top of page

Resultados de búsqueda

Se encontraron 1872 resultados sin ingresar un término de búsqueda

  • Unisabana Medios | La moda como protesta social

    Conoce algunas marcas y diseñadores que han promovido la reconciliación y la construcción de paz, desde el diseño de ropa y accesorios. La moda como protesta social Conoce algunas marcas y diseñadores que han promovido la reconciliación y la construcción de paz, desde el diseño de ropa y accesorios. El Diccionario de la Moda Compartir Lee también: El Programa de La Tarde

  • Unisabana Medios | Las motivaciones de la protesta social en Colombia

    Patricia Espitia es una mujer que hace 13 años fue agredida con agentes químicos y que al poco tiempo sufrió otros dos grandes sucesos que casi acaban con su vida. Las motivaciones de la protesta social en Colombia Protestan ante la injusticia y reclaman la protección a los diálogos de paz, la defensa de la producción nacional, el fortalecimiento de la vacunación, entre otras peticiones. Podcast Compartir Lee también: La moda como protesta social

  • Unisabana Medios | Situación de los indígenas en la pandemia

    Las limitaciones para acceder a los servicios de salud y agua potable en los departamentos del Amazonas y La Guajira, aumentan el riesgo de contagio y mortalidad en al menos 32 resguardos indígenas del país. Indígenas en Colombia: 'con las uñas', salvan vidas de contagiados por coronavirus Juana Salcedo, María Camila Torres y María Isabel Magaña, Comunicación Social y Periodismo Las limitaciones para acceder a servicios de salud y agua potable en los departamentos del Amazonas y La Guajira, elevan los riesgos de contagio y mortalidad en al menos 32 resguardos indígenas del país. Compartir Foto: Unsplash Las cifras que hallarás en esta nota se actualizaron por última vez el 23 de junio. Por el periodo vacacional de la Universidad de La Sabana, se retomará la actualización diaria de este producto en agosto, con el inicio del semestre académico 2020-2. E n medio de una pandemia que ha puesto en la cuerda floja la vida de muchos, Eliceo Matalpi tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida: atender a su padre Heraclio, quien pertenece al resguardo indígena Comeyafú, cerca de Leticia, en el Amazonas colombiano, desde casa . Tuvo que hacer las veces de médico cuando apenas sabía una que otra cosa sobre primeros auxilios. La zozobra inició cuando días atrás Heraclio, de 77 años, empezó a presentar síntomas propios del COVID-19: dificultad para respirar, fiebres altas y fuertes dolores de cabeza. El virus fue cogiendo fuerza en su cuerpo, desarrollando más y más síntomas hasta que fue necesario canalizarlo desde casa, proceso que implica introducir una aguja dentro de una vena para lograr transmitir medicamentos directamente al cuerpo. Pese a lo tormentosa que pudiera ser esta labor, Eliceo logró hacerla con éxito, desempolvando los recuerdos de aquel curso de primeros auxilios y medicina que tomó alguna vez. Eliceo y Heraclio hacen parte de los casi dos millones de indígenas que hay en Colombia, quienes conforman más del 4% de la población del país, según datos del Dane. Y como él, muchos han tenido que experimentar la incertidumbre que trae consigo esta pandemia, porque no solo tienen que enfrentarse a los problemas estructurales de abandono con los que lidian día a día, sino también a un virus que pone en peligro la integridad de sus comunidades por no tener los medios para afrontarla. Según confirmó la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) el virus se ha llevado ya a 28 indígenas colombianos, dejando con vida a 834 infectados que aún intentan ganarle la batalla a esta epidemia . Pero el nudo de esta historia apenas inicia: al día de la publicación de esta nota, se ha confirmado la llegada del virus a 32 resguardos indígenas, poniendo en riesgo de contagio a más de 367.850 familias. Entre las comunidades indígenas más golpeadas por la pandemia se encuentran las que residen en el extremo sur de Colombia, en el Amazonas . Según datos del Sistema Nacional de Información Cultura l , este es el territorio de Colombia que más población indígena tiene, con 47.000 miembros, de los cuales se han contagiado 596, según datos de la ONIC. Esto representa el 71% del total de contagios en el Amazonas, donde hay 837 casos activos de COVID-19. Esto tiene al límite la capacidad médica, puesto que, en el territorio, solo existen 114 camas hospitalarias destinadas a la atención clínica y ninguna UCI, según datos del Registro Especial de Prestadores del Servicio de Salud. “La situación en el departamento del Amazonas es absolutamente dramática y calamitosa. Actualmente, el departamento tiene el mayor número de contagios por 100.000 habitantes y la mayor tasa de mortalidad por millón de habitantes en el país . Esto se debe a la condición fronteriza con los países de Brasil y Perú que hoy registran el mayor número de contagios a nivel del continente”, afirmó Harold Valencia, representante a la Cámara por el Partido de la U. Como Eliceo, muchos en la capital del Amazonas han tenido que ponerse la bata de doctor para atender a sus familiares, puesto que en el territorio hay tan solo dos centros médicos , que para algunos indígenas quedan a más de dos horas de camino en carretera semipavimentada . “Para llegar a varios resguardos indígenas cerca de Leticia, es necesario recorrer una carretera de 172 km, de los cuales solo 55 están pavimentados. Pero ahí no termina el recorrido, después es necesario caminar por casi dos horas selva adentro para poder llegar a los resguardos”, explica Eliceo. Esta situación es la que viven también los indígenas de la comunidad de San Juan de Atacuari, en el Amazonas, quienes tienen que atravesar toda una odisea para llegar a una UCI. Esta comunidad, según un reporte hecho por la Silla Vacía , hace parte del municipio de Puerto Nariño, y habita a más de 59 familias indígenas. Llegar al puesto de salud de Puerto de Nariño no es tarea fácil, pues los habitantes del resguardo deben viajar por río en unas lanchas rápidas que pueden demorar una hora y media, pagando un pasaje que cuesta entre 12 mil y 15 mil pesos, según explica La Silla Vacía. Para acceder a una UCI, deben viajar por el río Amazonas para luego ser trasladados a otra parte del país, como Bogotá. Pero las piedras en el camino no cesan con la llegada al centro médico, pues estas instituciones no tienen las condiciones apropiadas para atender la emergencia. Esto ha sido denunciado por los directivos del Hospital San Rafael, quienes dijeron que este centro tan solo cuenta con una planta de oxígeno que tiene más de 30 años de uso y 6 ventiladores para atender aproximadamente a 48.144 habitantes. Lo más alarmante de esta historia es que el Amazonas colombiano no es el único territorio habitado por indígenas que posee problemas para sobrevivir la pandemia. A 1.752 kilómetros, al otro extremo de Colombia, el pueblo Wayuú enfrenta desafíos similares en la Alta Guajira. Hasta la fecha se han registrado 7 contagios en sus comunidades. “Realmente es muy difícil el acceso a los centros asistenciales por muchas razones. Existen dificultades en el transporte por las distancias entre las rancherías y los centros más cercanos y, además, está la falta de dotación de estos para enfrentar la emergencia”, explica María Luisa Ruiz, delegada de la Mesa de Diálogo y Concertación para el pueblo Wayuú. Como si fuera poco, esta comunidad debe enfrentarse a otro problema que agrava aún más su situación. Según datos de la ONIC , tan solo el 13% de la comunidad obtiene agua de un acueducto de red de distribución, mientras que el otro 87% se abastece de este recurso mediante aguas lluvias, pozos, jagüeyes, ríos, entre otros. Esto quiere decir que más de la mitad de los integrantes de esta comunidad no cuenta con un servicio de acueducto óptimo para cumplir, tan siquiera, con una de las recomendaciones del Ministerio de Salud para prevenir el contagio: el lavado de manos. Así, estos pueblos indígenas se han visto en la necesidad de buscar soluciones bajo sus propios medios , escarbando en los conocimientos ancestrales sobre la medicina alternativa para así poder mediar la crisis y no depender de los centros de salud aledaños. Así lo contó Yidid Ramos, indígena kankuama de la Sierra Nevada de Santa Marta. “En medio de una situación de emergencia médica hay que buscar todos los métodos necesarios para curar a nuestros familiares. Con mi papá, yo intenté con la medicina alternativa y la tradicional, y no se cuál funcionó, pero funcionó”, narra Eliceo Matalpi, del Amazonas. El caso de Eliceo no es el único. Según el Consejero Mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia, Luis Kankui, se han reportado casos en los que la medicina alternativa ha sido la cura para algunos contagiados con el virus. Aunque los pueblos indígenas han encontrado la manera de enfrentar la pandemia, aún hay muchos factores que ponen a estas comunidades sobre la cuerda floja. Por esta razón, Amnistía Internacional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos han hecho un llamado urgente al Estado colombiano, para que este tome las medidas necesarias que garanticen los derechos a los pueblos indígenas en tiempos de pandemia, como la salud, la alimentación y el agua. Todo esto se debe ejecutar respetando su autonomía y cosmovisión. La respuesta del gobierno Aunque el Gobierno Nacional ha asegurado que tendrá atención especial con las comunidades indígenas, hoy, tras vivir 3 meses con la epidemia, esta población considera que ha habido muchas promesas y pocas respuestas. Con el fin de prevenir y mitigar el contagio de los grupos étnicos, en una circular emitida el pasado 25 de marzo , el Ministerio de Salud y el Ministerio del Interior expresaron una serie de recomendaciones. Entre estas se encontraban: permanecer en su territorio y evitar la salida de él, limitar el ingreso de personas ajenas a la comunidad, establecer protocolos, limitar el desarrollo de actividades comunitarias, entre otras. Sin embargo, estas recomendaciones, que parecen fáciles de cumplir, muchas veces chocan con las cosmovisiones que tienen algunos pueblos indígenas. Un ejemplo es lo que sucede por costumbre cada noche en varios resguardos indígenas del Amazonas. “La Maloka es una casa donde se reúnen todas las noches más de 300 indígenas para repasar costumbres, rituales y enseñanzas . Actualmente, debido a la pandemia, han dejado de frecuentar la Maloka diariamente, sin embargo, se siguen reuniendo tres veces por semana”, cuenta Eliceo Matalpi, indígena del Amazonas. Adicionalmente, con miras a mediar la falta de alimentación por la que está atravesando más de 100 pueblos indígenas, el presidente Iván Duque y la Ministra del Interior, Alicia Arango, iniciaron el pasado 2 de abril la campaña “Colombia está contigo: Un Millón de Familias“ con la que se se pretende entregar un millón de mercados a comunidades vulnerables, como los indígenas, en 32 departamentos y 720 municipios del territorio nacional. Sin embargo, pueblos indígenas del Meta han denunciado el incumplimiento por parte del Gobierno Nacional en la entrega de ayudas humanitarias anunciadas por el Ministerio del Interior, ya que, a 100 días de haber iniciado la cuarentena obligatoria, no las habían recibido en sus territorios. “Vemos con preocupación que los pueblos indígenas estamos siendo excluidos de las ayudas humanitarias entregadas a la fecha, en el marco de esta emergencia sanitaria”. Así lo expresaron las comunidades indígenas del Meta, en un pronunciamiento publicado por la ONIC el pasado 20 de mayo, en el cual se reúnen quejas que continúan vigentes a la fecha de publicación de esta nota. En la misma línea, los indígenas pertenecientes al resguardo Bania Chamí de Argelia, en el Valle del Cauca, han denunciado falta de garantías por parte del Estado, alegando al Ministerio del Interior la entrega ineficiente de los alimentos prometidos para sobrellevar la crisis. Hoy, las comunidades indígenas hacen un llamado a que se tomen decisiones acertadas para aliviar la situación que atraviesan, esperando que el Covid-19 no sea el talón de aquiles que acabe exterminando las costumbres, historias y saberes que poseen y deseando que el desenlace de esta historia no termine, tal como lo expresó la indígena Wayuú María Luisa Aguilar, como la “crónica de una muerte anunciada”. Si quieres contribuir al bienestar de nuestros pueblos indígenas en tiempos de pandemia, te invitamos a que hagas un aporte voluntario en los siguientes enlaces: 1. Por la salud de los pueblos indígenas amazónicos 2. Pueblos indígenas de Colombia necesitan tu apoyo

  • Unisabana Medios | Se marchó

    En Código Enigma, de Unisabana Radio, se hace un homenaje a quienes, en la historia de Colombia, salieron de su casa a marchar para alzar su voz y nunca volvieron. Se marchó En Código Enigma, de Unisabana Radio, se hace un homenaje a quienes, en la historia de Colombia, salieron de su casa a marchar para alzar su voz y nunca volvieron. Código Enigma Compartir Lee también: Código Enigma

  • Unisabana Medios | Mujeres hicieron 3 de cada 5 llamadas por salud mental en la pandemia

    A través del decreto 516 del 04 de abril del año en curso, se han reducido los porcentajes mínimos de programación de producción nacional que se emitían en la televisión abierta. Mujeres hicieron 3 de cada 5 llamadas por salud mental en la pandemia Danna Muñetones, Yuri Montaño y David Torres, Comunicación Social y Periodismo. El Covid-19 propició la aparición, agudización o recaída de toda una gama de trastornos mentales. Esto dicen las cifras. Compartir Foto: Wix Según el Departamento Nacional de Planeación, desde el año 2000, hasta comienzos del 2020, la salud mental de la población colombiana se deterioró y aumentaron los problemas y trastornos mentales. La situación se agudizó con la irrupción de la emergencia ocasionada por el covid-19, que retó al sistema sanitario como el colombiano, caracterizado por su baja inversión en salud mental, poca difusión de herramientas gratuitas para enfrentar situaciones de riesgo y una cobertura insuficiente de profesionales en ciertas regiones. Empecemos entonces con una pregunta sencilla. Estos síntomas han sido, históricamente, padecidos con más frecuencia por las mujeres: 1 de cada 3 sufre enfermedades mentales en el mundo. De acuerdo con la OMS[1] , estas tienden a desarrollar problemas de depresión y ansiedad con más frecuencia, mientras que los hombres tienden a desarrollar trastornos como la personalidad antisocial. De acuerdo con Luciana Ramos-Lira[2] , doctora en Psicología Social, las razones por las que las mujeres y los hombres experimentan diferencias en la salud mental no son solo biológicas, sino también sociales. En este último apartado, los estereotipos y la represión de género se posicionan como factores importantes para que, mientras que las mujeres experimentan más afectaciones, los hombres tiendan a reconocer más difícilmente sus síntomas. La OM concuerda en que las experiencias sociales y la cultura influyen en la morbilidad de las enfermedades mentales, por lo que el género es determinante. Esta tendencia se ve reflejada en la encuesta Pulso Social del DANE: las mujeres tienden a experimentar síntomas de enfermedades mentales en promedio un 8% más que los hombres, siendo los sentimientos de “preocupación o nerviosismo” los más recurrentes, con una media de 40% de los casos. Lee también: '¿Nos esperará una pandemia de enfermedades mentales?' Herramientas débiles para enfrentar estas situaciones de riesgo en la salud mental Para 2018, existían diversas líneas telefónicas en las que profesionales brindaban orientación y apoyo en salud mental. Sin embargo, solo cubrían el 58%[1] de la población del territorio nacional, dadas las falencias en infraestructura en los departamentos más alejados, donde las personas no cuentan con la conectividad para acceder a estos servicios. Ante la creciente necesidad de atención gratuita y generalizada en este ámbito, el 13 de abril del 2020 el Ministerio de Salud, con apoyo de Cooperación Internacional y en unión con el Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comisión de Regulación de Comunicaciones, implementó la línea gratuita 192 opción cuatro en el territorio nacional, en la cual profesionales en psicología clínica brindan primeros auxilios psicológicos a la población. El 60,9% de las 18.089 llamadas que recibió la línea gratuita en este período de tiempo fueron realizadas por mujeres[1] . Además, el 17,02% pertenecían a personas de grupos de mayor vulnerabilidad, como víctimas del conflicto armado, ciudadanos en procesos de reincorporación a la sociedad civil, personas con discapacidad, en situación de emergencias o desastres, migrantes, entre otros. Como indica el Ministerio, en promedio el 4,7% de los casos requirieron remisión al sector salud, 5 de cada 10 casos se manejaron con procedimientos de orientación psicológica, información y acompañamiento, y 4 de cada 10 casos necesitaron seguimiento. Si bien la línea abarca a todo el territorio nacional, las llamadas de Bogotá, Antioquia y Cundinamarca ocuparon un 40,5% de las consultas. A la par, la Secretaría Distrital de Salud, en alianza con la Fundación Santa Fe de Bogotá, impulsó “Hablalo.com .co”, una página web[2] que ofrece herramientas interactivas para mejorar el bienestar emocional y prevenir trastornos y eventos asociados que afectan o ponen en riesgo la salud mental de las personas, de cualquier edad o condición social. A la vez, los canales complementarios de salud mental, como Whatsapp, han aumentado considerablemente las interacciones, atendiendo, según los psicólogos, más de 10.000 mensajes por día en cada línea (123 Emergencias, 155 y 195 Bogotá). Por su parte, la línea púrpura, enfocada en la atención de mujeres en situaciones de violencia, ha sido una de las plataformas de ayuda psicosocial más acudidas durante esta pandemia. Según el Informe de la Secretaría Distrital de la Mujer, consolidado hasta junio del 2020[3] , de las 2.627 llamadas que han requerido atención a profundidad, el 48% corresponden a violencia psicológica y el 25% a violencia física, mientras que el 15% se refiere a violencia económica, siendo estas las mayores afectaciones en el género femenino. Presupuesto: el otro reto En Colombia, la pandemia implicó un reto presupuestario para enfrentar un escenario en el que el 5% de la población ya presentaba un trastorno mental y un porcentaje cada vez más creciente empezó a enfrentar síntomas en la pandemia, como explica [4] Nubia Bautista, subdirectora de la unidad de Enfermedades no transmisibles del Ministerio de Salud. Bautista afirma que solo el 5% de los recursos en salud pública se destinan a la salud mental y, de estos, solo la mitad se ejecuta efectivamente, por lo que se requiere mayor fortalecimiento de los mismos.[5] [6] Para enfrentar el reto, en 2019 el Consejo Nacional De Política Económica y Social inyectó en el 1.2 billones[7] de pesos para los próximos tres años, con el fin de propiciar la prevención, tratamiento y rehabilitación para la inclusión social de las personas con trastornos mentales, muchas veces estigmatizadas por la alusión de estas enfermedades. Sin embargo, para Bautista, aunque este presupuesto es un buen paso para que Colombia inicie una experiencia satisfactoria en el cuidado mental, en relación con las necesidades actuales sigue siendo una baja inversión. Para la población colombiana, la pandemia ha abierto brechas económicas que han profundizado las inequidades en todos los segmentos, dejando a su paso destrucción del empleo. En marzo de 2020[8] , el índice de desempleo se situó en 12% y, para abril, llegó al 19.8%, uno de los índices más altos de la historia colombiana. Actualmente, se estima que solo 16.5 millones de personas[9] cuentan con algún tipo de empleo, de los cuales el 61% de ocupados son informales, lo que implica que no cuentan con protección social y viven en una alta vulnerabilidad económica. Como enfatiza Bautista, este panorama ha implicado diversas dificultades al interior de los hogares, que han hecho eco en la salud mental de los colombianos. Lo anterior se evidencia en la encuesta del DANE en la cual las personas desocupadas presentan mayores síntomas negativos de salud mental. A la pregunta, “¿Debido a la situación que se presenta en el país con la pandemia de COVID-19, se siente solo(a), estresado, preocupado, deprimido?” las personas inactivas (21.1%) y ocupadas (23.8%) reportaron tener menores síntomas de los consultados, en comparación con los desocupadas (30.8%). Cobertura insuficiente de profesionales de la salud mental María Susana Redondo, médica especialista en psiquiatría y salud mental, enfatizó que hay territorios relegados en los que no hay un psiquiatra o psicólogo para atender la demanda creciente. Esta necesidad se agudizó con la pandemia y frente a la imposibilidad en muchos casos de prestar atención presencial, en el territorio nacional se impulsó la telepsicología y telepsiquiatría, referida a la prestación de servicios psicológicos mediante las tecnologías de la información y comunicación. Según Irreño, gracias a estos servicios se ha mejorado la cobertura profesional en salud mental en poblaciones antes relegadas: “si hiciéramos un ejercicio con datos sociodemográficos, se incrementó la población que está muy lejos de Bogotá[1] que hoy finalmente está recibiendo tratamiento”. No obstante, la cobertura sigue generando retos. Los departamentos más pobres y descentralizados son aquellos de los que aún no se obtienen datos contundentes sobre salud mental, pues la baja conectividad impide el acceso en los lugares más alejados de Colombia. Estas condiciones son la respuesta a la menor atención que reciben departamentos como Guaviare y Vichada, en comparación con Antioquia y Cundinamarca, según Nubia Bautista.[2] Además, de acuerdo con Redondo, no siempre los trabajadores de la salud mental pudieron atender de forma adecuada a los nuevos y antiguos pacientes en la pandemia, debido a que el Ministerio de Salud no reconoció en el inicio de la emergencia sanitaria la importancia de los trabajadores del campo de la salud mental. Así mismo, no reconoció el potencial riesgo de contagio en su ambiente laboral, teniendo en cuenta que “muchos de los pacientes, por sus patologías psiquiátricas, no cumplen con las medidas de bioseguridad[3] , ni distanciamiento, lo cual hacía mucho más difícil cumplir con los protocolos”. Muestra de la falta de reconocimiento es el hecho de que en la primera etapa de vacunación[4] los psicólogos no estaban priorizados. La estigmatización, una barrera para el gobierno nacional A propósito de la estigmatización, el psicólogo Jonathan Irreño destaca que[5] desde las instituciones se debe sensibilizar a la población y recalca el importante papel que juegan los medios de comunicación en ello. Además, aclara que “la salud mental, desafortunadamente, tiene ese componente de estigma social y de algo que se conoce como criminalización, que es asociar a una conducta de riesgo, delictiva o criminal a un paciente con enfermedad mental”. Adicionalmente, María Susana Redondo añade que[6] los medios de comunicación y las instituciones deben darle a la salud mental la importancia que merece. La especialista recalca que hay que trabajar para “hacer más mediático el tema de que la enfermedad mental existe y que la pandemia ha sido un detonante importante para generar enfermedad mental al que no la tenía y para exacerbar al que previamente ya la padecía, y verla como una enfermedad como cualquier otra, que requiere un control y un tratamiento, y que por ningún motivo se le puede generar una estigmatización”. Cómo enfrentar situaciones de riesgo para la salud mental de los colombianos La clave son los primeros auxilios psicológicos. La psiquiatra Susana Redondo resalta que lo primero es reconocer que existe un cambio[7] en la manera en cómo se siente la persona, si lo compara a como estaba previamente a la pandemia. Determinar que existe un problema es el primer paso para intervenir. En casa, como sugiere Redondo, cuando se presentan estos síntomas y no son tan desbordantes para obligar a una consulta, son sumamente importantes las medidas de relajación, respiración y mindfulness, técnica de meditación basada en la atención plena. En definitiva, la pandemia ha generado la aparición, agudización o recaída de diversos síntomas de enfermedades mentales. Es por ello que el gobierno nacional es el encargado de seguir inyectando un presupuesto acorde a las nuevas necesidades, con herramientas gratuitas y factibles, apoyo a profesionales y fortalecimiento de la cobertura en poblaciones relegadas históricamente en la salud mental. Pero usted también tiene poder. Recurra a profesionales e inyecte, por medio de los primeros auxilios psicológicos, empatía, escucha y apoyo a sus allegados, para detener el ciclo de la estigmatización y enfrentar a la enfermedad que no tiene vacuna.

  • Unisabana Medios | Derechos laborales en pandemia

    Ante la cuarentena obligatoria nacional, que ha obligado a empresas de diferentes sectores a parar sus actividades; la incertidumbre laboral es otro de los problemas que enfrentan los ciudadanos por la pandemia del covid-19. ¿En qué quedan los derechos laborales en época de pandemia? Brandon Stiven Ortiz Calderón, de Comunicación Social y Periodismo | Twitter: @brandon1ortiz Ante la cuarentena obligatoria nacional, que ha obligado a empresas de diferentes sectores a parar sus actividades; la incertidumbre laboral es otro de los problemas que enfrentan los ciudadanos por la pandemia del covid-19. Compartir Foto: Unsplash El Covid-19 ha trastornado el mundo actual en materia laboral. Teniendo en cuenta que la Organización Internacional del Trabajo prevé un panorama desalentador para los trabajadores del mundo a raíz de esta pandemia, y que el artículo 215 de la Constitución dispone, dentro del estado de emergencia, que el Gobierno no podrá desmejorar los derechos de los trabajadores, Unisabana Medios resuelve muchas de las dudas que aquejan a los ciudadanos frente a la incertidumbre laboral. ¿Qué decisiones ha tomado el Gobierno nacional? Ante la incertidumbre generada la inestabilidad laboral, se exigió una reglamentación que protegiera los derechos de colombianos en esta materia. Así se expidió el decreto 488 del 27 de marzo de 2020, que establece medidas importantes para los trabajadores del país. Por un lado, el artículo 3 les permite a los trabajadores hacer un retiro de sus cesantías mientras permanezca el estado de emergencia, siempre y cuando este haya tenido una reducción en el salario que recibe de forma mensual. Ese retiro será el necesario para compensar su disminución y mantener sus ingresos constantes. Para hacerlo, la naturaleza del administrador de las cesantías deberá ser de carácter privado y la disminución de su ingreso mensual deberá estar certificado por el empleador. El proceso será en su totalidad virtual. En cuanto a las vacaciones, el empleador podrá, con al menos un día de anticipación, darle a conocer al trabajador la fecha desde la cual concederá las vacaciones anticipadas, colectivas o acumuladas. Así mismo, el decreto establece que “de igual manera el trabajador podrá solicitar en mismo plazo que se le conceda el disfrute de las vacaciones”. Diana María Gómez Hoyos, directora de especializaciones de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Sabana y experta en derecho laboral, explica que los actuales desempleados que hayan sido dependientes (con contrato de trabajo) o independientes (con contrato de prestación de servicios) podrán acceder a una transferencia económica de dos salarios MMLV, divididos en 3 mensualidades iguales que se pagarán en un máximo de 3 meses. Gómez aclara que la medida no va dirigida a aquellos trabajadores que puedan llegar a tener el contrato de trabajo suspendido. Dichos beneficiarios deberán llenar una solicitud ante la Caja de Compensación respectiva de manera virtual y estar afiliados como cotizantes de categoría A (trabajadores y su grupo familiar cuyo salario básico no supera 2 salarios mínimos) y B (trabajadores y su grupo familiar cuyo salario básico está entre 2 y 4 salarios mínimos). También deben haber realizado aportes durante un año, continuo o discontinuo, en el transcurso de los últimos cinco años. Salarios “En cuanto al trabajo en casa, si el trabajador sigue prestando su servicio (teletrabajo), se le pagará salario, se reconocerán prestaciones sociales, se cotizará a seguridad social, todo igual. Una reducción del salario se daría cuando voluntariamente el trabajador accede a recibir un salario más bajo que el que acordó inicialmente, o cuando por una situación económica el empleador rebaja la remuneración y el trabajador tácitamente consiente ello. Lo inmediatamente anterior no podría ser posible si se trata de salario mínimo legal”, explica Gómez. Ahora bien, de ninguna manera los empleadores podrán coaccionar a los trabajadores a tomar licencias no remuneradas, según la circular 027 del 29 de marzo de 2020 del Ministerio de Trabajo. En caso de que así ocurriera sería una completa violación a los derechos laborales. Liliana Valencia Ramos, abogada con más de 16 años de experiencia en derecho laboral, recuerda las normas más relevantes a tenerse en cuenta para esta época de emergencia sanitaria: “La primera es el decreto con fuerza de ley 486, que otorga beneficios económicos a los productores del campo. Este decreto es muy importante porque tiene una finalidad social para facilitar la recuperación de pequeños y medianos productores que hayan caído en una iliquidez y que sean del sector rural o del campo colombiano (especialmente a los aislados mayores de 70 años)”, explica Valencia. “También está el decreto 491, que básicamente es el más importante, que es con el cual se garantiza la atención y prestación de servicios por parte de autoridades públicas y particulares . Así mismo, garantiza los puestos de trabajo para los empleados públicos y trabajadores oficiales”, añade la abogada. El decreto – dice Valencia – ofrece la posibilidad de aumentar la vigencia de permisos o licencias remuneradas o no remuneradas a los trabajadores para que efectivamente se garanticen sus puestos de trabajo. Despidos Gómez Hoyos afirma que el despido es una facultad que tiene el empleador, pero “si despide sin causal o motivo justo, podría ser condenado a pagar una indemnización por justa causa que depende de la clase de contrato de trabajo. En caso de que el trabajador goce de algún fuero o protección especial, la consecuencia del despido será su reintegro”. Justamente, el Ministerio de Trabajo, en la circular 022 de 2020, aclaró que no ha habido ninguna autorización para las empresas en el país de utilizar la figura de despido colectivo. También dejó en claro que no se ha autorizado la suspensión de contratos laborales. Es decir, en este momento, ninguna empresa del país ha tenido vía libre para suspender contratos laborales o despedir trabajadores de manera colectiva. En ese orden de ideas, la especialista Valencia Ramos hace un llamado para que nos pongamos en los zapatos de los trabajadores y de las empresas: “En principio, el empleador está obligado a pagar sus salarios y tiene prohibido expresamente obligar a los trabajadores a suscribir cualquier modificación a los contratos cuando no medie su voluntad , pero también habrá que revisar las condiciones de la empresa para ofrecer a sus trabajadores viabilidades o alternativas con el fin de no tener que cerrar la empresa o cerrar un montón de puestos de trabajo debido a la pandemia”. Esta abogada invita a no caer en las fake news que suelen propagarse de manera rápida por redes sociales, pues “no existe todavía ningún tipo de instrucción por parte del Gobierno a los empresarios donde se permita la disminución de salarios para mitigar el desempleo o el cierre de puestos de trabajo”. Apoyos Algunos alivios para el desempleado son la posibilidad de retirar todas sus cesantías acumuladas sin ningún requerimiento previo, el subsidio de desempleo de las cajas de compensación (del que se habló en los primeros párrafos), el otorgamiento de subsidios de alimentación para los hijos de trabajadores de estratos 1, 2 y 3 y la devolución del IVA. El Ministerio del Trabajo ha pedido a todos los empleadores del país mantener la solidaridad y el respaldo a sus trabajadores. De igual manera, el portal www.mintrabajo.gov.co estará disponible con canales de atención para quejas y dudas de ciudadanos, así como con información de interés.

  • Unisabana Medios | Podcast | Comunicación de gobierno en tiempos de coronavirus

    Programa de pediatría acerca de la crianza de los niños.  Comunicación de gobierno en tiempos del coronavirus Bienvenidos a los nuevos tiempos, a los tiempos de la comunicación política. Este es un especial de análisis crítico al manejo que diferentes gobernantes del mundo han dado, desde la comunicación gubernamental, a la crisis de la pandemia del Coronavirus. Dennis Ahillen Solano Rojas, Freissy Daniela Bayona Alba, Joselín María Cuartas Barrios, Lauryn Jannieth Franceli García Castiblanco, Valentina Pardo Pulido y Santiago Gonzáles Barrera Compartir Ve también: 'La política del riesgo', con Mario Riorda

  • Unisabana Medios | ¿Servirá el “aislamiento inteligente” que se viene?

    La medida busca reactivar la vida económica, no la vida social, y mantener un ritmo de contagio controlado que permita la inmunidad de la población sin colapsar el sistema. ¿Servirá el “aislamiento inteligente” que se viene? Juan Martín Villazón, Mariana Garzón y María Isabel Magaña, Comunicación Social y Periodismo La medida busca reactivar la vida económica, no la vida social, y mantener un ritmo de contagio controlado que permita la inmunidad de la población sin colapsar el sistema. Compartir Foto: Unsplash A unque todos quisiéramos que a final de abril la vida volviera a ser como hace dos meses, cuando cantábamos ‘Tusa’ en las fiestas, la verdad es que este semestre no podremos volver a bailar juntos. ¿Cómo será el futuro que se nos viene? Nadie tiene la respuesta. Este es un virus nuevo y por ahora todas las soluciones son un experimento. Lo que sí sabemos con certeza es que el COVID-19 se quedará con nosotros hasta que consigamos la vacuna o desarrollemos inmunidad a la enfermedad. El objetivo inicial de este primer aislamiento era aplanar la curva, para evitar que tuviéramos enfermos críticos que necesitaban de una infraestructura de UCI con la que no contábamos , lo que habría generado muchísimas muertes como sucedió en Italia o España. Sin embargo, la opción no fue nunca “volver a la vida normal”, después de este mes de cuarentena. Si lo hiciéramos, las muertes que evitamos aparecerían en menos de dos meses. Es como borrar con el codo lo que hicimos con la mano con tanto esfuerzo. Pero entonces, ¿sirvió de algo este mes largo de cuarentena? Sí. Este primer aislamiento le permitió a Colombia controlar el número de contagios -pese a que sabemos que hay un subreporte en los datos- y fortalecer el sistema de salud . Instalar estas medidas rápidamente evitó que Colombia tuviera una crisis sanitaria como la de Italia y España, pues logramos frenar el crecimiento exponencial de la curva en menos tiempo. De hecho, Colombia fue uno de los países de la región que más rápido tomó medidas. Esto puede ser un hilo de esperanza a futuro, pues investigadores que analizaron las acciones que tomaron los países durante la pandemia de 1918 concluyeron que las ciudades que se adelantaron en la toma de medidas agresivas de distanciamiento social “crecieron más rápido cuando la pandemia pasó” pues “no solo redujeron la mortalidad: también mitigaron las consecuencias económicas adversas de la pandemia”. Por ahora, los datos muestran que las medidas drásticas que tomó Colombia ayudaron a frenar la curva más rápido que otros países. Por ejemplo, a los 40 días desde el primer contagio, Italia tenía 10.149 infectados mientras que Colombia tenía 2.799. Las datos del cambio de movilidad que ha publicado de Google nos dicen que, por ahora, la gente está cumpliendo el aislamiento, por lo que reabrir la economía sería una opción viable para el gobierno. La prioridad ahora es encontrar un balance que permita reactivar el sistema, evitando así hambre, pobreza y crisis, pero sin darle fuerza a un nuevo brote que arrodille al sistema de salud. La apuesta de Duque es el “aislamiento inteligente”: abrir algunas actividades económicas -bajo protocolos muy estrictos- pero no reabrir la vida social. Así, se evita el colapso económico mientras que se contagia la población de manera controlada. Si la curva se dispara, se vuelve a aislar al país hasta controlarla nuevamente. En teoría, cada nueva ola de infectados debería ser menor que la anterior, pues más personas tendrían inmunidad al COVID-19. Esta medida fue propuesta por un grupo de científicos al presidente Duque, sin embargo, su formulación la hizo el equipo del London Imperial College para atender el COVID-19 . ¿Cuánto duraría esta estrategia? Se esperan unos siete ciclos repartidos entre 12 y 18 meses, si no se consigue la vacuna antes. En la gráfica del London Imperial College, los rectángulos azules simbolizan los periodos en los que hay aislamientos estrictos. La línea naranja son los casos semanales de enfermos que requieren hospitalización las UCI. Como se ve en la gráfica, cuando la ola naranja se desborda, se aplican medidas estrictas para que ésta se vuelva a reducir. La estrategia ya la están aplicando Hong Kong y Singapur y por ahora ha funcionado, como explica este artículo de la revista Science. ¿Cómo funciona el aislamiento inteligente? El anuncio oficial no se ha hecho aún pero sabemos que la decisión buscará mantener el número reproductivo R (cuántas personas contagia cada infectado) por debajo de 1. En Colombia logramos un R 1,2 con este primer aislamiento, lo que quiere decir que, actualmente, un infectado contagia a poco más de una persona. Para que el R se mantenga por debajo de 1, el matemático Adam Kucharsk i propone controlar cuatro aspectos: duración, oportunidad, transmisión y susceptibilidad. La Organización Mundial de la Salud plantea la misma estrategia en seis puntos claves. Colombia no había cumplido el 13 de abril estos aspectos, por lo que no pudo levantar la cuarentena antes. Detección para frenar el contagio Este objetivo es claro para todos: detectar a los infectados es clave para poder aislarlos lo más rápido posible y saber realmente el panorama al que nos enfrentamos. Hay dos tipos de pruebas: las moleculares (PCR) y las pruebas rápidas. Las primeras dan resultados más precisos y las segundas pueden dar falsos negativos y solo sirven como primer filtro para la detección. Hasta este momento, Colombia ha hecho más de 50.000 pruebas PCR y habilitó 38 laboratorios para agilizar el proceso de análisis. Las cifras que hallarás en esta nota se actualizaron por última vez el 23 de junio. Por el periodo vacacional de la Universidad de La Sabana, se retomará la actualización diaria de este producto en agosto, con el inicio del semestre académico 2020-2. El ministro de Salud aseguró el 31 de marzo que el país tiene un stock de 30.000 pruebas moleculares disponibles que importó de Corea y de Turquía. Y aunque sigue intentando conseguir más, el stock internacional está muy apretado por la alta demanda. En especial, está escaso un reactivo (kit de sustancias) que resaltan la presencia genética del virus. Este kit químico se procesa en laboratorios en Estados Unidos, México, Corea, Alemania. Sin embargo, Corea del Sur está acaparando estos reactivos (porque está haciendo pruebas a todas las personas) y Alemania emitió una norma para no exportar reactivos, lo que ha hecho que se rapen los pocos que quedan. Por eso, el Gobierno está comprando pruebas rápidas y aplanando el camino interno para que la importación y acreditación de las mismas sea ágil, pues el objetivo es que a final de mes se estén realizando 15.000 de estos test cada día. Ojo, que estas pruebas sirven para aislar posibles contagiados al igual que hacer testeos aleatorios para tener un panorama de la infección, pero debe confirmarse el resultado, de dar positivo. El primer laboratorio que se comprometió con asegurarle a Colombia estos test fue el laboratorio Abbot, que aseguró una importación de 1.049.000 pruebas rápidas. De estas, ya hay en el país 50.000. El fin de semana llegarán 100.000 más. Pero el testeo no es suficiente, se necesitan datos de calidad y actualizados, que permita entender qué está pasando y cómo está pasando. Colombia ha sido uno de los países que mejor ha publicado estos datos, aunque tiene mucho que mejorar. Hay países como Islandia o Estonia que tienen datos más claros y estructurados. Por el contrario, países como España han sido el ejemplo contrario: han estado contando mal los datos de sus Comunidades Autónomas, han cambiado la metodología y se demoraron bastante en dar datos desagregados por sexo y edad, por ejemplo. Rastreo para disminuir la duración Localizar rápidamente a los contagiados y a todas aquellas personas con las que haya interactuado, testearlos, aislarlos y hacerles seguimiento es clave. Es importante hacerlo incluso antes de que haya síntomas, pues a diferencia de otros virus como el SARS o el MERS, quienes tienen COVID-19 contagian a muchas personas antes de que manifieste síntomas (si es que los manifiestan). El rastreo es muy exigente, pues no basta con testear a muchas personas: hay que saber con quién estuvo. ¿Cómo lo han hecho países como Corea del Sur o Hong Kong? Con aplicaciones y rastreo de datos personales masivos. Corea, por ejemplo, analiza los datos del GPS de los celulares , los movimientos de tarjetas de crédito y las actividades de las personas en imágenes de CCTV. Hong Kong ha publicado mapas de localización de cada caso , lo que permite saber dónde está en infectado y qué hizo en los días anteriores. Colombia quiere seguir sus pasos con la aplicación Coronapp . Allí se puede registrar los síntomas que uno, o que las personas que viven con uno, tienen cada día. Al descargar la aplicación, se da acceso a los datos de geolocalización y al Bluetooth, lo que servirá, de llegar a estar contagiado, para identificar posibles contagiados y aislarlos a todos. Por ahora, la aplicación ha tenido más de 9.000 descargas. Para que estas medidas funcionen, se necesita que al menos el 70% de la población haya descargado el aplicativo . Como es difícil que esto pase, Google y Apple se comprometieron a dar un paso sin precedentes: que las aplicaciones de rastreo de los gobiernos aparezcan en cada dispositivo que tenga su sistema operativo en la próxima actualización. ¿Cuál es el ‘pero’? Nuestra privacidad se ve sacrificada. En algunos países más que otros, sin duda, pues depende de los datos que se recopilen, analicen y se compartan. Este es un debate interesantísimo sobre la ética detrás del manejo de datos y los límites al derecho a la privacidad. Distancia para evitar oportunidades de contagio Esta es la estrategia que venimos aplicando hace un mes: aumentar las medidas de distanciamiento social para disminuir el contagio. El caso extremo es el confinamiento total, pero hay versiones más suaves como las que Alemania empezará a aplicar . Tendrá apertura de algunos comercios, peluquerías y colegios, aunque siguen prohibidas las aglomeraciones y los servicios religiosos hasta agosto. En Hong Kong se incentivó el teletrabajo y se prohibieron las reuniones de más de cinco personas, pero se permite ir a restaurantes si las mesas están separadas por 1.5 metros entre sí. Para apoyar este proceso, la tecnología será clave. Google ya anunció que avisará a sus usuarios de zonas donde hay concentraciones, como en las filas de los supermercados, para evitar que se acerquen a esas áreas. Las nuevas medidas de distanciamiento social no han sido anunciadas para Colombia. Lo que sí sabemos es que se mantendrán cerrados los centros educativos hasta final de mayo. Igualmente, los adultos mayores deberán permanecer aislados hasta finales de ese mes. Protección para disminuir la transmisión La estrategia es reducir el riesgo de contagio con medidas como el uso de tapabocas y el lavado de manos, al igual que evitar el contacto físico. Por ello, el gobierno ha obligado a usar mascarillas en el espacio público, reservando las médicas para los equipos sanitarios, e insiste en el constante lavado de manos, la desinfección de productos de compra o el cambio de ropa dentro y fuera de la casa. Inmunizar para ser menos susceptibles al virus Este es el objetivo final: que la población sea inmune al COVID-19. Para lograrlo solo hay dos caminos: la vacunación o el desarrollo de defensas. La opción más “rápida” es lograr la inmunidad de rebaño”: cuando entre el 50% y el 70% de la población supera la enfermedad y desarrolla defensas, haciendo inofensivo al virus. En Colombia, esto implicaría que entre 22 y 32 millones de personas se infecten y desarrollen defensas a lo largo de un año, de manera controlada y sin desbordar al sistema sanitario. ¿Cuál es el problema? No sabemos realmente cuánto duraría la inmunidad o si todos los que han desarrollado la enfermedad tienen suficientes anticuerpos para defenderse . Además, ha habido casos en los que personas dadas de alta han vuelto a dar positivo , y no es claro el porqué. Adicionalmente, hay estudios que indicarían que el daño para los infectados va más allá de los pulmones : dañaría el corazón, el cerebro e incluso los riñones. La otra opción es la vacunación. Sin embargo, los expertos no esperan una solución en este sentido en menos de 18 meses , pues las pruebas deben ser juiciosas para evitar dañar a las personas con efectos secundarios. Para ello, los laboratorios y empresas biotecnológicas que elaboran vacunas deben pasar por una serie de procesos antes de que salga al mercado para que pueda certificar su efectividad y seguridad en el paciente. El reto que sigue es el comercio de esta vacuna, pues si sucede lo que está pasando ahora con los implementos médicos, será difícil acceder a ella en poco tiempo. La Sociedad de Profesionales de Asuntos Regulatorios (RAPS), organización que se dedica a la regulación y control de fármacos o instrumentos médicos, actualiza semanalmente las posibles vacunas que están desarrollando algunos laboratorios contra el Covid-19, y así, monitorear en qué fase se encuentra cada una. En esta infografía te explicamos cómo funciona el proceso y en qué va el desarrollo de las diferentes vacunas. Las cifras que hallarás en esta nota se actualizaron por última vez el 23 de junio. Por el periodo vacacional de la Universidad de La Sabana, se retomará la actualización diaria de este producto en agosto, con el inicio del semestre académico 2020-2.

  • Unisabana Medios | Podcast | + Apasionados por el Aprendizaje

    Este es un espacio pensado para profesores y demás personas de la comunidad universitaria que deseen tener las bases, herramientas y recursos sobre los diferentes componentes del Aprendizaje Unisabana desde la visión curricular. + Apasionados por el Aprendizaje Podcast de la Dirección de Currículo de la Universidad de La Sabana. Unisabana Radio Compartir

  • Premios constructora capital 3 edicion | unisabanamedios

    2023 Nominación crónica Neurodiversidad como estrategia creativa, el plus de esta agencia de publicidad 386 millones de las personas en edad de trabajar son discapacitadas. La OIT estima que el 80% de los empleadores suponen que las personas con discapacidad no pueden trabajar, pero este es un panorama que empieza a cambiar. Jerónimo Orjuela Llano, estudiante de Comunicación Social y Periodismo.

Escucha aquí los podcast de Conexión Sabana 360 

botom-spreaker.png
botom-spotify.png
bottom of page