para romper cocos toda su vida, llegaron a romper algunos rostros, incluso de amigos del trabajo. Era un “peleón callejero”. De afros a bisoñés. Fruko siempre se caracterizó por tener abundancia de vello en todo su cuerpo: brazos, pecho, espalda y piernas, menos en su cabeza. Desde muy joven usó ostentosos afros y hoy en día optó por los bisoñés, para así disimular su calvicie. Lo hace por un tema de estética, pues no le gusta verse calvo. Este hombre antioqueño al hablar sobre las aspiraciones y éxitos de sus agrupaciones, abre una puerta hacia la cienciología (sistema de creencias y prácticas religiosas), llegando a convertirse en la base de su crecimiento personal y espiritual. “Saber cómo saber”, esta es la definición que Fruko da sobre esta y al mismo tiempo se autodenomina junto con su orquesta, terapeutas, ya que aprendieron a controlar la condición emocional de las personas y acogieron diferentes técnicas de la cienciología que se basan en el equilibrio de la mente. Después de hacer un análisis sobre el género de la salsa, Fruko manifestó que el gusto por ella se debe a que “los elementos de la percusión de la salsa están en el “Algebra de Baldor, unos movimientos en los cuadros rítmicos que hacen que haya unos cambios significativos en los tiempos. Entonces son puras matemáticas y hace que el cerebro se ilustre para dar respuestas matemáticas en la música y también en el ejercicio de la supervivencia, para los cambios que se efectúan en los ritmos de la música y en el día a día”, afirma. Al preguntarle a Vanessa Morales, profesora de música, acerca de qué hay de particular dentro los sonidos de Fruko y sus Tesos, dice que: “Esta orquesta funciona con ritmos africanos y latinoamericanos. Así mismo fue fuente de inspiración y escuela para muchos músicos populares y para muchas orquestas en Latinoamérica, especialmente en Colombia”. La musa llega cuando cae la noche, así lo describe Fruko “Empiezan a sonar en mi cabeza acordes y melodías que hoy tengo la facilidad de grabar en mi "grabadorcita" de periodista y enseguida me traslado a mi computador y prendo el equipo con el que hago mis canciones”, por ejemplo ahora está haciendo una canción en homenaje a Bogotá llamada “Ala, cómo estás”. De estos acordes es de los que nadie se olvida, son inconfundibles, así lo expresa Matta. “Fruko y sus Tesos es una de las mejores orquestas y agrupaciones tradicionales de salsa en Colombia, tiene una esencia que hace que se identifique nada más empezando los acordes de las canciones, no es necesario escucharlo dos veces para reconocerlo”, asegura. Otro componente esencial para Fruko es el amor, fuente de inspiración . Desde muy pequeño fue el “Tarzán” del barrio, pues se subía a los árboles en demostración de júbilo y amor hacia sus vecinas. Tiempo después fue conociendo el amor, teniendo su primer matrimonio a los 20 años, antes de empezar con Fruko y sus Tesos, y luego se casó con la Doctora Rosa Garzón que es ginecóloga y cirujana, con quien actualmente recorre el mundo. Hoy a sus 66 años es un hombre diferente, no fuma, no toma, ni consume sustancias, es un fiel creyente de la cienciología. Él y su esposa llevan una dieta balanceada “No consumimos carnes rojas, pues el ácido úrico afecta mis tendones y mis manos se estaban poniendo desobedientes” menciona Fruko. A lo largo de su vida, la única dificultad que ha tenido es haber afrontado la muerte de su madre, Alicia Rincón y su hermano, Luis Alberto, quien falleció de un paro cardiaco, con lo demás no ha tenido complicaciones, ya que nunca perteneció a otra clase social diferente a la de la música, ha corrido con suerte de haber incitado en más de 70 países para poder llevar un tipo de vida bueno, como él la define. Un plus que le ha ayudado durante su carrera es que gracias a las relaciones públicas, ha tenido grandes oportunidades, tocando a grandes personajes públicos como La Familia Real en Inglaterra y en muchos sitios lejanos como Australia, Japón y Tailandia. Por último dice con gran seguridad: “No ha sido difícil, si me tocara repetir todo, lo volvería a lograr”.

  • ¿El salvador de Colombia?

    ¿El salvador de Colombia? Santiago Velásquez Fecha: Tanto la izquierda como la derecha, que cada vez tiene más excusas para redirigir el debate para pintar a Gustavo Petro como un antidemócrata, deberían comprender que no votamos por un gobierno de cambio porque creamos que quien salga al balcón es un salvador, sino porque nos cansamos de vivir en un país desigual, en guerra e indiferente. Lea también: La corrupción: ¿un problema insuperable? Compartir Foto: Gustavo Petro, presidente de Colombia (Foto - Colprensa) Recuerdo cómo muchos de mis compañeros en abril de 2021, durante el gobierno de Iván Duque Márquez, cambiaban su foto de perfil en la plataforma de clases virtuales de la Universidad como una manera de protestar ante la indiferencia docente con la situación del país. Mensajes como “qué difícil estudiar mientras matan a mi pueblo” eran una constante. Al tiempo, en vez de atender a la cátedra de los profesores, revisaban las noticias: consternación, susto e impotencia ante la brutalidad policial. Los gritos de la mamá de Santiago Murillo en Ibagué diciendo “mátenme a mí también”, luego de que su hijo fue asesinado por la fuerza pública, atormentaban a quien se atreviera a revisar las redes sociales. Por primera vez, en los 19 años de mi vida en ese entonces, además del paro de noviembre de 2019, vi un estallido social en el país sin precedentes, en oposición a una reforma tributaria que afectaba profundamente a la clase media y baja. A ello se sumó un malestar general por la desigualdad, la precariedad de los sistemas de salud y educativo y, sobre todo, una molestia generalizada ante un gobierno que hacía oídos sordos a las exigencias de la sociedad civil. Ante tanta muerte, desesperanza y confusión a mi alrededor, me preguntaba si en algún momento habría solución, si el gobierno al menos atendería las necesidades de los miles de manifestantes que gritaban en todo el país o escribían en pancartas. El debate sobre la legitimidad de la protesta social era uno de los puntos de mayor discusión en los círculos de poder y en los hogares. Unos pregonaban que el vandalismo, el daño a los bienes de los colombianos y el derribamiento de estatuas de colonizadores y héroes de la patria le restaban fundamento a cualquier exigencia de los manifestantes; otros, por el contrario, refutaban que era necesario resignificar los símbolos patrios y que el daño a la propiedad privada era consecuencia de la brutalidad policial. El monumento a Los Héroes estaba irreconocible, la estatua de Sebastián de Belalcázar había sido derribada y las avenidas parecían un campo de guerra. Con el tiempo, las marchas se apaciguaron, el comité de paro y La Primera Línea abandonaron las calles, y la Confederación Internacional de Derechos Humanos redactó un informe en que recogía todas las calamidades que azotaron al país en el primer semestre de dicho año. No obstante, llegó un candidato a la Presidencia de la República que prometía reestructurar las narrativas de la protesta social en un país que durante toda su historia nunca había sido gobernado por la izquierda. Gustavo Petro se presentó a sí mismo como el gobierno del cambio, y en menos de un año de su mandato cumplió con uno de los tantos compromisos de su campaña: liberó a algunos de los jóvenes capturados de la Primera Línea durante el paro para reintegrarlos en la sociedad como gestores de paz. Parecía que este gobierno reforzaría el derecho a la protesta y respetaría a sus manifestantes, los escucharía y respondería oportunamente a su descontento. El 1 de mayo, Petro convocó a la protesta para apoyar las reformas del nuevo gobierno. Se esperaba que las personas salieran para “discutir en la calle los puntos de reforma”, al igual que el 14 de febrero recién salió a la luz el primer texto de la reforma a la salud. El señor presidente expresaba la necesidad de un diálogo con la sociedad civil desde el balcón de la Casa de Nariño, como final de la jornada de manifestación. En realidad, se plantó junto a la primera dama durante más de una hora a expresar su inconformidad con la distribución de la tierra, la ineficiencia de algunas instituciones del Estado y, como no, a recalcar que el congreso estaba en contra del pueblo colombiano; si el legislativo refuta sus reformas, entonces atenta contra la transformación social. La interacción con su público fue nula. Pasamos de un gobierno de oídos sordos a uno que le dice a la nación que salga a escucharlo. La protesta social es un derecho consagrado en el artículo 37 de la Constitución Política de Colombia, complementada en septiembre de 2020 con una sentencia de la Corte Suprema de Justicia, que calificó de sistemática la brutalidad policial. No obstante, la manifestación pretende expresar un descontento ante una práctica o las decisiones del poder, y el nuevo gobierno, a pesar de sus fuertes críticas al manejo del estallido social del gobierno anterior, insiste en decirle a la sociedad civil cómo y por qué sentir dicho descontento. El famoso “populismo” fue una palabra utilizada en reiteradas ocasiones por la derecha para difamar las propuestas de Petro. La preocupación por su discurso debería ser la instrumentalización de las masas. El nuevo presidente despotrica continuamente contra la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, en redes sociales, y es poco tolerante con la crítica periodística; por lo regular responde: “Está en todo su derecho de defenderse [la FLIP] y defender el programa de gobierno por el que las mayorías votaron”. En efecto, pero ello no quiere decir que el voto sea reflejo de la adulación por su persona y por su programa; él no es dueño de la mitad de ciudadanos que votaron por él y no tiene el derecho de decirles por qué marchar, menos aún de rechazar a sus detractores e indicarles incluso la manera correcta de retractarse ante él. En otras ocasiones, Petro ha dicho que la prensa y la figura del político son la misma cosa, pues comparten los mismos rituales cuando hacen control político. Deberíamos preguntarnos, entonces, si su discurso de la protesta social apunta a escuchar las exigencias de un país empobrecido, o si tan solo es una excusa para legitimar las decisiones de su gobierno. La protesta social es un derecho, no una propaganda, no una excusa para salir al balcón y hablar bien de sí mismo. El gobierno del cambio dio un vuelco a la narrativa histórica de la derecha tan pronto como Petro ganó las elecciones, pero cada día le hace más fácil a la oposición reforzar los miedos de la ciudadanía a una figura dictatorial, que no respeta la institucionalidad. El encontronazo con el fiscal, por ejemplo, debió ser una oportunidad para que Francisco Barbosa rindiera cuentas sobre su mala gestión archivando casos o retardando investigaciones judiciales relacionadas a la violación de derechos humanos. Sin embargo, el debate se tornó en cuál de los dos tiene más autoridad que el otro, en la jerarquía y estructura de las instituciones del Estado. ¿Es Petro el jefe de jefes? Pues como lo vaticinó el exministro de Educación, Alejandro Gaviria, es el nuevo jefe de los trinos de Twitter justificando el despido y renuncia de ministros, criticando periodistas, respaldando sus reformas sin aceptar la crítica y difamando al congreso por debatir sus proyectos. Tanto la izquierda como la derecha, que cada vez tiene más excusas para redirigir el debate para pintar a Petro como un antidemócrata, deberían comprender que, aunque parezcamos manipulables y volubles, no votamos por un gobierno de cambio porque creamos que quien salga al balcón es un salvador, sino porque nos cansamos de vivir en un país desigual, en guerra e indiferente.

  • Renaciendo de las cenizas

    Renaciendo de las cenizas Valentina Aristizabal Arenas, Comunicación Social y Periodismo Fecha: La avalancha de Armero, en 1985, marcó un hito en su vida. A sus 53 años, se considera una mujer renovada, apasionada por su trabajo y por la familia que construyó. Lea también: Armero: la tragedia después de la tragedia Compartir Foto: Valentina Aristizabal Arenas Adriana Satizábal Rubio nació en Armero, Tolima, el dieciocho de octubre de mil novecientos sesenta y seis. Pasó toda su infancia y adolescencia en su ciudad natal. Recordó con exactitud cada uno de los colegios e instituciones por los que pasó. Además, los lindos momentos que para ella son inolvidables, pues mencionó que, en ese entonces, tenía la fortuna de tener papá y mamá. Su voz se entrecortó, dio un respiro profundo y continuó. Tenía un hermano menor al cual amaba con su corazón y con quien también vivía en su humilde casa en las calles de Armero. Sin embargo, los años pasaron y ella sintió que era hora de salir del pueblo. Se despidió de su pueblo sin pensar que un día no volvería a verlo. Con valor y coraje tomó sus maletas y emprendió hacia la capital de Caldas, (Manizales). —En ese momento me dolió dejar a mi familia, pero sabía que tenía que comenzar mi vida profesional y que algún día volvería a trabajar en mi ciudad junto a ellos, dijo Adriana. Llegó a esta ciudad sola, con miedo, angustiada y sin saber cómo sería su vida fuera de su tierra natal. Empezó a estudiar en la Universidad Autónoma de Manizales lo que desde pequeña le apasionaba, la odontología. Pasaron los primeros meses, ya se había acoplado a su nuevo hogar, un apartamento cerca al Hospital de Caldas, era pequeño pero acogedor y perfecto para vivir. Tenía nuevas amigas con quienes compartía su día a día. Su corazón se aceleraba de la emoción, para ella siempre han sido fundamentales sus amistades, así que no dudó ni un minuto en contar cada uno de los momentos y lugares a los que fue junto a ellas. —No olvido cada salida y escapada a Chipre, el Cable, el Cerro de oro, la Francia y a todos los lindos lugares de esa ciudad que me acogió tan bien. A mis amigas les agradezco porque me hacían sentir siempre como en casa, menciona Adriana contenta por recordar aquellos años. En la fotografía se encuentra al lado izquierdo Adriana junto a dos amigos de su universidad. Cortesía de: Adriana Satizábal. Continuamos hablando y me doy cuenta de que ahora su corazón no palpita con la misma velocidad, ni su voz se escucha con la misma fuerza y entusiasmo. Todo iba normal en la vida de Adriana, hasta que, de repente, las cosas cambiaron. Un miércoles, como cualquier otro, se encontraba de camino a su casa después de ir a la universidad. Vio en las noticias que una inexplicable ceniza comenzaba a caer en Armero y sus alrededores. No podía describir cómo se sentía, por su cabeza pasaban miles de ideas. Tenía varias preguntas sin respuesta alguna. Estaba fría, angustiada, desesperada. Corrió e inmediatamente llamó a su mamá para asegurarse de que todo estaba bien en casa. Su madre le dijo que se trataba de una simple ceniza y que no estaba pasando nada. Adriana se tranquilizó, se calmó, pues la respuesta de su mamá era lo único que necesitaba para saber que nada malo estaba ocurriendo. Pasaron los minutos y tanto Adriana como su familia se fueron a dormir. Para ella era una noche igual a las demás, estaba lista para presentar sus exámenes al día siguiente. Eran las seis de la mañana y se levantó para alistarse e irse a su universidad. Estaba tranquila, pues además de estar lista para sus finales, en su cabeza las cenizas y el miedo de anoche habían terminado. Se dirigió a su universidad, cuando llegó se sentía extraña, veía que tanto sus compañeros como sus profesores no paraban de mirarla. —Todos sabían que yo era “armerita”, por eso me miraban, pero igual ninguno me dijo nada, susurró Adriana. No sabía qué estaba pasando, ni por qué todas las miradas apuntaban a ella. Esa situación incómoda, sin razón alguna, la llevó inmediatamente a presentir que de pronto la ‘simple ceniza’ no había terminado la noche anterior. Continuó a su salón de clases, presentó su examen y cuando terminó su profesor se acercó a ella y le preguntó con tono voz baja y decaído: —¿Cómo está Adriana? —Bien, profesor. ¿Y usted? ¿Por qué habla así? —¿No ha visto las noticias? —No, señor. No he tenido tiempo, hoy vine directo a la universidad. - Respondió ella con angustia. —Vea las noticias -le respondió el profesor y se fue. En ese preciso momento cuando salió de clase, las pulsaciones de Adriana se aceleraron sin límite, se fue corriendo al lugar más cercano a ver qué estaba pasando, cuando de repente miró y escuchó que el pueblo en el que había crecido y donde se encontraba toda su familia había desaparecido. Comenzó a llorar desesperada, sintió agobio, preocupación, apuro y tristeza. Trató de contactar a su familia por todos los medios posibles. Sin embargo, no pudo recibir ninguna respuesta. Cuando en la mañana todos sus compañeros la miraban, Adriana imaginó de todo, pero nunca que el trece de noviembre de mil novecientos ochenta y cinco su vida cambiaría por completo. Con impotencia de no saber qué era lo que había pasado con sus papás y su hermano, siguió buscando cualquier manera para poder contactarse con ellos. No había forma de escuchar esta vez a su madre para calmarse de nuevo, tampoco se podía llegar por ningún lado a su pueblo. Pasó una pésima noche, no pudo dormir y solo lloraba anhelando que su madre la llamara y le dijera que todo había sido solo una pesadilla. Al día siguiente, a la espera de que cualquier medio de comunicación aclarara lo que había sucedido, logró ver en un noticiero la terraza de su casa. Allí se encontraban arrinconados su mamá y su hermano. No sentía más que desesperación al saber que no podía hacer nada para ayudar. Se enteró un tiempo después que a su familia la habían rescatado y llevado hasta Mariquita . Apenas pudo encontrar la manera de llegar hasta Mariquita se fue en un bus hasta allá. En el transcurso del viaje sentía soledad, dolor, desasosiego y muchos sentimientos más que son difíciles. Pese a ello, nunca olvidó la única esperanza que le quedaba en ese momento, poder reencontrarse con su familia. Su cuerpo estaba agitado, caliente y ansioso por recibir un abrazo de su mamá. Cuando llegó, pudo encontrarse con una parte de su familia, pues aunque estaban su mamá, papá y hermano, muchos otros familiares no habían sobrevivido a la tragedia. —Gracias a Dios mis papás y mi hermano estaban vivos. El único que estaba mal de salud era mi papá pues, a causa de la falta de insulina, quedó ciego de por vida. —¿Y el resto de tu familia? -Le pregunté angustiada buscando obtener una respuesta positiva. —Ellos y miles de armeritos no aparecieron, quedaron enterrados en la avalancha. Los días siguientes fueron verdaderamente difíciles para la familia de Adriana, ella tuvo que volver a Manizales a continuar sus estudios. Sus papás y su hermano buscaron una nueva casa en donde vivir en Mariquita. Ahora Adriana no tenía recursos para salir adelante, para pagar su universidad, ni el arriendo de su apartamento. Fue ahí donde me contó de una de las personas más importantes en toda su vida, Rosario Arenas, su mejor amiga, quien la ayudó con sus recursos y le permitió vivir con ella. —¿Cómo recuerdas esos momentos? Le pregunto a Rosario. —La verdad fue una situación muy dura, pues mis papás también vivían en Armero y ellos no sobrevivieron. Adriana fue mi mejor compañía en ese tiempo, entendíamos las dos el dolor que sentíamos en esos momentos . No solo era perder a tu familia, también el lugar donde creciste, su cultura y todo lo que vivimos allí. Pasaron varios meses y otra noticia inesperada llegó a su casa. La salud de su padre había quedado muy afectada por lo sucedido, un día él no pudo aguantar más y falleció. Ahora solo serían su mamá, su hermano y ella. A pesar de todo lo que ocurrió, Adriana con apoyo de su universidad y de sus amigas logró graduarse en los noventa como odontóloga profesional y fue ahí donde su vida comenzó a tomar un giro diferente y emocionante para ella. Ya terminada su carrera ahora llegaba el momento de empezar su vida laboral. Se fue para Guayabal, Armero, un pueblo cercano en donde nunca pensó pasar el resto de su vida. Comenzó a trabajar en un consultorio odontológico. Atendía a varios pacientes cada día y orgullosa de su profesión siempre hacia su mejor labor. Los días transcurrían igual, hasta que una mañana, un nuevo paciente llamó su atención, debido a que nunca antes lo había visto y Guayabal era un pueblo pequeño. Estaba nerviosa, sonrojada y su calor corporal comenzaba a aumentar. Era un hombre alto, moreno y de ojos café llamado Jorge Rodríguez, a quien le habían recomendado Adriana, pues con los meses ella se había convertido en una de las únicas y mejores odontólogas del pueblo. Lo que comenzó con un amor a primera vista y un flechazo inmediato se convirtió en su compañero de vida. Las horas y los minutos ahora pasaban más rápido, cada día se sentía más enamorada y afortunada de formar una relación. Había empezado, además, su propio consultorio en el centro del pueblo, ahora sería su propia jefe y empezaría junto a su esposo un gran proyecto sumado a la compra de su nueva casa. Sin embargo, a causa de las secuelas que habían quedado desde el día de la tragedia, su hermano Rafael cayó en la drogadicción y su adicción fue más fuerte que sus ganas de salir adelante. Junto a su mamá intentaron ayudarlo de múltiples maneras, pero nunca las aceptó. De repente, Rafael conoció a una mujer que, según él, sería quien lo sacaría del mundo en que estaba y con quien crearía una linda familia. Todo marchaba bien, llevaban varios meses juntos y su novia había quedado embarazada. Adriana tenía la esperanza de que su hermano volviera a ser el mismo buen hombre con el que creció. No obstante, las drogas retornaron su camino, las cosas se pusieron difíciles y una mañana su hermano apareció muerto en una calle del pueblo. Tiempo después, cuando su cuñada dio a luz a una niña diagnosticada con leucemia, su única y mejor opción al no poder cuidar su enfermedad, fue dejar en manos de Adriana y Jorge a su hija recién nacida, Marcela. —Marcela llegó a nuestras vidas a causa de una situación inesperada, la recibimos desde el principio con los brazos abiertos, se convirtió desde ese momento en una gran bendición. Cuenta Jorge nostálgico. Ahora había una niña que cuidar. Era esa hija que no había podido tener. Comenzó junto a Jorge a crear una hermosa familia, vivían los tres en su humilde casa, estaban contentos de cuidarla y poder darle una buena vida. Marcela se convirtió tiempo después en una compañía fundamental para Adriana. Los meses siguientes fueron una prueba más para ella, su madre, su motor más grande en la vida, había fallecido de cáncer de seno. Esa mujer por la que daba todo y quien la inspiraba cada día, ya no estaría más en su vida, los momentos junto a ella se acabaron, ahora solo quedarían guardados en su memoria. Sentía frustración, impotencia, rabia y mal genio. Cuando todo estaba bien, de nuevo una mala noticia llegaba a su vida. —Mi mamá lo era todo para mí, yo soy hoy quien soy por ella. Dice Adriana con un tono de voz bajo y con dolor. Continuamos hablando y luego de ese frío e incómodo momento, las palabras se hacían cortas. Solo había algo que podría subirle el ánimo de nuevo. Una noticia que llegó para ella cuando más lo necesitaba. Varias veces intentó junto a Jorge quedar embarazada; sin embargo, los resultados siempre salían negativos, no había posibilidad alguna de que Adriana pudiera tener en su vientre a una hija. Su salud impedía que ella pudiera concebir y había desistido a este propósito. Pero un milagro llegó de repente. Sin pensarlo y sin darse cuenta Adriana tenía 5 meses de embarazo y una vida nueva por la cual luchar. Catalina, su hija recién nacida, lo es todo para ella, se convirtió en su inspiración más grande y una nueva razón por la cual esforzarse cada día más, pues quería siempre brindarle lo mejor. Los años pasaron y Catalina crecía sin parar. Es una niña fuerte, inteligente y alegre. Ahora tiene once años y hace todo lo que le apasiona para ser un día igual que su mamá. Han transcurrido treinta y cinco años desde la avalancha de barro y lava producto de la erupción del volcán Nevado del Ruiz que acabó con la vida de más de 23.000 personas en Armero. Dentro de las víctimas se encontraban familiares de Adriana. Una mujer que se define como amorosa, responsable y trabajadora, quién no le tiene miedo a seguir batallando en medio de las adversidades y aunque a veces quisiera volver a escuchar la voz cálida de su madre diciéndole: “todo está bien”, la motiva saber que un día se podrá encontrar de nuevo con ella, su ángel.

  • "Uno nunca puede dejar de ser un trota calles, porque es la esencia del periodismo"

    La joven periodista de 29 años, con esfuerzo y dedicación, ha logrado en poco tiempo posicionarse en los grandes medios de comunicación del país. "Uno nunca puede dejar de ser un trota calles, porque es la esencia del periodismo" Tatiana Sarria Fernández La joven periodista de 29 años, con esfuerzo y dedicación, ha logrado en poco tiempo posicionarse en los grandes medios de comunicación del país. Disponible en Pulzo Tatiana Sarria Fernández Son las 8:24 de la noche, luego de un cabezote azul y amarillo que da una breve idea de la dinámica de la sección, aparece en pantalla una mujer joven, de piel morena, con cabello liso y castaño oscuro, profundos ojos negros que nunca se apartan de la cámara con un aire de seguridad y determinación. Va siempre arreglada y maquillada, sin llegar a un punto exagerado. Con su firme y potente voz comienza a relatar los hechos más relevantes del día. Desde hace 5 meses, casi sin falta, María Camila presenta en la emisión de las 7 de la noche de Noticias Caracol, una sección titulada Noticias en Un Dos por Tres, en la que cuenta los hechos con mayor relevancia del día, relacionados con las temáticas políticas, judiciales y de orden público. Fue escalando poco a poco hasta llegar al punto en el que se encuentra hoy en día tan solo con disposición y su mejor desempeño. Es periodista judicial y trabaja en dos grandes medios de comunicación colombianos: Caracol Noticias y Blu Radio. Esta joven costeña, nacida en Villanueva, Guajira, comenta que siempre tiene la mejor actitud para aprender y trabaja cada día por hacer mejor su trabajo. “Yo soy como una esponja, todo el tiempo absorbiendo y en constante aprendizaje y evolución”, dice. Tiene una relación muy cercana con su familia, la cual se compone por su padre, Pedro Emilio Orozco; su madre, Amanda Cecilia Barrera; y, sus hermanos Tania, Rosalín, Mario y Belisario. Se reúne con ellos no solo en las fechas especiales, sino que procura llamarlos cada vez que tiene el espacio y el tiempo. Por esta razón, comenta con un gran orgullo y amor, que se notan en su voz, cómo ellos han estado a su lado en cada decisión, tanto profesional como personal, que ha tomado durante su vida. Recuerda que su padre desde una temprana edad ya le estaba ayudando a formarla en la profesión que ejercería unos años más tarde. “Mi papá siempre estaba diciéndome que leyera los periódicos, escuchara la radio, que viera el noticiero y siempre me hacía al final un examen”. Antes de los medios Desde hace 12 años se vino a vivir a Bogotá, con el fin de hacer su carrera profesional en el Politécnico Grancolombiano. En un principio fue duro por factores como el clima y más que todo por el choque cultural. La gran mayoría de los capitalinos se caracterizan por ser un tanto distantes y, en algunas ocasiones, un poco fríos y cortantes, todo lo contrario a como acostumbran a ser las personas de la costa: alegres, extrovertidas, conversadoras y ruidosas. Durante las aproximadamente 17 horas que tomó el viaje por carretera desde La Guajira hasta la zona central del país, lo único que hizo fue llorar. Pero conforme pasó el tiempo, logró acostumbrarse y hasta cogerle cariño a su nuevo lugar de residencia. “Tengo una particularidad y es que yo me adapto al cambio y me gusta”, explica. Comparada con otras personas que llegan a una nueva ciudad a vivir y defenderse por su cuenta, ella corrió con la suerte de que la recibiría su segunda mamá. Así fue como se refirió a su hermana Rosalín, que para esa época llevaba más de 20 años viviendo en la capital, lo cual generó, en cierta forma, un ambiente mucho más pasadero en esa nueva etapa que María Camila estaba apenas por comenzar. Estando en su tercer semestre de la carrera de Comunicación Social y Periodismo, decidió estudiar en la jornada nocturna para poder trabajar en la Fiscalía General de la Nación. Fue una etapa que ella define como un gran reto que le permitió crecer personal y profesionalmente, por la responsabilidad y autonomía, pero, sobre todo, por el gran impacto social de los temas y casos con los que trabajaban en esa época. Además, expresa que ese momento de su vida “tiene incidencia directa en mi carácter, en la forma que yo soy como ser humano y como profesional. Me dio esa templanza que debes tener para no dejarte derrumbar”. Su segundo reto estuvo al frente de la jefatura de prensa de la oficina del abogado penalista Jaime Granados Peña, mucho antes de siquiera imaginarse de que se posaría frente a las cámaras y los micrófonos o estar en las cabinas de radio, relatando los sucesos más relevantes del país a millones de colombianos. Su inicio en los medios de comunicación En el 2015 tocó las puertas de Blu Radio, con el fin de ayudar a los líderes indígenas Wayúu, que querían denunciar la situación de hambre y abandono que vivían en La Guajira. Ella los acompañó a presentar su situación en los medios, y luego de esto le ofrecieron que hiciera una prueba de audio en esta emisora. El ofrecimiento, cuenta, la tomó por sorpresa, pero sin importar la poca experiencia y los nervios que tenía, asumió el reto con determinación y valentía, y decidió lanzarse a aquella intrigante propuesta que pronto le traería nuevas oportunidades. “Yo me asusté, me abrumé y luego dije: vamos para adelante y lo sacamos”, recuerda. Así llegó a Blu Radio, donde estuvo por casi dos años, donde cubrió fuentes sociales, hasta llegar a cubrir la rama que, según ella, la define por naturaleza: la de judiciales. En ese medio radial estuvo hasta que Yamid Amad la llamó para que formara parte del equipo de trabajo de CM&. Ese fue tan solo el abrebocas de lo que luego sería el ofrecimiento que hoy la tiene bajo los reflectores del noticiero más visto en el país: Noticias Caracol. Bajo la dirección de Juan Roberto Vargas, llegó a hacer parte del equipo periodístico haciendo parte de la Unidad Investigativa de Caracol Televisión. La joven reportera comenta lo difícil que fue ese paso. Las dudas de llegar a realizar un rol que no había desempeñado se adueñaron de ella, pero con el paso de los meses logró adaptarse. Su llegada a Caracol Televisión representa, tal vez, una parte importante tanto en su carrera como en su vida por el aprendizaje y crecimiento personal que ha obtenido en los casi 4 años que lleva en ese medio de comunicación. Años atrás, cuando tenía tan solo unos 10 u 11 años, por invitación de su hoy compañero, el presentador Jorge Alfredo Vargas, tuvo la oportunidad de pisar aquel gran estudio de televisión, y estando en la mitad de aquel lugar lleno de cámaras y luces, sin tener la certeza de lo que sería su futura vida, soñó y se prometió a sí misma que ese sería el lugar que frecuentaría todos los días para trabajar. Enseñanzas del oficio Dice que son muchos los cubrimientos que en lo personal y profesional la han marcado y forjado su personalidad, pero uno de los más recientes es el cubrimiento de la migración masiva de venezolanos que comenzó hace cinco años. En ese contexto, recuerda la llegada de Juan Guaidó, presidente Interino del vecino país, a la zona de la frontera en el departamento de Norte de Santander en el intento fallido de llevar las ayudas humanitarias a Venezuela. Solo este cubrimiento, advierte, le permitió conformar que el oficio del periodismo requiere no solo de humildad y humanidad, sino de desprenderse del ego que muchas veces envuelve a los periodistas. Revela que, hasta la fecha, nunca se ha visto en la situación de ser censurada o amenazada, teniendo en cuenta los temas coyunturales que por la naturaleza de su fuente ha tenido que informar y también porque Colombia es un país donde los periodistas pueden correr el riesgo de ser perseguidos por el simple hecho de denunciar ciertas injusticias. Solo recuerda un momento un poco agridulce. Hace unos 3 años se encontraba cubriendo un reconocido caso judicial, denominado los ‘Panama Papers’. De un momento a otro, un familiar de las procesadas la violentó de forma verbal y física. En ese momento se sintió vulnerable y humillada como mujer y periodista. Denunció la agresión y también recibió el respaldo de sus compañeros y directores ante la situación. Con lo bueno y lo malo que puede representar ser una figura pública, María Camila tiene claro cuál es la recompensa. “El pago es el cariño de las personas que reciben con amor el trabajo que nosotros hacemos con sacrificio. Mi segunda mayor satisfacción es cuando mi trabajo le puede cambiar la vida o realidad a quien tenía que cambiársela”, expresa. Cuando las luces y los micrófonos se apagan… María Camila dedica gran parte de su semana al periodismo. “En el día estoy casi 100 % en función del trabajo”. Desde las 7 de la mañana tiene que estar pendiente del celular para proponer y buscar temas para la jornada, sin parar hasta la noche. Los fines de semana son los espacios que aprovecha para desconectarse y recargar energía. “Hay momentos en los que he estado en cine y de repente entra una llamada y toca responder porque las noticias no descansan nunca”, comenta entre risas. Una de sus grandes amigas de infancia es la ingeniera industrial Brenda Torres Acosta, una de las protagonistas y compañera de ‘set’ de María Camila, de cuando eran niñas y jugaban al noticiero, fantasía que hoy es realidad. Así resume esta anécdota. “Ella puede influir en la vida de otras personas, demostrando que los sueños con esfuerzo y dedicación se pueden hacer realidad, que no se necesita siempre de una palanca”, expresa su amiga de toda la vida. Rosalín Orozco, su hermana mayor, la describe de la siguiente forma: “siempre ha sido una mujer muy estructurada, la exigencia de mantenerse actualizada e informada la han llevado a volverse más disciplinada y constante”. Su relación se ha basado en el respeto y soporte mutuo. “Es amorosa, generosa, muy solidaria y, en términos generales, es un bonito ser humano. Además, es muy sencilla y disfruta compartir tiempo en familia, especialmente con mi hijo Pedro, que es su adoración”, comenta. Cuenta que, de niña, María Camila deseaba estudiar derecho queriendo seguir su ejemplo. Rosalín, abogada penalista, que ha sido juez, fiscal y litigante, recuerda con gracia cuando la acompañó a su despacho y, luego de ver todo el trabajo y papeleo que debía realizar, María Camila decidió que esa no sería su futura profesión y expresó lo siguiente: “quiero vivir y a uno entre tanto papel se le va la vida”. Para María Camila, lo bueno, lo no tan bueno, lo amargo y dulce que ha sido el apasionante crucero del periodismo la llevan a decir que “no cambio absolutamente nada de mi vida porque todo lo que me ha pasado, me ha definido como persona”. Sus reportajes y audacia para hablarle a la cámara le han abierto las puertas de millones de hogares colombianos. A pesar de esto, tiene claro que aún le queda mucho camino por recorrer. “Siempre hay algo que aprender y rescatar de los demás”. Es una de las tantas cosas que el periodismo le ha permitido entender.

  • Messi, ¿más que un club?

    Messi, ¿más que un club? Juan Cárdenas, Comunicación Social y Periodismo Fecha: El que para muchos es el mejor jugador del mundo debe imperativamente salir de un equipo que hace mucho dejó de competir a su nivel. Lea también: Adiós, Koeman Compartir Foto: wallpaperuse En una servilleta se firmó el primer contrato oficial de Lionel Messi con el F.C Barcelona, un 14 de diciembre de 2000. Ese día empezó una gran historia que se convirtió en una de amor el 16 de noviembre de 2003, cuando en una no muy buena noche para el Barça debutó un joven extremo, argentino y zurdo. Un pequeño que terminó siendo el más grande de todos, tanto así que hoy el pequeño es su equipo. Pasaron los años y fiel como Totti a La Roma o Reus al Dortmund, Messi defendió y subió por todos los escalones del Barcelona. Participó en la escuadra de 2007-2008 que no obtuvo copas y también hizo parte del primer equipo que lo ganó todo. Fue parte del tiki-taka de Guardiola que humilló 5-0 al Madrid y levantó una orejona en Wembley después de un recital, pero también parte del gris Barça del Tata Martino donde hasta se lesionó. El elenco culé tuvo que reinventarse desde la presidencia que fue asumida por Josep Maria Bartomeu. Leo pasó alegrías y tristezas, noches épicas como la remontada 4-0 al Milán (donde en 40 minutos el 10 empató la serie, Villa remontó y Alba sentenció) y otras jornadas terribles como aquella en la que si hubiera convertido ese penal seguramente le habrían ganado al Chelsea en el Camp Nou. Levantó copas y las vio levantar. Le llegaron compañeros y se despidió de otros, pero siempre con la ilusión de que la siguiente temporada una pincelada de este artista terminaría de darle color azulgrana a una copa levantada por su equipo. Finalizada la etapa más vistosa del Barcelona y un capítulo gris, Luis Enrique llegó en 2014 al banquillo del Camp Nou. El Barça necesitaba responder al éxito del Madrid en Europa y para hacerle frente a esto, la dirigencia conformó con los fichajes de Neymar Jr y Luis Suárez la MSN. Leo no solo conectó con dos de sus mejores socios que renovarían el aire del ataque blaugrana. El rosarino encontró amigos que harían parte fundamental de su buen rendimiento con el equipo… Un ataque demoledor que envió un mensaje al mundo. Cifras impresionantes, títulos, juego de memoria y lo más importante: ilusión. La Champions llegó desde Berlín al museo del Barcelona para acompañar a la Liga y a la copa del Rey. La foto de la temporada, sin duda fue la de los tres atacantes sonriendo abrazados, sin embargo, lo más importante fueron las formas: contundentes, llenas de ADN Barça y repletas de magia (si no, que lo confirme Boateng). Con el mundo rendido a sus pies, el juego del equipo atemorizó a todas las defensas que enfrentaron, y como cereza en el pastel Leo volvió a marcar un gol antológico en una final jugada en su patio. Temporada de ensueño. Pasaron las celebraciones y la única mala noticia parecía ser que Xavi no seguiría siendo parte del entorno Messi. Las cosas empezaron bien en Japón y fueron de maravilla en el Bernabéu donde sin Messi, el equipo hizo un partido a enmarcar, la tribuna madridista de pie aplaudió a Iniesta en su reemplazo. Había cierta atmósfera de celebración. En Champions el aguerrido y duro Atlético del Cholo Simeone terminó la aventura culé tras un partido donde ambos compitieron con lo mejor que pudieron ofrecer. Fue entonces cuando por la mente de Lionel pudieron pasar frases como “La ilusión sigue” o “una mala noche la puede tener cualquiera”. El equipo de la pulga terminó levantando la liga y la copa del Rey. Lo que el rosarino no sabía era que la ausencia de Xavi era el principio de no solo la baja de compañeros sino la baja del nivel deportivo del equipo. Un desastre en París, 4-0 y la MSN por ningún lado. Los diarios del mundo tenían en sus portadas a un Messi cabizbajo con titulares asombrados por el descolorido Barça . Piqué convocó a la hinchada azulgrana en su estadio, estaba convencido de que era posible… Llegó la esperada noche y con un Neymar que nunca creyó en nada ni nadie. La hinchada se rindió a los pies de Messi, su equipo logró superar al PSG. Una hazaña memorable e histórica que de nada sirvió porque la Juventus en la siguiente ronda les dio un paseo a los catalanes en Turín. La MSN comenzó a tambalear. En la temporada 2017-2018 Messi comenzó sin Neymar, quien escandalosamente posó en la torre Eiffel. Bartomeu no se esforzó por retenerlo y descaradamente lo cubrió con Dembelé (el francés ha sido más parte de la lista de lesionados que de convocados). La dirigencia no hizo nada por el entorno Messi, solo le mejoró el contrato; una decisión que comenzaba a dañar las finanzas y la confianza del equipo. La salida de Dani Alves ya había sido bastante fea, más por las formas que por otras cosas. El brasileño criticó abiertamente la dirigencia culé, la tildó de malagradecida. Iniesta partió a final de temporada siendo aplaudido por el legado que no tuvo, no tiene ni tendrá reemplazante natural. La dirigencia confió en que Coutinho podría reemplazar a Don Andrés, pero desafortunadamente no volvió a mostrar su mejor nivel. En 2018-2019 vimos a la pulga atómica. Una exposición de fútbol “inMESSIonante”, un equipo ilusionado desde el Gamper; Messi ahora como capitán hablaba de “traer esa copa tan bonita de vuelta a casa”. Resultados y goles vinieron, contundentes en la copa del rey y en la liga. La semifinal de ida por Champions ilusionó a todos con ese 3-0. Todo perfecto hasta Anfield. Esa noche el camerino se rompió. El Barça que pensaba en el triplete se tuvo que conformar con una liga. El vestuario roto, la prensa encima, técnicos dentro y fuera. De la 2019-2020 se puede hacer un oscuro resumen: Barcelona 2-8 Bayern; Messi, “no más” (a intención del jugador de dejar el equipo español hizo que la palabra “Messi” superara a “covid” en búsquedas en Google); #bartomeuOUT; Luis Suárez, ¡gratis!; dimisión… Papelón. ¿Esto es en serio? La crisis provocó que el Madrid remontara la liga. La carencia de recursos para competir, por ejemplo, ante el todopoderoso Osasuna en el Camp Nou fue un detonante preocupante el panorama culé que se encontraba sin luces ni esperanzas. Leo es tan grande que hace que los genéricos del Barcelona B se vean como fichajes estrella solamente por devolver bien una pared. La pulga necesita leones en ataque y en defensa, consagradas bestias futboleras que lo acompañen, no niños con ganas. 2020-2021: Por dignidad, Messi, vete ya. Mereces más. Mbappé literalmente fue a tu patio a dejártelo en claro. Escucha ofertas, déjate consentir, ya sea reunido con Cristiano en algún equipo, bajo la dirección de Guardiola o haciendo parte del showtime , americano debes salir por la puerta grande.

  • Suboficiales que valen oro

    Suboficiales que valen oro Eliana Martínez Perdomo, asistente al Taller de Comunicación Asertiva sobre discapacidad y lenguaje incluyente Fecha: “Desde niño, mi sueño siempre fue ingresar al Ejército Nacional”, es la frase con la que inicia a describir su vida Carlos Andrés Montoya, Cabo Primero del Ejército Nacional de Colombia. Lea también: Un mundo sin límites Compartir Foto: Eliana Martínez Perdomo Sus jornadas laborales eran exigentes, el cansancio no daba respiro. Hora tras hora, paciente tras paciente iban sumándose a ese desgaste que no era solo físico, “era un trabajo bastante intenso y muy fatigante, aparte del esfuerzo era el riesgo que se corría”, declaró Jesith. Salía al campo de batalla a las siete de la mañana, en promedio visitaba alrededor de 15 pacientes por día y terminaba esa extenuante jornada hasta altas horas de la noche, privándose de la

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